martes, 30 de enero de 2018

ACTIVIDADES DEL CIG Y SU VOCERA PARA EL MARTES 30 29 ENERO, 2018

ACTIVIDADES DEL CIG Y SU VOCERA PARA EL MARTES 30
29 ENERO, 2018 EL ANDAR DEL CIG Y MARICHUY, EVENTOS
“El gobierno tiene que obedecer a ese pueblo organizado y para que se pueda lograr eso tenemos que organizarnos, tenemos que darnos la mano los pueblos indígenas que somos, porque nosotros somos los que sabemos cómo vamos a hacer producir la tierra, el cuidado, sabemos que tiene un ciclo de vida nuestro cultivo y que va junto con las fiestas que tenemos en nuestras comunidades y tenemos una organización propia que es lo que pedimos sea respetada”. Marichuy, Buaysiocabe, Tribu Mayo
MARTES 30
10:00 HRS. ENCUENTRO EN TAMAZULAPAN DEL ESPÍRITU SANTO, OAX.
18:00 HRS. ENCUENTRO EN ZAACHILA, OAX.
 

https://www.congresonacionalindigena.org/2018/01/29/actividades-del-cig-vocera-martes-30/#

martes, 16 de enero de 2018

Babel #Marichuy vuelve a la CDMX a promover la autoorganización desde abajo #CIG #CNI #EZLN Javier Hernández Alpízar

Marichuy estará en la Ciudad de México nuevamente, como estuvo a fines del año pasado en la Ciudad Universitaria. Esta vez, el Congreso Nacional Indígena y el Concejo Indígena de Gobierno convocan y asistirán a un encuentro con redes de apoyo en la ciudad, con adherentes a la Sexta y con organizaciones sociales. Este acto público será el miércoles 24 de enero, a las 6 de la tarde, en el Hemiciclo a Juárez. Ahí, desde las 2 de la tarde habrá un largo acto político cultural y mesas de firmas de apoyo a Marichuy.
Los medios de masas han destacado, con algo de malicia, las declaraciones tanto del EZLN (en un comunicado) como de Marichuy, según las cuales si no alcanzamos a figurar en la boleta, seguiremos el recorrido y el proceso organizativo del CIG; digo “alcanzamos” porque ella es nuestra vocera y si ella no aparece ahí, no aparecemos nosotros, quienes la apoyamos, de la misma manera que cada vez que alguien invisibiliza, minimiza, ignora deliberadamente una mesa de firmas, una actividad o un esfuerzo por Marichuy y el CIG, nos está despreciando e invisibilizando no solamente a ella y el CIG, sino a quienes la reconocemos como nuestra vocera.
Las firmas sí importan, porque si Marichuy no aparece en la boleta como candidata, entonces será más difícil visibilizar el proceso organizativo y las luchas del CIG y el CNI. Por ello no nos hemos cruzado de brazos y seguimos juntando firmas. ¿Qué sentido tiene esta actividad? El proceso ha sido malentendido por muchos: desde los electoreros de siempre que ven un complot para su eterna campaña electoral hasta los fieles a la consigna de no ir a las urnas. Ni unos ni otros han escuchado, no han querido hacerlo, que nadie, en este trabajo del CIG y su vocera, está llamando a votar o a no hacerlo. ¿Entonces cómo se los hemos explicado a los firmantes?
El mensaje es como sigue: Estamos invitando a todos y todas a dar su firma de apoyo ciudadano para María de Jesús Patricio Martínez, Marichuy, vocera del Concejo Indígena de Gobierno, para que podamos registrarla ante el INE como candidata independiente a la presidencia; si lo logramos, sería la primera vez en la historia de México y América Latina que una mujer indígena sea candidata a la presidencia.
La firma de apoyo ciudadano es un trámite muy sencillo para el cual necesita su credencial de elector, pude tomarle unos minutos y no compromete el sentido de su voto: usted puede dar su firma por Marichuy y después votar (o abstenerse) como prefiera, su voto sigue siendo decisión personal libre y secreta. Nosotros no estamos llamando a votar o no votar sino a organizarnos. No estamos sumando o restando votos a nadie. Lo que estamos haciendo es poner ante los ojos de México y del mundo un proceso de autoorganización desde abajo impulsado por el CNI, una iniciativa que propone otra forma de entender la política y el poder: una forma donde política no sea un acuerdo de cúpulas y a espaldas del pueblo para imponerlo luego a los gobernados, sino que entendemos la política como la construcción colectiva democrática del bien común.
No entendemos el poder como “poder sobre”, como la facultad y prerrogativa de una elite político- empresarial para oprimir a los demás, sino el poder como “lo que podemos hacer todos juntos”, como la potencia de los de abajo organizados en un sujeto colectivo, capaz de tomar las decisiones que afectan a su destino, su futuro, y cuyo mandato debe ser observado por sus representantes (nuestros concejales y concejalas en este caso) bajo los siete principios del mandar obedeciendo que obligan a las autoridades indígenas autónomas y a los integrantes del CIG y su vocera: obedecer y no mandar, representar y no suplantar, servir y no servirse, construir y no destruir, proponer y no imponer, convencer y no vencer, bajar y no subir. Estos principios de ética política nos orientan para organizarnos de manera autogestiva, autónoma: en resumen, nos estamos organizando para que el pueblo mande y el gobierno obedezca.
Si desean conocer mejor este proceso de autoorganización desde abajo, pueden consultar en la web la página del CNI, con la opción para suscribirse y que sus noticias les lleguen a su correo electrónico; también pueden leer el blog Actividades de CIG y su vocera, donde pueden encontrar las palabras que Marichuy ha dicho en sus encuentros con las comunidades del México de abajo. En todas ellas ha denunciado, como nadie lo hace en las campañas electorales, las cuatro ruedas del capitalismo que laceran al pueblo mexicano con despojo, explotación, represión y desprecio.
Si desean conocer más de Marichuy pueden buscar en YouTube, en el programa Historias debidas, el especial dedicado a nuestra vocera: María de Jesús Patricio Martínez, indígena nahua, originaria de Tuxpan, Jalisco, medica tradicional y luchadora social; fundadora del CNI y oradora del mismo en 2001, junto con la comandanta Esther y otros integrantes del EZLN (3) y del CNI (3) en el Congreso de la Unión, en defensa delos Acuerdos de San Andrés. Después de la traición a los Acuerdos de San Andrés por toda la clase política, encabezada por Zedillo, Fox, Fernández de Cevallos, Bartlett y Ortega, los indígenas han impulsado por su cuenta las autonomías, para defender sus vidas, las de sus comunidades, así como el territorio nacional, lo que ellos llaman nuestra Madre Tierra, bosques, selvas, desiertos, montes, ríos, lagos, islas, playas, mares, sometidos a devastación por megaproyectos de corporaciones capitalistas transnacionales, como la minería tóxica, el fracking, presas, parques eólicos, carreteras o el aeropuerto de Texcoco.
Inspirados en esos gobiernos autónomos, los compañeros del CNI están proponiendo una forma de gobierno colectivo democrático, el Concejo Indígena de Gobierno, que se escribe correctamente con “c”, una forma de autoridad colectiva con tradición en municipios españoles y en comunidades indígenas. El EZLN lo propuso con el nombre de Junta de Buen Gobierno y compañeros de Oaxaca, retomando una tradición magonista, le llamaron Concejo.
El CIG está integrado por cientos de hombres y mujeres indígenas, nombrados por sus pueblos y comunidades para asumir el compromiso y la responsabilidad del mandar obedeciendo. El CIG es, en el mundo, la autoridad colectiva con mayor presencia de mujeres, porque se decidió que se nombren por cada pueblo o comunidad un concejal y una concejala, y nuestra vocera es una mujer, Marichuy. Además, se asume y propone abiertamente anticapitalista y antipatriarcal.
Esta lucha, como puede apreciarse, no es por uh hueso, es una lucha por la vida, la humana y la de la flora y la fauna depredada junto con la Madre Tierra, por defender nuestro territorio nacional, por volver a ejercer la soberanía nacional que reside en el pueblo y por defender y recuperar los derechos que nos ha venido quitando el capitalismo neoliberal, con sus privilegios para el capital y la guerra contra el México de abajo.
Estos son algunos de los motivos por los que los estamos invitando a firmar para apoyar a Marichuy y que aparezca en la boleta como candidata independiente a la presidencia.
Los logros, hasta ahora, más que en firmas están en el proceso de diálogo cara a cara con ciudadanos y ciudadanas mexicanos, nos falta comunicarnos, articularnos, coordinarnos y organizarnos todos.
Sin embargo, el proceso de acercamiento está en marcha, por ejemplo en las pintas y la mesa de firmas que pusieron compañeros mazahuas y otomíes (ñañus) en la calzada Zaragoza, cerca del metro Tepalcates, con el trabajo artístico de la Otra Valle de Chalko y el apoyo del Café Zapata Vive, de integrantes de la Red de Apoyo al CIG Benito Juárez y adherentes a la Sexta.
Con ese mismo espíritu de unidad y de articulación y organización de las luchas, estamos preparando el acto público para recibir a nuestros compañeros del CIG y nuestra vocera; mediante un proceso asambleario abierto, por consenso, coordinando esfuerzos y sumando voluntades.
Así deberíamos seguir articulándonos y organizándonos, más allá de las diferencias que pudiéramos tener (sin las cuales, el mundo sería uniforme y monótono); si se trata de tomar partido, estamos, como dice un compañero de la OPT, tomando partido por el CIG y el CNI.
Un fantasma recorre el país y podría pronto recorrer el mundo: el fantasma de la autoorganización desde abajo.

https://zapateando.wordpress.com/2018/01/16/marichuy-vuelve-a-la-cdmx-a-promover-la-autoorganizacion-desde-abajo-cig-cni-ezln/

miércoles, 10 de enero de 2018

“El poder real debe tomarlo el pueblo y que el gobierno obedezca”: Marichuy

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- María de Jesús Patricio Martínez,
Marichuy, tiene claro por qué la designaron como la representante del Congreso Nacional Indígena para buscar la candidatura presidencial como “candidata independiente”.
No quiere llegar a Los Pinos, no quiere ser una líder que dirija a un pueblo, quiere que el pueblo y no los partidos políticos o el sistema capitalista, sean quienes, en conjunto, decidan el destino del país.
En entrevista con apro, en la sede del Congreso Nacional Indígena, en la colonia Doctores, la hija de campesinos jaliscienses se ríe cuando se le pregunta sobre las precampañas de otros candidatos, independientes o postulados por partidos políticos; aún más cuando se le cuestiona si no es contradictorio oponerse al candidato puntero, Andrés Manuel López Obrador, de Morena, quién también se dice de oposición.
“Nosotros hemos sido claros en nuestra propuesta. Es una construcción diferente, que está planteada y que está pensada sin los partidos, pues. El pueblo mismo, organizado, los pueblos indígenas organizados han visto que no hay opciones, pues, una vez que se llega a este poder que está diseñado ya, desde arriba, y que todos los que lleguen pues igual se corrompen. Tal vez haya buenas intenciones, pero ya hemos visto que es un control que se tiene y que es por demás”, afirma en el local plagado de carteles de resistencia.
Sencilla, sonriente, aún más desenvuelta para hablar con los medios de comunicación, la vocera del Congreso Nacional Indígena, insiste: “Por eso, nosotros hemos planteado que no vamos por querer estar allá, sino que vamos a construir algo diferente y, esa construcción, pues es un llamado a todos, a pueblos indígenas y a todos los habitantes de este país, de crear algo nuevo, que se tiene que construir de acuerdo a las condiciones y necesidades de cada lugar”.
–¿Qué opina de los otros candidatos que están en precampaña?, se le pregunta.
–No, pues no. No opino nada, responde, entre risas.
–¿Ni de los independientes ni de los partidos?, se le insiste.
–No, pues, no hay mucho que opinar. Nosotros estamos claros en lo que nos hemos planteado. Y bueno, a mí me ponen como vocera y, pues, no vamos queriendo quedar allá, queremos construir. Por eso no opino mucho de ellos, contesta y después se ríe.
Invisibles para los visibles
La niña de 13 años que vendía semillas en Ciudad Guzmán, Jalisco; la tercera de 11 hermanos, que aspira a la Presidencia de la República, la misma que retrató el escritor y periodista Juan Villoro en la edición 2141 de
Proceso, explica por qué en la agenda del gobierno, de los partidos políticos y de los actuales aspirantes a la silla presidencial no hay políticas públicas, iniciativas, decretos, ni nada, para los indígenas.
“Pues porque, consideramos que en este proceso de despojo que ha sido por años hacia los pueblos indígenas, lo que menos ocupan son a los indígenas. Sí ocupan sus territorios, ocupan sus aguas, ocupan sus árboles, sus bosques, ocupan todo, por eso no les interesa la vida de los habitantes, de las comunidades. ¡Ni siquiera les interesa la vida de las comunidades! Ocupan sus riquezas para seguir siendo más ricos en este sistema capitalista.
“Yo pienso que por eso todas las leyes y reformas que se han venido haciendo han sido contrarias a nuestros pueblos, porque no les interesa en lo absoluto la protección de esos espacios de esos pueblos indígenas. Ocupan nada más esas riquezas para su beneficio”, afirma.
En su experiencia, las instituciones creadas para supuestamente ayudar a los indígenas los han perjudicado, los ha dividido, ha creado confrontaciones entre los pueblos originarios. “Creemos que son mañas que se usan también para ir dividiendo al interior de las comunidades y, en lugar de resolver, ha incrementado la problemática y lo vemos claro en la cuestión de justicia”, añade.
-Desde 1994, cuando el EZLN irrumpió en la vida pública por la defensa de los indígenas, ¿cuáles son los avances a la fecha?
-Por parte del gobierno, ninguna. El gobierno lo que pensó es que los pueblos indígenas ocupaban sus territorios. No sé, como cuando los hijos se rebelan, los padres piensan que es porque les falta un peso para que vayan a comprar, como dándoles una limosna, en lugar de resolver los problemas que se tienen rezagados y que son milenarios.
“El alzamiento del 94 nos ayudó mucho a los pueblos indígenas porque nos dimos cuenta que había muchos pueblos más en México, antes no. Por ese lado, gracias a nuestros hermanos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional que, de pronto surgen y son visibles a los medios, ante todo. Entonces, de ahí los pueblos hemos caminado juntos, nos hemos enlazado, nos hemos puesto a platicar que juntos podemos ir resolviendo nuestros problemas, que no vamos a esperar del gobierno porque no hay interés”, señala.
Marichuy resalta que los pueblos originarios se han reforzado en el Congreso Nacional Indígena que se creó en 1996. Afirma que su propuesta es “para todos los mexicanos” porque ya se está viendo cómo se pueden autogobernar con las Juntas del Buen Gobierno “y ellos mismos están al pendiente de que ese gobierno camine bien. Y si los representantes no caminan bien, ellos los quitan mediante una asamblea”, explica.
En la Ciudad de México, después de una gira por Jalisco y Michoacán, añade: “Entonces ¿qué queremos? Queremos hacer algo así en grande para México. Que el pueblo organizado vea por estos gobernantes y que este gobierno vea por este pueblo. Por eso, tenemos que construirlo poco a poco. Nos ha servido, por una parte, el levantamiento del 94, que nos ha reforzado como pueblos, pero la respuesta del gobierno ha sido contraria.
“Una prueba clara fue cuando no quiso aprobar la Ley Cocopa que se planteó, que se llevó al Congreso de la Unión y se discutió. Al contrario, crearon una ley diferente, le quitaron aún derechos que ya se tenían en las comunidades”, lamenta.
Con este ejemplo, dice, queda claro que a los gobernantes ni candidatos les interesan los pueblos indígenas, pues los siguen considerando como objetos, como personas que no piensan, “de segunda o de tercera”.
Por ello, agrega, “nosotros mismos tenemos que decir que aquí estamos, que queremos seguir luchando para esta vida y que esta vida es para todos, no solamente son para nuestros pueblos y que son los pueblos originarios quienes estaban antes de que surgiera este México y que unos cuantos se han apropiado de este México y lo han destruido”.
La vocera indígena critica que a los gobernantes no les interesa la vida del pueblo mexicano ni el cuidado de los recursos naturales, cerros, ríos, de las comunidades y sus habitantes. “El día que se destruya esto, se destruye a todos los habitantes”, sentencia.
Desde abajo y sin partidos políticos
Para Marichuy es importante que los mexicanos construyan, en unidad, un nuevo país “desde abajo”, pues todavía hay formas de cambiar. “Y una manera de seguir construyendo esto es lograr las firmas, lograr estar en la boleta electoral y seguir construyendo paso a paso todo esto que nos hemos planteado”, menciona entre risas.
–Usted ha dicho que no quiere participar en la elección presidencial, sino que aceptó la candidatura para que se escuche la voz indígena. ¿Lo está logrando?
–Estamos caminando por los diferentes pueblos indígenas de México y con algunos hermanos que están en la ciudad, también luchando y a nuestro paso también es importante escuchar su voz, escuchar sus dolores.
“Una de las ideas o propuestas, cuando se decidió participar en este proceso fue ese: visibilizar la problemática que se vive en los pueblos y que los pueblos hablarán directamente sobre esos problemas, también en la ciudad están trabajando”, agrega.
Ese, dice, es el primer paso que han logrado “por este caminar” pues, aunque hay muchos lugares que debe visitar, considera que ha logrado hacer visible la problemática indígena y fomentar la organización porque “es necesaria”.
“Si queremos revertir esa situación que se está viviendo actualmente, tenemos que revertirla nosotros mismos, organizándonos desde abajo. Estamos pensando en un pueblo diferente, pueblos indígenas y habitantes en general, todos los que sentimos que es necesario y que es posible realizar algo diferente utilizando estas herramientas que tiene el poder, como son el proceso electoral, que ellos es una manera de asegurar quién va a continuar, quién va a quedar”, añade.
Marichuy destaca que el Congreso Nacional Indígena quiere usar esa herramienta electoral “para plantear algo diferente, que ese poder real debe tomarlo el pueblo y que quien esté en el gobierno obedezca a este pueblo organizado”.
-El próximo 12 de febrero se cumple el plazo del INE para recabar 866 mil firmas en 17 estados. Hasta el 9 de noviembre de 2016 había obtenido 25 mil y hasta el 25 de diciembre llevaba 113 mil 678 firmas, 48.46%. ¿Cree que pueda lograrlo?
-Pues estamos en esa meta ¿verdad? Y creemos ahorita echarle más ganas, por eso decidimos participar en ese proceso electoral y creemos que si logramos conseguir la firma vamos a participar en esa boleta para seguir construyendo ese México que queremos, desde abajo.
“Sí, consideramos que vamos un poco rezagados porque la aplicación (del INE parea recabar las firmas de manera electrónica) la verdad, no nos ha beneficiado en mucho, no nos ha servido, a la fecha todavía hay muchos que no se han registrado como auxiliares. Entonces, no se entiende mucho esa aplicación y no es como consideramos que era. Además, en comunidades no hay mucha señal para poder mandar esas firmas y nos dificulta tener que trasladarse para enviarlas”, critica.
-Parece que esa aplicación del INE no es para todos ¿verdad?
-No. Contesta, entre risas.
-De no alcanzar las firmas necesarias para su registro ¿qué hará?
-Esperamos completarlas ¿verdad? -ríe de nuevo-. Nos hemos planteado que le vamos a echar más ganas pues, pero lo importante también de que esa construcción de abajo pues la tenemos que conseguir con o sin firmas. Y se tiene que dar aún después y que, si las conseguimos qué bueno, vamos a tener otro tiempo para seguir visualizando, pero si no, tenemos que seguir caminando, construyendo ese México desde abajo, no nos va a detener esto.
-¿Ha sido contactada por algún partido político?
-No.
“Nuestro proyecto es diferente. Nuestra propuesta es muy ajena a los partidos. Es una construcción que estamos planteando, que sea una nueva forma de gobernarnos, que tenemos que construir algo diferente, sin los partidos, porque los partidos ya traen una forma como debe de ser y que, a través del voto es como deciden quién y nosotros pensamos que eso no nos ha favorecido a los pueblos”, explica.
En su opinión, los gobernantes nada han solucionado sus problemas como comunidad indígena. Por el contrario, los conflictos siguen en aumento.
“El despojo sigue creciendo, los encarcelados, los muertos, los desaparecidos. Todo México está siendo afectado y creemos, y lo hemos dicho, que nosotros estamos peleando por la vida. ¿Y la vida qué implica? Pues luchar contra todo eso que está dando muerte, que nos está acabando y que no solamente es a los pueblos indígenas, sino a todos”, afirma.
Por eso, Marichuy lanza la invitación a la sociedad a que se organicen junto con el Congreso Nacional Indígena, porque sólo así se arreglarán los problemas que afectan a los habitantes de esta nación. “Nadie nos los va a resolver si no somos nosotros mismos”, sentencia.
La propuesta de la vocera del Congreso Nacional Indígena es escuchar al pueblo y que sean los habitantes quienes decidan la forma de organizarse para solucionar los conflictos nacionales.
“Hemos creado algunos grupos de trabajo que creemos que, por ahí, podrían hacer una línea de acción. Los grupos que se contemplaron y que creemos que son temas que pueden organizarse y que vamos a platicar que son: tierra y territorio, justicia, autonomía, mujeres, jóvenes, personas con capacidades diferentes, migrantes y desplazados, trabajo y explotación. Esto se tiene que ir enriqueciendo desde abajo.
“De hecho, creemos en esta propuesta, pero es algo que se tiene que discutir, se tiene que ir alimentando conforme vamos avanzando porque no somos de la idea de que tenemos que darles ya un plan y decirles ‘miren, esta es la propuesta y por aquí vamos a caminar’”.
Por el contrario, detalla
Marichuy , se tiene que ir enriqueciendo en ese caminar por quienes están sufriendo los diferentes problemas que se tienen en los pueblos y en México.
“Por eso cuesta trabajo entender que nuestra propuesta es algo diferente, hablar de cosas que se dicen, pues ya nomás es decir cómo. Pero no. Eso se tiene que construir desde abajo y es lo que da más trabajo porque nos han acostumbrado a que alguien nos dice y los demás obedecemos y no. Nosotros tenemos que construir esa propuesta consensuada, desde abajo, para bien de todos”, concluye.

http://www.proceso.com.mx/517649/el-poder-real-debe-tomarlo-el-pueblo-y-que-el-gobierno-obedezca-marichuy

lunes, 8 de enero de 2018

“FALTA SABER QUÉ VAS A HACER”: PALABRAS DEL CCRI-CG DEL EZLN EL 1 DE ENERO DE 2018

Palabras del Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, el 1 de enero del 2018.
24 Aniversario del inicio de la guerra contra el olvido.
BUENAS NOCHES, BUENOS DÍAS:
COMPAÑEROS, COMPAÑERAS BASES DE APOYO ZAPATISTAS.
COMPAÑEROS, COMPAÑERAS RESPONSABLES LOCALES, REGIONALES Y AUTORIDADES DE LAS TRES INSTANCIAS DE GOBIERNO AUTÓNOMO.
COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS PROMOTORES Y PROMOTORAS DE LAS DIFERENTES ÁREAS DE TRABAJO.
COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS MILICIANAS Y MILICIANOS,
COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS INSURGENTAS E INSURGENTES EN DONDE QUIERA QUE SE ENCUENTRAN.
COMPAÑEROS, COMPAÑERAS DE LA SEXTA NACIONAL E INTERNACIONAL.
COMPAÑEROS, COMPAÑERAS DEL CONGRESO NACIONAL INDIGENA.
COMPAÑEROS, COMPAÑERAS DEL CONCEJO INDIGENA DE GOBIERNO Y SU VOCERA MARIA DE JESUS PATRICIO MARTINEZ DONDE QUIERA QUE NOS ESCUCHAN.
HERMANOS Y HERMANAS DE TODOS LOS PUEBLOS ORIGINARIOS DEL MUNDO QUE NOS ESCUCHAN.
HERMANOS Y HERMANAS CIENTÍFICAS Y CIENTÍFICOS DE LOS DIFERENTES PAISES QUE NOS ACOMPAÑAN.
HERMANOS Y HERMANAS DE MEXICO, DE AMERICA Y DEL MUNDO QUE HOY NOS ACOMPAÑAN O NOS ESCUCHAN DESDE DONDE SE ENCUENTRAN.
HERMANOS Y HERMANAS DE LOS MEDIOS LIBRES Y ALTERNATIVOS, NACIONAL E INTERNACIONAL.
Hoy, 1º de enero de 2018, estamos aquí para celebrar el 24 aniversario de nuestro levantamiento armado en contra el mal gobierno y del sistema capitalista neoliberal causantes de todo tipo de muertes y destrucción.
Así como a los pueblos originarios, desde hace más de 520 años nos tienen sometidos bajo la explotación, marginación, humillación, desprecio, olvido y despojo de nuestras tierras y riquezas naturales en todo el territorio mexicano.
Por eso el 1 de Enero de 1994 dijimos ¡YA BASTA! de vivir con tantas injusticias y muerte, y así dimos a conocer al pueblo de México y al mundo nuestras demandas de Democracia, Libertad y Justicia para todos, que lo dijimos en nuestras demandas de tierra, trabajo, vivienda digna, alimentación, salud, educación, independencia, democracia, libertad, justicia y paz.
Y ahora que la violencia está en todas partes y asesina a mujeres y niños, a ancianos y jóvenes, y hasta la madre naturaleza es víctima.
Por eso decimos que nuestra lucha es por la vida, por una vida digna.
Y el capitalismo es el sistema de la muerte violenta, de la destrucción, de la explotación, del robo, del desprecio.
Esto es lo que nos hace falta a todos los pueblos originarios y la gran mayoría de los habitantes de este país México y de todo el mundo.
Porque les pregunto ¿Quién tiene una vida digna? ¿Quién no tiene la angustia de que puede ser asesinada, robado, burlado, humillado, explotado?
Si hay quien está tranquilo y no le preocupa, bueno, pues estas palabras no son para ti.
Pero tal vez es que sí ves y sientes que todo está cada vez más peor.
Ya no sólo es que el trabajo está mal pagado y no alcanza la paga para poder vivir más o menos.
Ahora también es que los grupos delincuentes, sobre todo los que son gobiernos, roban o, peor, nos matan nomás porque sí, porque así se sienten bien.
Entonces, si tú piensas que así pasa porque así lo quiere tu dios, o porque es por mala suerte, o porque es el destino que te tocó, pues entonces estas palabras tampoco son para ti.
Nuestras demandas son justas y, como lo dijimos públicamente hace 24 años, no son nada más para nosotros los pueblos originarios o indígenas, sino que cualquier gente que no sea criminal o tonta, o las dos cosas, sabe que son demandas justas y que cada vez son más necesarias y urgentes.
Pero la respuesta de los malos gobiernos fue: pues ahí tienes una limosna, y confórmate, porque si sigues demandando y exigiendo, aquí tengo mis grandes ejércitos, mis policías, mis jueces, mis cárceles, mis paramilitares, mis narcotraficantes, y tú sólo tienes tus cementerios.
Entonces nosotras, nosotros, zapatistas, les dijimos: no estamos pidiendo limosnas, queremos respeto a nuestra dignidad.
Y los malos gobiernos dijeron que no saben qué cosa es dignidad. Que si esa palabra es maya o es de otro planeta, porque no está en sus diccionarios, ni en su cabeza, ni en su vida.
Y sí, llevan tanto tiempo de serviles y huele-colas de los ricos, que ya se les olvidó qué es dignidad.
Como esos malos gobiernos están hallados a rendirse, a venderse, a claudicarse, pues piensan que así es toda la gente, que así es todo el mundo, que no hay quien diga, piense, luche, viva y muera de no rendirse, no venderse, no claudicar.
Por eso no entienden el zapatismo. Por eso no entienden los mil nombres que toman la resistencia y la rebeldía en muchos rincones de México y del mundo.
Y así es el sistema, compañera, compañero, hermano, hermana, que lo que no entiende lo manda perseguir, encarcelar, asesinar, desaparecer.
Porque quiere el mundo domado, como si la gente fuera una bestia de carga que tiene que obedecer lo que diga el amo, el mandón, y que si no obedece, pues chicote, palo, encierro, balazo.
O sea que como que para el capitalismo, la resistencia y la rebeldía es como una enfermedad que lo ataca, lo pone de malas, le da dolor de cabeza, le da una patada en los coyolitos, le escupe en la cara. Lo pone mal, pues.
Y la medicina que el capitalismo da para eso, son los policías, las cárceles, los ejércitos, los paramilitares, los cementerios si tienes suerte, si no, pues a saber dónde te botan.
Y aunque no seas resistencia y rebeldía, aunque según tú estás tranquilo y eres buen ciudadano y votas por como se llame el Trump que te toca en tu calendario y tu geografía.
Y aunque criticas y te quejas de los que protestan y se rebelan. Y dices “ya pónganse a trabajar y dejen de quejarse” cuando protestan de Acteal, o de Guardería ABC, o de Atenco, o de Ayotzinapa, o de Mapuche, o del nombre que tome la siguiente desgracia que pase.
Y crees que todo eso está muy lejos de tu casa, de tu calle, de tu pueblo o colonia, de tu trabajo, de tu escuela, de tu familia, pero no. Todo eso que se sabe y muchos horrores que no se saben, están ahí cerca de ti.
Pues aunque crees que no te va a tocar, pues resulta que sí te va a tocar, a ti o a alguien cercano a ti.
Porque el sistema y sus gobiernos ya no tienen control, ya están enloquecidos, ya se emborracharon de dinero y de sangre, y pasan a llevar todo y a todos y, sobre todo, a todas y a todoas.
Entonces, hermana, hermano, compañero, compañera, si tú piensas que sí es cierto que la situación está muy difícil y que ya no se aguanta, entonces falta saber qué vas a hacer.
Si piensas que alguien, que sea un líder, un partido, una vanguardia lo va a resolver todos los problemas y sólo tienes que poner un papelito de voto y ya, tan fácil, pues piénsalo bien si así va a ser.
Entonces, estas palabras no son para ti. Quédate tranquilo o tranquila esperando la nueva burla, el nuevo fraude, el nuevo engaño, la nueva mentira, la nueva desilusión. Que no son nuevas, son las mismas de siempre, sólo cambian de fecha en el calendario.
Pero tal vez piensas que de repente se puede hacer algo más. Y te preguntas si sí se puede, o es que la lucha, la resistencia, la rebeldía, sólo están en las canciones, las poesías, los carteles y los cementerios.
Y pues te decimos que nosotros, nosotras, zapatistas, nos preguntamos eso mismo hace 24 años cuando salimos a morirnos en las calles y plazas de tus ciudades.
Y así nos viste. Y así nos vieron también quienes se dicen grandes dirigentes revolucionarios y nos despreciaron antes, como nos desprecian ahora, que se enteraron de nuestra lucha cuando cenaban y reían en sus festejos de año nuevo, mientras nosotros, nosotras, zapatistas del EZLN, poníamos la vida y la muerte, donde ésos ponen los museos.
Y entonces pues nos respondimos. Respondimos que vamos a ver si se puede vivir con dignidad sin malos gobiernos, sin dirigentes y sin líderes y sin vanguardias que mucho Lenin y mucho Marx y mucho trago, pero nada de estar con nosotros, nosotras, zapatistas. Mucho hablar de lo que debemos o no hacer, y nada de práctica. Que la vanguardia, que el proletariado, que el partido, que la revolución, que échate una cervecita, un vinito, un asado con la familia.
Pues ni modos, pensamos, creo que la vanguardia revolucionaria está ocupada en probarse trajes y palabras para el triunfo, así que tenemos que darle según nuestro modo, como indígenas zapatistas.
Que no son muchos los indígenas, y son todavía menos los zapatistas, porque ser zapatista no cualquiera.
Y así fue como empezamos eso que ahora se conoce como autonomía zapatista, pero que nosotros decimos que es la libertad según nosotras, nosotros, zapatistas, que ni amo, ni patrón, ni capataz, ni líder, ni dirigente, ni vanguardia.
Durante estos 24 años hemos venido construyendo nuestra autonomía, desarrollando nuestras diferentes áreas de trabajo, consolidando nuestras tres instancias de gobierno autónomo, formalizando nuestros propios sistemas de salud y educación, creando y fortaleciendo nuestros trabajos colectivos, y en todo estos espacios de autonomía es donde cuenta la participación de todos y todas mujeres, hombres, jóvenes y niñ@s.
Y así estamos demostrando que nosotros los pueblos originarios, tenemos la facultad y la capacidad de gobernarnos solos, no necesitamos la intervención de ningún partido político que solo engaña, promete y divide a nuestros pueblos y no estamos recibiendo ningún tipo de apoyo de los gobiernos oficiales.
Tampoco aceptamos que nadie nos venga a decir qué podemos hacer y qué no podemos hacer. Aquí todo lo discutimos y lo acordamos en colectivo.
Y por lo mismo a veces tardamos, pero lo que sale es de colectivo. Si sale bien, es de colectivo. Si sale mal, es de colectivo.
Así es nuestro modo, y si está bien o mal, ahí lo vean y comparen sus pobrezas con las nuestras, sus muertes con las nuestras, sus enfermedades con las nuestras, sus ausencias con las nuestras, sus dolores con los nuestros, y vean que están comparando sus pesadillas con nuestros sueños.
Estamos viviendo y luchando con el propio esfuerzo individual y colectivo como zapatistas que somos, pero sí, reconocemos que todavía nos falta mucho por hacer, hace falta organizarnos más como pueblos, todavía tenemos muchas dificultades para desarrollar bien nuestras diferentes áreas de trabajo, también fallamos y cometemos errores como todo ser humano, pero nos corregimos y seguimos adelante.
Porque nuestra organización somos nosotras, nosotros mismos. Nadie que no sea un sinvergüenza, vividor y mentiroso puede decir que nos hizo. Y no tenemos miedo de reconocer lo que hacemos mal, y de sentirnos contentos de lo que hacemos bien. Porque lo malo y lo bueno que somos, es nuestro. A nosotras, nosotros, nos valora nuestra propia gente. Aunque luego hay quienes viajan y se pasean en Europa y comen bien y toman trago diciendo que ellos hicieron, y ahora hasta inventan su propia “Frida Sofía” para conseguir atención y paga, y ofrecen dinero para comprar consciencias y creen que la lucha viene con el apellido y no con el compromiso real, y se alían con los narcotraficantes para atacarnos. Y lo único que pasa es que son sinvergüenzas y mentirosos.
Porque, llevando a esos disque revolucionarios y a sus paramilitares de la mano, los malos gobiernos siguen empeñados por destruir y acabar nuestra lucha, nuestra resistencia y rebeldía con una guerra económica, política, ideológica, social y cultural, repartiendo migajas y limosnas a los que están afiliados en los partidos donde considera estratégico, porque solo da más apoyo económico, vivienda y reparte alimentos y proyectos, a veces como gobiernos, a veces como partido, y a veces como supuestos derechos humanos, donde hay zapatistas y además usan todos los medios de comunicación para difundir sus mentiras, sus malas ideas, sus promesas, sus engaños bien maquillados; todo esto es con el objetivo de debilitar la resistencia de los zapatistas, con la intensión de dividir, confrontar y comprar conciencias de la gente indígena y pobre.
Nosotras y nosotros las y los zapatistas, no somos limosneros sino que somos pueblos con dignidad, con decisión y consciencia para luchar por la verdadera democracia, libertad y justicia, nosotros y nosotras estamos bien claros y seguros que de allá arriba nunca vendrá nada bueno para los pueblos, no podemos esperar que la solución de nuestros problemas y necesidades venga de los malos gobernantes.
Y sabemos quién sí y quién no ha estado junto a nosotros, nosotras zapatistas, desde antes del inicio, en ese primero de enero, y en estos 24 años de resistencia y rebeldía.
El mal gobierno, los vanguardistas paramilitares y los ricos nunca nos van a dejar vivir en paz, buscarán mil formas para destruir y acabar la organización y las luchas del pueblo, porque en estos últimos años han crecido sin medida los crímenes, la persecución, desapariciones, encarcelamientos injustos, represiones, desalojos, torturas y asesinatos, sólo mencionar algunos como San Salvador Atenco, Guerrero, Oaxaca, Ayotzinapa, etc. y entre las comunidades y municipios han provocado más contradicciones y enfrentamientos, y hacen que los problemas no se resuelvan de buena manera si no que sea mediante la violencia, por eso sigue manteniendo, protegiendo y equipando grupos paramilitares, porque los malos gobiernos quieren que nos matemos entre hermanos del mismo pueblo.
Por todo lo que está pasando demuestra de que ya no hay gobierno en nuestros pueblos, municipios, estados y de nuestro país.
Los que se dicen que gobiernan, ya sólo son ladrones que se engordan más a costa del pueblo, son criminales y asesinos, son capataces, mayordomos y caporales de los patrones que son los grandes capitalistas neoliberales.
Son buenos defensores de los intereses de sus patrones para saquear las riquezas naturales de nuestro país y en el mundo, como la tierra, los bosques, las montañas, el agua, los ríos, los lagos, lagunas, el aire y las minas que están guardadas en el seno de nuestra madre tierra, porque el patrón todo lo considera una mercancía y así nos quieren destruir por completo, es decir, acabar con la vida y la humanidad.
Por eso como pueblos originarios de este país quienes conformamos el Congreso Nacional Indígena, hemos acordado dar un paso y conformar el Concejo Indígena de Gobierno y a nuestra vocera María de Jesús Patricio Martínez, que convoca, que concientiza, que informa, que levanta el ánimo y hace un llamado a todos los sectores de trabajadores del campo y la ciudad a organizarnos, a unirnos y a luchar juntos con resistencia y rebeldía desde nuestros pueblos y nuestros centros de trabajo, desde nuestros calendarios y geografías para que así podamos defendernos de la hidra capitalista que ya está sobre nosotros.
Pero los gobiernos y los patrones que son los grandes capitalistas, imponen la llamada Ley de Seguridad Interior, es decir, la militarización de nuestras calles, nuestros caminos y nuestros pueblos en todo el país.
Y todavía nos hacen creer que es para combatir al crimen organizado cuando en realidad la idea que tienen es para mantenernos controlados, callados, divididos, amenazados, con más violencia e impunidad hacia los pueblos.
Por eso nosotros y nosotras las y los zapatistas decimos que ya no hay que confiar absolutamente nada en este sistema capitalista donde vivimos, porque ya nos dimos cuenta, y desde hace cientos de años estamos sufriendo toda sus maldades sin distinción de personas ni de partido.
Debemos de organizarnos y unirnos todo los sectores de trabajadores del campo y la ciudad, indígenas, campesinos, maestros, estudiantes, amas de casa, artistas, comerciantes, empleados, obreros, doctores, intelectuales y científicos de nuestro país y del mundo, el único camino que nos queda por hacer, es que debemos unirnos más, organizarnos mejor para construir nuestra autonomía, nuestra organización propia como pueblos y trabajadores, porque es la que nos va a salvar de la gran tormenta que se acerca o ya está sobre nosotros que va a barrer a todos y todas.
Por eso es que en este cumpleaños que son ya 24 años de nuestro alzamiento armado en este planeta tierra, hoy queremos hablarles a nuestras compañeras de la sexta nacional e internacional.
Queremos hablar también a las hermanas de México y del mundo.
Así que compañeras y compañeros de la sexta nacional e internacional.
Hermanas y hermanos del mundo.
Cuando decimos que llevamos más de 500 años de explotación, represión, desprecio y despojo. No estamos mintiendo.
Ya pasamos y sufrimos las guerras de los malos gobiernos y de los ricos.
No nos pueden decir que es mentira. Fueron nuestras tatarabuelas y tatarabuelos los que dieron su sangre y sus vidas para subir al poder a los mismos explotadores que son los tatarabuelos de los que están ahora en el poder. Esto no nos pueden decir que es mentira, ahí están. Son los culpables que ahora están destruyéndonos y a la madre naturaleza también.
No nos vamos a dejar de luchar, hasta morir si es preciso.
Y hoy tenemos más ganas de luchar, con nuestras compañeras y compañeros del Congreso Nacional Indigena.
Apoyamos más a la compañera Marichuy y las compañeras y compañeros del Concejo Indígena de Gobierno.
Les guste o no les guste a algunas o algunos.
Lo hemos dejado bien claro, desde el principio. Recuerdo en la Convención Nacional Democrática, en 1994 en Guadalupe Tepeyac, que dijimos: “Nos hacemos a un lado, si nos muestran que hay otro camino para que nos derroten nuestro ser armado”.
Y hasta hoy no nos han mostrado ese otro camino para derrotar al sistema de muerte y destrucción que es el capitalismo.
Los que nos están mostrando el camino, son las compañeras y compañeros del Congreso Nacional Indígena, con la compañera Marichuy y el Concejo Indígena de Gobierno. Y los apoyamos sin dejar de ser lo que somos.
Y no nos da pena ni vergüenza apoyarlos. Porque lo sabemos bien que no están buscando el Poder o tener cargo, sino que su trabajo es llevar el mensaje de que hay que organizarse para la vida. Así de claro.
Y claro que hay algunas y algunos mentirosos que andan diciendo que ya somos electoristas. Es una vil mentira y son personas castellanos que saben leer y escribir, pero que no leen o que salen con sus mañas de mentirosos. Qué lástima, que pena que no tienen entendimiento y no tienen vergüenza.
Nadie nos va quitar lo que somos, sólo cuando ya estemos muertas y muertos o cuando ya somos libres.
Hermanas y hermanos de México y del mundo, no se dejen engañar.
En México no hay ya lugar donde puedes caminar tranquilo, donde quiera te agarran y te matan.
Muchas maldades del capitalismo aquí en México y el mundo.
Muchas otras cosas más, esto es lo que nos están diciendo las compañeras del Congreso Nacional Indígena y su vocera Marichuy y el Concejo Indígena de Gobierno.
Mucho nos burlan, que la compañera Marichuy no sabe gobernar, nos no va dar nada. Hermanas y hermanos, ¿qué les han dado los gobiernos del PRI y del PAN? ¿Qué no han hecho matanzas, corrupciones, malas decisiones? ¿Dónde está eso que dicen que sólo saben gobernar los que tienen estudios? ¿No alcanzan a ver esto?
Esto es lo quiere decirles la compañera Marichuy, cuando les dice que nos organicemos el campo y la cuidad, y que nos unimos indígenas y no indígenas, porque vean de que tamaño lo que nos ha pasado con esos gobiernos malos.
¿Qué les ha dado este imbécil que esta ahora en el gobierno? El Peña Nieto es el peor cínico, inepto y sinvergüenza, que se cubre con los otros igualitos que él.
Que a ellos no les pasa nada y al pueblo explotado todo lo paga con su vida, ¿qué les pasa que no alcanzan a ver?
¿Por qué se mueven hasta cuando les pasen esas peores situaciones? ¿Por qué, a los que no les pasa, y hacen como que no ven y no se mueven; y cuando ya les pasó salen gritando, ayuda, ayúdenme?
Y cuando les habla la compañera Marichuy, que no tiene buen discurso, no sabe hablar, dicen. Ah ese Concejo Indígena de Gobierno, pero no sabe nada, así dicen.
El Concejo Indígena de Gobierno les está diciendo la verdad. ¿No quieren la verdad? Ah, es que no les gusta. ¿Quieren que les hablen bonito y les regalen promesas? Y cuando llegue el dolor a tocar a tu puerta, ¿le vas a responder con promesas?
Hermanas y hermanos indígenas y no indígenas, por nosotras y nosotros nadie va luchar por nosotras y nosotros, nadie absolutamente nadie, más que nosotras y nosotros mismos.
Despertemos a los otros pueblos explotados y despertemos también a los que dicen que tienen estudio. Por eso ayudemos y apoyemos a la compañera Marichuy con el Concejo Indígena de Gobierno.
Organicémonos para que pueda dar su gira en el país la Compañera Marichuy y su Concejo Indígena de Gobierno, aunque no alcance las firmas para candidata. Porque la firma no es la que lucha, no es la que nos va a organizar, somos nosotras y nosotros las que tenemos que escucharnos, conocernos y de ahí, al sentirnos como estamos, ahí puede partir nuestro pensamiento de cómo organizarnos más mejor y qué camino seguir.
Nadie más va a decir la palabra que dicen el Concejo Indígena de Gobierno y la vocera Marichuy.
Si no lo dicen ellas, sólo van a escuchar puro ruido, el mismo ruido de siempre, y luego seguirá la misma desilusión de siempre.
No permitamos que nos digan “pobrecitos de los indios, ayudemos con lo que sobra” al igual como nos hacen los gobiernos malos.
Sólo con organización del pueblo pobre del campo y la ciudad, habrá Libertad, justicia y democracia. Si no hay eso, lo que habrá es un mundo como FINCA CAPITALISTA y esto es lo que ya esta empezando.
Si hay alguien mujer u hombre que piensan y creen que es mentira lo que estamos diciendo de la hidra capitalista, bueno que nos argumenta, que nos diga claramente cómo es eso que es una mentira lo que estamos diciendo a ver si la vamos a creer, porque nuestro sentir y ver y conocer es que vemos es que así está y así va a estar. O tal vez lo que se ve es que es difícil, luchar, organizar, pero no hay de otra.
Sabemos que es duro lo que estamos diciendo, pero ¿acaso muy suavecito, blandito lo que vendrá lo de la hidra capitalista?
No, hermanas, hermanos, será horrible, terrible.
Por eso las compañeras bases de apoyo Zapatistas están llamando a las compañeras del Congreso Nacional Indígena y a todas las mujeres que luchan a encontrarse para el 8 de Marzo a las mujeres que no tienen miedo, aunque si tienen pero hay que controlar, porque será más horrible lo otro.
Porque ellas, las mujeres zapatistas, las mujeres del CNI, las mujeres de la Sexta, y las mujeres que luchan en todas partes del mundo, nos están diciendo que tenemos que organizar, rebelarnos, resistir.
Y eso es lo que nos están diciendo también la compañera Marichuy y el Concejo Indígena de Gobierno.
Así que adelante compañera Marichuy, camine, trotee, y cuando se necesita corre y detente y luego continúe, no nos queda ya de otra.
Sigan adelante Compañeras del Concejo Indígena de Gobierno
Adelante compañeras del Congreso Nacional Indígena.
Estamos seguros que si los pueblos se organizan y luchan, vamos a lograr lo que queremos, lo que merecemos, o sea nuestra libertad. Y la fuerza importante es nuestra organización, nuestra resistencia, nuestra rebeldía y nuestra palabra verdadera que no tiene límites ni fronteras.
Ahora no es el momento de echarnos para atrás, de desanimarnos o de cansarnos, debemos de estar más firmes en nuestra lucha, mantener firme nuestras palabras y seguir el ejemplo que nos dejaron los compañeros y compañeras que ya murieron: de no rendirse, no venderse y no claudicarse.
DEMOCRACIA
LIBERTAD
JUSTICIA
Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena – Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Subcomandante Insurgente Moisés.
Desde Oventik Caracol II zona Altos de Chiapas, México.
1 de enero del año 2018.
Fuente: Enlace Zapatista
http://www.radiotemblor.org/?p=10381

domingo, 7 de enero de 2018

11 MUERTOS TRAS ATAQUE PARAMILITAR Y OPERATIVO POLICIAL CONTRA CIVILES Y POLICÍAS COMUNITARIOS EN GUERRERO:

http://m.facebook.com/story.php?story_fbid=10211348049833971&id=1142734196&refid=18&ref=opera_speed_dial&__tn__=%2AsH-R

RECORRIDO DEL CIG Y SU VOCERA PARA EL MES DE ENERO

RECORRIDO DEL CIG Y SU VOCERA PARA EL MES DE ENERO
6 ENERO, 2018 EL ANDAR DEL CIG Y MARICHUY, EVENTOS
RECORRIDO ENERO 2018
8 DE ENERO
14:00 HRS. ENCUENTRO CON EL PUEBLO TOHONO ODAM EN PUEBLO VIEJO, MUNICIPIO DE CABORCA, SONORA.
9 ENERO
ENCUENTRO CON EL PUEBLO COMCAAC, EN DESEMBOQUE, MUNICIPIO DE PITIQUITO, SONORA.
10 ENERO
17:00 HRS. ENCUENTRO CON LA RED DE APOYO AL CIG Y CON LA SOCIEDAD CIVIL EN HERMOSILLO, SONORA, AUDITORIO DE LA CUT.
11 ENERO
ENCUENTRO CON LA TRIBU YAQUI EN VICAM, SONORA.
ENCUENTRO CON LA TRIBU YAQUI EN BACUM, SONORA.
12 ENERO
10:00 HRS. ENCUENTRO CON EL PUEBLO GUARIJIO EN MESA COLORADA, MUNICIPIO DE ALAMOS, SONORA.
16:00 HRS. ENCUENTRO CON LA TRIBU MAYO EN BUAYSIACOBE, SONORA.
13 ENERO
16:00 HRS. ENCUENTRO CON LA TRIBU MAYO EN COHUIRIMPO, SONORA.
14:00 HRS. ENCUENTRO CON LA TRIBU MAYO EN NAVOJOA, SONORA.
14 ENERO
ENCUENTRO CON LA TRIBU MAYO EN LOS MOCHIS, SINALOA.
ENCUENTRO CON LAS REDES DE APOYO AL CIG Y CON LA SOCIEDAD CIVIL EN CULIACAN, SINALOA.
15 ENERO
10:00 HRS. ENCUENTRO CON LA COMUNIDAD DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA.
16:00 HRS. ENCUENTRO CON LA RED DE APOYO AL CIG Y CON LA SOCIEDAD CIVIL EN MAZATLÁN, SINALOA.
19:00 HRS. ENCUENTRO CON LA COMUNIDAD MIGRANTE TEPEHUANA DE LA CAMPANA, ESCUINAPA, SINALOA.
17 ENERO
10:00 HRS. ENCUENTRO CON EL PUEBLO NAAYERI EN PRESIDIO DE LOS REYES, MUNICIPIO DE RUÍZ, NAYARIT.
18:00 HRS. ENCUENTRO CON LA RED DE APOYO AL CIG Y CON LA SOCIEDAD CIVIL EN TEPIC, NAYARIT.
18 ENERO
10:00 HRS. ENCUENTRO CON EL PUEBLO WIXARIKA EN GUADALUPE OCOTÁN, MUNICIPIO DE LA YESCA, NAYARIT.
https://www.congresonacionalindigena.org/2018/01/06/recorrido-del-cig-vocera-mes-enero/

viernes, 5 de enero de 2018

Ahed Tamimi, icono de la resistencia palestina, está en la cárcel esposada de pies y manos

Ahed Tamimi, de 16 años, se encuentra en un calabozo esposada de pies y manos. Aunque un juez militar la condenó esta semana a continuar en prisión “otros cuatro días”, crecen las voces en Israel que piden para ella desde veinte años de cárcel a la cadena perpetua.
Así lo informó hoy, jueves, Manuel Pineda, cofundador de Unadikum que mantiene estrechas relaciones con la familia Tamimi. En declaraciones a la prensa, Manu se mostró muy preocupado por la situación de Ahed, por su madre Narimam y por una prima de la chica, Nur. Sobre ellas pesan doce cargos, incluido el de “incitación al terrorismo”.
Las tres fueron detenidas el pasado 19 de diciembre en su pueblo, Nabil Saleh (Cisjordania), en el curso de unas manifestaciones de protesta contra la decisión del Gobierno de Estados Unidos de reconocer a Jerusalén Este como la capital de Israel.
Ahed, quien realizó en Castellón (España) un campamento de verano invitada por Unadikum, se ha convertido en un icono de la resistencia palestina y en las redes del mundo árabe se dice que “ella vale más que mil hombres”.
La nueva Juana de Arco palestina comenzó su actividad guerrillera a los once años. Al cumplir los doce salió en un video, que se hizo viral, mordiendo a un soldado israelí que estaba pisoteando a un hermano suyo que estaba escayolado.
El pueblo de Ahed tiene seiscientos habitantes y fue ocupado por Israel hace cincuenta años. Al parecer, la opinión pública israelí está dividida entre los que piden un castigo ejemplar para la adolescente y los que opinan que hay que ceder para no “convertirla en una mártir de la resistencia”.
nilo-homerico.es

https://www.lahaine.org/mm_ss_mundo.php/ahed-tamimi-icono-de-la

jueves, 4 de enero de 2018

Acción Urgente: En riesgo la vida y la integridad de centenares familias desplazadas-retornadas en Chalchihuitán

Retornan bajo presión del gobierno de Chiapas y sin condiciones de seguridad
Certificado de impunidad al grupo armado de corte paramilitar de Chenalhó
Continua la violencia generalizada en el territorio comunal de Chalchihuitán
FIRMA LA ACCIÓN URGENTE AQUÍ.
Las organizaciones de la sociedad civil que conformamos el Colectivo que emite esta Acción Urgente, desde hace varios meses hemos recibido información sobre la situación de desplazamiento forzado en el que se encuentra el pueblo tsotsil de Chalchihuitán, y de que de ellos, el grupo que recién retornó a sus comunidades –Pom, Ch’enmut, Cruzkakalnam, Tzomolton, Cruzton, Bejeltón y Bololchojon– son 3858 personas (niños, niñas, mujeres, hombres). Según testimonios, nos reportan que bajo una persistente presión de funcionarios del gobierno -sobre todo de protección civil-, y ante el hecho de ver perder sus cosechas, animales, posesiones y viviendas, sin que los gobiernos federal y estatal cumplieran el desarme y desarticulación de los grupos armados, desde alguna instancia se tomó la decisión de retornar a sus comunidades de origen, sin condiciones ni medidas de seguridad. Del total de personas desplazadas, otras 1165 personas no retornaron por el temor constatado, causado por las acciones armadas que continua haciendo el grupo armado de corte paramilitar.
Es grave que, como diversos testimonios confirman, continúan los disparos de armas de alto poder y la tensión en toda la región, lo que da como consecuencia, el alto riesgo a la vida e integridad de las familias que retornaron a sus comunidades a partir del pasado 2 de enero, siendo de nuevo, las mujeres, los niños, niñas, las ancianas y ancianos, las más afectadas y vulnerables en este retorno y quienes además, no participan en la toma de este tipo de graves y delicadas decisiones.
En estas condiciones, el riesgo de una masacre es claro. De ocurrir, la responsabilidad directa es de los 3 niveles de gobiernos: el federal, el del estado de Chiapas y el municipal de Chalchihuitán, quienes con su inacción, han permitido este retorno al matadero, ya que van sin alimentos, con la cosecha perdida por la violencia generalizada, varios de ellas y ellos enfermos y bajo los impactos psicológicos de la violencia, todo lo cual da evidencia que en ningún momento están aplicando los Principios Rectores de los Desplazamientos Internos de la Organización de Las Naciones Unidas, lo cual implica que no se están respetado, garantizando y protegiendo los derechos humanos de las desplazadas/os y desplazadas/os, ahora retornadas/os.
Siendo entonces un retorno de altísimo riesgo en vidas e integridad física de centenares de familias indígenas, lo que demuestra el desprecio hacia los pueblos originarios, ya que constituye un hecho criminal que es contemplado y consentido por los gobiernos federal, estatal y municipal.
No obstante que se instaló una mesa de seguridad con los gobiernos federal y estatal para atender la demanda de desarticulación, desmantelamiento y castigo al grupo armado de Chenalhó, al momento no hay ninguna respuesta y ningún avance, pues –reiteramos–, el grupo armado de corte paramilitar sigue actuando en impunidad.
Ante esta situación grave y crítica, como colectivo de organizaciones que envía esta Acción Urgente, exigimos Alto a las acciones armadas en la región, reiteramos la exigencia de su desarticulación, castigo y que se garantice de manera inmediata y urgente la vida e integridad de las familias desplazadas retornadas, así como de aquellas que han decidido no retornar a sus comunidades.
Pedimos envíen sus llamamientos a:
Sr. Presidente Enrique Peña Nieto
Residencia Oficial de los Pinos
Casa Miguel Alemán
Col. San Miguel Chapultepec,
C.P. 11850 Ciudad de México
Fax: (+52) 55 5093 4901
Correo: enrique.penanieto@presiden
Twitter: @PresidenciaMX
Lic. Miguel Ángel Osorio Chong
Secretario de Gobernación
Bucareli 99, 1er. piso
Col. Juárez
Delegación Cuauhtémoc
C.P. 06600 Ciudad de México
Fax: (+52) 55 5093 34 14;
Correo: secretario@segob.gob.mx
Luis Raúl González Pérez
Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos
Edificio “Héctor Fix Zamudio”
Blvd. Adolfo López Mateos 1922, 6°piso
Col. Tlacopac San Angel
Delegación Álvaro Obregón
C.P. 01040 Ciudad de México
Fax: (+52) 55 36 68 07 67;
Correo: correo@cndh.org.mx
Twitter: @CNDH
Manuel Velasco Coello
Gobernador Constitucional del Estado de Chiapas
Palacio de Gobierno del Estado de Chiapas, 1er Piso
Av. Central y Primera Oriente
Colonia Centro
C.P. 29009 Tuxtla Gutiérrez
Chiapas
Fax: (+52) 961 61 88088 – + 52 961 6188056;
Extensión 21120. 21122;
Correo: secparticular@chiapas.gob.
Twitter: @VelascoM_
@gubernaturachis
Juan Carlos Gómez Aranda
Secretario General de Gobierno en Chiapas
Palacio de Gobierno del Estado de Chiapas, 2o. Piso
Colonia Centro
C.P. 29000 Tuxtla Gutiérrez
Chiapas
Conmutador: (+52) 961 61 8 74 60 Ext. 20003
Correo: secretariaparticular.sgg@gm
Gustavo Víctor Moscoso Zenteno
Coordinación de Subsecretarías de Gobierno Regionales
Palacio de Gobierno del Estado de Chiapas, 2o. Piso
Colonia Centro
C.P. 29200 Tuxtla Gutiérrez
Chiapas
Conmutador: (+52) 961 61 874 60 Ext. 20031
Pedro Gómez Gómez
Subsecretario de Gobierno de la Región V. Altos Tsotsil-Tseltal
Francisco I. Madero No. 101
Barrio Guadalupe
C.P. 29200 San Cristóbal de las Casas
Chiapas
Teléfono: (+52) 967 67 465 94
Fax: (+52) 967 67 465 94
Categorías: Chiapas,
Frayba
Etiquetas: Chalchihuitán ,
Chenalhó, Chiapas ,
desplazados,
desplazamiento forzado,
justicia, paramilitares,
Pueblos Indígenas

http://radiozapatista.org/?p=25209

martes, 2 de enero de 2018

Cinco miradas para asomarse al puente zapatista

Luis Hernández Navarro
Cinco miradas para asomarse al puente zapatista
"El zapatismo - afirma en EZLN- no es una nueva ideología política o un refrito de viejas ideologías. El zapatismo no es, no existe. Sólo sirve como sirven los puentes, para cruzar de un lado a otro. Por tanto, en el zapatismo caben todos, todos los que quieran cruzar de un lado a otro. Cada quien tiene su uno y otro lado. No hay recetas, líneas, estrategias, tácticas, leyes, reglamentos o consignas universales. Sólo hay un anhelo: construir un mundo mejor, es decir, nuevo." Comité Clandestino Revolucionario Indígena Comandancia General del EZLN.
I) Amos de sus palabras
Si el agravio es el perjuicio sobre el cual la víctima no puede rendir testimonio porque no es escuchada, entonces la rebelión zapatista es, de entrada un acto de justicia, la reparación inicial de un agravio en donde el afectado habla y obliga a que se le oiga. Lo es, porque su testimonio incursionó en la vida, el imaginario, las vivencias y concepciones de la política, y al hacerlo derrumbó las barreras que segregaban a los pueblos indígenas y muchos más del derecho a comunicar a los otros las ofensas sufridas.
La rebelión abrió las puertas del diálogo. Lo hizo sin tener que renunciar a su idioma. Si, como afirman Deleuze y Guattari, "es el déspota quien hace la escritura, es la formación imperial la que hace del grafismo una escritura propiamente hablando", la rebelión dijo no a ese vocabulario y se fabricó su propio lenguaje. En una época de confusión y perplejidad, tomó la palabra sin permiso y dijo algo distinto de lo ya dicho. Conquisto simultáneamente el derecho a hablar y la legitimidad de su discurso.
Frente a la pretensión de hacer aparecer el relato neoliberal como inalterable, contó cosas nuevas de manera novedosa. Se dio a si misma el derecho de nombrar con coraje lo intolerable y al hacerlo hizo renacer la esperanza y produjo sentido donde había ruido. Se convirtió en amo de las palabras que dice, hizo que el lenguaje respondiera a sus necesidades. Facilitó la conversión del acto de nombrar en proceso colectivo y común. Amplió los horizontes de acción que satisfacen requerimientos de globalidad, rectitud y radicalidad; abrió expectativas emancipatorias clausuradas; reformuló preguntas sobre las vías de transformación del mundo; anticipó acontecimientos y replanteó certezas políticas.
Factor de reanimación en momentos en los que el dinamismo social era precario, la rebelión anima una gran causa y es parte del movimiento real de la sociedad y no del mundo de las ideas en lucha consigo mismas. Desde hace diez años alimenta nuestras pasiones, nuestro lenguaje y comunicación. Su alfabeto estimula la creación de una comunidad; su gramática una identidad compartida. El zapatismo es hoy, por derecho propio, una de las lenguas en las que se habla la resistencia. ¿Por qué si no estamos hoy aquí reunidos?
Desde su surgimiento, la rebelión se explicó a si misma. Más que depender de un cuerpo doctrinal atado a la repetición y a la conservación de los significados existentes, formuló un modo muy suyo de pensamiento, estrechamente vinculado a su práctica política, así como un lenguaje alimentado por la realidad de su base social. Configuró un horizonte ideológico, ético, lingüístico y cultural propio. (Es por ello que estas notas son una mirada sobre el puente zapatista desde una ventana diferente a las que el zapatismo ha construido.)
Y , simultáneamente a la creación de un nuevo vocabulario, la rebelión produjo, también, una nueva iconografía. La imagen caminó más de prisa que las palabras y, antes de que se escuchara la voz de los primeros comunicados, acreditó la composición social y origen del levantamiento: masivo, comunitario e indígena.
Más adelante, complementando a las palabras que no alcanzan a cubrir la función de la vista, fotografías, videos, camisetas, tarjetas postales, carteles han dado cuenta de la otra historia como drama político, como muestra de modos de ser, como expresión de solidaridad, como símbolo de la irreverencia. Los indios ya no se ven igual a como se veían antes de 1994. Las imágenes sobreviven y recrean al objeto representado. La rebelión es, entre otras cosas, el Marcos de carrillera, el que hace un gesto obsceno con la mano, el que fuma la pipa. Y la producción de esta su imagen seduce a revistas como Vanity Fair o a programas televisivos en cadena nacional en Estados Unidos como Sixty Minutes .
La rebelión echó a andar al poder de la imagen que expresa lo irreductible de la resistencia. Hizo imposible folclorizar la foto de las mujeres indígenas enfrentando desarmadas al Ejército. Creó un dispositivo que hace difícil ver a las comunidades con lástima después de observar el documento gráfico que da cuenta de su dignidad ante las fuerzas represivas. Impidió tapar la aparición de los invisibles identificados por su paliacate rojo cubriendo el rostro y ya no como una cifra más de un programa gubernamental. Frustró los intentos por banalizar esa nueva épica de los de abajo, haciéndola aparecer como protesta de una especie de arqueología social frente a la modernidad.
Pero la palabra también creó imágenes-relato, que, aunque nunca hayan sido retratadas, han resultado ser exuberantes, duras y convincentes. Muchas de esas representaciones son paisajes y personajes de naturaleza casi-mítica. El follaje de la Lacandona,
Durito , el Viejo Antonio, los Antiguos Dioses, el Caracol se convirtieron en parte del imaginario social que escucha al zapatismo, en símbolos de identidad de la rebelión, con tanta fuerza como la de personajes de carne y hueso.
La rebelión ha sabido manejar con gran fuerza su debilidad y ha construido la imagen de sus propias razones. Su capacidad para enviar mensajes está llena de ingenio. La resistencia es, también, un hecho mediático.
II) Revolución, rebelión e insurgencia .
"Los hombres son dueños de su destino en cierto momento. La culpa, querido Bruto, no está en nuestras estrellas, sino en nosotros", escribe William Skakespeare en Julio César . El primero de enero de 1994, campesinos e indígenas en Chiapas rechazaron el designio de las estrellas e irrumpieron violentamente en el gobierno de su propio destino. Con el trasfondo de un profundo conflicto agrario sin perspectivas de solución, la proliferación de reivindicaciones indígenas y un sistema regional de dominio arcaico, rompieron la palestra política, se deshicieron de sus representantes tradicionales y fijaron el punto de partida para formar un nuevo régimen, que, hoy, a diez años de distancia, toma forma entre otras muchas creaciones, en los municipios autónomos y en las juntas de buen gobierno.
Esos campesinos e indígenas zapatistas fueron, son, a su modo, los herederos y continuadores de
la bola, ese conglomerado de clases, fracciones de clase y grupos en acción que se pusieron en movimiento durante la Revolución mexicana de 1910-17. La bola
el nombre que en la época se le dio a la multitud, el concepto que describe la agregación y puesta en marcha de las pequeñas comunidades en el levantamiento armado.
Los rebeldes no buscaron tomar el poder y así lo dijeron desde el primer momento, aunque no se les haya querido escuchar entonces y no se les oiga ahora. En la
Primera Declaración de la Selva Lacandona llamaron a deponer al usurpador que se hizo del control del Estado por medio del engaño, y convocaron a los otros poderes a hacerse cargo de la situación. Simultáneamente se presentaron como un movimiento contra la opresión y por la liberación del pueblo, enarbolando un programa de demandas históricas que mantienen hasta el día de hoy.
Lo que es profundamente original en el zapatismo, ha dicho el ensayista Tomás Segovia, es que una rebelión armada siga teniendo fielmente los rasgos de una protesta social y no los de una revolución política. Esa protesta ha puesto en entredicho la legitimidad del poder. Ha evitado la ideologización, convertirse en partido político y quedar atrapado entre las redes de la política institucional.
La rebelión se reivindica a si misma desde la soberanía de la sociedad, y no reconoce intermediarios para su ejercicio. Es expresión de una sociedad que reflexiona sobre si misma y sobre su destino, que se da sus propias normas, y al hacerlo se autoinstituye.
En la hora de las definiciones, el zapatismo se ha calificado como una fuerza rebelde y no como revolucionaria. El revolucionario, ha señalado, quiere tomar el poder desde arriba y desde allí transformar la sociedad. El rebelde, por el contrario, busca poner a discusión y corroer el poder; se niega a obedecer a quien tiene autoridad sobre ella. Esta definición no excluye la enorme transformación social y política que la rebelión ha producido como resultado de la irrupción violenta de las masas en el gobierno de su propio destino, que es una de las definiciones clásicas de lo que es una revolución.
La rebelión es, también, un movimiento insurgente, esto es expresión de quienes se han declarado colectivamente contra las autoridades y están en lucha contra ellas. Y lo es, además, porque, más allá de su rechazo a constituirse en vanguardia revolucionaria, es fundador de nuevos valores. “Nosotros decimos –han escrito los zapatistas- que nuestro deber es iniciar, seguir, acompañar, encontrar y abrir espacios para algo y para alguien, nosotros incluidos”. Esos espacios son, también, en el más amplio sentido de la palabra, valores. Encarnan un sentimiento: el de la vigilancia reivindicativa de los derechos y valores fundamentales frente a los atropellos del orden.
Los insurgentes no siempre culminan el movimiento que inician, pero quedan en la historia como los actores de procesos fundadores. Dure o sea aplastada la insurrección, nada queda como antes: las mentalidades han cambiado, se abren nuevos horizontes, los ojos de todos ven de repente realidades que nadie quería ver. Sea cual sea el destino final de la insurrección zapatista su papel de fermento productor de nuevas formas de ver el cambio social está allí.
III) Resistencia y utopía
El zapatismo no se propone ocupar el gobierno ni tomar el poder; se ubica frente al poder, lo resiste. No es un partido de oposición, no habla su lenguaje, no se mueve en el terreno de las instituciones políticas tradicionales. No lo es porque no es un partido, no se propone sustituir un equipo de gobierno por otro y se niega a comportarse con las reglas del juego del poder como lo hacen los partidos de oposición. No lo es, además, porque la oposición se opone a un gobierno pero no al poder, mientras que la rebelión se opone al poder y rechaza sus reglas del juego.
Los rebeldes son otro jugador, que en lugar de mover las piezas del ajedrez de la política institucional dan jaque a los adversarios poniendo su bota en el tablero. Los rebeldes resisten y organizan la resistencia. Son otro jugador que hace que la desobediencia civil deje de ser patrimonio de un héroe y se convierta en bien de las colectividades. El que rechacen la política tradicional o a la clase política no quiere decir que deserten de la política, sino, como ellos han dicho, "a una forma de hacer política".
La rebelión resiste, esto es, afirma su potencia, su capacidad de invención, de producción de sentido. Defiende los derechos y valores que el poder atropella, reprime, relega. Resiste, desde su singularidad, a las propuestas de formateo social desde del orden constituido. Resiste la injusticia realmente existente. Sobrevive y resiste simultáneamente. Asume una actitud coherente con la época. Resiste y anima la utopía. Resiste y reconquista la vida. "Muera la muerte, viva la vida", clamaron los zapatistas el pasado primero de enero en San Cristóbal de las Casas.
La resistencia anticipa la posibilidad de llevar a cabo otro tipo de política y de programa. Lejos de rechazar las posibilidades de transformación social profunda, las posibilita. Que no exista hoy plenamente esa política no quiere decir que no vaya a existir. Su presencia esta contenida en las resistencias de todo el orbe. Lo que hoy es inviable no es la emancipación sino el neoliberalismo, que conduce aceleradamente a una crisis civilizatoria. Más que un cuerpo doctrinal acabado estas resistencias animan valores y principios fuertes que se materializan en un estilo de hacer y de pensar. No pretenden alcanzar cambios en virtud de la bondad de su propuesta sino de su capacidad de hacer. No sólo piensan el cambio sino que lo viven. Distinguen el espacio en el que se mueve su lucha de sus objetivos.
Las respuestas a las preguntas teóricas del zapatismo están, como ellos han señalado, en la práctica. Son producto de la experiencia específica, reflexión sobre la realidad en la que se mueven, no resultado de las grandes ideologías previas. Provienen de un nuevo sujeto político y social. Tienen raíces y razones encarnadas socialmente.
El zapatismo tiene, simultáneamente, raíces en lo local y un horizonte planetario. La lucha contra el neoliberalismo, el valor de lo comunitario, el reconocimiento a la gestión colectiva, la reivindicación de las identidades, la defensa de la naturaleza, la liberación de las mujeres y la solidaridad internacional son parte de su acervo. Surge del encuentro y fusión de distintos procesos sociales y pensamientos políticos. Su resultado final es, sin embargo, distinto a cada una de ellos. Entre los ingredientes que componen esta mezcla se encuentran las utopías indígenas, la lucha agraria inspirada en el zapatismo original, el guevarismo y las propuestas de liberación de católicos progresistas, particularmente de la teología india.
Durante años la izquierda mexicana ha tenido un discurso esquizofrénico. Sus palabras y sus hechos no se corresponden. Reivindica propuestas radicales pero desarrolla una práctica gremial y economicista. Enarbola la bandera de la ciudadanía plena pero lleva a cabo una política corporativa. Defiende la renovación moral pero se guía por el más burdo pragmatismo. El zapatismo supera esa escisión construyendo una propuesta que responde a la práctica, la vincula a una ética y reconoce sus contradicciones. Su pensar está en sincronía con su vivir.
IV. El zapatismo como anticipación Cancún y Bolivia. Dos lugares clave en los que se sintetizan los caminos recorridos por la lucha social contra el neoliberalismo durante 2003. En el balneario mexicano se descarriló, este septiembre, la reunión de la Organización Mundial del Comercio. En el país latinoamericano un levantamiento indígena tumbó, este octubre, a un gobierno de empresarios que pretendía malbaratar los recursos naturales.
Cancún es un punto crítico en las movilizaciones contra la globalización neoliberal inauguradas por las protestas de Seattle en noviembre de 1999. Durante casi cuatro años se han sucedido ininterrumpidamente en los países del Norte acciones masivas contra la pretensión de escribir, desde arriba, una Constitución del mundo al servicio de las grandes empresas transnacionales.
Bolivia es en un eslabón más en la movilización popular que, desde hace diez años, ha derrumbado presidentes corruptos y elitistas en Perú, Paraguay, Ecuador, Venezuela y Brasil. De una resistencia protagonizada destacadamente por los pueblos indios y los grupos de base autorganizados de la región.
Cancún y Bolivia son momentos de un ciclo de luchas que, en buena parte, fue inaugurado por el EZLN. Muchas de las características de la resistencia social al neoliberalismo presentes en estos dos puntos de la geografía universal fueron anunciados por el levantamiento de los indígenas mexicanos y sus distintas iniciativas políticas, desde la realización de los Encuentros por la Humanidad y contra el Neoliberalismo en 1996, hasta la Marcha del Color de la Tierra en 2001 y la fundación de los Caracoles en 2003. Sin que se agoten en él, en el zapatismo están presentes muchas de las claves que explican tanto la batalla de Cancún como la sublevación boliviana. Es decir, esta corriente anticipa los modos en los que los nuevos movimientos sociales se han desarrollado en el marco de la IV Guerra Mundial.
Cuando hace casi diez años los rebeldes mexicanos se alzaron en armas, diversos analistas señalaron que se trataba de una lucha anacrónica. Hubo quienes los vieron como una expresión tardía del ciclo de luchas armadas en Centroamérica, o como un latigazo dinosáurico de un grupo de intelectuales que no se había enterado del “Fin de la Historia”.
Una década después ha quedado claro que el levantamiento fue la primera rebelión contra el desorden de la globalización del Siglo XXI. Y lo fue, no sólo por haber utilizado herramientas como el Internet para transmitir su mensaje y romper los cercos militares con la presión de la sociedad civil internacional, sino porque marcó, de entrada, un punto de inflexión en la renovación de la izquierda mundial, un dique al corrimiento socialdemócrata de sus sectores radicales, una puesta al día de sus anhelos emancipatorios temporalmente adormecidos. Lo fue, además, porque respondió con originalidad e innovación a una propuesta de la globalización que no respeta los hechos diferenciales y que cree que es factible construir una modernidad desechando a grandes sectores de la humanidad.
El zapatismo iluminó el surgimiento de un nuevo sujeto político en América Latina: los pueblos indios. No es que la lucha indígena no existiera antes en el continente. Al igual que sucedió en México, la causa de los pueblos originarios era una realidad antes del alzamiento en Ecuador, Bolivia, Perú, Guatemala, Chile, Nicaragua y Colombia. Nacidas de los rincones más recónditos, expresión de una situación límite, esta lucha subió y bajó montañas anteriormente a enero de 1994 para llevar su palabra y su presencia al corazón político de sus naciones. Pero el zapatismo le dio una visibilidad que no había tenido antes, mostró su potencialidad transformadora y se convirtió en su frontera. El rencor social acumulado en las etnias tras décadas de exclusión y opresión ha encontrado en la rebelión del EZLN una referencia significativa.
Estos movimientos de base étnica tienen tras de sí una historia de largo aliento. Han sobrevivido a la espuma que sus protestas levantaron en las aguas de la política nacional. A diferencia de las luchas económicas de los sectores populares que tienen ciclos de vida cortos, sus demandas de reconocimiento y dignidad superan la prueba del tiempo. Han esperado tantos años para expresarse que, cuando lo hacen, no están dispuestas a consumirse a la brevedad. En ellos se expresa la posibilidad de una modernidad alternativa.
La nueva lucha indígena, surgida del encuentro de un movimiento pacífico y el zapatismo armado, reivindica, mediante un complicado y desigual proceso, una nueva inserción en los espacios públicos, a partir de la superación de su condición de excluidos propiciada por las políticas integracionistas que anularon su condición diferente. En ella, de una primera fase en la que se exige la igualdad se pasa a una segunda en la que se afirma la diferencia. Es una incorporación similar a la que en el pasado tuvieron que ganar los trabajadores, y como la que en la actualidad han tratado de obtener las mujeres.
Se trata de una lucha por la ciudadanía plena que implica la convicción de ser iguales a los demás y tener los mismos derechos y obligaciones. Es pues, de manera simultánea, una lucha por la dignidad y contra el racismo. Se trata de un proceso de construcción de iguales, de rechazo a la exclusión, en el que la exigencia a demandas concretas rebasa el tradicional tono clientelar, para ubicarse en el plano de la reivindicación de derechos. Involucra, asimismo, la lucha por los derechos colectivos como vía para hacer una realidad los derechos individuales. Pero implica, además, la lucha por el reconocimiento a la diferencia. Ésta supone aceptar el derecho al ejercicio distinto de la autoridad y a constituirse como colectividad con derechos propios. Reivindica un derecho de igualdad y un ejercicio diferente de éste. En el corazón de este planteamiento se encuentra la lucha por la libre determinación, y de la autonomía como una expresión de ésta.
Los pueblos indios se han convertido ya en un sujeto político autónomo con propuestas propias. Se trata de un proceso irreversible y en ascenso. Reivindican un nuevo ordenamiento de las instituciones políticas que les permita superar su condición de exclusión. Al hacerlo alimentan el surgimiento del pluralismo que el Estado centralizado niega. Ello es posible porque su identidad se ha transformado profundamente y hoy se asumen, cada vez más, como pueblos y no como poblados.
Simultáneamente, también en Sudamérica, los rebeldes mexicanos anticiparon el nivel de agotamiento de la clase política tradicional y los límites de la acción institucional. El clamor argentino de “que se vayan todos”, estaba de muchas maneras anunciado en el ¡Ya Basta! de enero de 1994. Desde entonces, país por país, las elites locales se han ido colapsando y desmoronando una a una.
El lenguaje de los zapatistas caló hondo en un sector de la juventud europea y estadounidense. Su convocatoria tuvo efecto no porque estos jóvenes “tuvieran todo” e hicieran del ejemplo del Sureste mexicano la forma de jugar a la moda de la Revolución fuera de su país, sino porque veían en él la vía para enfrentar lo que vivían en carne propia: precarización del trabajo, desempleo, desterritorialización, individualización, pérdida del sentido de la vida, racismo y exclusión. Sus países se han convertido en modernas Babel pobladas de migrantes que trabajan sin redes de protección social.
Muchos de los jóvenes de países desarrollados que viajaron a Chiapas durante estos últimos diez años para vivir en comunidades en rebeldía, a los que distintos personajes de la izquierda tradicional llamaban con desprecio “aretudos”, se convirtieron con el paso del tiempo, en artífices claves de la red de redes que integra la constelación altermundista. Ellos han forjado una nueva concepción de lo político y la política muy cercana a la rebelión y resistencia zapatista. Para esta nueva generación la visión tradicional de la política se ha vuelto tan inaceptable como insoportable. El ejemplo zapatista, con muchos nombres, germinó en una diversidad de movimientos y expresiones contraculturales en distintas latitudes.
Muy lejos de ser un resabio del pasado, el zapatismo ha resultado ser, como lo muestran los casos de Cancún y Bolivia, un laboratorio social que anticipa el rumbo y la naturaleza de la resistencia contra la globalización neoliberal.
La Comuna de la Lacandona
Este 8 de agosto, aniversario del nacimiento de Emiliano Zapata, la rebelión zapatista materializó la emergencia de un nuevo poder constituyente. Se trata de un poder fundante, nacido desde abajo, que se reproduce a si mismo en el tiempo, que cuestiona la cadena de mando-obediencia, y la cadena de mando-obediencia con humillación que es el racismo. Es, la Comuna de la Lacandona, materializada en las juntas de buen gobierno zapatista.
La coordinación de los más de 30 municipios autónomos rebeldes y la creación de juntas de buen gobierno (Caracoles) en las cinco regiones en que se divide el territorio controlado por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) colocaron la lucha de los pueblos indios por su reconocimiento en un plano radicalmente distinto al que se encontraba hasta ahora.
El reconocimiento como pueblos y el derecho al ejercicio a la libre determinación y a la autonomía como una expresión de éste ha sido, desde hace muchos años, un entrañable anhelo de los habitantes originarios. Esta demanda, reconocida inicialmente por el Estado mexicano en los acuerdos de San Andrés, el 16 de febrero de 1996, se quedó insatisfecha con la desafortunada reforma constitucional aprobada por el Congreso en 2001. Con la creación de las juntas de buen gobierno los zapatistas han hecho realidad tanto el deseo indígena nacional como los compromisos pactados con el gobierno.
El municipio libre fue una de las exigencias centrales del zapatismo original, el nacido de los campesinos. Su grito de "¡Viva pueblos, abajo haciendas!" fue, simultáneamente, una demanda de recuperación de la tierra y el territorio arrebatado tanto por liberales como por conservadores. El municipio y la asociación de varios de ellos regionalmente han sido durante décadas los espacios políticos que muchos pueblos indígenas han utilizado para mantener vivos sus sistemas normativos, la elección tradicional de sus autoridades y la identidad cultural. En los hechos, ello ha ocasionado que las instituciones gubernamentales asuman un funcionamiento "híbrido", mitad constitucional y mitad indígena.
Los municipios autónomos y las juntas de buen gobierno retoman estas dos tradiciones y prácticas históricas, reinventándolas desde la experiencia y la visión del mundo zapatista. Ellos son, simultáneamente, un ideal y una realidad. Los Caracoles son, pues, una institución y la prefiguración de una sociedad diferente.
Los representantes escogidos para las juntas de buen gobierno tienen mandatos amplios pero precisos de sus bases, que podrán revocarlos si no cumplen con lo decidido por las asambleas. Cuentan, además, con la colaboración de las autoridades tradicionales o de los consejos de ancianos, mezclando así lo nuevo y lo centenario, y renovando igualmente el modo de considerar y aplicar sus sistemas normativos, que son derecho en las comunidades indígenas. Entre sus competencias se encuentran las referentes a la justicia, a los asuntos agrarios, a la salud, la educación e inclusive el registro civil (registro de nacimientos, defunciones y matrimonios). A partir de ahora, una parte muy importante de las relaciones entre las comunidades en rebeldía y la sociedad civil nacional e internacional será su responsabilidad.
Se trata de un ambicioso paso en la construcción de instituciones de autogobierno y el establecimiento de una normatividad jurídica alternativa, que son uno de los componentes centrales de cualquier proyecto autonómico.
Lo que está naciendo en las selvas y montañas de Chiapas no tiene nada que ver con la edificación de un puente entre la rebelión y la clase política tradicional. Ese puente quedó clausurado por la arrogancia del poder. Por el contrario, un enorme foso separa el mundo de la política formal de partes cada vez más importantes de la sociedad mexicana. Arriba, sin importar los colores del partido al que pertenecen, los profesionales del poder conspiran, se ponen zancadillas, se toman fotos, amarran compromisos con los dueños del dinero y se preparan para que el poder cambie de manos. Abajo, los invisibles hacen la vida, forjan sus identidades, resisten y se adueñan de su destino.
El zapatismo ha trazado una nueva geografía. La Realidad, ese pequeño poblado de la selva Lacandona, está hoy en el mapa de la resistencia mundial. Los sitiados se han convertido en sitiadores.
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