lunes, 23 de noviembre de 2009

Cuestionamientos al Rector de la UNAM

 
 

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vía www.machetearte.com el 23/11/09

Cuestionamientos al Rector de la UNAM

 

· La responsabilidad de la UNAM en el fracaso del modelo neoliberal, la crisis de representatividad y el desempleo generalizado

Por la OPC-Cleta

El pasado 17 de noviembre el rector de la UNAM, José Narro, reconoció la "sensibilidad de los diputados" hacia las instituciones públicas de nivel superior, al aprobar un presupuesto de poco más de 9 mil 300 millones de pesos para 2010. Con esto la UNAM tendrá un aumento de 630 millones de pesos adicionales, lo que, aseveró, es "un incremento sustancial pero no suficiente".

Resulta paradójico que Narro reconozca "sensibilidad" a los diputados cuando apenas hace unos días criticó el inviable aumento del 1% al IVA, que afectará profundamente la economía de todos los mexicanos y que dichos "sensibles" diputados aprobaron.

Es de resaltar que a pesar de llegar con una forma arcaica y antidemocrática de elección, y de haber juzgado y legitimado la represión sobre la huelga que mantuvo la gratuidad, José Narro haya hecho a lo largo de dos años, declaraciones que lo pondrían como un rector contestatario del modelo neoliberal y crítico de los modos autoritarios de ejercer el poder político.

Pero la historia reciente de nuestro país nos recuerda que no todo discurso transformador o crítico implica una coherencia en el ejercicio del poder representado que tienen las autoridades.

Por ejemplo, Narro afirmó que el 80% del presupuesto de la UNAM será para el pago de 34 mil académicos e investigadores y para el mantenimiento de 18 facultades y cuatro escuelas, 46 institutos y centros de investigación. Aunque nadie duda de la necesidad de dicho aumento, es importante recordar que hasta ahora la mayoría de las instalaciones no son utilizadas en su máxima capacidad pedagógica, difícilmente el pueblo más excluido participa de sus programas culturales elitizados, y muy pocos de los académicos e investigadores están preocupados por la vigencia histórica de sus programas de estudio, ni por los miles de rechazados que quedan fuera de sus clases y laboratorios. Los merecidos premios no deben ocultar que la Universidad rinde cuentas a una sociedad mexicana y no a jueces e intelectuales de un dudoso "humanismo" aristócrata.

Así pues, debiéramos preguntarnos si la defensa de la universidad que ha enarbolado en sus discursos el rector: ¿es un interés real de hacer que dicho presupuesto signifique llevar educación, servicio y cultura al pueblo o es sólo una mera gestión para mantener su administración y los grupos de poder que actualmente controlan la universidad?

¿Será el rector coherente con las críticas que ha hecho sobre el modelo económico y que según sus palabras, "ya dio lo que podía dar y ya no nos sirve ni para vernos hacia afuera, mucho menos para resolver los problemas que tenemos hacia adentro"? ¿Aplicará en la universidad sus declaraciones democráticas como que "el rumbo lo tenemos que construir todos los mexicanos" y que "es un asunto que no depende de alguien en particular"?

¿Permitirá el rector que la universidad deje de ser esa "universidad tradicional" que como afirmó "se encargue de tutelar la avanzada por la educación para el pueblo"?

Si el crecimiento en los últimos 50 años de las universidades públicas, ha sido de 32% frente a un aumento de 300% de la demanda y el mismo rector Narro ha reconocido, que el resultado de esto es que 7.5 millones de jóvenes están sin universidad y sin empleo, ¿Permitirá que los colectivos estudiantiles y los maestros solidarios abran y exploten al máximo las instalaciones universitarias? ¿Cuestionará los programas de CONACYT y de la misma universidad que mantienen una estructura privilegiada y malinchista de que haya un investigador (con estudios de posgrado) por cada mil asalariados en este país?

Si como declaró en días pasados la historia de México muestra a finales del año 2009, un Estado fallido y avanza hacia un estallido social ¿Sabrá responder a la responsabilidad que tiene como Rector de la universidad autónoma más importante del país?

Retamos al Dr. José Narro a asumir su lugar histórico y responder con acciones y no sólo con discursos a las necesidades educativas y políticas del pueblo mexicano para construir su propia cultura. La UNAM no es un cuerpo de bomberos que tape las contradicciones políticas, si habrá un estallido, no será de individuos resentidos, sino de una población harta de sus condiciones de miseria, desempleo y excluidos de la educación pública.

Los estudiantes y trabajadores están tomando conciencia de su responsabilidad y comienzan a articularse para poder participar en la organización del descontento histórico de nuestro pueblo.

La educación nueva y la cultura popular y crítica deben contagiar a la sociedad mexicana de justicia, tolerancia y democracia en el espacio público, en las colonias, en los barrios, en los centros de reunión. En el año 2010, la universidad deberá ser una opción de conciencia y organización del pueblo, y el pueblo organizado habrá defender como suya a la universidad que le sirve.

Muchos impulsaremos una estrategia para dar respuesta y alternativas a los rechazados, los estudiantes, los egresados, a todo individuo, gente crítica y dispuesta. Nacerán trabajos de formación artística, política y científica en lugares en donde no existe ningún tipo de organización. Con la ayuda de colectivos y organizaciones el proyecto popular, crítico y autogestivo de la universidad levantará el ánimo de todos los desesperanzados.

¿Apoyará el rector tales iniciativas? ¿Comprenderá su papel en la historia? Lo que es cierto es que con o sin las autoridades, los estudiantes y trabajadores organizados tendrán que responder.

 

 


 
 

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