jueves, 3 de julio de 2008

EZLN y EPR: las paradojas

02-Jul-2008
Análisis
Jorge Lofredo

Sin el riesgo cierto de una nueva escalada de violencia contra las comunidades zapatistas y la trascendencia que puede alcanzar una salida política a la cuestión de los eperristas desaparecidos, la mención de ambas circunstancias quedaría relegada simplemente a ello. Sin embargo, durante el transcurso del segundo semestre de 1996, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se encontraba en pleno diálogo con el gobierno federal al momento de la irrupción del Ejército Popular Revolucionario (EPR). La vía política primaba con los alzados de Chiapas, en tanto que los enfrentamientos militares imperaban en Guerrero y Oaxaca. Actualmente, los roles se han invertido: mientras el EPR y la actual administración federal encuentran en la Comisión de Mediación una instancia sobre los desaparecidos, el subcomandante Marcos acaba de agregar un agravante: “Estamos como en 1993, pero al revés. (…) Ahora es el gobierno el que está preparando el ataque (Laura Castellanos y Ricardo Trabulsi: Corte de Caja, Búnker/Alterno, 2008, p. 49.)”.

La paradoja entre ambos momentos serviría como referencia política de la historia inmediata, pero la relevancia de la coyuntura la convierte en lectura imprescindible. El reciente informe (La Sedena: Operación Garrucha, 7 de junio de 2008) del Centro de Análisis Político e Investigaciones Sociales y Económicas (CAPISE) destaca en el mismo sentido: “Frente a un escandaloso silencio mediático, la ofensiva contra los pueblos zapatistas dentro de su territorio no sólo se mantiene, sino en forma por demás alarmante, se incrementa”. Diversos análisis apuntaron que el zapatismo no fue aniquilado, pese a su manifiesta debilidad militar debido, entre otras cosas, a una exitosa estrategia comunicacional y cobertura mediática; pero ya sin éstas, las comunidades zapatistas están a la intemperie. Como bien se refleja en el trabajo de Castellanos-Trabulsi, también son ignoradas las formas de autogobierno que se está impulsando y plasmando en las comunidades chiapanecas. Ello implica que ante la ruptura de y con Marcos, continuó un desinterés por la suerte de esa experiencia autonómica.

El EZLN concitaba toda la atención (mediática-comunicacional) alrededor suyo, a la vez que la única vía de asumir al EPR era a través del enfrentamiento policial-militar. Basta con mencionar la definición de “guerrilla buena” (EZLN y su base social) y “guerrilla mala” (EPR y sus acciones terroristas) para comprender cabalmente la diferencia entre ambas decisiones gubernamentales. Ahora, en cambio, con las advertencias sobre el asedio a los caracoles y la puesta en marcha de la mediación, parece haberse invertido nuevamente la fórmula: antes se hablaba del y con el EZLN, mientras se combatía al EPR; hoy es al revés en todo sentido (hasta en su misma definición). Y aunque han habido reiteradas denuncias sobre incursiones militares a la zona zapatista que no se han concretado, podría considerarse la ejecución de una estrategia militar que reside precisamente allí: asedios constantes o su amenaza, que especulan con la reacción del EZLN y de organizaciones no gubernamentales para que caigan en el descrédito o la indiferencia, hasta que al final acaban sucediendo.

El EPR logró romper el cerco de silencio impuesto desde tiempos del Partido Revolucionario Obrero Campesino-Unión del Pueblo (PROCUP), y esto quizá ocurrió a partir de sus acciones político-militares en 1996-1997; no obstante, alcanza mayor notoriedad con las recientes explosiones en Pemex y con la propuesta de mediación. Obtiene también una repercusión periodística que actualmente ya no logra el EZLN. Al respecto, puede notarse que el PROCUP, antecedente del EPR, no era considerado en la sección política de los periódicos nacionales, sino que se le relegaba a los sucesos policiales. Hoy es impensado suponer que un medio les destine a ese lugar, aun cuando se les involucre en algún ilícito. De hecho, el EPR también ha hecho notar en reiteradas ocasiones la escasa llegada a los medios y la imposibilidad de hacer conocer su ideario a través de su propia voz.

Además de dejar al desnudo estas paradojas, Corte de Caja descubre un cambio en la visualización del EPR por parte de Marcos. Como antecedente inmediato puede contabilizarse el texto zapatista del 22 de septiembre, donde anuncia la suspensión de las actividades de La Otra Campaña mientras transcurre la campaña eperrista. Pero en este caso, profundiza aún más. Luego de reconocer la existencia de discusiones internas para volver a las armas luego de la Marcha del Color de la Tierra, en 2001 (p. 65), y tras la advertencia de que responderán ante una nueva agresión (p. 52), aseguró: “El EPR va a dar mucho de qué hablar en los próximos años.” (p. 110.) Y a continuación, afirma: “El EPR tuvo lo que no tuvimos nosotros en 94. En 94 —continúa Marcos— todos fueron unánimes a la hora de apoyar nuestras causas, pero se dijo que la vía armada no era el camino. Y el EPR no recibió una condena unánime por las bombas (ídem)”. Y concluye: “Debido a la situación del país, acciones de este tipo despiertan simpatías (p. 111)”.

Esto, sin embargo, no parece ser así. Un recorrido por las distintas opiniones planteadas en los medios de comunicación en torno de las acciones político-militares llevadas a cabo por el EPR contra los ductos de Pemex, concluyen en su gran mayoría en rotularlas como “terroristas”. El EZLN, también, ha contado con una movilización social de gran magnitud para poner fin a las acciones militares en su contra, suceso con el que ni la masacre de Aguas Blancas ni el EPR han contado. Y tampoco ha concitado la misma atención que la obtenida por el zapatismo en aquellos años ni ha encontrado eco en alguna personalidad que haya hecho propia la causa eperrista. Las diferencias entre cada circunstancia son muchas, pero aun así continúan las paradojas.

Más todavía, casi idénticos son los argumentos que encuadran al EPR como “terrorista” como los esgrimidos contra el PROCUP. Encontrando nuevamente al EZLN como punto de conexión entre uno y otro momento, en el libro Lucio Cabañas, 20 años después (coordinado por Felipe Edgardo Canseco; Claves Latinoamericanas, s/f)

se aborda la misma situación en el contexto de las acciones político-militares realizadas por el PROCUP y el Partido de los Pobres (8 y 9 de enero de 1994) en solidaridad con el levantamiento zapatista. Ahí se responde a las aseveraciones que caracterizaron de “terroristas” a esos hechos. Y dos son los argumentos de fondo, entre otros, que aún persisten. Primero, que las acciones político-militares fueron realizadas con posterioridad a los sucesos que denuncian —en este caso, posterior a la avanzada militar del gobierno contra las posiciones zapatistas— como una suerte de respuesta basada en la solidaridad revolucionaria con el EZLN; y segundo, que estas acciones de hostigamiento “sólo constituyen una forma táctica más (y que) no se contrapongan las diferentes formas de lucha, sino que se comprendan como formas complementarias (pp. 92-93)”.

Los posicionamientos del PROCUP como del EPR siguen siendo los mismos: no ejercen una violencia ofensiva, sino que se presentan como una respuesta a una realidad considerada injusta y que sólo a través de la combinación de todas las formas de lucha, incluida la armada, puede revertirse esta situación. La caracterización de terrorismo, sin más explicación ni equiparación con otras experiencias, también es un hecho que ha transcurrido inmutable a lo largo de todos estos años. Los datos antes expuestos dan cuenta de ello.

Lo cierto es que tras estas paradojas se esconden las mismas situaciones ocurridas muchos años atrás, como si lo sucedido de nada hubiese servido. Y, más grave aún, es que se repiten los mismos riesgos de décadas pasadas.


Jorge Lofredo es investigador del Centro de Documentación
de los Movimientos Armados (www.cedema.org)

viernes, 11 de abril de 2008

López Obrador ha iniciado la resistencia, si la deja a la mitad todos lo
condenarán

Pedro Echeverría V.
Rebelión

1. Legisladores que conforman el Frente Amplio Progresista (FAP)
integrado por los partidos PRD, PT y Convergencia, tomaron por separado
las tribunas del Senado y de la Cámara de Diputados en demanda de un
debate previo a la discusión en comisiones de la iniciativa de reforma
energética presentado el martes pasado por el presidente Felipe
Calderón. En el recinto de los Senadores advirtieron que se quedarán ahí
hasta que se garantice que habrá un debate amplio y profundo en torno a
la reforma de Petróleos Mexicanos (PEMEX). La medida sorpresiva obligó
al presidente del Senado a declarar un receso en la sesión, tal como lo
demandó el priísta Beltrones. En San Lázaro, los diputados del FAP
comenzaron a ocupar la tribuna del Salón de Plenos alrededor de las 13
horas mientras se discutía lo relativo a adiciones y modificaciones a la
Ley sobre el Fideicomiso a Migrantes. Este fue un importante golpe
publicitario.

2. Se sabe que el gobierno ilegítimo de Calderón y los líderes del PRI
están dispuestos a ordenar a sus senadores y diputados votar por la
privatización del petróleo. Miente de cabo a rabo, (saliéndole suciedad
en la boca) el que diga que la discusión de la iniciativa enviada al
legislativo por el gobierno dará luz para votar a favor o en contra de
la privatización. Todo está definido: el PAN tiene la obligación de
votar a favor y el PRD votará en contra; el PRI sin nunca haber tenido
principios ni ética, votará por quien más le ofrezca. ¿Qué puede
prometerle el PRD? Absolutamente nada. Por el contrario el PAN le puede
dar a cambio del voto de sus legisladores, lo que el PRI quiera. Por
ejemplo seguir apoyando al gobernador asesino de Oaxaca, al gobernador
corrupto de Puebla, más presupuesto en estados gobernados por el PRI,
algunos subsidios millonarios o algunos diputados o gobernadores en las
próximas elecciones.

3. Mucho más importante que la toma de las tribunas en las Cámaras por
los legisladores del FAP fue el acordonamiento de la manzana de los
edificios de los Senadores y de los Diputados por miles de mujeres que
se turnarán con hombres cada ocho horas. Todos son contrarios a la
privatización, activos integrantes de la CND y simpatizantes de López
Obrador. Sin embargo un hecho grave para el movimiento contra la
privatización es que los integrantes de la corriente Nueva Izquierda
(NI) (que es por lo menos la segunda fuerza del PRD) se niegan a asumir
en esta batalla las estrategias de los lópezobradoristas; a ellos les
pareció que la toma de la tribuna y la participación de las masas en las
calles es una “provocación”. Los recientes comicios internos en el PRD
han llevado a una gran confrontación entre dos posiciones que al parecer
pueden llevar a una gran escisión en el PRD.

4. Después de la magnífica decisión del movimiento de resistencia civil
de acordonar las Cámaras (con la destacada presencia de miles de mujeres
apoyadas por hombres) el trabajo ahora debe continuar en el
fortalecimiento de los plantones y en la realización de las acciones que
correspondan en cada momento. Si se desea ganar esta batalla a favor del
pueblo de México, de los explotados y oprimidos, se necesita establecer
acuerdos con varias organizaciones políticas, sindicales, campesinas e
indígenas, sobre todo con la APPO de Oaxaca, con la CNTE, con los
integrantes del Dialogo Nacional y con los zapatistas. Se requiere de
una gran apertura para que esta sea una lucha conjunta que ponga las
bases, además, para otras batallas. Si en algún momento, por las
calumnias de los medios y las presiones policíacas la dirigencia
comenzara a demostrar indecisiones y flaquezas, el movimiento se
debilitará y será derrotado.

5. El movimiento contra la privatización del petróleo apenas comienza.
Aunque el gobierno de Calderón y los priístas Beltrones y Gamboa Patrón
han acordado aprobar la privatización del petróleo, no han dejado de
observar el comportamiento de la lucha de oposición, sobre todo de ver
el número de participantes para usarlo como indicador que guíe sus
decisiones. El presidente Fox, el PAN y el PRI sufrieron una gran
derrota cuando en 2005 quisieron desaforar a López Obrador porque no
supieron entender el gran movimiento de masas que se había desatado.
Salieron entonces a la calle millones de personas para apoyar a López
Obrador contra el desafuero y el movimiento crecía cada semana. Con esa
experiencia Beltrones ha llamado a los priístas a que presten atención
al movimiento. El PRI, como lo hizo en 2005, podría aprobar la
privatización pero sin cargar responsabilidades o culpas; pero también
podría cambiar su voto.

6. En Oaxaca, en Michoacán, en Chiapas, el movimiento magisterial ha
comenzado a hacer movilizaciones y paros. El gobierno ha reiniciado la
represión y los asesinatos contra los luchadores sociales. En la zona
zapatista de Chiapas el ejército y los paramilitares al servicio del
gobierno no han dejado de reprimir a los indígenas que simpatizan con el
EZLN. Se registra en el país un proceso acelerado de reprivatización de
las tierras para beneficio de antiguos y nuevos terratenientes. El
descontento crece por el desempleo y el hambre. Pareciera que las
condiciones objetivas para un gran movimiento están más maduras que
nunca; sin embargo la población no sabe qué hacer ni existen las
organizaciones necesarias que ayuden a los trabajadores a organizarse y
a luchar. La clase política, junto a los empresarios y los medios de
información han podido controlar, hasta ahora la situación; pero esta
nueva coyuntura puede hacer cambiar las cosas.

7. El movimiento no puede dar pasos atrás frente a medios de información
que no han descansado de calumniar a los que se oponen a la
privatización. Televisa, TV Azteca, Radio Fórmula, etcétera, actuando
como verdaderos policías, han dedicado decenas de horas para lanzar toda
su basura llena de acusaciones contra el FAP. En decenas de “entrevistas
ciudadanas” bien manipuladas han hecho aparecer a los legisladores que
tomaron la tribuna del Senado y del Congreso como delincuentes. Los
medios de información han sido siempre los pilares que han sostenido a
los grandes empresarios y al gobierno en turno. Su comportamiento ha
sido muy ruin. Con su agresividad pretenden someter a todos los partidos
y a los políticos a sus intereses, sobre todo en estos meses en que las
organizaciones de izquierda han arreciado sus críticas contra ellos. Por
eso gobiernos como el de Hugo Chávez deben ser aplaudidos.

8. Aunque el PRD está hecho pedazos, primero por el alejamiento de
Cuauhtémoc Cárdenas y sus seguidores y luego por las posiciones
políticas socialdemócratas, muy oportunistas de la fracción NI, esta
coyuntura de la inminente entrega de la riqueza petrolera a los
capitales privados y extranjeros parece la oportunidad para que resurja
un gran movimiento de oposición de masas. Pero éste debe enriquecerse
con otras demandas muy sentidas en otras organizaciones sociales que
llevan muchos años luchando por ellas. Es la nueva oportunidad para
profundizar las batallas y unificar las luchas, pero también para que la
clase gobernante se dé cuenta que no puede gobernar con decisiones
unilaterales; que cualquier medida que tome tiene que ser consultada.
López Obrador y la CND tienen mucha responsabilidad en el movimiento, lo
han iniciado y han recibido aplausos por ello, pero si lo dejan por
acobardarse, todos lo condenarán.

pedroe@cablered.net.mx

Apoyemos la resistencia civil contra la privatizacion de pemex.
propongo no ver television ni escuchar la radio.
propongan mas medidas para frenar la privatizacion de Pemex.
y corran la voz.
un saludo a todos.

domingo, 23 de marzo de 2008

fuego y la palabra

EZLN: 20 y 10, el fuego y la palabra

El día de hoy, 20 de noviembre, se celebran, en el marco de la campaña EZLN: 20 y 10, el fuego y la palabra, 9 mesas redondas con el tema Los campesinos y el zapatismo, en los siguientes estados de la república: Tlaxcala, Puebla, Estado de México, Hidalgo, Guerreo, Morelos, Yucatán, Zacatecas y Tabasco.

La Comandancia General del EZLN ha enviado el siguiente mensaje a cada una de ellas:

Intervención del EZLN en la mesa: El zapatismo y los campesinos


Comandante Tacho

Buenos días, buenas noches o buenas tardes.

Esta es la participación del Comité Clandestino Revolucionario Indígena, Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en la mesa: El zapatismo y el campesino.

Hermanos y hermanas campesinas de México que nos están escuchando en esta mesa. Para nosotros los zapatistas la situación de los campesinos en México es muy grave. Es muy notable. Vivimos y padecemos la extrema pobreza que se extiende por todo el país pero ahora es más grande y más grave. Esta grave situación es provocada por el mismo gobierno mexicano, porque sólo se preocupa de los intereses de los ricos, de los grandes ricos explotadores transnacionales que pretenden adueñarse de nuestro país, de nuestros suelos a través del dinero.

El gobierno ya no se preocupa de nosotros los campesinos. Hay un abandono total porque ya no existe una política económica nacional de Estado que garantice mejores precios de los productos que producimos y tenga un buen mercado para que así se pudiera mejorar las condiciones de vida de los campesinos. Estos gobiernos nos han demostrado todo lo contrario. Se dedican en promover leyes para privarizarlas, promoviendo el interés del neoliberalismo y por eso han viajado a casi todo el mundo, mientras que aquí los campesinos en México, no hay asistencia técnica, no hay apoyos suficientes sin legalizar la tierra. Porque quieren imponer otro modo de vida en el mundo globalizado, por eso están promoviendo a toda costa las privatizaciones y el abandono de todos los campesinos en México. Y caigamos en las trampas que tienen preparado en contra de la vida de los campesinos y así seamos más miserables.

Ante esta grave situación el propósito de los ricos es desaparecernos porque dicen que no tenemos productos mejorados, que no son de exportación, en fin, nos quieren muertos, miserables, humillados.

Por eso no es cierto. Los campesinos nos resistimos ante esta conquista, porque sabemos sobrevivir. Nuestra historia nos ha demostrado. Nadie ha podido destruirnos. Ante las condiciones de desigualdad, de injusticia, de encarcelamiento, de asesinato y de despojo. Tenemos capacidad de sobrevivencia. Somos expertos en la producción, en las producciones básicas que necesita nuestro pueblo y nadie nos podrá vencer.

Hermanas y hermanos campesinos. Este grave problema es causado por el mismo gobierno. Tenemos que organizarnos ya entre nosotros porque es injusto que en el intercambio de nuestros productos al comprar las herramientas que necesitamos son más caros al comprar, o sea, que no nos ajusta para comprar otros materiales que necesitamos nosotros los campesinos. Nos encontramos obligados a organizarnos, a luchar por mejores condiciones de vida de nuestras familias. Ya no esperemos nada de los malos gobiernos porque sólo nos quieren engañar con miserables Procampo, Progresa. Estas sobras que siguen repartiendo, nunca va a resolver nuestras necesidades, ni mucho menos va a mejorar nuestras condiciones de vida.

Defendamos nuestras tierras ejidales y comunales. Por eso nosotros los zapatistas es una de nuestras demandas por la que nosotros también luchamos, porque la tierra es la base principal para nuestra vida, porque sin ella nadie puede vivir, porque la tierra es nuestra madre, ella nos da la vida, nos alimenta y nos ve crecer.

Hermanos y hermanas campesinas no permitamos que nos quiten el único patrimonio de nuestra vida campesina. El actual gobierno ya demostró que sus intereses no son del pueblo ni mucho menos de los campesinos, por eso han reformado el artículo 27 constitucional en perjuicio de los campesinos y a favor de los intereses de los grandes ricos extranjeros. Por eso nosotros, los del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, les hacemos un llamado a que nos organicemos juntos y luchemos juntos frente a otros sindicatos, a otros movimientos para que las tierras sean para quien la trabaja. Hagamos lo que hoy se mira imposible, nos organicemos para este imposible, luchemos por tierra y libertad, por democracia y justicia, para todos los mexicanos.

Desde las montañas del sureste mexicano, por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena, Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, por el 20 y 10 aniversario, es todo.

Muchas gracias.

miércoles, 19 de marzo de 2008

Entrevista al cineasta mexicano Cristian Calónico, autor de una saga de
documentales zapatistas como «Marcos. Historia y Palabra»

por Oscar Ranzani

El cineasta mexicano Cristian Calónico es especialista en reflejar en el
cine todo aquello que define al Ejército Zapatista de Liberación
Nacional (EZLN), el grupo político-militar encabezado por el
Subcomandante Marcos que, si bien alcanzó visibilidad el 1º de enero de
1994 durante el levantamiento armado en Chiapas, sus raíces llegan hasta
los primeros años de la década del 80.

Calónico tradujo en lenguaje cinematográfico diversos momentos clave del
movimiento zapatista: en 1995 comenzó la serie documental con Chiapas:
historia inconclusa, film que ponía el acento en esos rostros anónimos
que participaron de la historia mexicana más reciente buscando
reivindicar la dignidad indígena y peleando por libertad y justicia para
estas comunidades.

Un año más tarde, logró una extensa entrevista al líder zapatista que se
convirtió en el segundo largometraje: Marcos. Historia y Palabra es un
relato de ’90 minutos (sin intervenciones editoriales) en el que el
principal portavoz del EZLN habla a cámara, en un momento en que la
discusión sobre la lucha de este movimiento hacía eclosión en México.

Precisamente Marcos cuenta los orígenes del EZLN trazando la historia
colectiva pero también su pensamiento personal sobre los acontecimientos
de la insurgencia. En este testimonio fílmico se aprecia también la
situación política del México de los ’90, cómo se relacionó el EZLN con
la comunidad y el rol que jugó la sociedad civil en este proceso.

A Marcos. Historia y Palabra le siguieron Juntos por Chiapas (1997),
Chiapas: la historia continúa (1998) y Chiapas: historia y dignidad (2001).

“Yo he venido haciendo un trabajo desde que surgieron los zapatistas, ya
que empecé a documentar en videos todo lo que iba sucediendo tanto en
Chiapas como en la ciudad de México alrededor de este movimiento”, dice
Calónico desde México, en entrevista telefónica con Página/12. Es por
eso que no le costó tanto conseguir el extenso testimonio de Marcos que
logró concretar después de una serie de pedidos hasta que con su equipo,
según comenta el cineasta, “decidimos meternos a la selva y ahí mismo
solicitar la entrevista nuevamente... y nos la dieron”.

Calónico resalta que tanto él como su grupo de trabajo les dan voz a los
zapatistas y no a otros sectores porque “creemos que ellos necesitan
abrir espacios para difundir su movimiento y, entonces, les damos la voz
completa. No es que nosotros nos metamos ni editorialicemos con una voz
en off lo que pensamos, sino que ellos mismos son los narradores”.

¿Qué fue lo que más le sorprendió de la personalidad de Marcos?

—Su inteligencia, su capacidad de análisis, el nivel de información que
maneja. En ese momento llegamos de San Cristóbal de las Casas para hacer
la entrevista y veníamos de leer periódicos, ver noticieros, y él sabía
lo que había sucedido unos minutos antes. Nosotros habíamos estado unos
días ahí esperando la entrevista y nos actualizó de todo lo que había
sucedido en la ciudad. Me sorprendió mucho su nivel de análisis, su
inteligencia y su sinceridad, porque finalmente se abrió y nos contestó
a todo lo que preguntamos. Enviamos un cuestionario previamente.

¿Cómo definiría el perfil de Marcos?

—Es un tipo que cree en lo que hace, cree en la lucha que está haciendo
y finalmente yo creo que es una lucha a largo plazo y que va a triunfar.
Es un tipo honesto, que se sale del común de los políticos, que no busca
un beneficio personal, que les ha entregado su vida a las comunidades
indígenas y ahí se va a quedar hasta que la lucha termine, para bien o
para mal.

¿El film lo pensó apuntando a quienes desconocen el pensamiento de Marcos?

—Traté de buscar cosas que él no había dicho en otras entrevistas. La
dividí en dos partes: en una que me contara lo que ha sido el movimiento
zapatista desde cómo se engendró, ya que era una época en la que no se
sabía mucho sobre cómo se había iniciado ese movimiento. De hecho, es
una de las primeras entrevistas donde él habla de los orígenes del
movimiento. Y a partir de eso, muchos libros citaron cosas del video.
Entonces, está la parte más oficial y la parte más personal. La parte
personal nos da una idea tanto del movimiento como del hombre que es
Marcos. Y por eso el título que le pusimos es Marcos. Historia y
Palabra, que refleja muy bien lo que es el personaje.

¿Cómo analiza la irrupción del EZLN en el contexto político de los ’90?

—Creo que no nos equivocamos en la apuesta porque cuando surgió el EZLN
yo pensé: “Este movimiento va a dar mucho para México”. Pensaba que
finalmente iba a influir en un cambio en la historia de México y que
había que seguirlo. Creo que no solamente influyó en la historia de
México, sino que también ha tenido influencia en otros países y en los
grandes movimientos mundiales que ahora se dan contra el neoliberalismo
y la globalización. Finalmente, los zapatistas tienen ahí una parte en
el surgimiento de todo esto.

¿Encuentra similitud entre el zapatismo y otros movimientos de
reivindicación social o de resistencia popular?

—Encuentro muchas similitudes entre el zapatismo y los piqueteros en
Argentina, entre el zapatismo y muchas de las cosas que están sucediendo
en América latina, tanto en Argentina, Chile, Ecuador, Brasil,
Venezuela. Todo este cambio político que está viviendo la geografía
latinoamericana y no solamente esta sino en otros países, también tienen
muchos puntos de confluencia. Y el zapatismo ha tratado de buscar y de
echar lazos y hacer cosas conjuntas con estos movimientos a nivel
internacional. Creo que eso no ha cuajado muy bien pero... bueno: ahí
está una base sólida para trabajar conjuntamente en algún momento.

¿Qué grado de interés existe en la sociedad mexicana sobre la lucha del
EZLN? ¿Hay mucho antagonismo?

—Desde el año pasado el movimiento zapatista perdió mucho interés por
parte de la sociedad, porque toda la visibilidad la tenía el proceso
electoral presidencial y los zapatistas descalificaron a todos los
candidatos, incluido el candidato más de izquierda, por decirlo de
alguna manera. Entonces, mucha gente no estuvo de acuerdo con esa
posición de los zapatistas, porque mucha gente pensó que había que unir
fuerzas más que dividir. Aunque no es cierto, mucha gente tiene en el
fondo el sentimiento de que López Obrador perdió en parte porque Marcos
le dio la espalda y lo descalificó.

¿Considera que el EZLN sigue siendo un movimiento revolucionario?

—Sí, es un movimiento revolucionario pero a largo plazo. No es la
guerrilla tradicional y eso lo dejó ver desde un principio: sus métodos
fueron diferentes, sus prácticas fueron diferentes. Tal vez solamente en
la primera declaración de la selva Lacandona, donde declararon la
guerra, sí sonaba a una guerrilla tradicional. Pero a los dos meses ya
había cambiado y ha sido diferente. Yo creo que es un movimiento
revolucionario en muchos sentidos. No en el sentido tradicional de que
vayan a tomar con las armas el palacio, pero sí están revolucionando
muchas cosas de este país. A largo plazo.

Tomado de Página/12

Textos del sup Marcos en La Ventana:

De la sombrilla a la luz…

La cultura arriba y abajo

Cuento para niñas de uno a 100 años

El Che, Cuba y los zapatistas. La otra Latinoamérica

Vázquez Montalbán fue y es puente para la palabra zapatista

El bolsillo roto

Homenaje a Miguel Enríquez

Durito y una de tráfico vehicular

La lucha contra la globalización es cuestión de supervivencia

Otra geografía

martes, 18 de marzo de 2008

Activismo estudiantil; las verdades, los mitos...


Apro / Patricia Dávila México

Se asumen como grupos “radicales”, pero rechazan ser guerrilleros. Su
activismo, afirman, es pacífico, pero enfocado a las causas sociales o
en defensa de los “oprimidos”.

Así, luchan por la liberación de “presos políticos y de conciencia”,
apoyan a los afectados por la represión en Atenco, forman brigadas
médicas y de alfabetización en zonas “desprotegidas”.

Son los autonombrados “colectivos” estudiantiles de la UNAM.

Tres están establecidos en la Facultad de Derecho, cinco en Economía,
cinco en Trabajo Social, ocho en Ciencias Políticas y Sociales y al
menos 12 en la Facultad de Filosofía y Letras.

En esta última, diez de estos colectivos ocupan cubículos o “espacios
liberados”.

Otros grupos, como Cátedra Simón Bolívar y Cine Club Benkos Bioho, no
tienen espacios fijos, pero ello no les impide realizar sus actividades:
proyectan películas y documentales y organizan mesas redondas y
conferencias. Por ejemplo, en enero pasado, la Cátedra Simón Bolívar
invitó al embajador de Venezuela en México, Roy Chaderton, a dictar una
conferencia.

Todos los colectivos emiten boletines, tienen páginas electrónicas o
blogs, y algunos incluso publican de manera regular sus propias
revistas, como Revuelta, que cada dos meses edita el Comité Cerezo. En
estas publicaciones abundan artículos sobre violaciones a los derechos
humanos y aparecen análisis sobre organizaciones “revolucionarias” como
el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El interés por “organizaciones revolucionarias” también lo comparten
otros estudiantes de la UNAM que no necesariamente militan en estos
grupos. Un dato lo refleja: en los archivos de la Biblioteca Central de
la UNAM están registradas 669 tesis de licenciatura y maestría sobre
temas relacionados con movimientos armados en Colombia, Venezuela,
Ecuador, Nicaragua, El Salvador y México.

Algunos títulos son específicos: Problemáticas latinoamericanas: el
desplazado por la violencia y el conflicto armado y su representación
social en la población receptora; EPR: guerrilla o terrorismo; Cultura
política y autoritarismo en Bolivia, Colombia y México: una perspectiva
comparada; y Las dificultades que enfrenta el Estado colombiano en el
proceso de pacificación (Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia-Ejército del Pueblo, FARC-EP), entre otros.

En la tesis titulada La vigencia del ideario bolivariano en nuestra
América: los procesos de Colombia y Venezuela, destaca un párrafo: “la
política que ha venido realizando el Gobierno (colombiano) se ha
encaminado a posicionar cada vez más el proyecto de la ultraderecha (…),
busca salir de la recesión económica en que se encuentra Colombia a
costa de lo que sea, destruir las bases de resistencia militar y
derrotar militarmente a la insurgencia”.

Esta tesis fue registrada en la UNAM el 2 mayo de 2005. Fue escrita por
Mariana López de la Vega, quien junto con Dagoberto Díaz y Juan González
–quien murió en el campamento de las FARC en Ecuador– es señalada en un
documento de inteligencia del Gobierno colombiano como dirigente del
Núcleo Mexicano de Apoyo a las FARC.

Proceso realizó un recorrido por la Facultad de Filosofía y Letras.
Constató que los colectivos Comité Cerezo, Carlos Marx, Tina Modotti,
Niucame, video-ludoteca Víctor Jara, Los Pingüinos, el Smaliyel y
Galería Autónoma –estos tres últimos dedicados a apoyar al EZLN– tienen
cubículos propios.

Un par de colectivos de esta facultad adoptaron incluso el nombre del
espacio que ocupan: Cubículo 201 y Cubículo 301.

El punto principal de reunión en esta facultad es un área abierta,
ubicada en el acceso al edificio. Se le conoce como el “aeropuerto”,
pues, dicen, es “el lugar donde aterrizan las ideas”. En una de sus
paredes hay un periódico mural con tres mensajes: “(Álvaro) Uribe
(presidente de Colombia) es un asesino”; “Por siempre Fidel” y “¿Quién
es Lucía Andrea Morett? Alumna de excelencia (…) interesada en la
investigación de movimientos sociales en América Latina (…) Se estaba
documentando para empezar a redactar su proyecto de tesis: el teatro de
creación colectiva en América Latina: dos casos, Cuba y Colombia”.

A un lado del “aeropuerto”, la Cooperativa Smaliyel ocupa un cubículo
“liberado”. Dentro, cuelga del techo una manta roja con el letrero
“Ejército Zapatista de Liberación Nacional”. Tres estudiantes venden
dulces, galletas y café producido en Chiapas. En un estante están
acomodados libros y revistas. Saltan a la vista un libro de cubierta
rosa titulado Comandante Zero, varios ejemplares de la revista Rebeldía
y folletos con la leyenda “Hasta siempre comandante Ramona”.

Los colectivos

Un documento titulado Grupos radicales colectivos universitarios –que se
encuentra en el sitio del Comité Cerezo en internet– ofrece una
radiografía de estos colectivos, en la que aparecen además los nombres y
fotografías de sus dirigentes.

En la Facultad de Filosofía y Letras aparece la Asamblea del CGH Che
Guevara, cuyos principales dirigentes son Emilia Cerezo Contreras,
Francisco Cerezo y Mayra Valenzuela Rojas, también conocida como La Mamá
Toronja. Este grupo también se hace llamar Colectivo Estudiantil
Rebeldía y Conciencia.

Según el documento, “su activismo político se ha enarbolado en
diferentes banderas de lucha, dirigidas a la realización de un Congreso
Universitario Democrático y Representativo que cuente con la mayoría
representada por el sector estudiantil; la libertad de presos políticos,
de manera específica la de los hermanos Cerezo Contreras; el
cumplimiento a los acuerdos de San Andrés Larráinzar; apoyo del EZLN;
así como los identificados con la lucha de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP)”.

El Colectivo Manantial, de la misma facultad, es encabezado por René
Hernández González, Libertad Argüello, Alejandro Franco Flores y Miguel
Ángel Cruz Cervantes. “Tiene vínculos con el perredista Martí Batres
Guadarrama”, se anota en el documento.

Y en “el aeropuerto” de Filosofía y Letras se ubica a la Fracción de la
Corriente en Lucha del CGH, con diez activistas, encabezados por Armando
Gómez Martí, Alfredo Martínez Ramírez y Gabriel Ramos Carrasco.

En la misma fuente se establece que la Facultad de Derecho alberga a
cuatro grupos, pero sólo se mencionan los nombres de tres:
Contracorriente, Colectivo Estudiantil y Fracción del Frente Zapatista
de Liberación Nacional.

Su perfil: “Radicales que orientan su activismo a la realización de
acciones contestatarias a las políticas reformistas del Estado,
particularmente en materia educativa, indígena y económica. Su
estrategia de operación es la instalación de mesas de discusión, foros,
conferencias, elaboración de periódicos murales, abarcando
principalmente conflictos coyunturales”.

El colectivo Contracorriente está integrado por 35 estudiantes. Sus
dirigentes son Erick Argüello Mothelet, Adrés Paulino Arlet, Omar García
Contreras y Aura Martínez. Su base de operaciones, el cubículo D-301.

Otros 30 estudiantes integran el Colectivo Estudiantil, dirigido por
Laura Violeta Chávez Guadarrama, Humberto Rosas Vargas, Marco Macías
Iglesias y Édgar Sánchez González. Ellos acondicionaron su sede, el
cubículo D-201, con servicio de café internet y papelería a bajo costo,
“que han utilizado para ganar adeptos entre la comunidad estudiantil”.
También cuentan con el local comercial 15 de Plaza Copilco, donde venden
cerveza, dulces y cigarros.

Según el documento, cinco colectivos realizan actividades en la Facultad
de Economía. Comparten objetivos como “manifestarse en contra de las
reformas de la privatización de la industria eléctrica y del área de
comercio de América-Plan Puebla Panamá”. Además, rechazan “la guerra de
Estados Unidos contra Iraq”.

Estos colectivos utilizan el auditorio Ho Chi Minh, aunque también
ocupan otras instalaciones de la facultad, como el salón 104.

Otros grupos son: la Corriente en Lucha, dirigida por Mario Flavio
Benítez, El Gato; Salvador Ferrer Ramírez (profesor de Ciencias),
Gilberto Ramírez Lazcano, José Alfredo Domínguez Chávez y Rebeca Peralta
Mariñelarena; y la Unión Juventud Revolucionaria de México, dirigido por
Alberto Pacheco Guízar, El Diablo, José Eduardo Amador, Agustín Ávila
Romero y David Ángel Lozano Tovar (los dos últimos profesores de esta
facultad). Los integrantes de este núcleo actúan también en Ciencias
Políticas y Sociales, donde venden libros.

Enraizados en esta última facultad, destacan los siguientes colectivos:
Conciencia y Libertad, dirigido por Alejandro Echevarría, Consuelo Soria
Arenas, Lázaro Minero Arellano y Aldo Reyes Rivera. “Su poder de
convocatoria es de 15 a 20 personas”, apunta el documento. Y agrega: “En
este colectivo confluyen los narcopunks del Centro Libre de
Experimentación Teatral y Artística (CLETA) y la Corriente en Lucha.
Impulsan el trabajo comunitario en distintas zonas indígenas del país a
través de la Brigada Universitaria Interdisciplinaria de Trabajo (BUIT)”.

– Frente de Lucha Estudiantil Julio Antonio Mella (FLE-JAM), dirigido
por Gerardo González Altamirano, Jorge Alberto Martínez Valero, Rubí
Yepes y Jorge Ortiz Sánchez. “Es de ideología radical y tendencia
marxista-leninista (…) Mantienen simpatía por los movimientos
revolucionarios que fueron encabezados por Lucio Cabañas y Genaro Vázquez”.

– Comité Estudiantil Universitario, cuyos principales representantes son
Carlos Chávez Becker y el profesor Arturo Chávez López. El documento
señala que, “como consecuencia de su vinculación con el PRD, su
popularidad en la facultad se ha reducido”.

– Rebeldía, integrado por ocho personas y dirigido por Juan García
Pérez. “Sus demandas están enfocadas a esclarecer el asesinato de las
mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua. Tienen vínculos con estudiantes de
la Facultad de Medicina, con quienes impulsan un proyecto de salud para
atender a la comunidad indígena loxicha de Oaxaca. Se ubican en los
salones A-110 y 109”, apunta el citado documento.

“Criminalización”

En el ataque del ejército colombiano al campamento de las FARC en
Ecuador, murieron tres estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras:
Verónica Natalia Velázquez Ramírez, Fernando Franco Delgado y Juan
González del Castillo. Ellos eran integrantes de los colectivos Cátedra
Simón Bolívar y Cine Club Benkos Bioho, ambos coordinados por Lucía
Andrea Morett Álvarez, quien resultó herida.

Entrevistado por Proceso, Francisco Cerezo Contreras, dirigente del
Comité Cerezo, rechaza que el activismo de estos grupos estudiantiles
tenga por objeto favorecer a grupos armados como el Ejército Popular
Revolucionario (EPR), el Ejército Revolucionario Popular Insurgente
(ERPI), el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) o las FARC
de Colombia.

Pone como ejemplo a su propia organización, la cual nació en 2001, a
raíz de la detención de sus hermanos Alejandro, Héctor y Antonio
–estudiantes de la UNAM–, acusados por el Gobierno de Vicente Fox de
estar involucrados en la detonación de petardos en tres sucursales de
Banamex de la Ciudad de México.

Comenta que una vez que el caso de sus hermanos se “agotó
jurídicamente”, el comité mantuvo sus actividades, pero como
organización de derechos humanos especializada en documentar casos de
“presos políticos y de conciencia” en el País.

“Tenemos alrededor de 500 presos de este tipo, de los cuales unos 300
siguen recluidos. Han sido liberados más de 500, sobre todo después de
las represiones masivas en Oaxaca y en Atenco (2006) y contra los
altermundistas en Guadalajara (2003). Hasta la fecha hay algunos que aún
no son sentenciados”.

– ¿Todos estos casos han sido relacionados con la guerrilla?

– No. En realidad en México sólo se reconocen cuatro presos políticos,
es decir, que han intentado cambiar el sistema mediante el uso de la
violencia. Son Jacobo Silva Nogales, Gloria Arenas –quienes se asumen
como miembros de ERPI–, José Luis Durán Mata y Sergio Bautista Martínez,
miembros del EPR.

Señala que desde 1968 el Gobierno mexicano ha utilizado la estrategia de
“criminalizar la lucha social”. Así, señala, “trata de vincular con
grupos insurgentes a las organizaciones sociales, a los colectivos
estudiantiles y recientemente a las organizaciones de derechos humanos”.



¿Investigadores sociales o seguidores de las FARC?


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MÉXICO. Un estudiante de la UNAM protestó frente a la Embajada de
Colombia, el miércoles, por la muerte de sus compañeros.
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Marzo 16, 2008

La colorida pintura de un sonriente Simón Bolívar y la frase “No hay
mejor medio de alcanzar la libertad que luchar por ella” da la
bienvenida al cubículo de la Cátedra Simón Bolívar, en la Facultad de
Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Es un cuartito que está cerrado bajo llave. Los activos estudiantes que
lo ocupaban no han vuelto a abrir. “Hasta la fecha no se han aparecido
los sobrevivientes de ese colectivo que no fueron a Ecuador. Están bien
asustados. El lunes vi a unos, me preguntaron si no había visto si los
andaban buscando”, relata Francisco Cerezo, el estudiante que comparte
con ellos unos metros cuadrados del cubículo.

A Cerezo los directivos de la UNAM le dieron permiso para utilizar su
espacio para vender café y así promover y financiar la excarcelación de
sus hermanos que, desde hace más de seis años, están acusados por el
Gobierno de ser guerrilleros del Ejército Popular Revolucionario (EPR)
–como sus padres– y de haber puesto una bomba; ellos se dicen inocentes.

En el espacio contiguo otro grupo montó la videoteca Víctor Jara
(cantautor chileno asesinado durante el golpe militar en Chile), que
ofrece a la renta películas y documentales hollywoodenses y de protesta
social.

Detrás de una falsa pared de tablarroca, bajo llave, se encuentra la
Cátedra Simón Bolívar, el espacio cedido por las autoridades
universitarias a jóvenes que oficialmente se dedican a promover la
unidad latinoamericana para oponerse al imperialismo –como varios en la
facultad–, aunque con especial énfasis en la situación colombiana.

Desde ese espacio, un puñado de estudiantes promovía “cine militante”,
organizaba conferencias sobre Latinoamérica o protestas ante embajadas.
Según la actividad, firmaban como Cátedra o Cine Club Benkos Biohó –en
memoria de un esclavo africano que se hizo guerrillero en Colombia– o
como Centro de Documentación y Difusión Libertador Simón Bolívar o
Movimiento Mexicano de Solidaridad con las Luchas del Pueblo Colombiano.
Otras veces, las menos, firmaban: Núcleo Mexicano de Apoyo a las FARC.

Al menos tres estudiantes de la Cátedra Bolivariana murieron el 1 de
marzo, durante el bombardeo del Ejército colombiano a un campamento de
las FARC en Ecuador. Los muertos: Juan González del Castillo, Fernando
Franco Delgado y Verónica Natalia Velázquez Ramírez fueron identificados
por la UNAM como alumnos; también estaba Soren Ulises Avilés, del
Instituto Politécnico Nacional. Lucía Andrea Morett Álvarez, la aplicada
estudiante de teatro que lideraba el grupo universitario, se recupera en
Quito.

Entre los anuncios puestos en las pizarras de avisos de la facultad se
podían leer en febrero los afiches de invitación al II Congreso de la
Coordinadora Continental Bolivariana (CCB).

“Ahí estaban los pósters”, dice Cerezo. El evento interesó a unos
cuantos, entre ellos, a los miembros de la Cátedra Simón Bolívar que
formaban parte del Capítulo México de la CCB.

Los estudiantes que viajaron a Ecuador no eran los únicos ‘bolivarianos’
presentes en la facultad. Hay otros pero, aunque promovían los mismos
valores, tenían una diferencia: “Ellos estaban muy concentrados en el
tema Colombia, eso sí me queda claro”, cuenta el alumno de Estudios
Latinoamericanos, Ismael Hernández, del Movimiento Bolivariano de México.

A su espalda, Hugo Chávez, sonriente, mira desde un afiche. A un
costado, el nicaragüense Daniel Ortega envuelto en un corazón. Más
abajo, el mexicano Manuel López Obrador. “Pensábamos parecido, pero
nosotros tenemos un interés más amplio en América Latina”, aclara.

En la UNAM, la mayor universidad de América Latina con 220 mil
estudiantes, no es raro que los grupos de las más variadas ideologías
–especialmente de izquierda– tengan oficinas en este centro. Por
ejemplo, después de la masacre estudiantil de 1968 perpetrada por el
Ejército se otorgó a los alumnos un cubículo que bautizaron como Carlos
Marx; aún se mantiene.

Tras la huelga de un año (1999-2000) en la que los alumnos se opusieron
al pago de inscripción (la UNAM es gratuita), varios se quedaron con
espacios. El auditorio Che Guevara, el más importante de la facultad,
está “tomado” desde entonces por los “ultras” y ni siquiera cuando la
Policía entró a disolver la huelga pudo recuperarlo. Ahora es galería,
cafetería, sala de cine, sede y hasta vivienda.

Es una explosión de corrientes ideológicas: los “pingüinos zapatistas”,
los marxistas, los alfabetizadores populares, las feministas, los
artistas autónomos, los comercializadores de café zapatista, los
pro-presos políticos, los bolivarianos...

Compañeros y algunos maestros de los universitarios defienden que los
jóvenes estaban haciendo sus tesis sobre las FARC. “Somos
investigadores, no guerrilleros”, reza un letrero colocado en un pasillo
de la facultad.

La estudiante Frida Espejel dice que cualquier alumno podía haber estado
en una base guerrillera, pues su objeto de estudio son los movimientos
sociales, “legales o clandestinos”, y muestra un mural que exhibe tesis
“subversivas”: El problema de las guerrillas en Latinoamérica, El
socialismo en la discusión latinoamericana a partir de la resistencia
anticapitalista: revolución cubana, EZLN y FARC-EP, Colombia y las
FARC-EP: testimonio del Comandante Jaime Guauca...

Espejel dice que respeta a las FARC: “Es un grupo que pretende
transformar las condiciones de vida de Colombia y la realidad de pobreza
y opresión”.

“Lucía estaba clavada en la expresión del teatro colombiano. Una de las
expresiones populares más amplias son las FARC. Ellos tienen una
producción teatral interesante y eso fue lo que ella iba a estudiar”,
afirma Hernández, pro Chávez, pro Evo, pro Correa, pro Ortega.

Cerezo recuerda a Lucía como la alumna que pedía salones para sus
eventos ante las autoridades; a Juan y Fernando como grandes bebedores
de café.

La Cátedra Simón Bolívar está cerrada por el momento. Los que la
conocieron dicen que las siglas FARC-EP están pintadas en las paredes,
donde también hay un póster de Marulanda y la bandera del grupo armado.

En ese cubículo se distribuía Voz Bolivariana, un folleto en cuyo número
de noviembre del 2006 se publica un artículo que exalta el arte en
campamentos guerrilleros (“Untar mis pinceles con mis sueños
guerrilleros para pintar el amor y lo grande del universo”) y la obra de
Inti, “una combatiente de las FARC que en condiciones de guerra”
encuentra espacios para pintar.

Esa oficina también era centro de venta de los ejemplares de Resistencia
Internacional (la revista de las FARC) y de los libros Trocha de Ébano y
La luna del forense, escritos por guerrilleros.

El profesor Híjar –quien se dijo director de la tesis de Morett–
presentó el último libro.

Desde el local se organizó la exhibición de documentales como La
guerrillera (la vida de una integrante de las FARC). Debajo de los
anuncios de estas actividades aparecía la misma leyenda: Comunicarse con
el Núcleo Mexicano de Apoyo a las FARC-EP al correo nmx_farc@hotmail.com
o en el cubículo Libertador Simón Bolívar.

La puerta de la UNAM con la figura de Simón Bolívar permanece cerrada.
Mientras, la verdad sobre cómo los estudiantes llegaron al campamento
guerrillero continúa en la categoría de versión: la de quienes los
defienden y que se refieren a ellos como investigadores sociales y de
quienes los involucran con las actividades del grupo armado.

Textuales

Francisco Cerezo
ESTUDIANTE
“Si aquí (en México) la moda es ir a ver a Marcos (el subcomandante
zapatista), ¿por qué allá no iban a querer ver a Reyes?”.

Frida Espejel
PASANTE DE FILOSOFÍA
“No puedo imaginar al segundo hombre de las FARC dando entrenamiento a
un grupo de chamacos... Fueron porque vieron la oportunidad de
entrevistarlo y si te la ofrecen, ¿quién la hubiera rechazado?”.



17 MAR 08 | UNAM premio a la investigación clínica El objetivo del
concurso es fomentar el interés de los médicos residentes que realizan
estudios de posgrado.
(La Jornada)

La Universidad Nacional Autónoma de México, a través del Programa
Universitario de Investigación en Salud (PUIS), y el Hospital General
Manuel Gea González, otorgó el Premio GEA- PUIS a la Investigación 2007,
a David Galarza Lozano, por el proyecto Efecto del tabaquismo sobre la
audición en población sana.

El objetivo del concurso es fomentar el interés de los médicos
residentes que realizan estudios de posgrado, avalados por la Facultad
de Medicina de la Universidad Nacional, para que participen con sus
tesis de investigación, las que deberán ser originales y de interés
científico, y que se haya llevado a cabo en dicho Hospital.

El galardón consiste en un diploma, una medalla de plata y un estímulo
económico. En esta edición, intervinieron 30 trabajos de los que se
seleccionaron tres finalistas de las especialidades en Medicina Interna,
en Ortopedia y en Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello. Se
calificó la originalidad, la validez del fundamento científico, el
diseño metodológico, la aplicabilidad y la relevancia.

El galardonado, de la especialidad en otorrinolaringología, explicó que
el proyecto lo encauzó al tabaquismo, porque es un asunto que afecta
prácticamente a toda la población en el mundo y en México. Así, el
estudio de Galarza Lozano mostró el efecto del consumo de tabaco en la
pérdida auditiva en las personas sanas, es decir, sin trauma acústico,
entre otros aspectos.

En la Ceremonia de Clausura de los Cursos Universitarios de Posgrado, el
director de la Facultad de Medicina, Enrique Graue Wiechers –acompañado
por el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos–, señaló que
los especialistas formados en la Universidad, laboran durante muchas
horas a la semana para lograr excelentes resultados en sus investigaciones.

En el auditorio Fernando Ortiz Monasterio del Hospital General Manuel
Gea González, mencionó que “… la residencia de los médicos representa un
supremo esfuerzo para ejercer con autonomía la más humana de todas las
tareas”.

A su vez, el director General del Hospital General Manuel Gea González,
Mucio Moreno Portillo, agradeció la solidaridad y la formación de los
jóvenes graduados y se comprometió a consolidar la alianza con la UNAM
en la enseñanza, además de aprovechar las mutuas fortalezas para el
desarrollo de futuras líneas de investigación.

En su oportunidad, el representante de los posgraduados del Hospital Gea
González, Cristhyan Baruch Cañedo Guzmán, agradeció al personal del
Hospital por proporcionar las bases y los conocimientos necesarios para
que los estudiantes se desempeñen eficientemente en cada una de las
especialidades.

Recalcó los esfuerzos realizados en su estancia y las experiencias y
aprendizajes adquiridos durante la misma, sin olvidar el compromiso y la
responsabilidad que significa desarrollar diariamente los conocimientos
alcanzados en el estudio.

En este acto, se otorgaron además diplomas en las especialidades de
anatomía patológica, anestesiología, cirugía general, ginecología y
obstetricia, medicina interna, oftalmología, ortodoncia, ortopedia,
otorrinolaringología, pediatría, radiología e imagen y urgencias médicas
y en las subespecialildades en cirugía plástica y reconstructiva,
dermatología y urología.

A la ceremonia de clausura, también asistieron el director del PUIS,
Jaime Mas Oliva; el director de Enseñanza del Hospital General Manuel
Gea González, Octavio Sierra Martínez; el presidente del Comité
Ejecutivo Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Secretaría de Salud, Marco Antonio García Ayala; el director general de
la Coordinación de Hospitales Federales de Referencia, Bernardo Bidart
Ramos, y el delegado de Tlalpan, Guillermo Sánchez Torres.

un acercamiento al maravilloso mundo de “los osbournes”
El valor de la familia
Por tratarse de la vida interior de una familia tipo (padre, madre, dos
hijos), no le va nada mal: claro, papá Ozzy es una leyenda rocker, mamá
Sharon es su manager y productora del festival metálico más importante
del momento, y los hijos... Jack y Kelly hacen lo que pueden y quieren.
Todos ellos, con sus locuras y ternuras, son las nuevas estrellas del
canal de música más famoso del mundo, y recaudan en consecuencia.


Por Pablo Plotkin
Los Osbourne se aman, se toleran, se divierten y ganan millones de
dólares. Si ése es el modelo de familia yanqui “disfuncional”, ¿qué le
queda al resto? Rápidamente: papá Ozzy nació en Birmingham (1948), cantó
en una banda de rock muy importante (Black Sabbath), fumó pasta base
durante décadas y ahora evidencia algunas secuelas de esos años. Sharon,
de 50, es la mujer y manager de Ozzy. En 1989, Ozzy y todos sus demonios
(“decidimos que tenés que morir”) intentaron estrangularla, pero eso no
volvió a suceder. Ya habían nacido sus tres hijos: Aimee, hoy 18 años,
Kelly (17) y Jack (16). Sacando a la autoexcluida Aimee –el gran fuera
de campo de “The Osbournes”–, la familia se convirtió en la última
maravilla del entretenimiento televisivo, batiendo todos los records de
audiencia en la historia de MTV en Estados Unidos y constituyéndose en
el único imperio financiero coliderado por un ex masticador de cabezas
de murciélago.
En los Estados Unidos, los episodios más vistos de la primera temporada
de “The Osbournes” alcanzaron picos de 8 millones de espectadores. MTV y
la familia ya cerraron el acuerdo para una segunda (y muy probablemente
tercera) temporada. Si bien no están del todo claras las cifras del
contrato (los números van de 5 a 20 millones de dólares por otros 20
episodios, según se incluyan o no las regalías por venta de
merchandising), puede decirse que la fortuna de los Osbourne, valuada en
57 millones de dólares hasta el año pasado, crecerá de un modo
meteórico. La empresa Accesory Network ya se encargó de la fabricación y
comercialización de mochilas, portacedés, billeteras, diarios íntimos,
agendas, lápices y artículos varios. Las remeras se multiplican por
todos los Estados Unidos. El modelo más exitoso –aparentemente plagiado
por el matrimonio a la empresa T-Shirt Hell Inc., que les inició una
demanda– es el que lleva la siguiente frase estampada: “A la mierda mi
familia, me mudo con los Osbourne”. A esta altura, la osbournemanía es
un fenómeno que seduce tanto a las páginas de espectáculos de los
diarios como a sus secciones económicas.
¿En qué reside el magnetismo del programa, en qué se diferencia de otros
reality shows? “The Osbournes”, desprendimiento escatológico de “Cribs”
(una serie de especiales de MTV que mostraban “la intimidad” de las
mansiones de los famosos), expone de un modo muy brusco –y a la vez
entrañable– esos conflictos familiares que por lo general el american
way of life prefiere esconder debajo de la alfombra. En ese sentido, los
Osbourne son una familia mucho más saludable que la mayoría. Ozzy les
habla de drogas a sus hijos con el desparpajo y la contundencia de un
sobreviviente a la heroína (“fumé crack durante 40 años, sé de lo que
hablo”). Ozzy está quemado, pero tiene grandes momentos de lucidez y
ternura. Y pretender caretearla con él en cuanto a drogas, es como
intentar engañar al Gato Dumas con una cena precongelada (“¿Te pensás
que no sé por qué pedís pizza a las doce de la noche?”, le dice a su
hijo Jack cuando le advierte sobre los riesgos de la marihuana).
Sharon es la jefa. Conoció a Ozzy en 1970, en los primeros tiempos de
Sabbath. En 1979, cuando fue despedido de la banda –entonces manejada
por el padre de Sharon, Don Arden–, Ozzy se recluyó en una habitación de
hotel de Los Angeles, atiborrándose de cocaína y alcohol, deprimido
porque su vida de estrella de rock parecía haber terminado. La primera
mujer de Ozzy, Thelma, compró entonces una vinería en Staffordshire para
que su marido atendiera la barra. Sharon puso el grito en el cielo:
“¡Mierda! Sos Ozzy, no vas a atender una vinería”. Lo rescató. Le compró
el contrato a su padre por un millón y medio de dólares, se convirtió en
su manager, lo acompañó en las giras, le inventó una carrera solista.
Tres años y un divorcio después, se casaron en Honolulu.
Kelly nació el 27 de octubre de 1984, un día antes de que internaran a
Ozzy en una clínica de rehabilitación. Kelly es la estrella adolescente
de “The Osbournes”, con su pelo teñido de fucsia, su fastidio proverbial
y su versión post-grunge de “Papa don’t preach”, hit del inevitable
reciéneditado compilado/banda de sonido The Osbournes, que incluye
algunos clásicos elegidos por los miembros de la familia (“You really
got me” de The Kinks, “Imagine” de Lennon, “Drive” de The Cars,
“Wonderfull tonight” de Eric Clapton) más algunos temas de Ozzy y la
versión swing de “Crazy train” a cargo de Pat Boone, cortina del
programa. Kelly es una especie de Christina Ricci entrada en carnes, una
Merlina de Beverly Hills que se proyecta al mundo como una performer con
ángel propio. Cuando la invisible Aimee le arregla de prepo un turno con
el ginecólogo, Kelly escupe una de las frases más festejadas de la
serie: “Son mis dientes, mi auto, mi vagina, mis problemas”.
Y después está Jack. Un adolescente con sobrepeso, acné y ortodoncia que
se pasea por la mansión pertrechado con un casco y un rifle de aire
comprimido. Sale hasta tarde, fuma porro, se lleva mal con sus
compañeros de clase y usa remeras que dicen cosas como “Cocaína”. Pero
no es ningún inútil. Obligado al trabajo debido a la cuna proletaria de
papá Ozzy, Jack es un cazatalentos de Epic –donde impulsa su propio
sello independiente– y es quien llevó por primera vez al Ozzfest (que
recauda unos 20 millones de dólares cada verano boreal) a bandas como
Limp Bizkit, Slipknot, Marilyn Manson y System of a Down.
Todos ellos, más el tropel de mascotas malcriadas y los personajes
secundarios (la “niñera” australiana, el guardia de seguridad, el hijo
del primer matrimonio de Ozzy, los vecinos), conforman un núcleo social
que concilia delirios millonarios y normalidad doméstica, excentricidad
y costumbrismo. “Más allá de los tatuajes y las puteadas, el programa
impacta porque los rockeros británicos son tan subversivamente clase
media... Las cámaras de MTV estuvieron durante cuatro meses en la casa
de Mr. Osbourne, famoso por decapitar murciélagos con los dientes sobre
el escenario, y lo exhiben como a un típico padre de suburbio”, escribió
Alessandra Stanley en The New York Times. Al igual que los Adams, la
lógica a primera vista demencial de los Osbourne funciona a la
perfección como base sentimental y organizativa de la familia. Al igual
que los Corleone, los Osbourne ostentan una lealtad ciega hacia el
padrino. Y todos, de una u otra manera, forman parte del negocio.
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viernes, 22 de febrero de 2008

Tratar la fibrosis

Investigadores del CSIC han descubierto un método para frenar y revertir la fibrosis pulmonar en animales que se aplicará próximamente en personas

Avalado por la Fundación Genoma España, el Hospital Clínic de Barcelona pone en marcha un ensayo con el primer tratamiento experimental efectivo contra la fibrosis pulmonar idiopática, una enfermedad grave e incurable con una supervivencia inferior a cinco años.

  • Autor: JORDI MONTANER |
  • Fecha de publicación: 16 de febrero de 2008

(Imagen: NIH)

La fibrosis pulmonar idiopática es una enfermedad de causa desconocida y con un pronóstico muy grave. Los pacientes que la padecen difícilmente sobreviven más de un lustro por falta de un tratamiento efectivo. Recientemente, sin embargo, investigadores del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona del CSIC (IIBB-CSIC) han descubierto y patentado un método para parar y revertir esta enfermedad en modelos animales que se aplicará próximamente con humanos en el Hospital Clínic.

El proyecto cuenta desde sus inicios con el apoyo institucional y financiero de la Fundación Genoma España. El hallazgo revistió suficiente trascendencia como para que la revista 'American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine' publicara el pasado diciembre en portada la noticia de una primera patente mundial para el tratamiento de la fibrosis pulmonar idiopática.

Revertir la fibrosis

Esta enfermedad, que actúa degenerando el tejido alveolar que se engrosa paulatinamente hasta disminuir la capacidad de respirar, desespera a los neumólogos por no contar con ningún tratamiento efectivo capaz de detener su curso. La fibrosis ocasionada impide el intercambio gaseoso en los pulmones de forma correcta, empeorando con rapidez la calidad de vida de los pacientes y provocándoles la muerte en pocos años. Un innovador trasplante de neumocitos ha permitido a los investigadores del hospital barcelonés revertir la enfermedad por primera vez en ratas. El siguiente paso consistirá en probar en humanos la efectividad de la suspensión de células, patentada ya a nivel mundial.

La fibrosis degenera el tejido alveolar y, hasta ahora, no cuenta con ningún tratamiento efectivo capaz de detener su curso

La fibrosis pulmonar idiopática se detecta casi siempre cuando se encuentra en un estado avanzado. La enfermedad afecta a 13 de cada 100.000 hombres y 7 de cada 100.000 mujeres, normalmente a partir de los 40 años. En el estudio del Hospital Clínic han colaborado investigadores básicos, como Anna Serrano-Mollar y Oriol Bulbena, junto a clínicos como Antoni Xaubet, del Servicio de Neumología del Hospital Clínic de Barcelona.

Trasplante de neumocitos

El intercambio gaseoso se lleva a cabo en los pulmones gracias a los neumocitos tipo I, unas células que recubren la pared interna de la cavidad alveolar. Entre estas células también se encuentran los neumocitos tipo II, que son las células precursoras que reparan el tejido alveolar dañado. Cuando aparece la fibrosis pulmonar idiopática, este proceso de regeneración no se puede llevar a cabo correctamente y la fibrosis avanza hasta imposibilitar la respiración. La técnica desarrollada por los investigadores del Clínic consiste en trasplantar neumocitos de tipo II por vía intratraqueal.

Para hacer un correcto seguimiento de las células trasplantadas con técnicas genéticas y de fluorescencia se aprovecharon las diferencias cromosómicas de sexo. Es decir, se indujo la enfermedad en ratas hembra y se trasplantaron células procedentes de ratas macho. Se trata de una técnica muy poco invasiva que ha permitido regenerar, por primera vez, alvéolos fibróticos en ratas con fibrosis pulmonar. El CSIC, por su parte, ha patentado la suspensión de células que se trasplanta con esta innovadora estrategia. Esta patente mundial se pondrá a prueba ahora en seis pacientes diagnosticados recientemente que recibirán una suspensión de neumocitos tipo II procedentes de un donante cadáver, ya que estas células no se pueden cultivar en laboratorio.

Uno de los próximos pasos que persiguen los investigadores es la diferenciación de neumocitos tipo II a partir de células madre adultas. El trabajo científico, como se subrayó en su presentación, representa un paradigma de la investigación traslacional que se promueve tanto en el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS) como en los Centros de Investigación Biomédica en Red (CIBER). La investigación ha sido financiada también a través de una aportación del Fondo de Investigaciones Sanitarias (FIS) del Instituto de Salud Carlos III de Madrid.

FIBRA CULPABLE


(Imagen: ATSDR)

Se calcula que en todo el mundo mueren 30.000 personas al año por una variedad de fibrosis pulmonar conocida como asbestosis. En el origen de esta plaga se encuentra una fibra desarrollada industrialmente a partir de amianto con la propiedad de proteger frente al fuego. Hasta que a finales del siglo pasado normativas internacionales prohibieron la utilización de estas fibras en la construcción de edificios, millones de toneladas de fibras de amianto 'protegieron' las paredes de miles de casas contra hipotéticos incendios.

La asbestosis o amiantosis es una enfermedad respiratoria provocada por la simple inhalación de partículas microscópicas de amianto, invisibles al ojo humano, que terminan alojándose en los alvéolos pulmonares desencadenando una fibrosis grave, progresiva e irreversible. Durante un tiempo los neumólogos creyeron que se trataba de una forma de cáncer o de silicosis (enfermedad común en determinados mineros), pero la fisiología ha acabado asimilando esta enfermedad de origen contaminante a una fibrosis pulmonar o neumonitis intersticial idiopática.

Las fibras de amianto, al ser inhaladas, causan irritación e inflamación en los pulmones que producen fibromas de evolución muy lenta. Tanto, que la enfermedad puede discurrir de forma latente durante treinta o cuarenta años. Es importante que todo trabajador que haya tenido contacto con fibras de amianto (empleados de la construcción) acuda al médico, aun habiendo cesado en su actividad o encontrándose jubilado, si nota dificultad de respiración, falta de aliento, tos persistente, rigidez torácica y pérdida de apetito, aunque la asbestosis puede cursar también de forma asintomática. Por supuesto, el hábito tabáquico complica y agrava el cuadro pulmonar resultante e, incluso, a veces, lo disfraza.

jueves, 21 de febrero de 2008

FEBRERO DE 2008

Las estaciones del sueño (cuento)

por Mauricio Montiel Figueiras


–¿Me dejaría contarle una historia? –pregunta súbitamente la enfermera, lanzando una mirada que logra rehuir la sombra de sus pestañas postizas.

–¿Una historia? –repite Silva, titubeante–. Supongo que sí… Claro. –Tuerce la muñeca en la que trae el reloj–. Sólo que no tengo mucho tiempo.

–No se preocupe, prometo que no lo aburriré –dice la enfermera–. Es algo que llevaba años sin recordar, y ahora… Con lo que ha pasado… De pronto volvió a surgir, íntegro, y necesito platicarlo con alguien. Mi madre nunca… siempre creyó que me lo había sacado de la manga para llamar la atención. –Sonríe–. Ya sabe que las madres a veces pueden ser…

–Difíciles –completa Silva.

–Escépticas, diría yo –corrige la enfermera–. Nada del otro mundo, pero a veces así son. Escépticas. –Suspira–. Más que una historia es un sueño, una pesadilla que padecí cuando tenía nueve o diez años.

Padecer, cavila Silva, qué verbo tan curioso. Hacía tiempo que no se topaba con una persona que padeciera algo.

–No viajo en metro ni en tren –continúa la enfermera–. No me gustan, los vagones me dan un miedo espantoso. Hasta los trenecitos de las ferias y los parques de diversiones, los que dan vueltas y vueltas y tanto fascinan a los niños, me causan pavor. Por fortuna mi madre no era… no es fanática de los parques; yo los evito hasta donde puedo, más aun si sé que hay un tren. También procuro evitar las estaciones de metro; si voy caminando por la calle, pensando en otras cosas, y me doy cuenta de que estoy a punto de pasar frente a alguna, cierro los ojos hasta que la dejo atrás. Son como bocas, ¿comprende?, bocas que se tragan a la gente y no la escupen sino hasta quién sabe dónde y cuándo. La única vez que fui a Europa, en uno de esos tours universitarios de mochila al hombro, sufrí como nunca porque mis amigas se movían en metro y en tren y yo era incapaz de hacerlo, las alcanzaba a pie o en autobús; era la última en llegar a todas partes, la neurótica, la metrófoba, como una amiga me apodó. Una experiencia horrible.

“La culpa, por supuesto, es de la pesadilla. Ahí estoy yo, a los nueve o diez años, en el andén de una estación de metro; aunque jamás he pisado uno, sé perfectamente que eso es un andén. Voy de la mano de mi madre… no, de la mano de una mujer que supongo es mi madre porque por más que levanto la cabeza no puedo verle el rostro; es como si estuviera envuelta en niebla, ¿comprende?, como si una nube la cubriera del cuello hacia arriba para desdibujarle la cara. Espero, no, ruego que la mujer a mi lado sea mi madre porque el terror comienza a invadirme: un terror a todo y a nada a la vez, uno de esos miedos infantiles que de repente, sin razón, crecen dentro de nosotros y nos dejan congelados, como bloques de hielo que alguien recogerá con tenazas.

“Le pregunto a la mujer que creo es mi madre a dónde vamos, qué hacemos en ese andén rodeadas de desconocidos. Ella murmura algo, una explicación larga hasta donde recuerdo, pero la nube que le tapa el rostro distorsiona lo que dice. Imagine que alguien mete un radio a bajo volumen en una almohada de plumas y lo arroja al fondo de un pozo: ésa es la sensación. La cosa es que no entiendo nada y eso contribuye a que mi terror aumente segundo a segundo.

“Y entonces llega el metro. Sin previo aviso, sin ningún rumor: de pronto está frente a mí, una aparición metálica, y las puertas de los vagones se abren en medio de un silencio que me pone a temblar. Nadie baja; la gente que aguarda en el andén sube a toda prisa, con una ansiedad que da asco. La mujer que suplico sea mi madre me jala de la mano, empujándome hacia un vagón; yo me resisto, gimo y pataleo, pero la presión es superior a mis fuerzas y acaba por vencerme. Antes de que las puertas se cierren, de nuevo sin hacer ruido, la mujer que ahora estoy segura de que no es mi madre se escurre al andén; se queda ahí, inmóvil, observando cómo el metro sale de la estación mientras yo aporreo las puertas y el piso y grito y rompo a llorar. La nube que la cubre del cuello hacia arriba se ha disipado y puedo distinguir su cara: es la mía, mi propia cara tal como la veré en los espejos cuando cumpla ochenta años. Porque llegaré a esa edad, no sé cómo explicarlo pero algo en el corazón o muy cerca del corazón me dice que lo que vi fue un pedazo de mi futuro, una rendija que se ensanchó y permitió que en un parpadeo me contemplara en la vejez, un umbral que atravesé un momento para conocer a la que seré cuando me recluya en un asilo de ancianos. Aunque suene ridículo desde entonces he vivido con la idea, no, con la certeza de que hay sueños que no mienten.

“El primer túnel nos devora. No se me ocurre otro término para describir la impresión de ser masticada y tragada por un animal enorme, como la ballena de la Biblia o la de aquel cuento del muñeco de madera. Los otros pasajeros, mis compañeros de vagón, parecen justamente muñecos: viajan sin hablar, sentados o de pie, con la vista perdida, ajenos a mis gritos y patadas. Nadie trata de consolarme, nadie me calla ni me pregunta a qué se debe el llanto pese a que soy la única niña en el metro; todos los demás, absolutamente todos, son adultos o personas mayores. No me calmo sino hasta que entramos en la siguiente estación, al cabo de una eternidad.

“Aquí es donde empieza la verdadera pesadilla. La nueva estación es idéntica a la anterior salvo por algunos detalles: está menos iluminada, hay luces que titilan o de plano no funcionan. El reloj digital del andén marca una hora absurda: las veintiséis con setenta y ocho, por ejemplo. La iluminación irá de mal en peor conforme el metro llegue a otras estaciones; los relojes enloquecerán y registrarán números romanos, palabras o trozos de palabras en quién sabe cuántos idiomas, letras chinas, dibujos como los de las pirámides de Egipto. Un desorden, un silencio atroz.

“Nadie baja. Aunque mi cuerpo y mi mente me dicen, no, me ordenan abandonar el vagón y buscar una salida hay una parte de mí, una parte que no está en mi mente ni en mi cuerpo, que me obliga a permanecer clavada en mi lugar. No puedo moverme, no puedo ni abrir la boca. Sube entonces una mendiga, una ciega que tantea el piso con su bastón; sus ojos son leche cuajada, dos agujeros blancos en los que vibra algo que hace pensar en moscas, insectos atrapados como el mosquito al principio de aquella película de dinosaurios que resucitan. Sólo al ver esos ojos entiendo qué es lo que me mantiene paralizada: el pánico, esa parte de mí que está fuera de mí, que me pertenece y a la vez no me pertenece. El pánico pero también, allá al fondo, la curiosidad, esa palpitación que nos acompaña desde niños aunque no la queramos y la despreciemos con toda nuestra energía.

“Se cierran las puertas. El metro arranca. La ciega extrae una bolsa de plástico de entre su ropa, se la cuelga del antebrazo junto con el bastón, se recarga en un asiento y se frota las manos hasta que sale fuego. Sí, fuego: primero chispas, después una flama que poco a poco se convierte en una fogata en miniatura. La ciega echa a andar a tientas por el vagón, controlando las llamas que bailan entre sus dedos, jugando con ellas como si fueran mascotas, y los pasajeros le deslizan objetos en la bolsa de plástico: carteras, monederos, anillos, aretes, collares, mancuernillas, relojes de pulsera, hasta una dentadura postiza. Alguien le enreda una pañoleta en el cuello; alguien le acomoda un paraguas en el antebrazo; alguien le pone un abrigo sobre los hombros. Cuando se detiene al otro extremo del vagón, la ciega sonríe, vuelve a frotarse las manos y apaga el fuego como adelantando la entrada en la estación siguiente. Ella es la única que baja; la sustituye un manco que con gran agilidad, sin derramar una gota, manipula un puñado de agua que trae en la mano que le queda.

“En cada estación sube un mendigo distinto: un sordomudo que abre los labios para reproducir el sonido del viento que sopla en las noches de otoño, una mujer con las piernas hinchadas que va dejando un reguero de tierra que milagrosamente se evapora, un cojo que exhibe un frasco hermosísimo donde flotan pedazos de cordón umbilical, una enana que canta con voz de soprano mientras jala una especie de carrito con un viejo que no es más que un torso. Cada uno carga una bolsa de plástico o arrastra una caja de cartón amarrada a la cintura en la que los pasajeros, sin chistar, depositan sus limosnas: corbatas, pañuelos, lentes, zapatos, calcetines, medias, sacos, suéteres, camisas, blusas, faldas, pantalones, ropa interior. De repente, cuando menos lo espero, estoy rodeada de gente desnuda. La sensación es igual a la que me provocan las películas de guerra, en especial las escenas en que los trenes llenos de judíos se dirigen a los campos de concentración, o peor aún, a las cámaras de gas: el despojo total, la renuncia a todo lo que alguna vez fue nuestro. Queda el miedo, claro, sólo eso seguirá perteneciéndonos hasta el último instante, hasta que no seamos más que miedo en estado puro.

“Aunque ya no hay nada que dar, continúa el desfile de mendigos y estaciones. Los pasajeros miran al frente, aturdidos, luego de que la última prenda sale por las puertas que se cierran. No sé si es hombre o mujer quien, ante el tipo cubierto de cicatrices resplandecientes que acaba de entrar, toma una decisión y se quita dos dedos de la mano izquierda: es un gesto rápido, limpio y sin sangre, como si un maniquí viejo aceptara donar fragmentos de sí mismo a uno nuevo. El tipo de las cicatrices inclina la cabeza y guarda los dedos en su bolsa de plástico. Más adelante recibe un ojo, una oreja, un labio inferior, un trozo de nariz.

“Como comprenderá, esto es demasiado no sólo para una niña sino para cualquiera, así que en lugar de ponerme a gritar hasta enmudecer, que es lo que más se me antoja en ese momento, me lanzo a correr hacia otro vagón en busca de ayuda. Lo terrible es que, en cuanto abro la puerta para huir del horror que me ha tocado presenciar, caigo en la cuenta de que el espectáculo se repetirá en el siguiente vagón, y en el siguiente, y en el siguiente: pasajeros que se desprenden de partes de sus cuerpos para dárselas a los mendigos que las introducen en bolsas o cajas. Una ceremonia, ¿cómo decirlo?, una asamblea de maniáticos a los que les gusta mutilarse. Veo a un hombre que se saca la lengua de un tirón sin siquiera fruncir el ceño; veo a dos ancianas que se tumban los dientes a puñetazos; veo a una mujer que empieza a arrancarse tiras de piel con las uñas. Olvídese de la ropa y los objetos que les arrebataron a los judíos: esto es el saqueo de la humanidad, el infierno en todo su esplendor. Y el metro no para, avanza y avanza y yo corro y tropiezo y me levanto y me estrello contra gente que se mutila sin pestañear y siento un asco tremendo pero me lo trago porque no quiero, no puedo, no debo dejar de moverme.

“Me detengo hasta llegar al primer vagón, el que está junto a la cabina del operador, que por fortuna va prácticamente vacío: apenas cuatro o cinco pasajeros desnudos e incompletos y una pordiosera que revisa su botín. Golpeo con todas mis fuerzas la puerta de la cabina para llamar la atención del operador, que no voltea. Es un hombre delgado, de espalda ancha y pelo corto, como lo usan los militares; por un instante creo que es mi padre, al que no conocí en persona sino por fotografías que mi madre a veces me enseñaba. No vale la pena que lo conozcas, me decía… me dice. Nos abandonó cuando tenías tres años y salimos adelante solas, así que no lo necesitamos. No lo necesitas; si quieres verlo aquí están las fotos. Pero lo peor es que sí lo necesito, y la prueba es que en ocasiones lo sueño: una figura que se agacha junto a mí para hablarme al oído y confesarme cosas que no logro entender. Cosas que supongo son fundamentales, de vida o muerte. Un tipo alto, de espalda enorme. Como el operador del metro.

“Cuando la pordiosera que viaja en el vagón alza los ojos de su botín y me descubre, una niña de nueve o diez años que tiembla de pies a cabeza; cuando abre los labios en una mueca a la que le faltan todos los dientes, algo que nunca he visto en la realidad; cuando luego de examinar y meter en su bolsa unos mechones de pelo que alguien le ha regalado comienza a caminar hacia mí, bamboleándose: justo entonces el metro alcanza la última estación, el final de la línea.

“Las puertas se abren. Todos, mendigos y pasajeros, bajan y se pierden en el andén que está como boca de lobo, sin ninguna luz, ninguna señal; todos excepto yo, que me quedo en el vagón admirando la labor tan limpia de la oscuridad, que no deja rastro de nada. Nadie se rezaga en el andén ni voltea a verme; lo último que distingo es el rengueo de una mujer que ha donado un pie a alguno de los mendigos. Después, la penumbra que se reacomoda para recobrar su volumen original. Después, detrás de mí, el ruido de un cerillo que se enciende.

“El operador del metro me mira; en algún momento debe haber salido de la cabina, por supuesto, pero no lo escuché. Mirar es un decir: en su rostro no hay rasgos identificables, así que ignoro si tiene ojos. No, estoy equivocada. No es que no tenga ojos, todo está en su sitio: cejas, nariz, barbilla; lo que pasa es que no hay nada particular en sus rasgos, ¿comprende? Es un rostro sin rostro, una cara que podría ser la de cualquiera: la primera imagen que nos viene a la mente cuando alguien menciona la palabra rostro y que por lo tanto cambia de un segundo a otro, como si las facciones fueran de plastilina y unos dedos las moldearan a su capricho.

“–Toma –dice el operador, y me da la vela que acaba de encender. Su voz es como su cara: neutra, la idea que acompaña un término. Luego saca un papel del bolsillo de su camisa, lo desdobla y me lo enseña. Es un mapa semejante a los que aparecen en las caricaturas: un círculo mal hecho en la esquina superior derecha, unido a la esquina inferior izquierda por una línea punteada junto a la que hay varias cruces. El dibujo de un niño.

“–Cuando salgas de la estación, debes localizar esta plaza –me dice, señalando el círculo en el papel. Después su dedo recorre la línea punteada–. Es una ruta difícil, llena de sombras –indica las cruces–, pero no hay otra; la vela te ayudará a vencer los obstáculos. Una vez que llegues a la plaza, permanece ahí y no la abandones nunca: es tu lugar en el mundo, el perímetro que te corresponde. Dentro de la plaza, todo; fuera de la plaza, nada. Y ahora vete, porque no tardan las tinieblas.

“Con el mapa en una mano y la vela en la otra, obedezco; mis piernas dan la impresión de moverse por su propia voluntad. Camino por el andén y cuando volteo atrás, al cabo de unos pasos, descubro que todo está a oscuras: el operador, el metro y las vías se han desvanecido. La única luz es la que arroja mi vela. Pese a que la cera chorrea, quemándome los dedos, el dolor no me disgusta: al contrario, me excita, y una sensación líquida, como si me aguantara las ganas de orinar, me oprime la vejiga. Esta sensación crece conforme avanzo hasta encontrar una escalera que empiezo a subir; la presión aumenta con la subida y se vuelve una humedad insoportable pero deliciosa que no quiero, no puedo, no debo retener ni un minuto más. Y me dejo ir mientras continúo trepando escalones.

“La llama de la vela engorda y revienta en una fogata que me hace parpadear: es el sol que se filtra por la ventana de mi cuarto. Con el corazón latiéndome rápidamente, despierto para darme cuenta de que he mojado la cama. Las sábanas están manchadas de orina pero también de sangre, lunares rojos que se reproducen en la parte trasera de mi camisón. Luego mi madre me tranquilizará y explicará que es mi primera regla, que me he adelantado a las niñas de mi edad pero que no me preocupe, son cosas que a veces –raras veces, dirá, con el ceño fruncido– suceden. Durante varios días, sin embargo, andaré con las piernas apretadas, creyendo que soy anormal y que en cualquier instante me puedo desangrar hasta morir. Qué curioso: ahora que lo pienso sólo en la regla fui precoz, al resto de mi vida llegué tarde. Demasiado tarde.

“Desde entonces he buscado sin parar la plaza dibujada en el mapa de mi sueño. Aunque me he topado con muchas líneas punteadas que he recorrido hasta el final, aunque gracias a la vela que recogí en la pesadilla he espantado varias sombras, no he logrado hallarla. Sé que es un sitio blanco, un círculo perfecto que me aguarda al doblar una esquina. Sé asimismo que la plaza es de algún modo mi muerte y que ahí estará mi padre, dispuesto a revelarme secretos de suma importancia. En ocasiones me angustio y creo que voy a enloquecer, pero de pronto recuerdo que viviré hasta los ochenta años y me calmo. Todavía hay tiempo, me digo, no te desesperes, sigue buscando. Todavía hay tiempo.

La enfermera suspira.

–Ahora ya sabe por qué nunca viajo en metro ni en tren –dice–, por qué evito las estaciones y los parques con juegos infantiles como si fueran la peste. Me niego a entrar de nuevo en mi sueño.

–A mí tampoco me gustan los parques –dice Silva, meditabundo, y fija la mirada en su grabadora.

Jueves, Febrero 21, 2008


M�XICO

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Mujeres rebeldes

John Ross. 21 Feb, 2008

Estructura zapatista impulsa empoderamiento de sus integrantes mujeres

Decenas de mujeres zapatistas, muchas de ellas ind�genas mayas tzeltal de las tierras bajas de Chiapas, adornadas con plumas y cintas multicolores y sus ojos oscuros enmarcados por pasamonta�as negras, salieron del r�stico auditorio en medio del aplauso de cientos de feministas internacionales reunidas en la sesi�n inaugural del Encuentro de Mujeres Zapatistas con Mujeres del Mundo, realizado a fines del a�o pasado por invitaci�n del Ej�rcito Zapatista de Liberaci�n Nacional (EZLN).

A fines de julio, al t�rmino de una reuni�n con campesinos de una decena de municipios en la aldea conocida como La Realidad, Evarilda, una joven rebelde de esa comunidad, al parecer sin la aprobaci�n previa de la comandancia general del EZLN, convoc� al encuentro de todas las mujeres, explicando que los hombres estaban invitados para ayudar en la log�stica pero que mejor se quedaran en casa a cuidar a los ni�os y los animales mientras las mujeres conspiraban contra el capitalismo.

Siguiendo lo dicho por Evarilda, durante el encuentro llevado a cabo del 29 al 31 de diciembre �al que asistieron entre 300 y 500 mujeres activistas no mexicanas� en esta localidad llamada oficialmente municipio aut�nomo Francisco G�mez, y que rindi� homenaje a la memoria de la fallecida comandanta Ramona, los hombres desempe�aron decididamente un papel secundario.

Letreros colocados alrededor del caracol �centro cultural y pol�tico zapatista� llamado �Resistencia Hacia un Nuevo Amanecer�, advert�an a los varones que no pod�an actuar como �voceros, traductores o representantes en las sesiones plenarias�.

En vez de ello, sus actividades se confinar�an a �preparar y servir comida, lavar platos, barrer, limpiar las letrinas, recoger le�a, y cuidar a los ni�os�.

De hecho, algunos j�venes zapatistas se pusieron delantales que llevaban impresas palabras como �tomate� y EZLN para trabajar en las cocinas.

Mientras tanto, los hombres mayores se sentaban en silencio en bancas de madera en las afueras del auditorio, algunas veces haciendo se�as entre ellos cuando una compa�era sosten�a un buen argumento o sonriendo con orgullo luego que su hija, esposa, hermana o madre contaran sus historias a las asistentes.

Mujeres ganan espacio
El papel de la mujer dentro de la estructura zapatista ha cambiado dr�sticamente desde que se gest� la rebeli�n.

Cuando los fundadores del EZLN, radicales de las ciudades del norte de M�xico, llegaron por primera vez a las tierras bajas tzeltal-tojolabal en el sureste de Chiapas, las mujeres eran mantenidas monoling�es por sus maridos como un medio de control, dedicadas a criar familias, y su posici�n no era destacada en la comunidad.

Los que vinieron de afuera ofrecieron a las j�venes independencia y las invitaron a asistir a los campos de entrenamiento en la monta�a donde aprender�an a llevar un arma y nociones de castellano. Se convirtieron en parte de la fuerza combativa del EZLN.

El 1 de enero de 1994, cuando los zapatistas tomaron las ciudades de San Crist�bal y Ocosingo y otras cinco cabeceras municipales, las mujeres constitu�an un tercio del ej�rcito rebelde. Combatientes mujeres se inmolaron en la sangrienta batalla por Ocosingo.

Integrar a las mujeres a la estructura militar result� m�s f�cil que cultivar la participaci�n en la estructura civil, arraigada en la vida de las comunidades.

Aunque las mujeres ocuparon cinco lugares de los 19 en el Comit� Clandestino Revolucionario Ind�gena, la comandancia general del EZLN, su representaci�n es mucho menor en los 29 consejos municipales aut�nomos y las cinco Juntas de Buen Gobierno que administran la autonom�a regional zapatista.

Pero conforme crec�a la infraestructura social zapatista, las mujeres se convirtieron en promotoras de salud y educaci�n y l�deres en las comisiones que planificaban esas campa�as.

Baja incidencia de violencia
La liberaci�n de las mujeres en la cultura zapatista se ha visto reforzada por la prohibici�n del consumo de alcohol impuesta por los zapatistas en sus comunidades.

Mientras que muchas localidades mayas del interior, como San Juan Chamula, est�n saturadas por el alcohol y elevadas cifras de violencia dom�stica, la regi�n zapatista tiene los m�s bajos indicadores de abuso en el estado, seg�n datos mostrados por la comisi�n de mujeres del Congreso de Chiapas.

Como estado, Chiapas tiene una de las cifras m�s elevadas de femicidios en M�xico: 1,456 mujeres fueron asesinadas entre los a�os 2000 y 2004.

La baja incidencia de violencia contra las mujeres en la zona de influencia zapatista es m�s notable porque gran parte del territorio rebelde en las zonas bajas se extiende a territorio guatemalteco, donde 500 mujeres son asesinadas cada a�o.

Con los hombres cuidando a los ni�os y limpiando las letrinas, las mujeres contaron sus historias en las plenarias.

Muchas j�venes compa�eras como Evarilda han crecido en la revoluci�n �que este a�o cumpli� su 14� aniversario� y contaron que aprendieron a leer y escribir en escuelas rebeldes, de su trabajo como promotoras sociales, como maestras, como campesinas o madres.

Las abuelas zapatistas hablaron de los primeros a�os de la rebeli�n y comandantas veteranas como Susana, quien habl� con emoci�n sobre Ramona, �la m�s peque�a de las peque�as�, su compa�era de tantos a�os, recordaron c�mo en la guerra hombres y mujeres aprendieron a compartir los quehaceres dom�sticos como cocinar y lavar ropa.

�Muchos de los compa�eros todav�a no quieren entender nuestras demandas�, afirm� la comandanta Sandra. �Pero no podemos luchar contra el mal gobierno sin ellos�.

Decenas de mujeres zapatistas, muchas de ellas ind�genas mayas tzeltal de las tierras bajas de Chiapas, adornadas con plumas y cintas multicolores y sus ojos oscuros enmarcados por pasamonta�as negras, salieron del r�stico auditorio en medio del aplauso de cientos de feministas internacionales reunidas en la sesi�n inaugural del Encuentro de Mujeres Zapatistas con Mujeres del Mundo, realizado a fines del a�o pasado por invitaci�n del Ej�rcito Zapatista de Liberaci�n Nacional (EZLN).

A fines de julio, al t�rmino de una reuni�n con campesinos de una decena de municipios en la aldea conocida como La Realidad, Evarilda, una joven rebelde de esa comunidad, al parecer sin la aprobaci�n previa de la comandancia general del EZLN, convoc� al encuentro de todas las mujeres, explicando que los hombres estaban invitados para ayudar en la log�stica pero que mejor se quedaran en casa a cuidar a los ni�os y los animales mientras las mujeres conspiraban contra el capitalismo.

Siguiendo lo dicho por Evarilda, durante el encuentro llevado a cabo del 29 al 31 de diciembre �al que asistieron entre 300 y 500 mujeres activistas no mexicanas� en esta localidad llamada oficialmente municipio aut�nomo Francisco G�mez, y que rindi� homenaje a la memoria de la fallecida comandanta Ramona, los hombres desempe�aron decididamente un papel secundario.

Letreros colocados alrededor del caracol �centro cultural y pol�tico zapatista� llamado �Resistencia Hacia un Nuevo Amanecer�, advert�an a los varones que no pod�an actuar como �voceros, traductores o representantes en las sesiones plenarias�.

En vez de ello, sus actividades se confinar�an a �preparar y servir comida, lavar platos, barrer, limpiar las letrinas, recoger le�a, y cuidar a los ni�os�.

De hecho, algunos j�venes zapatistas se pusieron delantales que llevaban impresas palabras como �tomate� y EZLN para trabajar en las cocinas.

Mientras tanto, los hombres mayores se sentaban en silencio en bancas de madera en las afueras del auditorio, algunas veces haciendo se�as entre ellos cuando una compa�era sosten�a un buen argumento o sonriendo con orgullo luego que su hija, esposa, hermana o madre contaran sus historias a las asistentes.

Mujeres ganan espacio
El papel de la mujer dentro de la estructura zapatista ha cambiado dr�sticamente desde que se gest� la rebeli�n.

Cuando los fundadores del EZLN, radicales de las ciudades del norte de M�xico, llegaron por primera vez a las tierras bajas tzeltal-tojolabal en el sureste de Chiapas, las mujeres eran mantenidas monoling�es por sus maridos como un medio de control, dedicadas a criar familias, y su posici�n no era destacada en la comunidad.

Los que vinieron de afuera ofrecieron a las j�venes independencia y las invitaron a asistir a los campos de entrenamiento en la monta�a donde aprender�an a llevar un arma y nociones de castellano. Se convirtieron en parte de la fuerza combativa del EZLN.

El 1 de enero de 1994, cuando los zapatistas tomaron las ciudades de San Crist�bal y Ocosingo y otras cinco cabeceras municipales, las mujeres constitu�an un tercio del ej�rcito rebelde. Combatientes mujeres se inmolaron en la sangrienta batalla por Ocosingo.

Integrar a las mujeres a la estructura militar result� m�s f�cil que cultivar la participaci�n en la estructura civil, arraigada en la vida de las comunidades.

Aunque las mujeres ocuparon cinco lugares de los 19 en el Comit� Clandestino Revolucionario Ind�gena, la comandancia general del EZLN, su representaci�n es mucho menor en los 29 consejos municipales aut�nomos y las cinco Juntas de Buen Gobierno que administran la autonom�a regional zapatista.

Pero conforme crec�a la infraestructura social zapatista, las mujeres se convirtieron en promotoras de salud y educaci�n y l�deres en las comisiones que planificaban esas campa�as.

Baja incidencia de violencia
La liberaci�n de las mujeres en la cultura zapatista se ha visto reforzada por la prohibici�n del consumo de alcohol impuesta por los zapatistas en sus comunidades.

Mientras que muchas localidades mayas del interior, como San Juan Chamula, est�n saturadas por el alcohol y elevadas cifras de violencia dom�stica, la regi�n zapatista tiene los m�s bajos indicadores de abuso en el estado, seg�n datos mostrados por la comisi�n de mujeres del Congreso de Chiapas.

Como estado, Chiapas tiene una de las cifras m�s elevadas de femicidios en M�xico: 1,456 mujeres fueron asesinadas entre los a�os 2000 y 2004.

La baja incidencia de violencia contra las mujeres en la zona de influencia zapatista es m�s notable porque gran parte del territorio rebelde en las zonas bajas se extiende a territorio guatemalteco, donde 500 mujeres son asesinadas cada a�o.

Con los hombres cuidando a los ni�os y limpiando las letrinas, las mujeres contaron sus historias en las plenarias.

Muchas j�venes compa�eras como Evarilda han crecido en la revoluci�n �que este a�o cumpli� su 14� aniversario� y contaron que aprendieron a leer y escribir en escuelas rebeldes, de su trabajo como promotoras sociales, como maestras, como campesinas o madres.

Las abuelas zapatistas hablaron de los primeros a�os de la rebeli�n y comandantas veteranas como Susana, quien habl� con emoci�n sobre Ramona, �la m�s peque�a de las peque�as�, su compa�era de tantos a�os, recordaron c�mo en la guerra hombres y mujeres aprendieron a compartir los quehaceres dom�sticos como cocinar y lavar ropa.

�Muchos de los compa�eros todav�a no quieren entender nuestras demandas�, afirm� la comandanta Sandra. �Pero no podemos luchar contra el mal gobierno sin ellos�.