domingo, 1 de noviembre de 2009

Vacuna contra la influenza es riesgosa

Influenza: México adquirió una vacuna "riesgosa"

MARCO APPEL

Altos porcentajes de estadunidenses y europeos rechazan la misma vacuna contra la influenza A H1N1 que contrató el gobierno de Felipe Calderón. Simplemente, es "riesgosa y de mala calidad", afirman. Algunos expertos advierten que se desarrolló "prematuramente" y que la investigación al respecto se encuentra "inconclusa". La propia  Food and Drugs Administration (FDA) –que la autorizó en Estados Unidos– aceptó que puede "ocasionar efectos adversos inesperados". Inclusive médicos y enfermeras de Nueva York interpusieron una demanda contra dicho organismo por haber aprobado demasiado pronto el fármaco, sin haberse cerciorado de que sea seguro y eficaz  

BRUSELAS.- A pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la industria farmacéutica aseguran que las vacunas contra la influenza A H1N1 son seguras y eficientes, gran parte de la población en Estados Unidos y Europa –donde se han comenzado a aplicar– no piensa recurrir a ellas porque las considera de mala calidad y teme daños a su salud.

Así lo expresan, de acuerdo con diversos sondeos, el 80% de los franceses, el 71% de los británicos, el 62% de los alemanes y el 41% de los estadunidenses. Más inquietante aún: parte del personal hospitalario de esos países mantiene la misma posición e incluso se ha manifestado contra la vacunación obligatoria.

El pasado 15 de septiembre, la Food and Drugs Administration (FDA) autorizó la producción masiva en Estados Unidos de cuatro vacunas contra la también llamada "gripe porcina". Las firmas beneficiadas fueron la australiana CSL Limited, la estadunidense MedImmune LLT, la suiza Novartis Vaccines and Diagnostics Limited y la francesa Sanofi-Pasteur Inc., a la que el gobierno de Felipe Calderón compró 20 millones de dosis.

 Ese mismo día, la FDA sostuvo en un comunicado de prensa que las vacunas de tales empresas habían sido sometidas a "pruebas de calidad" y "vigiladas rigurosamente en su fabricación". Sin embargo, reconoció que su decisión de autorizarlas se había basado en "datos preliminares", e incluso advirtió que "la dosis óptima" para los niños estaba aún en estudio y sería comunicada "en un futuro próximo".

 Más aún: La FDA señaló que, "como todos los medicamentos", los destinados a prevenir la influenza A H1N1 "podrían ocasionar efectos adversos inesperados" o "serios", y confirmó la utilización de 
thiomersal en una porción de los productos.

 Existen sospechas de que esa sustancia, que sirve de conservador para una amplia gama de vacunas, incluidas las antigripales, puede provocar daños neurológicos y síndromes de autismo. Padres de niños supuestamente afectados han levantado en el pasado demandas contra autoridades sanitarias e industrias farmacéuticas. Así, por principio de precaución, Estados Unidos y países europeos como Francia habían prohibido su uso en 1999 y 2000, respectivamente.

Este es un extracto del reportaje que se publica en la edición 1722 de la revista Proceso que empezó a circular el domingo 1 de noviembre.

“Se necesita más valor para estar en el movimiento pacífico”

"Se necesita más valor para estar en el movimiento pacífico" | Milenio.com

Dom, 01/11/2009 - 05:26
Foto: Martín Salas

En la casa de la cultura de Azcapotzalco, entre canciones campesinas y pinturas de Emiliano Zapata y Ernesto Guevara, Gloria Arenas y Jacobo Silva, fundadores del ERPI, recién liberados tras diez años de prisión, se arrinconan para contar sus primeras impresiones, ya desde la libertad.

Además de haber sido guerrilleros, son pareja. Jacobo a veces abraza ligeramente a Gloria, quien carga un ramo de rosas rojas que alguien le acaba de dar. La entrevista con MILENIO se alarga como la lluvia de la noche y en algún momento Gloria reflexiona sobre su futuro: "Siempre he pensado que se necesita más valor para estar en el movimiento social pacífico". Jacobo —tez morena, mirada recia— asiente y aunque aclara que continuará en la lucha social legal, no duda en decir que su "corazón" está con el ERPI, el grupo guerrillero que se escindió del EPR a finales de los 90.

Ustedes no negaron nunca ser guerrilleros. ¿Qué pasó por su mente cuando estaban en los juzgados asumiéndolo?

Gloria: En el momento de la detención y, digamos, el secuestro y la tortura, no nos preguntaron si éramos guerrilleros. Ellos sabían de Antonio y Aurora, nuestros nombres clandestinos en ese tiempo. Toda la tortura y las preguntas fueron enfocadas a querer tratar de obtener información que les permitiera detener a otras personas y sobre la organización, la estructura, lo que les permitiera dañar a la organización exclusivamente.

Donde nosotros reconocemos efectivamente que somos rebeldes es ya ante las autoridades, ante el juez. Aunque nos lo preguntaron, ya sabían que pertenecíamos al ERPI, yo como Aurora, él era Antonio, y sin ponernos de acuerdo: fue una decisión personal, cada quien tomó esa decisión.

De todas las privaciones que implica la cárcel, ¿cuál fue la más difícil de sobrellevar?

Jacobo: Por un lado la impunidad con la que actúan las autoridades, estar en una zozobra constante, no saber lo que va ocurrir y estar viendo lo que ocurría con otros presos. Eso por un lado, y por el otro, la lejanía de la familia más cercana, en particular de Gloria. Estuve nueve años y medio sin verla, hasta que la libertad nos uniera otra vez.

¿Qué es lo buscan ahora, en libertad?

Jacobo: Pues primero que nada, en cuanto a participación política, la lucha legal en general, la búsqueda de la legalidad es lo que me queda, y acompañando esa forma de lucha pues está la cuestión de la pintura. Para mí fue un sacrificio no pintar durante casi cinco años y ahora puedo reiniciarlo acompañado también de la escritura. Porque tengo muchas cosas que escribir, y estar en un lugar como aquél da la oportunidad de conocer cosas a veces increíbles por experimentar, tener vivencias que también son increíbles, así que hay que plasmarlas.

¿Cómo qué cosas?

Jacobo: Conocer al enemigo desde dentro, o conocer gente que estuvo en el campo contrario narrando cómo se ve una guerra revolucionaria pero desde el gobierno, conocer a los que torturaban, escuchar pláticas de cómo era la tortura, escuchar cómo eran sus asesinatos políticos... son cosas que resultan impactantes.

¿Cambia la percepción de ellos, se vuelven más humanos, qué pasa?

Jacobo: Pues es nada más ubicar qué es lo que lo mueve y es ver que son mentalidades muy especiales y que hay de todo, hay gente que en particular me platicaba lo que le tocó hacer y no solamente por presunción, sino con la propuesta de 'si quieres lo hago público, llámame como testigo y digo lo que hice, sé que me pueden asesinar, pero lo hice y lo puedo sostener si es que tú me lo pides'. No me atreví a pedírselo porque implicaba que una persona como esa me podía asesinar o me podía mantener muchos años en la cárcel. Por eso no usé su testimonio, pero son impactantes las cosas que ellos hicieron, y pues es una experiencia que se puede usar para escribir algún día sobre ella, algo que enriquece la personalidad por el conocimiento de un mundo totalmente extraño, diferente, ajeno y hasta contrario al que uno se movía.

¿Tienen una idea de lo que van a hacer ahora que están libres?

Gloria:Una idea en general es mantenernos en el movimiento social. No descalifico ninguna forma de lucha, pero ahorita estamos colocados en esta trinchera y desde esta trinchera nosotros resolvemos y decidimos permanecer. Siempre he pensado que se necesita más valor para estar en el movimiento social pacífico que estar en la lucha armada, porque en la clandestinidad, la clandestinidad te protege y las personas que han permanecido en el movimiento pacífico durante las represiones han aguantado. Ahora nos toca hacerlo a nosotros. En términos generales es algo que tenemos que platicar nosotros. Queremos continuar el camino juntos.

¿Tienen algo que decir sobre las amenazas de otros grupos guerrilleros?

Jacobo: En lo particular yo no sé cuál es la situación actual al respecto. Lo que sé es lo que había hace diez años. Sé que había sentencia de muerte y no sé cuál sea la situación ahora. Puede ser que el Ejército Popular Revolucionario haya recapacitado, no he tenido acceso a ninguna información. Ellos tienen la palabra, no depende de nosotros, no sé qué haya de parte de ellos por el momento.

En estos diez años recientes, ¿qué fue lo mejor que vivieron?

Jacobo: Lo mejor para mí fue haber estado unos meses con Ignacio del Valle (líder de Atenco), fue una experiencia hermosa, la voy a recordar para toda la vida, con mucho orgullo, con mucho cariño para el compañero. Fue algo fantástico conocer a una persona así, sobre todo en un medio de esa naturaleza. Es un oasis después de convivir con gente que tiene otra visión. Estar con él era como estar como un hermano, la pasé de lo mejor. No escribí, no pinté, no hice nada más que hablar con él, disfrutarlo, a un hombre tan entero, tan íntegro y tan valioso. Me siento orgulloso de haber estado con él, es algo que no voy a olvidar.

Otra experiencia es la pintura, campo de lucha y expresión que no pensé que pudiera, y que experimenté y me dio muchas satisfacciones.

Gloria: Yo tuve varios momentos que podría decir fue lo mejor. Uno fue con nuestra hija después de nueve años de no verla dentro de la prisión. Cuando ella pudo viajar a México y visitarnos. Otro momento muy especial es el contacto con el movimiento. También, cuando pude leer la Sexta Declaración de la Selva Lacandona del EZLN. En ese momento en que uno está pensando que hay que hacer algo y ver que coincide, eso es muy especial, el tener el poder de decir: 'mi esfuerzo lo puedo unir al de muchos otros y que sea real'.

¿Qué lugares extrañan?

Jacobo: La sierra, el espacio donde viven los indígenas y espero el momento de estar ahí más adelante, porque es una experiencia inigualable estar entre el pueblo indígena que en todo momento me apoyó enormemente y al cual le debo mucho. Va a ser muy bonito reencontrarme con ese sector.