Según el reporte de las 6 horas de ayer, María de Jesús Patricio Martínez tenía 69 mil 925 firmas recabadas, es decir, 8.1% del total que necesita para lograr el registro como candidata independiente a la Presidencia de la República. No sabemos qué sucederá, si llegará a la boleta electoral. Sin embargo, su presencia en esta etapa de la contienda es ya un precedente. Un hecho histórico que es urgente reconocer.
“De alguna manera, el gesto de los zapatistas ya fue exitoso porque develó con rapidez lo que muchos niegan: que México no sólo es un país sexista, sino también profundamente racista (...) volvieron a recordarnos lo que recordaron mediante las armas en 1994: que millones de mexicanas y mexicanos viven marginados y explotados, bajo condiciones inhumanas”, escribió hace unos meses Luciano Concheiro en The New York Times . Y es que desde que el Concejo Indígena de Gobierno anunció que buscaría un lugar en la campaña presidencial con una mujer a la cabeza, de inmediato aclararon que su lucha no era por llegar a Los Pinos, pues están conscientes de que eso difícilmente lo conseguirían, sino que lo que quieren es darle a su movimiento una plataforma de visibilidad nacional, que recuerde y vuelva a poner en agenda lo que por tantos años han luchado, desde el levantamiento armado del EZLN en 1994 y que llevó a la formación del CNI tras los acuerdos de San Andrés Larráinzar.
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