lunes, 30 de julio de 2018

Por qué los zapatistas no apoyan a Andrés Manuel López Obrador, el primer presidente de izquierda en México


México: por qué los zapatistas no apoyan a Andrés Manuel López Obrador, AMLO, el primer presidente de izquierda del país

Alberto Nájar BBC News Mundo, Ciudad de México
Derechos de autor de la imagen AFP
Image caption El EZLN no confìa en López Obrador.

El festejo por la victoria de Andrés Manuel López Obrador en la elección presidencial no terminaba, cuando desde el sureste del país llegó un frío mensaje.

A diferencia de otras organizaciones de izquierda, el Ejército Zapatista de Liberación (EZLN) anunció que mantendría su distancia con el próximo presidente.

"No, nosotras, nosotros, zapatistas, NO nos sumamos a la campaña 'por el bien de todos, primero los huesos", decía en referencia al eslogan de campaña de AMLO, como se conoce en México al político.

"Podrán cambiar el capataz, los mayordomos y caporales, pero el finquero sigue siendo el mismo. Ergo…".

Derechos de autor de la imagen AFP
Image caption Andrés Manuel López Obrador pretende dialogar con el EZLN.

El duro mensaje, firmado por el Subcomandante Galeano –antes Marcos- sorprendió a muchos en el país.

López Obrador consiguió el respaldo de muchos grupos que fueron sus adversarios en otras contiendas presidenciales.

Además, tanto durante la campaña, y después como candidato ganador, su equipo también ha intentado establecer contacto con el Comité Clandestino Indígena-Comandancia General (CCICG-EZLN), el grupo que encabeza a los zapatistas.

Y el presidente electo les envió además una clara señal de reconciliación, asegurando que promovería la inclusión en la Constitución de los "Acuerdos de San Andrés sobre Derechos y Cultura Indígenas".

Derechos de autor de la imagen AFP
Image caption La controversia de los zapatistas con AMLO es de vieja data.

Los Acuerdos de San Andrés fueron negociados y firmados en 1996 por el EZLN y el gobierno federal, con el propósito de establecer autonomía a los pueblos indígenas del país, pero nunca se cumplieron.

Y, según confirman en su equipo cercano, ahora López Obrador pretende retomarlos como una especie de mensaje para dialogar con el EZLN.

Hasta ahora, sin embargo, las señales no han convencido a los zapatistas, que mantienen una larga controversia con AMLO, precisamente por causa de esos acuerdos.

La "traición"

El origen del desencuentro se ubica en 2001, cuando después de un recorrido por todo el país la dirigencia del EZLN –con Marcos al frente- solicitó en la tribuna de la Cámara de Diputados el cumplimiento de lo acordado en San Andrés.

Fue al final de la llamada Marcha de los 1111, el número de zapatistas que salieron de Chiapas, en el sureste del país.

Pero lo que aprobó el Congreso fue una Ley Indígena muy diferente a lo que se había acordado. Y el EZLN rompió definitivamente el diálogo con el gobierno federal.

Derechos de autor de la imagen Ramón Cavallo/AFP
Image caption En 2001 la Comandancia del EZLN habló en la tribuna del Congreso.

López Obrador era entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, como se llamaba entonces la capital del país, y uno de los más influyentes líderes en el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Y la organización política, que había apoyado la propuesta zapatista, votó en favor de la contrarreforma, como se llamó a la iniciativa del Ejecutivo.

El EZLN dijo que fue traicionado, y desde ese momento se retiró de la vida pública. Durante varios años el acceso a sus comunidades estuvo cerrado.

La desconfianza fue particularmente severa con AMLO.

"Hombre extraordinariamente hábil y pragmático, López Obrador ha concebido la jefatura del Gobierno del Distrito Federal como trampolín para la silla presidencial", lo criticó Marcos en 2003.

Y tres años más tarde, cuando el político contendió por primera vez como candidato presidencial, los zapatistas pidieron que no se votara por el candidato de la izquierda.

Derechos de autor de la imagen Reuters
Image caption López Obrador perdió dos elecciones antes de finalmente imponerse en los comicios de este año.

López Obrador perdió la contienda. Años después reconoció que el boicot del EZLN influyó en el resultado.

"Al decir que yo era fascista, lo cual es una exageración, sí influyó en la votación", dijo.

"Amarga experiencia"

En la siguiente elección presidencial, en 2012, López Obrador pretendió acercarse a los zapatistas.

"Les extiendo mi mano franca en señal de respeto y reconciliación", dijo en Chiapas. Pero la respuesta del subcomandante Marcos fue durísima.

Derechos de autor de la imagen AFP
Image caption Marcos siempre ha desconfiado de López Obrador.

"Uno de los tres bribones que habrán de disputarse el trono sobre los escombros de México ha venido a nuestras tierras a demandarnos silencio", escribió en referencia a los tres candidatos presidenciales de entonces.

López Obrador "no acaba de madurar y reconocer sus errores y tropiezos", agregó Marcos.

López Obrador perdió esa elección frente al actual presidente Enrique Peña Nieto.

Seis años después, en su tercer intento, el escenario es distinto: AMLO obtuvo el respaldo de 30 millones de electores, el 53% de la votación total.

Cuando asuma el gobierno, el 1 de diciembre, será el presidente más votado de la historia.

Pero eso no parece importar a los zapatistas.

A mediados de julio el equipo de López Obrador pretendió contactar a la dirigencia del EZLN, pero la respuesta de nuevo fue negativa.

Y esta vez añadieron otro elemento para su desconfianza: en el gabinete que empieza a formar el virtual presidente electo se encuentra Esteban Moctezuma Barragán, propuesto como secretario de Educación.

Derechos de autor de la imagen AFP
Image caption Algunos de los integrantes del gabinete de López Obrador no les gustan al EZLN.

Como secretario de Gobernación con el entonces presidente Ernesto Zedillo en 1995, estableció contacto con el CCICG-EZLN para reanudar el diálogo suspendido un año antes.

Pero cuando se había concretado un encuentro con el funcionario, la Procuraduría General de la República informó la supuesta identidad del subcomandante Marcos: Sebastián Guillén Vicente.

Inmediatamente después empezó una operación militar en la zona zapatista para capturar al líder insurgente y el resto de la Comandancia.

Marcos dijo que Esteban Moctezuma sólo pretendió ganar tiempo para desarticular al movimiento. La historia se recuerda ahora y es una de las razones para rechazar el contacto con AMLO.

"El EZLN ya tiene la amarga experiencia de aceptar el contacto con un señor que después sería declarado presidente electo", dijo el subcomandante Moisés en un comunicado.

"Quien operó esa traición, el señor Esteban Moctezuma Barragán, es ahora uno de los propuestos para formar parte del gobierno".

"Hechos y acciones"

¿Cómo puede vencer AMLO el recelo zapatista?

"La confianza se gana con hechos y acciones" le dice a BBC Mundo Adelfo Regino, propuesto por López Obrador como próximo coordinador de Asuntos Indígenas.

Derechos de autor de la imagen Getty Images
Image caption La inclusión de los Acuerdos de San Andrés en la Constitución podría ser clave para la recuperación de la confianza.

"Tenemos que avanzar con acciones y resultados concretos para nuestros pueblos y comunidades", agrega.

Y, en la estrategia, un paso fundamental es que el Congreso apruebe integrar los Acuerdos de San Andrés en la Constitución.

El documento establece, por ejemplo, el derecho de los pueblos a elegir a sus autoridades con base en sus usos y costumbres.

También permite un sistema de impartición de justicia de acuerdo con su cultura cuyas sanciones y juicios serán respetados por el Poder Judicial.

Ese es un sistema de gobierno que ya existe en varios municipios y que tiene antecedentes en varios países como Bolivia, explica Regino.

"Queremos que los casos de autonomía de facto puedan tener un reconocimiento jurídico", insiste el posible miembro del futuro gabinete de AMLO.

Y aunque el reconocimiento constitucional de lo acordado hace años con el EZLN podría ayudar a tender puentes entre el futuro gobierno y ese movimiento, para Regino en el fondo también se trata de un acto de elemental justicia.

"Lo que demandan los pueblos no es algo fuera de alcance o que ponga en riesgo la unidad nacional o la integridad del Estado mexicano", valora.

"Los pueblos indígenas hemos dicho claramente que somos indígenas pero también somos mexicanos", concluye.


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Por qué los zapatistas no apoyan a Andrés Manuel López Obrador, el primer presidente de izquierda en México


México: por qué los zapatistas no apoyan a Andrés Manuel López Obrador, AMLO, el primer presidente de izquierda del país

Alberto Nájar BBC News Mundo, Ciudad de México
Derechos de autor de la imagen AFP
Image caption El EZLN no confìa en López Obrador.

El festejo por la victoria de Andrés Manuel López Obrador en la elección presidencial no terminaba, cuando desde el sureste del país llegó un frío mensaje.

A diferencia de otras organizaciones de izquierda, el Ejército Zapatista de Liberación (EZLN) anunció que mantendría su distancia con el próximo presidente.

"No, nosotras, nosotros, zapatistas, NO nos sumamos a la campaña 'por el bien de todos, primero los huesos", decía en referencia al eslogan de campaña de AMLO, como se conoce en México al político.

"Podrán cambiar el capataz, los mayordomos y caporales, pero el finquero sigue siendo el mismo. Ergo…".

Derechos de autor de la imagen AFP
Image caption Andrés Manuel López Obrador pretende dialogar con el EZLN.

El duro mensaje, firmado por el Subcomandante Galeano –antes Marcos- sorprendió a muchos en el país.

López Obrador consiguió el respaldo de muchos grupos que fueron sus adversarios en otras contiendas presidenciales.

Además, tanto durante la campaña, y después como candidato ganador, su equipo también ha intentado establecer contacto con el Comité Clandestino Indígena-Comandancia General (CCICG-EZLN), el grupo que encabeza a los zapatistas.

Y el presidente electo les envió además una clara señal de reconciliación, asegurando que promovería la inclusión en la Constitución de los "Acuerdos de San Andrés sobre Derechos y Cultura Indígenas".

Derechos de autor de la imagen AFP
Image caption La controversia de los zapatistas con AMLO es de vieja data.

Los Acuerdos de San Andrés fueron negociados y firmados en 1996 por el EZLN y el gobierno federal, con el propósito de establecer autonomía a los pueblos indígenas del país, pero nunca se cumplieron.

Y, según confirman en su equipo cercano, ahora López Obrador pretende retomarlos como una especie de mensaje para dialogar con el EZLN.

Hasta ahora, sin embargo, las señales no han convencido a los zapatistas, que mantienen una larga controversia con AMLO, precisamente por causa de esos acuerdos.

La "traición"

El origen del desencuentro se ubica en 2001, cuando después de un recorrido por todo el país la dirigencia del EZLN –con Marcos al frente- solicitó en la tribuna de la Cámara de Diputados el cumplimiento de lo acordado en San Andrés.

Fue al final de la llamada Marcha de los 1111, el número de zapatistas que salieron de Chiapas, en el sureste del país.

Pero lo que aprobó el Congreso fue una Ley Indígena muy diferente a lo que se había acordado. Y el EZLN rompió definitivamente el diálogo con el gobierno federal.

Derechos de autor de la imagen Ramón Cavallo/AFP
Image caption En 2001 la Comandancia del EZLN habló en la tribuna del Congreso.

López Obrador era entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, como se llamaba entonces la capital del país, y uno de los más influyentes líderes en el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Y la organización política, que había apoyado la propuesta zapatista, votó en favor de la contrarreforma, como se llamó a la iniciativa del Ejecutivo.

El EZLN dijo que fue traicionado, y desde ese momento se retiró de la vida pública. Durante varios años el acceso a sus comunidades estuvo cerrado.

La desconfianza fue particularmente severa con AMLO.

"Hombre extraordinariamente hábil y pragmático, López Obrador ha concebido la jefatura del Gobierno del Distrito Federal como trampolín para la silla presidencial", lo criticó Marcos en 2003.

Y tres años más tarde, cuando el político contendió por primera vez como candidato presidencial, los zapatistas pidieron que no se votara por el candidato de la izquierda.

Derechos de autor de la imagen Reuters
Image caption López Obrador perdió dos elecciones antes de finalmente imponerse en los comicios de este año.

López Obrador perdió la contienda. Años después reconoció que el boicot del EZLN influyó en el resultado.

"Al decir que yo era fascista, lo cual es una exageración, sí influyó en la votación", dijo.

"Amarga experiencia"

En la siguiente elección presidencial, en 2012, López Obrador pretendió acercarse a los zapatistas.

"Les extiendo mi mano franca en señal de respeto y reconciliación", dijo en Chiapas. Pero la respuesta del subcomandante Marcos fue durísima.

Derechos de autor de la imagen AFP
Image caption Marcos siempre ha desconfiado de López Obrador.

"Uno de los tres bribones que habrán de disputarse el trono sobre los escombros de México ha venido a nuestras tierras a demandarnos silencio", escribió en referencia a los tres candidatos presidenciales de entonces.

López Obrador "no acaba de madurar y reconocer sus errores y tropiezos", agregó Marcos.

López Obrador perdió esa elección frente al actual presidente Enrique Peña Nieto.

Seis años después, en su tercer intento, el escenario es distinto: AMLO obtuvo el respaldo de 30 millones de electores, el 53% de la votación total.

Cuando asuma el gobierno, el 1 de diciembre, será el presidente más votado de la historia.

Pero eso no parece importar a los zapatistas.

A mediados de julio el equipo de López Obrador pretendió contactar a la dirigencia del EZLN, pero la respuesta de nuevo fue negativa.

Y esta vez añadieron otro elemento para su desconfianza: en el gabinete que empieza a formar el virtual presidente electo se encuentra Esteban Moctezuma Barragán, propuesto como secretario de Educación.

Derechos de autor de la imagen AFP
Image caption Algunos de los integrantes del gabinete de López Obrador no les gustan al EZLN.

Como secretario de Gobernación con el entonces presidente Ernesto Zedillo en 1995, estableció contacto con el CCICG-EZLN para reanudar el diálogo suspendido un año antes.

Pero cuando se había concretado un encuentro con el funcionario, la Procuraduría General de la República informó la supuesta identidad del subcomandante Marcos: Sebastián Guillén Vicente.

Inmediatamente después empezó una operación militar en la zona zapatista para capturar al líder insurgente y el resto de la Comandancia.

Marcos dijo que Esteban Moctezuma sólo pretendió ganar tiempo para desarticular al movimiento. La historia se recuerda ahora y es una de las razones para rechazar el contacto con AMLO.

"El EZLN ya tiene la amarga experiencia de aceptar el contacto con un señor que después sería declarado presidente electo", dijo el subcomandante Moisés en un comunicado.

"Quien operó esa traición, el señor Esteban Moctezuma Barragán, es ahora uno de los propuestos para formar parte del gobierno".

"Hechos y acciones"

¿Cómo puede vencer AMLO el recelo zapatista?

"La confianza se gana con hechos y acciones" le dice a BBC Mundo Adelfo Regino, propuesto por López Obrador como próximo coordinador de Asuntos Indígenas.

Derechos de autor de la imagen Getty Images
Image caption La inclusión de los Acuerdos de San Andrés en la Constitución podría ser clave para la recuperación de la confianza.

"Tenemos que avanzar con acciones y resultados concretos para nuestros pueblos y comunidades", agrega.

Y, en la estrategia, un paso fundamental es que el Congreso apruebe integrar los Acuerdos de San Andrés en la Constitución.

El documento establece, por ejemplo, el derecho de los pueblos a elegir a sus autoridades con base en sus usos y costumbres.

También permite un sistema de impartición de justicia de acuerdo con su cultura cuyas sanciones y juicios serán respetados por el Poder Judicial.

Ese es un sistema de gobierno que ya existe en varios municipios y que tiene antecedentes en varios países como Bolivia, explica Regino.

"Queremos que los casos de autonomía de facto puedan tener un reconocimiento jurídico", insiste el posible miembro del futuro gabinete de AMLO.

Y aunque el reconocimiento constitucional de lo acordado hace años con el EZLN podría ayudar a tender puentes entre el futuro gobierno y ese movimiento, para Regino en el fondo también se trata de un acto de elemental justicia.

"Lo que demandan los pueblos no es algo fuera de alcance o que ponga en riesgo la unidad nacional o la integridad del Estado mexicano", valora.

"Los pueblos indígenas hemos dicho claramente que somos indígenas pero también somos mexicanos", concluye.


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No venderse, no rendirse, no claudicar


No venderse, no rendirse, no claudicar

Babel

No venderse, no rendirse, no claudicar*

Javier Hernández Alpízar

Al compañero binnizá Lukas Avendaño, con quien alzamos la voz para pedir la presentación con vida de su hermano desaparecido, Bruno Avendaño.

La vida no es justa, el mundo no es justo, la historia no es justa. Llamó Simone Weil a la justicia, "desertora del campo de los vencedores". Y Walter Benjamin escribió que los vencedores no sólo vencieron en el pasado sino que continúan venciendo hoy, y tenemos que defender de ellos a nuestros muertos, defenderlos de los vencedores y de cómo escriben su historia. Precisamente porque la vida y el mundo no son justos, luchamos por la justicia como utopía orientadora, una brújula ético- política. Y tenemos que salvar no sólo el presente, sino el pasado, la memoria, y con ella, nuestros muertos; y salvar el futuro: ahí donde no queremos ya más ser esclavos, ni estar colonizados, ni olvidados o negados.

Actualmente los hoy vencedores están construyendo, fabricando, maquinando y reproduciendo una imagen falsa de los zapatistas del EZLN, no solamente de ellos, también de otros movimientos sociales, pero especialmente de ellos y de quienes han estado y hemos estado con ellos desde que los conocimos, cuando nos dieron la sorpresa del inicio de 1994 con su alzamiento armado, su declaración de guerra contra el Estado mexicano y, con ello, el derrumbe de la imagen del ídolo con pies de barro: Salinas de Gortari. Es especialmente injusta y calumniosa la falsa imagen de los zapatistas actuales como "fabricación del salinismo", entre otras razones, porque ellos perdieron vidas de compañeros indígenas que murieron combatiendo al gobierno y al ejército de Salinas de Gortari en una guerra justa contra la tiranía. Desde el momento en que, obedeciendo a la presión de la movilización ciudadana que dijo "compartimos las causas, pero no la vía", aceptaron los zapatistas del EZLN sentarse a dialogar con el Estado mexicano, hubo unos primeros pocos "decepcionados": ¿esperaban que mataran a todos los zapatistas actuales para así garantizar su "pureza revolucionaria"? Sin embargo, los zapatistas del EZLN decidieron que no tienen vocación de mártires, decidieron vivir, cumpliendo con el pensamiento brechtiano de que el primer requisito para ser revolucionario es estar vivo. Además los zapatistas actuales, más que revolucionarios, se han declarado rebeldes: en vez de cambiar el mundo desde arriba, aspiran a transformarlo desde abajo, transformar el mundo y transformar el poder, y de transformarnos como sujetos políticos, para construirnos como sujetos autónomos, pensantes, rebeldes. De ahí lemas ético-políticos como el que da título a estas líneas: "no venderse, no rendirse, no claudicar".

Como en el mundo no existe justicia y como los vencedores del momento están tratando de escribir una falsa historia en la que los zapatistas actuales no figuran sino para el escarnio y la burla, por su color de piel o por no ser un movimiento seguido por millones, es hora de alzar nuestra voz, en defensa de la memoria. Es hora de aplicar el apotegma que me hicieron recordar hace poco los editores de la página (hackeada como otras, como Enlace Zapatista) "Los Gastos Pendejos", ese apotegma que dice: "soy amigo de Platón, pero soy más amigo de la verdad", con el cual Aristóteles definió la única honestidad intelectual posible. En aras de esa honestidad intelectual a la que estamos obligados, y de la ética política que los zapatistas del EZLN nos han enseñado, tenemos que aclarar algunas cosas y refrescar la memoria a los desmemoriados; incluido el oficiante de la amnesia a conveniencia, quien viajó por Europa gracias a sus redes de apoyo, pero hoy acusa a los zapatistas del EZLN de "sectarios" o de llamarlo "tonto".

Sin el alzamiento armado de los zapatistas, no se habría derrumbado la imagen autoconstruida de Salinas de Gortari, quien quería pasar a la historia como el Gorbachov, el modernizador mexicano. Sin la Marcha de la Dignidad, Marcha del Color de la Tierra, no habría comenzado a derrumbarse otro ídolo con pies de barro, Vicente Fox. Además, sin la crisis del sistema político mexicano que los zapatistas actuales provocaron, la cual obligó a los partidos existentes (PRI; PAN y PRD, representado este último por Muñoz Ledo y López Obrador) a pactar los acuerdos de la calle de Barcelona, en la Ciudad de México, no habrían podido gobernar algunos estados y el país los partidos antes de oposición: el PRD en la ciudad de México, el PAN en el país, y ahora Morena, en el país.

Interesadamente pretenden olvidar hoy la presencia desafiante del EZLN en el sureste mexicano para fingir su inexistencia, su pasividad o inventar teorías de la conspiración sobre ellos. Así como en la Nueva España no se creía que las rebeliones indígenas fueran otra cosa que obra de la mala influencia de mestizos o castas, así han sido la derecha y luego la derecha camuflada de izquierda (PRD y Morena) las que han intentado explicar la extraña conducta de los indígenas zapatistas: insumisión, rebeldía y negación a claudicar, como la obra de "extranjeros", "priistas", "mestizos" o alguna otra fuerza extraña: el racismo y colonialismo son transparentes en estas calumnias.

Sin embargo, la vocación de spoilers de los zapatistas actuales, resultado de su mirada no centrada sólo en lo inmediato, sino en el mediano y largo plazo, en las tendencias, esa vocación de aguafiestas ha acertado: como dijeron los zapatistas desde 2005, la "izquierda" del PRD y la de López Obrador dejaron de ser izquierda, son una derecha que quiere pasar por "centro". El PRD acabó diluyéndose en sus "exitosas" alianzas con el PAN; y Morena, antes de ir a su primera elección presidencial, era ya el caballo de Troya del PES, yunquistas, políticos y empresarios salinistas, zedillistas, foxistas y calderonistas, y un pinochetista como Alfonso Romo.

En lugar de una exégesis de los textos zapatistas en los cuales han expresado con claridad asombrosa y anticipadora todo esto, intentaremos analizar, por nuestra propia cuenta y riesgo, a la comunidad carismática (que gracias al voto de castigo y hartazgo, se sueña hoy masiva) de López Obrador. Esta operación mental, intelectual, conceptual, no es mero ocio especulativo, es un intento por hallar un hilo racional que nos oriente en medio del fanatismo y el supremacismo de Morena y su retroalimentación con las porras y los posteos masivos que ahogan las voces que dicen: "el rey va desnudo".

Nos centraremos en solo un sector del voto y apoyo a AMLO y Morena, descontando el voto que le logró quitar a Margarita Zavala, el PAN, el PRD y el PRI y los sin partido, quienes sufragaron castigando a esos partidos. Estos votantes actuaron con la racionalidad del mal menor o del voto útil de castigo contra quienes han malgobernado México. Es una apuesta racional y su decepción vendrá cuando vean que no hay diferencias radicales entre los castigados y los beneficiados con el voto de castigo. Descartamos también los votos comprados por Morena y el Partido Verde, al menos en Chiapas, como relató en La Jornada Luis Hernández Navarro. Nos ocuparemos más bien del núcleo duro del voto pro AMLO y Morena porque es también muy activo en las redes digitales y en la contrainsurgencia contra los zapatistas y otros movimientos sociales. Es un sector que está dispuesto a darle a AMLO un cheque en blanco por varios años y hasta ahora se ha mostrado hostil contra quienes no acepten su postura y su lógica como la única razonable y la única honesta, por lo que acusan a todo disidente u opositor de traición a la patria, encarnada en su líder fetichizado. Este sector será mantenido fiel, además de por convicción, por las ayudas económicas del gobierno de Obrador y Romo que irán destinadas a jóvenes urbanos, los así llamados millennials, y otros sectores focalizados, repito, muy activos en redes digitales.

Exploremos esta vía de análisis. La crítica del fetichismo viene desde los profetas del Antiguo Testamento, quienes constantemente regañaban al pueblo hebreo por su propensión a la idolatría: adorar un fetiche, una obra de sus propias manos. Haciendo una analogía, Karl Marx la trasladó al concepto del fetichismo de la mercancía y el del fetichismo del dinero: una obra de las manos de los trabajadores aparece ante sus ojos con propiedades fascinantes, deslumbrantes, ajenas a ellos, independientes de sus creadores. La mercancía, en estos tiempos, pasó a ser modelo de plenitud de ser, y con ello, los seres humanos han querido soñarse siempre jóvenes, siempre sanos, atléticos, con fenotipo caucásico, o al menos con el fenotipo más juvenil y vigoroso de su propia etnia. Después, fetichizar estrellas de cine, del deporte, del rock o del pop es apenas un sistema paralelo al de la fetichización de las mercancías: esas estrellas son los modelos que dicen cómo vestir, de qué color llevar el cabello o qué fumar o beber, promueven productos y marcas. Además de los rockstars, el sistema capitalista y aun el socialismo real han fetichizado a seres humanos haciéndolos pasar como superhombres, como hombres providenciales o genios.

Pero aquí nos referimos a un fetichismo específico. En la política opera un fetichismo con las características propias del poder, de la relación entre líder y masas: son las masas quienes empoderan al líder con su presencia en las demostraciones masivas de poderío, en las campañas, en la guerra o en las urnas. Sin embargo, la narrativa del poder invierte la relación, parece que el líder, con su carisma, su legitimidad o su providencialidad, es quien da legitimidad a las masas, quien las hace ingresar en la dimensión de la historia. Ante el líder fetiche, las masas sucumben al poder de una obra suya, a quien ven como independiente, superior a ellas y como guía.

Las masas humanas tienen, como las masas físicas, una fuerza de gravedad que atrae y hace desaparecer en ellas a colectivos más pequeños o a individualidades. Pero el problema no es meramente ese poder y energía concentrados, sino que la fetichización del líder impide todo control democrático: las masas introyectan que ellas deben obedecer al líder y no al revés, por ende, no tienen ningún control democrático sobre él ni sobre sus operadores, sus estructuras burocráticas, su partido u organización. Por algo Simone Weil identificaba esta forma política con la Gran Bestia de la Revelación de San Juan: porque la fetichización del líder, el partido y de las masas obedientes es una versión "secular" (muy precariamente secularizada) del ídolo.

Además, el carisma del líder y su movimiento de masas trata de tener el apoyo de las masas de los muertos, diría Elías Canetti, el pasado, la historia, la cual tiene que ser reescrita para legitimar la dominación presente. Esa es la historia de la que tenemos que salvar a nuestros muertos. Así como el PRI pretendía ser heredero de Zapata y Villa, lo mismo que de sus asesinos; así los propagandistas de Morena pretenden ser herederos de la historia (la "cuarta transformación") aunque traicionen y falsifiquen los ideales y principios de las revoluciones anteriores, por ejemplo, del magonismo, al llamar "Regeneración" al diario oficial de un movimiento restaurador del neoliberalismo con estabilidad social.

Una de las consecuencias directas de ese "nosotros carismático" es que necesita un enemigo externo cuya hostilidad y amenaza lo justifique: como está prohibida, tabuada, la crítica a la burguesía y los capitalistas, con los que pacta la administración del conflicto social, la mistificación de la lucha de clases, entonces los enemigos son los extranjeros, los migrantes, los otros. En este caso: los críticos, los movimientos sociales, las resistencias contra los megaproyectos, como el Aeropuerto de Texcoco, y todos los que no aceptan la "pacificación" (por cierto, así también la llamaba el porfirismo): los insumisos, como los zapatistas del EZLN, y con ellos el CNI y el CIG.

¿Cómo llegó un movimiento que pretendía ser de izquierda a esta posición: del imaginario que les prometía Taibo II, fusilar a los conservadores, al escenario que fantasea hoy en redes digitales la contrainsurgencia antizapatista: fusilar a Galeano como "traidor al pueblo" y sobre todo como "amenaza" para el líder fetiche que vestirá la banda presidencial? Mi hipótesis es que llegó a eso por la inversión de fines y medios: el análisis aparentemente frío, racional, instrumental, pragmático y estratégico no funciona sin un núcleo de fe: la fe en el líder carismático. Pero el resultado interesante de esta operación es la inversión de fines y medios: el partido deja de ser un medio para un fin y, como dice Simone Weil, el partido se vuelve un fin en sí mismo. Si un molesto Sócrates preguntara sobre la diferencia entre la doctrina o el ideario de un partido y otro, llegaría a un fondo confuso, un río revuelto de ideas ambiguas, aunque todas neoliberales. Pero el partido tiene que crecer, tiene que ganar, tiene que avasallar, tiene que callar a las voces críticas. Y si el líder es lo esencial del partido, entonces el líder deja de ser el medio para un fin, la pascua histórica, y se vuelve un fin en sí mismo: el presidente como sustancia pura, histórica y aun transhistórica, el avatar de la cuarta transformación, es decir un ídolo y fetiche. López Obrador (como antes pasó con el PRD) dejó de ser un medio para un fin: el cambio, y se convirtió en el fin en sí mismo, al que se puede sacrificar todo: incluso el cambio. Importaba tanto que López Obrador fuera presidente, que no importó que para ser elegible se comprometiera con un programa esencialmente neoliberal.

El pragmatismo en boga, no en su sentido filosófico sino coloquial, hace como dicen los versos de una canción de Serrat: "juega las cartas que le da el momento, mañana es sólo un adverbio de tiempo". La lógica del pragmatismo es ver y administrar los útiles que te pueden ayudar como medios para un fin, ciega razón instrumental, pero cuando estos instrumentos son otras personas (políticos priistas, perredistas, panistas, yunquistas, de Encuentro Social), entonces el uso es doble: tú los usas a ellos y ellos te usan a ti. Más allá del problema ético, usar personas como medios, hay un problema específicamente político: en la medida en que vas haciendo esas alianzas, el cambio, la supuesta meta, es también trastocado, por debajo del lenguaje aparentemente "regenerador" hay una continuidad del neoliberalismo claramente expresada: el paraíso de las inversiones y las Zonas Económicas Especiales. Y una profundización de la agresión colonial, así por ejemplo, las semillas editadas genómicamente, como llama la neolengua a los transgénicos, o el corredor Coatzacoalcos-Salina Cruz, versión siglo XXI de los tratados McLane-Ocampo, y el tren de alta velocidad de Cancún a Palenque, que proyecta su amenaza sobre territorios indígenas mayas, enclaves coloniales que AMLO prometió en su carta a Trump. Proyectos que pese a las supuestas intenciones de "respetar derechos humanos" de los pobladores, comienzan violando su derecho a decidir el tipo de desarrollo que desean al imponerles la subordinación a los intereses del capital estadunidense.

Al concepto de fetichismo de las mercancías de Marx, Walter Benjamin lo enriqueció con el análisis de la prostitución moderna: las mercancías seducen a los clientes para que las compren y hay de suyo una prostitución en la venta de las mercancías, por lo que el mundo y el sistema de las mercancías es una pornocracia, con el marketing como gran alcahuete. Por otro lado, en la figura de la prostituta encuentra Benjamin la apoteosis de la empatía con la mercancía. Llevando este concepto a la fetichización política, cuando el pragmatismo lleva a usar a las personas como medios, en el doble sentido de yo te uso- tú me usas, entonces la prostitución es prácticamente literal, y no estamos hablando sólo del intercambio de favores sexuales, que los hay, incluso en el mundo de las mafias y capillas literarias, como recientemente confirmamos los lectores: una especie de Sodoma de la película Año Uno, en donde el cargo del que acusa el funcionario Caín no es el de "sodomía", sino el delito de "negarse a la sodomía"; estamos hablando también y sobre todo de prostituir las mentes, los corazones, las conciencias. En el caso de AMLO y Morena, vender el ideal de cambio para de volverse elegible, aunque ya no sea para la reforma y el cambio sino para perpetuar el neoliberalismo. Como decían las trabajadoras y trabajadores sexuales en la Otra Campaña: la verdadera prostitución está allá arriba. Y de esa corrupción López Obrador y sus más cercanos sí participan, de cuerpo entero.

No decimos todo esto por mero moralismo, porque de vez en cuando sacan la cabeza de su orgía para acusarnos de "puristas" o para ofrecernos participar con ellos. Lo decimos, primero, porque ellos mismos han usado el lenguaje moral-religioso ("no robar, no mentir, no traicionar"), lenguaje que rápidamente traicionan robando, desde el plagio de ideas, programas y nombres, etiquetas o banderas, hasta el uso ilícito del dinero mismo (Fideicomiso, compra de votos en Chiapas), y mintiendo, cuando dicen querer el cambio, pero ofertan la continuidad, la permanencia del neoliberalismo.

Decimos todo esto para comprender la digna oposición y resistencia de los zapatistas del EZLN. Los actuales zapatistas tienen una profunda aversión a las falsificaciones, los grandes fraudes y las imposturas, las han denunciado siempre: así denunciaron a Salinas, a Zedillo, a Fox, a Calderón, a Peña, a López Obrador.  Sin embargo, estamos en un momento en que los ídolos-fetiches y las mercancías seducen, en que la verdad y la dignidad no son sexys, no atraen a las masas. En un momento así, lo que menos necesitamos es una voz alcahueta que nos persuada de que no importa la verdad, sino estar con los triunfadores. Por el contrario, sí necesitamos de una voz disidente, rebelde, que diga: "yo no me inclinaré ante su ídolo, no iré al besamanos con ese que ustedes llaman: su pastor" (Solalinde dixit) o el hijo de un "vientre bendito", como lo ha llegado a llamar su feligresía.

En medio de esa humilde apelación a la fuerza, el "somos millones y ustedes muy poquitos", en medio de la invitación a la orgía de las ilusiones (el "no se aíslen"), los zapatistas actuales, con su mirada de plazos medianos y largos, nos dicen: "gobernaran sólo cinco años y diez meses, mientras nosotros seguiremos haciendo lo que llevamos más de veinticinco años haciendo: resistir". Y sí hay algo que los pueblos indígenas y no indígenas saben hacer es resistir. La pregunta es: en este México, con este plan en marcha de nuevo colonialismo y embate contra las comunidades, ¿dónde has estado tú, dónde estás hoy y, sobre todo, dónde vas a estar? La consigna es: "No venderse, no rendirse, no claudicar".

*Texto escrito para el foro El México de arriba frente al México de abajo y a la izquierda después del 1ro. de julio.

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La Jornada: La jugada en la cancha zapatista


La jugada en la cancha zapatista

n grupo de mujeres jóvenes con pasamontañas recitan de manera colectiva poemas mezclados con danza, consignas que hacen volar pétalos, porras alzando maíces, todo en distintas formaciones circulares, después lineales, que abarcan el espacio de la cancha de básquetbol. La palabra de las comunidades rebeldes también está en el arte performático. Con estas representaciones recibieron a María de Jesús Patricio en los cinco caracoles de los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas (Marez). Con arte reciben también a comunidades indígenas del país y del mundo.

No es casualidad que las comunidades zapatistas representen la autonomía que viven ocupando el espacio de una cancha. No un teatro. Después del levantamiento armado, los Diálogos por la paz de San Andrés Sacam'chen comenzaron en una cancha. Al gobierno le pareció cualquier lugar dialogar en una cancha, pero no; de acuerdo con la referencia cruzada que plantea el escritor Juan Villoro, las comunidades zapatistas, de ascendencia maya, portan en ellas el sentido del juego de pelota como el momento en el que la rueda del cosmos rebota en el patio del mundo, una cancha que llamaban taste. Incluso, hay registros de la importancia del taste por su asociación directa con el paisaje sagrado, con los espacios de la cotidianidad y las actividades colectivas, al grado de simbolizar la comunidad.

Pero ahora en las canchas zapatistas está el arte y en este arte performático tan propio hay mensajes muy claros. En sus obras recrean el ejercicio de la participación política, su visión de autonomía, la fortaleza de las mujeres, la justicia autónoma o de su historia antes y después del levantamiento. Todo lo dialogado en la cancha de San Andrés está primero en al práctica luego en las representaciones. El Colectivo Transdiscipinario de Investigaciones Críticas (Cotric) describe que en el arte zapatista hay un sistema de signos y símbolos estable y cinco temas recurrentes: La historia del pasado, desde la colonia hasta los caciques; el pasado revolucionario hasta el levantamiento de 1994; el presente en resistencia y autonomía; el futuro con esta forma de gobernar distinta; y lo transtemporal que conecta los diferentes tiempos.

Lo que pasa en las canchas de los Maresz deja en ridículo la idea que ofrece el equipo del candidato triunfador de la elección presidencial de cumplir los acuerdos de San Andrés, pues sería no reconocer que naciones indígenas enteras ya los llevan a cabo: un discurso político pegador, afirma el abogado Ñuú savi Francisco López Bárcenas, pero como propuesta de gobierno está atrasada. Las bases zapatistas muestran en la cancha el ejercicio de sus derechos culturales, firmados en los acuerdos.

Pero ahora en las canchas. representan mediante el arte la participación política, las mujeres al mando, pero también las diferencias entre la dinámica entre el capitalismo neoliberal y la autonomía zapatista que viven día a día. No sólo las comunidades zapatistas, cientos de comunidades, de norte a sur de México de por sí ejercen uno o todos los puntos de los Acuerdos de San Andrés, con o sin las leyes aprobadas en 2001, decenas jamás dejaron su organización propia. No es casualidad que en el mismo comunicado donde el EZLN critica las dinámicas político electorales recién finalizadas, es el mismo que invita al festejo de los 15 años del arranque de los cinco caracoles zapatistas y a la tercera edición del Festival compArte.

La relación entre los pueblos indígenas del país, la sociedad y el Estado no es la misma desde el levantamiento zapatista o la activación de los cinco caracoles que funcionan de manera autónoma. Parten de un ejercicio distinto de su identidad frente a este nuevo gobierno. ¿Qué va pasar si no hay un contrapeso? Esa evidencia que logró la campaña de Marichuy al desnudar el sistema electoral disfuncional, evidenciar que es la izquierda embriagada de triunfo la que atacó la propuesta del CNI y el EZLN, con el argumento de que era una estrategia para dividir a la izquierda.

Con este arte performático, las bases de apoyo zapatistas ponen los derechos culturales de las naciones originarias sobre a cancha. Estos derechos son los más desprotegidos por no estar cobijados por los tratados internacionales. Son tan amplios que abarcan desde rituales, lengua, identidad, creaciones artísticas actuales de las comunidades y también el patrimonio cultural inmaterial, el significado de las prácticas ancestrales e incluso la relación biocultural, que dan sentido a la autonomía que ejercen los pueblos. Más que más que asesores, como dice el padre Solalinde, veo una cancha en medio del bosque, mujeres, niños, abuelos y abuelas luchando, en rebeldías recreando y exaltando su historia propia con arte. Hay equipos que juegan en dignidad hasta el último minuto.

*Periodista


Pueblos indígenas buscan reconocimiento a autonomías y la conservación de sus territorios


Pueblos indígenas buscan reconocimiento a autonomías y la conservación de sus territorios

Indígenas buscan una nueva relación entre los pueblos originarios y el gobierno que encabece López Obrador. Foto: Ángeles Mariscal

No solo se trata del reconocimiento legal a la elección de autoridades por el sistema de usos y costumbres. Los indígenas de Chiapas, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Estado de México, que se reunieron este sábado en el "II Encuentro nacional por la libre determinación de los pueblos indígenas de México", buscan el reconocimiento constitucional a los gobiernos autónomos, el respeto a su identidad cultural, y la protección de los recursos naturales que hay en sus territorios

OXCHUC, CHIAPAS.- Sus objetivos son los mismos, sus caminos son distintos. La llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de México es vista por algunos pueblos indígenas como una oportunidad para avanzar en una nueva relación con el Estado mexicano que respete sus derechos colectivos. Otros pueblos y comunidades integrados en el Congreso Nacional Indígena (CNI) y el movimiento que encabeza el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), ven con escepticismo y recelo al próximo gobierno federal, mientras trabajan en la construcción de las autonomías de facto y en la defensa de su tierra y territorio.

En el primer grupo, que espera una nueva relación entre los pueblos originarios y el gobierno que encabece López Obrador, están los habitantes de Oxchuc y de otras comunidades de esta región, que se encuentra entre la zona selva de Ocosingo y los bosques de Los Altos de Chiapas.

Los tzeltales lograron hace un año que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y luego el Tribunal Electoral del Estado de Chiapas reconoció su derecho a la elegir a sus autoridades mediante sus propios sistemas normativos electorales y sin la participación de partidos políticos (TEECH/JDC/19/2017 y sus acumulados). Aún esperan el cumplimiento de esta sentencia, antes deben someterse a estudios antropológicos, socioeconómicos y a "documentar la situación de la estabilidad social en el municipio".

* * *

"Vamos a resurgir y tenemos que avanzar y autogobernarnos". Foto: Ángeles Mariscal

A cuatro meses de que inicie el nuevo gobierno, el pueblo de Oxchuc, sus vecinos de Chilón y Sitalá –a quienes el Tribunal Electoral también reconoció este mes su derecho a la libre determinación de sus autoridades-, representantes de Nuevo San Juan  Chamula, Las Margaritas, Ocosingo, Chalchuitán, Chenalhó, e integrantes del Movimiento por la Defensa de la Vida y el Territorio que agrupa a 13 municipios de Chiapas,  se reunieron en el "II Encuentro nacional por la libre determinación de los pueblos indígenas de México".

En el encuentro también participaron representantes de pueblos que han ganado batallas legales en sus estados para conseguir la libre elección de sus autoridades, como Cherán, en Michoacán, y Ayutla de los Libres, en Guerrero, además de pobladores de municipios de Oaxaca que tienen elecciones por el sistema de usos y costumbres, y del Estado de México, que están en ese proceso.

Esta vez invitaron Adelfo Regino Montes, a quien López Obrador nombró como responsable de sacar adelante los temas indígenas; María Luisa Albores, próxima Secretaría de Desarrollo Social; y Jesús Ramírez, vocero del virtual presidente electo.

Antes de sentarse ante miles de indígenas reunidos en la plaza de Oxchuc, los tres integrantes del equipo de transición fueron vestidos a la usanza indígena del lugar. Al rodearles la cintura con una fajilla roja bordada por las mujeres tzeltales, sus anfitriones les explicaron: esta fajilla simboliza el amarre que deben tener con los pueblos indígenas, simboliza el compromiso que adquieren con los pueblos a los que se deben.

Luego, les entregaron una sonaja hecha con semillas de los árboles nativos, y danzaron con quienes estaban reunidos en la plaza, al ritmo de la música proveniente de una arpa, "para armonizar juntos el espíritu y lograr acuerdos en armonía", les explicaron.

Después fueron tomando la palabra los consejales de Cherán (Michoacán), Ayutla de los Libres (Guerrero), Chilón, Sitalá y Oxchuc, para explicar el camino que han andado para el reconocimiento legal y constitucional a los gobiernos autónomos, el respeto a su identidad cultural, y la protección de sus recursos naturales; caminos que ha pasado desde la resistencia armada ante grupos de la delincuencia organizada y paramilitares, hasta la lucha legal en los tribunales.

"López Obrador dijo que la primera prioridad son los de más abajo, se refirió a los pueblos indígenas. Y eso a los pueblos indígenas nos da la esperanza de que nosotros vamos a resurgir y tenemos que avanzar y autogobernarnos", explicó Juan Gabriel Méndez López, a nombre de Oxchuc.

Esta ruta pasa –dijo- porque nunca más los partidos políticos sean la vía para elegir a sus gobiernos comunitarios: "Los partidos políticos sólo han llegado a dividirnos, a saquear al municipio y a usar los programas sociales para condicionar los votos".

Gabriel Méndez especificó que entre estos partidos políticos está quienes en Chiapas son dirigentes del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), –partido que fundó López Obrador y por el cual llegó a la presidencia-, y que ahora ocuparán cargos de elección popular.

"Aunque va a haber obstáculos entre el nuevo gobierno, y lo sabemos, nosotros vamos a seguir resistiendo hasta que se logre la libre determinación como pueblos indígenas", insistió.

También retomó el planteamiento de los pueblos indígenas que se reunieron en Morelia, Michoacán, el pasado 24 de junio: la "Cuarta Transformación" que promete López Obrador, debe materializarse en cancelar la política de Estado llamada "indigenismo", reconociendo a las comunidades como sujetos de derecho público, con sus cinco componentes: territorio, gobierno propio, sistemas normativos propios, idiomas originarios, cosmovisión y lugares sagrados. Con derecho a reconstituirse como pueblos, tribus y naciones indígenas, ejerciendo su derecho a la libre determinación y autonomía.

* * *

María Luisa Albores, próxima Secretaría de Desarrollo Social; y Jesús Ramírez, vocero del virtual presidente electo, y Adelfo Regino Montes, Coordinador de Asuntos Indígenas. Foto: Ángeles Mariscal

Los pueblos indígenas que participaron en el encuentro de Oxchuc buscan se establezca una nueva relación con López Obrador, distinta a la que ha caracterizado los gobiernos anteriores. Esperan de este nuevo gobierno, que armonice la Constitución y las leyes necesarias, con el principio del derecho a la libre determinación y autonomía,  fundamentado tanto en el derecho internacional, en el Convenio 169 de la OIT, Declaración de la ONU sobre Pueblos Indígenas.

También, dijeron, esperan que cumpla el compromiso que asumió con los pueblos indígenas, al pedir su voto, de que promovería el cumplimiento de los Acuerdos de San Andrés, firmados entre el EZLN y el gobierno federal, en febrero de 1996.

En su pronunciamiento final, subrayaron: "Los pueblos indígenas de Chiapas y de México rechazamos el neoliberalismo como política, ya que amenaza a nuestros territorios. Las petroleras, las mineras y todas las empresas extractivistas, que nos despojan del agua, biodiversidad, y de nuestros territorios, son una amenaza para nuestros pueblos. Por lo que demandamos al presidente electo Andrés Manuel López Obrador, definir una política de Estado que revise la legalidad de las empresas extractivistas, y despliegue una estrategia de defensa de los territorios indígenas. Al mismo que convocamos a todos los pueblos indígenas a continuar en la defensa de nuestra madre tierra. El planeta tierra lo tenemos prestado, y está bajo nuestra responsabilidad mantener la vida".

En respuesta a estos planteamientos, Adelfo Regino apeló a la vía institucional para llegar a esa meta: "El camino es el diálogo, la conciliación, el camino es que apelemos al uso de las instituciones, a la movilización pacífica o a otro tipo de mecanismo pacífico. Por eso estamos dando un mensaje importante a Chiapas y al país (…) es su derecho de los pueblos indígenas elegir su futuro sin ningún tipo de condicionamientos e imposiciones".

* * *

Este fin de semana, López Obrador recorrió la zona indígena de la selva Lacandona, en una visita que, dijo, "es una investigación que estoy haciendo en campo (…) para preguntarle, consultar y recoger los sentimientos de la gente" sobre el proyecto para la siembra de un millón de hectáreas de árboles frutales y maderables.

En esta región también están latentes nuevos proyectos hidroeléctricos que utilicen los ríos Grijalva y Usumacinta, sobre los cuales los indígenas de la región han manifestado su rechazo.

Será la prueba de fuego para un gobierno que ha prometido no imponer propuestas y cambiar la relación de los pueblos originarios. Pero también para los pueblos, que deberán mostrar una capacidad organizativa para enfrentar los intereses económicos en la región.

Mientras tanto, el próximo 2 de agosto iniciará en la comunidad Morelia ("tierra zapatista en resistencia y rebeldía"), ubicada en la selva de Chiapas, el encuentro de redes de apoyo al Concejo Indígena de Gobierno y su vocera Marichuy, convocado por el CNI y el EZLN.

En ese encuentro, los indígenas escépticos del nuevo gobierno valorarán el proceso que se dio previo a las elecciones de 1 de julio, y se plantearán los pasos a seguir para la construcción de las autonomías indígenas. Luego de esta reunión se llevarán a cabo actividades culturales con la participación de la sociedad civil, y que tendrán como tema "Píntale caracolitos a los malos gobiernos pasados, presentes y futuros".

El encuentro culminará el 9 de agosto con el 15 aniversario de la conformación de las Juntas de Buen Gobierno del EZLN.

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sábado, 28 de julio de 2018

Denuncia CNI-CIG Chiapas


Denuncia CNI-CIG Chiapas

28 julio, 2018

Asamblea estatal del Concejo Indígena de Gobierno y del Congreso Nacional Indígena de Chiapas

A las Redes de Apoyo al CIG

A la Sexta Nacional e Internacional

A los medios libres, autónomos, alternativos, independientes

A la prensa nacional e internacional

Al pueblo de México

Reunidos en Asamblea estatal del Concejo Indígena de Gobierno, presentes 80 delegados y 24 Concejales y Concejalas de las diferentes regiones tsotsil, tseltal, tojolabal, chol, zoque y mestizo de la Costa de Chiapas, reafirmamos nuestra lucha por la vida, como lo ha declarado nuestra vocera del Concejo Indígena de Gobierno, por eso seguiremos trabajando para hacer florecer la organización de nuestros pueblos y nuestro Concejo. Como pueblos que caminamos con el Congreso Nacional Indígena nuestra lucha va más allá del sucio proceso de elecciones que dividen y corrompen la vida de nuestros pueblos y comunidades, que aprovecha la invasión de recursos gubernamentales para controlar, crear conflictos y sembrar la muerte para el despojo de nuestras tierras y territorios, para alimentar la guerra para el despojo que está creciendo en nuestras regiones, y en las diferentes partes de nuestro país.

Por Acuerdo de la Asamblea;

DENUNCIAMOS:  

En la región Chol de Salto de Agua, amenazan de desalojo  a la comunidad de San José El Bascán, que habita en tierras recuperadas en 1994. Los que fueron dueños esas tierras Ernesto Astudillo Alvarado, junto con sus hermanos Natividad y Gonzalo Astudillo Alvarado, enviaron el mensaje a la comunidad exigiendo el pago de la tierra. El 30 de marzo vendieron esa propiedad a Artemio Alvaro Vazquez, Diego Arcos Hernández, Rodolfo Alvaro Vazquez, quienes enviaron el mensaje a la comunidad de que el terreno les pertenece y lo desalojen, como  la comunidad no ha hecho caso a las presiones, fueron denunciados ante el ministerio público. La comunidad chol de San José El Bascán, organizada en su región chol de Salto de Agua, no va a dejar las tierras que fueron recuperadas, las va a defender.

En la zona Zoque de Marqués de Comillas, se encuentra bajo la amenaza por la presencia de pozos petroleros y otras actividades extractivas. Han estado llegando personal de gobierno, que se desconoce su procedencia, y que están entrando a las tierras de las comunidades sin conocimiento de nadie. En el mes de abril entraron en el terreno ejidal de Zamora Pico de oro, donde manifestaron que están a la espera de la aprobación para comenzar la explotación de los materiales que se encuentran. Las autoridades de las comunidades desconocen la información sobre esta explotación, pero está la amenaza de comenzarán a entrar las empresas para trabajar en las tierras de Pico de Oro, comunidades céntricas,  así como San José, Río Salinas, América Libre, y también en la Nueva Unión, que pertenece al municipio de Benemérito de las Américas.

En la región Tsotsil-Tseltal, en Venustiano Carranza, familias de pescadores de la comunidad de Paraíso y miembros del CNI, así como sociedad pesquera de esa comunidad, están siendo amenazados por los marinos encargados de la vigilancia de la Presa La angostura, de que serán multados de 15 mil a 20 mil pesos, y que les decomisarán el equipo de pesca, por no querer participar en los partidos políticos y por no querer recibir los regalos que están repartiendo. Serán afectados gravemente al arrebatarles sus herramientas de trabajo como pescadores, privándoles de los medios para obtener su sustento, ya que esta comunidad antes era campesina, pero como fue inundada la tierra por la presa ahí quedaron sus tierras por lo que se dedican a pescar.   

En la comunidad de Mitziton, de San Cristóbal de Las Casas, existen amenazas de que les quitarán el permiso y la casa de salud autónoma, que construyeron  hace 3 años, por parte de los priistas de la comunidad. Las exautoridades ejidales y el agente estaban de acuerdo cuando se construyó la clínica, ahora que cambiaron los priistas han presionado las nuevas autoridades para que arrebaten la clínica por organizarse como parte del Congreso Nacional Indígena.  

Por lo que les pedimos estar atentos de cualquier represalia en nuestra contra.

ASAMBLEA ESTATAL DEL CONCEJO INDIGENA DE GOBIERNO EN CHIAPAS

CONGRESO NACIONAL INDIGENA

NUNCA MÁS UN MÉXICO SIN NOSOTROS

POR LA RECONSTITUCIÓN INTEGRAL DE NUESTROS PUEBLOS

CHIAPAS, JULIO DE 2018


jueves, 26 de julio de 2018

La Jornada: ¿Escucharon?


La Jornada: ¿Escucharon?

ra 1995 y Ernesto Zedillo, presidente de México. La violencia y la crisis económica hacían un ambiente difícil para su mandato. Para ganar legitimidad, Zedillo se propuso solucionar el conflicto que un año antes había estallado en el sureste del país, donde el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se levantó en armas como respuesta al genocidio contra los pueblos indígenas y en exigencia de trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz para todas y todos los mexicanos; demandas a las que más tarde agregarían autonomía e información. Las causas del alzamiento siguen vigentes.

La estrategia de Zedillo consistió en simular públicamente paz y diálogo, al tiempo que preparaba el operativo militar con que pretendía detener a la comandancia zapatista. Esteban Moctezuma Barragán, entonces secretario de Gobernación, fue pieza clave en la operación: mientras él simulaba diálogo, Zedillo ordenó la revelación de la supuesta identidad de los dirigentes zapatistas y fueron liberadas órdenes de captura contra ellos.

El 9 de febrero de 1995, el Ejército Mexicano tomó varios poblados de Chiapas. Hubo detenciones ilegales, cateos, bombardeos, asesinatos de infantes, violaciones de mujeres. La traición de febrero, como fue conocido este suceso, fracasó en su objetivo final: detener a la comandancia zapatista.

En días recientes, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ratificó que Esteban Moctezuma será secretario de Educación Pública en su mandato. También nombró a Alfonso Romo como uno de los actuales responsables de transición en materia económica y su futuro jefe de gabinete. Romo ha sido un empresario consentido por el sistema. El mismo AMLO lo denunció varias veces.

Romo, al igual que Víctor Villalobos –propuesta de AMLO para dirigir la Secretaría de Agricultura y a quien Víctor M. Toledo en estas mismas páginas calificó de cipayo de las trasnacionales (https://bit.ly/2JtzIAZ)– impulsan abiertamente la utilización de transgénicos y semillas mejoradas, medida que es rechazada por campesinos de México.

Igualmente, a la pregunta expresa de si apoyarán las zonas económicas especiales (ZEE), Romo declaró el pasado primero de julio que las harían más grandes, que todo México tendría que ser un paraíso de inversión. Las ZEE son verdaderos enclaves coloniales, nuevos eslabones para el despojo, como bien apuntó Magdalena Gómez (https://bit.ly/2JwcJFA ).

Podríamos mencionar otros nombres que representan al sistema de privilegios, impunidad y corrupción y que ocuparán cargos clave en el próximo gabinete. Basten estos ejemplos para señalar que las dudas sobre un giro de 180 grados del próximo gobierno son legítimas, dudas que son alimentadas por los recursos discursivos típicos del salinismo, pero hoy enunciados por los mediadores del futuro gobierno, como Alejandro Solalinde, quien se refirió al EZLN como extremistas, indígenas influenciados por mestizos y minoría radical.

Pero las dudas sobre lo que sucederá arriba no desestiman lo que se movió en los abajos el pasado primero de julio. De las más de 30 millones de personas que votaron por AMLO, muchas votaron también, o sobre todo, contra la guerra, contra la impunidad y contra los feminicidios. Votaron por la presentación de las personas desaparecidas, por memoria, por verdad y por justicia. Votaron contra los gasolinazos, contra la reforma educativa y por empleo digno. El descontento acumulado a lo largo de muchos años decidió manifestarse ese día. La experiencia organizativa del movimiento de víctimas, del magisterio, de las juventudes, de las resistencias socioambientales, de las mujeres, de la diversidad sexual, de periodistas y de muchos otros, venció el fraude.

Todas esas voces debieran ser escuchadas. Y para que así sea, resultan ne­cesarios movimientos sociales, críticos e independientes. Movimientos que rom­pan el consenso neoliberal que pretenden ampliar las clases dominantes. Lo peor que nos podría pasar ahora es que derivemos en un neoliberalismo legitimado con el falso argumento de la unidad de los 30 millones de votantes. Hay que escuchar bien: mucha gente vo­tó contra el neoliberalismo, votó con­tra el sistema de muerte, despojo y corrupción que se llama capitalismo. Ni existe un capitalismo no-corrupto, ni el despojo empata con el bienestar de los pueblos.

En México sabemos lo que pasa cuan­do las organizaciones de nuestros pueblos se convierten en extensión del Estado. No queremos volver a vivir esa historia. Peor aún, si ese lugar no es ocupado pronto por las organizaciones democráticas de izquierda; el vacío será llenado por las derechas de la mano de Claudio X. González.

Hay que escuchar con atención lo que los múltiples abajos dijeron y dirán estos días. Ahora que pase el tsunami, las islas del mundo nuevo seguirán siendo horizonte que guíen el andar.

*Sociólogo.

Twitter: @cancerbero_mx


miércoles, 25 de julio de 2018

Viaje Colectivo al Encuentro de Redes y Comparte 2018


Jul252018

Viaje Colectivo al Encuentro de Redes y Comparte 2018

 

Red Movimiento y Corazón Zapatista

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martes, 24 de julio de 2018

ACCIÓN URGENTE: Grupo armado levanta a coordinador de CODEDI en Pochutla, Oaxaca


ACCIÓN URGENTE: Grupo armado levanta a coordinador de CODEDI en Pochutla, Oaxaca

ACCIÓN URGENTE:
Grupo armado levanta a coordinador de CODEDI en Pochutla
Congreso Nacional Indígena
Comité por la Defensa de los Derechos Indígenas (CODEDI)
Huatulco, Oaxaca
17 julio, 2018
Hoy martes 17 de Julio a las 11:30 am, un grupo de hombres armados y encapuchados levantaron en su propio domicilio al coordinador regional de CODEDI en Salchi, Pochutla, Abraham Hernández González, de 42 años. El grupo armado viajaba en una camioneta gris doble cabina placas RH-70-92 acompañados de otro individuo en una motocicleta, todos encapuchados y vestidos como militares. CODEDI y las organizaciones solidarias exigimos al gobierno de Murat la inmediata presentación de nuestro compañero. Estos hechos se suman a la emboscada y asesinato de tres compañeros de CODEDI en febrero de este año. Y la posterior detención del compañero Fredy, también coordinador de CODEDI. POR LO QUE RESPONSABILIZAMOS A ALEJANDRO MURAT DE LA DESAPARICIÓN DEL COMPAÑERO Y LE EXIGIMOS SU PRESENTACIÓN INMEDIATA.
Hacemos un llamado fraterno a las organizaciones sociales de Oaxaca y a los compañeros maestros y maestras de la sección 22 para la solidaridad en la difusión de esta denuncia y nos reservamos el derecho a la movilización en las calles para detener de una vez por todas estas agresiones del gobierno priísta de ALEJANDRO MURAT y de sus grupos de la delincuencia organizada contra CODEDI, las organizaciones sociales y los pueblos de Oaxaca.
Fraternalmente y combativamente:
COMITÉ POR LA DEFENSA DE LOS DERECHOS INDÍGENAS (CODEDI)
Santa María Huatulco, Oaxaca, a 17 de Julio de 2018.

Publicadas por a la/s martes, julio 17, 2018
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