martes, 1 de diciembre de 2015

Arranca Unidad Especial para el caso Ayotzinapa

Arranca Unidad Especial para el caso Ayotzinapa

PGR inicia nueva etapa en la investigación de los 43 normalistas, que
empezó a interrogar a militares

Nacional Mar 1 diciembre 2015 3:00
El Universal

43México, DF.- La Procuraduría General de la República (PGR) inició la
nueva etapa de investigación por la desaparición de los 43
normalistas, con la operación de la Unidad Especializada para el caso
Ayotzinapa, que comenzó a interrogar a militares del 27 Batallón de
Infantería, como lo solicitó el Grupo Interdisciplinario de Expertos
Independientes.

La nueva unidad está a cargo de José Aarón Pérez Carro, bajo la
supervisión directa del subprocurador de Derechos Humanos, Eber
Betanzos Torres.

Durante una reunión privada entre padres de los estudiantes y el
abogado Vidulfo Rosales, con autoridades federales encabezados por la
procuradora Arely Gómez, se aceptaron las 10 líneas de investigación
que propuso el GIEI, por lo que ya no se centrarán en la posible
incineración de los jóvenes en el basurero de Cocula, Guerrero.

La PGR señaló que Arely Gómez reiteró que la indagatoria del caso
Iguala sigue abierta y se desarrolla con la ayuda técnica del GIEI,
"refrendando el compromiso institucional de que los responsables de
estos lamentables hechos sean consignados". Señaló que en la reunión
hubo "grandes acuerdos", como el establecimiento de reuniones de
trabajo periódicas, exhaustividad en las nuevas líneas de
investigación y en las acciones de búsqueda.

Vidulfo Rosales, abogado de los familiares de los normalistas, dijo
estar satisfecho por esta etapa en la que se diversificaron las líneas
de investigación, sin poner como punto principal la incineración en el
basurero de Cocula. Con ello anunciaron que este martes retirarán el
plantón que mantenían desde hace tres días en las inmediaciones de Los
Pinos.

http://pulsoslp.com.mx/2015/12/01/arranca-unidad-especial-para-el-caso-ayotzinapa/

“Los movimientos sociales han de mantener su autonomía ante los poderes del Estado”

El filósofo Antonio Negri debate con los movimientos sociales en el
centro social "La Colectiva" de Valencia
"Los movimientos sociales han de mantener su autonomía ante los
poderes del Estado"

Enric Llopis
Rebelión

Antonio Negri es un ejemplo de intelectual y filósofo que ha combinado
la teoría con la praxis en los movimientos sociales. Ya lo hizo en la
organización "Potere Operaio" durante los años 60 y una década después
en "Autonomia Organizzata". Tras un largo periodo de exilio, prisión y
arresto domiciliario, sobre todo a partir de la década de 2000,
vinculó su obra teórica al movimiento "alterglobalizador" que se
enfrentaba al neoliberalismo, y desde el año 2011 al nuevo ciclo de
luchas del que formaban parte el 15-M, las "primaveras" árabes, Occupy
Wall Street o las protestas en la Plaza Syntagma. Negri ha explicado
algunas de las ideas que han recorrido su pensamiento en un encuentro
con colectivos sociales celebrado en el centro social "La Colectiva"
del barrio del Cabanyal (Valencia).

El filósofo plantea en su reflexión política la emergencia de una
nueva subjetividad revolucionaria, la "multitud", a la que se agrega
la idea de trabajo "inmaterial" y las posibilidades de inaugurar un
"proceso constituyente". Es una oportunidad que se presenta en las
últimas décadas. Pero el pensador italiano reconoce que se trata de
conceptos forjados en Europa y con una potencialidad centrada en el
viejo continente. Ahora bien, en los movimientos insurreccionales de
los años 70 en América Latina (tanto en la revolución cubana como en
las guerrillas colombianas de las FARC y el ELN, entre otros
ejemplos), también se plantearon en un inicio formas de apertura y
democracia directa. En una segunda fase, sin embargo, se produjo una
"recentralización" y "verticalización" de estos movimientos, una
vuelta a las anteriores estructuras de corte leninista, lo que suponía
según Negri la eliminación de las formas directas de decisión.

El movimiento zapatista en los años 90, afirman Negri y Hardt en su
obra "Multitud", representa un punto de inflexión en el modelo. El
zapatismo se fundamenta en la horizontalidad a la hora de tomar las
decisiones (estas se adoptan desde la base) y sobre todo en el rechazo
a la toma del poder, porque se considera que éste no se halla
concentrado en un "Palacio de Invierno". El objetivo es, por el
contrario, construir espacios autónomos de vivir y relacionarse.
También se deja de lado la lógica de la representación. Dos
instituciones de las comunidades zapatistas muestran en la práctica
este paradigma de soberanía popular. La figura del Vocero, que actúa
como portavoz de la comunidad (no como delegado o representante) y
está sujeto a revocación continua; y las Juntas de Buen Gobierno que
rigen las comunidades y ejercen la autodefensa.

A partir de la singularidad de las comunidades indígenas, el zapatismo
plantea alternativas globales al neoliberalismo y de ese modo conecta
con los movimientos sociales "altermundistas". La fecha de nacimiento
del EZLN resume esta filosofía. El zapatismo irrumpe en el día de año
nuevo de 1994 coincidiendo con la firma del Tratado de Libre Comercio
(TLC) entre Estados Unidos, Canadá y México. Otro elemento que
contribuye a esta singularidad global es el uso de Internet y las
nuevas tecnologías.

¿Se producen esquemas políticos similares en Europa? Antonio Negri
considera que con el proceso de luchas sociales que comienza en 2011
también se asientan los principios para la generación de nuevas
instituciones. En la Puerta del Sol, en la Plaça de Catalunya, en la
Plaza Tahrir, la Plaza Syntagma de Atenas o en Zuccotti Park de Nueva
York, donde se moviliza Occupy Wall Street. En el libro "Declaración"
Negri y Hardt destacan la labor del 15-M. En las calles y plazas se
constituyen asambleas y sobre todo diferentes formas de vida, con
capacidad para extenderse al conjunto social. Una de las ideas
esenciales es que el movimiento ha de experimentar en sus mismas
reivindicaciones las formas de vida, relación y producción que
propone. Además la "multitud" se organiza en asambleas, que adoptan
las decisiones de manera directa y sin mediadores, de hecho, se
plantea un órdago a la representatividad. Y no se trata de que la
asamblea se limite a las calles y plazas, sino que se pretende elevar
a modo de articulación del conjunto de las relaciones sociales.

Hoy, "la necesidad de luchar continúa pues nosotros –los movimientos
sociales- somos la resistencia", afirma el filósofo italiano. Pero en
los textos y discursos de Antonio Negri la resistencia no se entiende
como reacción contra el poder, ni como oposición directa frente a
éste, sino más bien para huir de los espacios que el poder delimita,
con el fin de construir nuevas formas (propias) de vida, relación y
producción. Para la creación de estos espacios autónomos –que el poder
invariablemente trata de ocupar y parasitar- el pensador utiliza
términos como "fuga" y "éxodo". Uno de los ejemplos es la PAH y su
obra social, bloques de viviendas ocupados en los que se pretende
materializar el derecho a la vivienda. Pero el ejemplo básico para
Negri es la Comuna de París (1871), capaz de generar instituciones
(obreras) autónomas al margen del Estado.

Otro de los puntos abordados por Negri en el centro social "La
Colectiva" es la relación partidos de izquierda-movimientos sociales,
problema vigente en el siglo XXI y que el filósofo vivió en los años
70 de la centuria pasada. En esos años la "autonomía" italiana volteó
la forma de organización de los partidos comunistas tradicionales, que
entendía la relación con los movimientos sociales de modo muy claro:
la estrategia y la fijación de objetivos a largo plazo quedaban en
manos de la vanguardia del partido, mientras que la táctica, lo
concreto, la batalla más inmediata, se les dejaba a las bases y a la
masa. Así describe Negri el modo tradicional de funcionar de los
partidos marxistas-leninistas.

La "autonomía" italiana plantea, sin embargo, que corresponde a los
movimientos sociales determinar la estrategia, los grandes objetivos y
la manera de llegar a ellos. Se reivindica, en definitiva, el papel
autónomo de los movimientos sociales. Con este principio se constituye
"Autonomia Organizzata" en la Italia de los años 70, un colectivo que
funciona de manera descentralizada, en red y sin una cúpula
jerárquica. Este colectivo autónomo fue un intento de agrupar las
nuevas dinámicas que surgían de los movimientos sociales (parados y
precarios, feministas, movimiento estudiantil radical y una parte de
la clase obrera, que buscaba espacios de participación al margen de
partido y el sindicato tradicionales).

¿Todo se reduce, por tanto, a la disyuntiva entre un partido
centralizado y vertical con una cúpula visible, frente a unos
movimientos sociales que operan de manera espontánea y
descentralizada? Negri niega que el problema se reduzca a esta
dialéctica. "Es una falsa disyuntiva", afirma. Se da, según el
filósofo, una carga espontaneísta en un inicio, cuando los movimientos
sociales ocupan la plaza, pero "esto se ha de articular
políticamente". Una de las formas de articulación es un Proceso
Constituyente, que dé lugar a nuevas instituciones que no sigan las
lógicas representativas. La Comuna de París y las asambleas zapatistas
constituirían dos ejemplos de estas nuevas instituciones. El objetivo
final sería que desapareciera la separación entre representantes y
representados. Imaginando esta sociedad del futuro, Negri considera
que las nuevas instituciones nunca deberían ser rígidas, sino
dinámicas y en continua recreación. Este dinamismo se garantiza con la
participación de la "multitud", que ha de conocer el funcionamiento de
las nuevas instituciones y participar en la creación de las mismas.

Si en algún momento ha de recurrirse a esquemas verticales para
incrementar la eficacia o conseguir objetivos inmediatos, Negri afirma
que la verticalidad se tendría que plantear desde la base, "nunca a
partir de una cúpula constituida". Además, mientras se generan estas
nuevas instituciones, son necesarios los contrapoderes, que han de
mantenerse en el tiempo para que las instituciones no se vuelvan
rígidas y cerradas. El pensador italiano completa así el argumento, su
tesis sobre la relación entre partidos de izquierda-instituciones y
por otra parte los movimientos sociales. Los movimientos han de
mantenerse en una posición externa respecto al poder constituido, si
quieren mantener sus objetivos de manera autónoma. Y también si
aspiran a que los gobiernos lleguen en sus políticas más allá de lo
inicialmente previsto.

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