246 | 20 junio 2012
Ramón Martínez de Velasco
El 15 de febrero del año 1994, Fernando Chamizo, actual director de
Radio UNAM, supo sacarle jugo al portavoz del Ejército Zapatista de
Liberación Nacional (EZLN), el subcomandante Marcos.
Camila Vallejo
La vocera del movimiento estudiantil chileno, Camila Vallejo, en la
Ciudad de México. Foto: Especial.
Aquel diálogo, grabado en algún lugar de la selva Lacandona, mostró a
Chamizo como un magnífico entrevistador, y a Marcos como lo que
siempre fue: un excelente vocero de "los alzados", un tipo culto, un
traductor de la realidad nacional, como pocos.
Un vocero de esa magnitud necesita, a gritos, el movimiento
universitario #YoSoy132.
Uno a quien respeten propios y extraños. Uno que sepa ponerse al
tú-por-tú con los comentaristas, encuestadores, periodistas,
reporteros e intelectuales que buscan presentarlos, ante la opinión
pública, como unos bobos que no saben expresarse ni saben lo que
quieren ni qué persiguen.
Hasta ahora, el portavoz de los estudiantes del Instituto Tecnológico
Autónomo de México (ITAM), Antonio Atollini, es quien mejor ha
traducido las posiciones del #YoSoy132. Sobre todo, la que tiene que
ver con el envilecimiento de los medios informativos, impresos y
electrónicos; con sus contenidos harto tendenciosos en favor del
priísta Enrique Peña Nieto y en contra de quienes lo cuestionen, y con
su muy poca transparencia editorial y financiera.
Pero a Atollini se le ve solo. O demasiado revuelto con los voceros de
otras Universidades (a algunos de los cuales les he detectado un dejo
de protagonismo).
Vista de este modo la cuestión de una necesaria vocería para el
movimiento universitario #YoSoy132, es de celebrarse la presencia en
la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco de Camila
Vallejo, portavoz del movimiento estudiantil chileno que irrumpió en
la escena pública en el año 2011 para exigir educación gratuita, laica
y de calidad en su país.
Celebro su presencia porque de tiempo atrás le sigo los pasos a la
bella e inteligente geógrafa Camila Antonia Amaranta Vallejo
(http://www.libertaddepalabra.com/2011/09/camila-vallejo-ni-perra-ni-leva/),
pero más celebraría que los #YoSoy132 pongan atención a las palabras y
a la experiencia de esta joven de 22 años de edad, ex presidenta de la
Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, cuyo movimiento
de protesta goza de enorme simpatía entre los "indignados" que hoy
traen de cabeza a sus respectivos gobiernos.
Esa simpatía, aclaro, no es gratuita.
Se la han ganado, en gran parte, por el carisma y la formación
política sólida de Camila, quien junto con miles de jóvenes chilenos
continúa proponiendo un nuevo modelo de sociedad, basado en la
educación y en el derecho a la información.
"En mi país, el movimiento de los jóvenes también sufrió los embates
de un duopolio mediático. Hubo tergiversación y manipulación. Los
jóvenes salimos a las calles para demostrar que la juventud no era
apática, sino consciente de su realidad. Los medios no decían lo que
sucedía. Descalificaban al movimiento y criminalizaban a los
estudiantes en sus espacios (…) La política está secuestrada y
queremos liberarla porque está alejada de las necesidades sociales".
Truchas, #YoSoy132.
Necesitan de una vocera como Camila, o de un portavoz como el
subcomandante Marcos.
No queremos protagonismos y mucho menos "traductores" al estilo de ese
imbécil llamado Rubén Aguilar Valenzuela, ex vocero de la dupla de
ladrones Vicente Fox y Marta Sahagún, que ahora buscan impunidad al
amparo de Enrique Peña Nieto.
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http://www.libertaddepalabra.com/2012/06/yosoy132-les-urge-un-portavoz/
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