domingo, 8 de diciembre de 2013

Se vende mi pais Oscar Chavez

Se vende mi país y sus petróleos, que poca madre!

http://www.youtube.com/watch?v=Tc1PHHmsN5Q

Letras de canciones de
Óscar Chávez - Se Vende Mi País

(letras de canciónes №1)


Se vende mi país por todos lados:
La tripa el corazón y los costados.
Se vende mi país a cuatro vientos,
Su sangre, su sabor, sus alimentos.

Se vende mi país cada momento,
Su hambre, su dolor, su sentimiento.
Se vende mi país con todo y gente.
Se vende la palabra “independiente”.

Yo no lo vendo, no, porque lo quiero;
Yo no lo vendo, no, mejor me muero.
Yo no lo vendo, no, porque lo quiero;
Yo no lo vendo, no, mejor me muero.

Se vende mi país y da coraje.
Se vende mi país: es un ultraje.
Se vende mi país y sus petróleos,
Y los santos obispos con sus óleos.

Se vende mi país por todas partes.
Se vende Antropología y Bellas Artes.
Se venden su historia y su destino.
Se vende desde el principio su camino.

Yo no lo vendo, no, porque lo quiero;
Yo no lo vendo, no, mejor me muero.
Yo no lo vendo, no, porque lo quiero;
Yo no lo vendo, no, mejor me muero.

La patria se volvió nones y pares.
Se vende hasta el fondo de los mares.
Se venden sus montañas y sus ríos.
Se venden sus calores y sus fríos.

Se venden sus oasis y sus flores.
Se vende el amor de mis amores.
Se venden las arenas del desierto.
Se vende todo lo vivo con lo muerto.

Yo no lo vendo, no, porque lo quiero;
Yo no lo vendo, no, mejor me muero.
Yo no lo vendo, no, porque lo quiero;
Yo no lo vendo, no, mejor me muero.

Se venden todos los odios y cariños.
Se venden los ancianos y los niños.
Se venden sus males y placeres.
Se venden los hombres y mujeres.

Se venden su cercanía y su distancia.
Se vende el horizonte de la infancia.
Se venden los sueños de su cielo.
Y el último suspiro del abuelo.

Yo no lo vendo, no, porque lo quiero;
Yo no lo vendo, no, mejor me muero.
Yo no lo vendo, no, porque lo quiero;
Yo no lo vendo, no, mejor me muero.

Se vende mi país: está en oferta.
Se vende su razón alta y despierta.
Se vende su lugar en este mundo.
Se vende lo más querido y más profundo.

Se vende lo que espera la esperanza,
Y el ansia del amor que nunca alcanza.
Se vende mi país, se vende en frió:
Lo único que tenia que era mío.

Yo no lo vendo, no, porque lo quiero;
Yo no lo vendo, no, mejor me muero.
Yo no lo vendo, no, porque lo quiero;
Yo no lo vendo, no, mejor me muero.

Se vende el buen ejemplo de aquel padre.
Se vende a la mamá que poca madre.
Se vende mi país como un relingo.
Se vende al extranjero y a lo gringo.

Se venden su memoria y sus recuerdos,
Lo avientan a las hienas y a los cerdos.
Se vende mi país puro y entero,
Por un pinche puñado de dinero.

Yo no lo vendo, no, porque lo quiero;
Yo no lo vendo, no, mejor me muero.
Yo no lo vendo, no, porque lo quiero;
Yo no lo vendo, no, mejor me muero.

A propósito de la muerte de Nelson Mandela ¿De cuál Mandela estamos hablando?

A propósito de la muerte de Nelson Mandela ¿De cuál Mandela estamos
hablando?

Jesús Chucho García

ALAI AMLATINA, 06/13/2013.-

De Madiba a Cuito Cuanevale

MADIBA, significa "padre", en lengua xoxa, es como hasta sus noventa y cinco
años se conocía popularmente a Nelson Rolihlahla Mandela, quien nació un 18
de julio de 1917. Hoy Mandela es un símbolo de la convicción de los mas
altos ideales de la humanidad que lo llevaron a prisión en 1962, donde paso
27 años humillantes aislado en una celda sin comunicación con el mundo.

En esa época de combate, de constante lucha contra el Apartheid, nadie daba
apoyo a ese antiguo militante y solo Cuba contribuyó a formar el Wunkhoto We
Sizwe (La Lanza de la Nación) que era el brazo armado del Congreso Nacional
Africano. Para esa época no existían quienes hoy le rinden homenaje, quienes
lo buscan para los flashes de los periódicos y medios de difusión o aquellos
que buscan parecidos forzados con frases y oraciones bien escritas y
estructuradas de sensibilidades falsas.

El actual presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hizo un prólogo al
último libro de Nelson Mandela "Conversaciones sobre mí mismo", un prólogo
bien escrito obedeciendo a una estrategia de venta de los editores, pero
también es una búsqueda forzosa para compararse con Mandela.

No por casualidad la primera dama de USA, Michel Obama, estuvo en el mes de
junio del 2011 en Sudáfrica y hacerse una publicidad anticipando el
aniversario de Mandela quien estaba abatido de un cáncer de próstata desde
el año 2001. Cuando Obama dice en el prólogo al libro de Mandela que "es un
ser humano que eligió la esperanza sobre el miedo, y el progreso en vez de
prisión del pasado", pretende interpretar al estilo muy romántico
hollywoodense de que Mandela no tuvo "temor" a morir, y todos tenemos temor,
miedo, pero Mandela no tuvo pánico, que es distinto, pues, como dice Pablo
Freire, todos en algún momento de nuestras vidas tenemos miedo, pero lo que
no debe es envolvernos el pánico y Mandela no lo tuvo, se armó con su
fortaleza interna que desde afuera se la daban las luchas de los movimientos
de liberación de África, América Latina, el Caribe y el heroico Vietnam, el
estímulo de la creación de la Organización de Estados Africanos, con la
fuerza de Jomo Kenyata, Kwame Kruma, Sekou Toure, la solidaridad activa
cubana, proceso que culminaría con la derrota de la invasión Sudafricana a
Angola en 1988 con la Batalla de Kuito Kuanavale donde se selló la
independencia total de Angola, Namibia y la desestructuración del régimen
del Apartheid que conduciría a la libertad de Nelson Mandela en febrero de
1990, contando con la fuerza militar cubana, la Swapo donde destacan los
nombres del angolano General Luis Faceira (con quien hemos conversado sobre
estos temas) al igual con el General Cinta Frías (de Cuba), leyendas
vivientes que lograron derrotar la "operación del desierto" sudafricana
constituida por más de cien mil hombres contra 40 mil entre angolanos,
namibianos y cubanos. Y eso no lo reconocen ni lo reconocerán jamás Estado
Unidos ni el actual inquilino de la casa Blanca. Hablar de esperanza para el
caso de Nelson Mandela es hablar de la esperanza redimida que ese hombre
sintió cuando se produjo la derrota del apartheid y la liberación de
Namibia, como el mismo lo dijo en uno de sus discursos.

No me atrevo a encasillar a Mandela entre la izquierda y la derecha, lo
considero un hombre que luchó contra el peor régimen racista que haya
conocido la historia colonial y contemporánea en África como lo fue el
Apartheid. El es consciente de que la mayoría del apoyo que recibió en los
tiempos más difíciles procedió de la izquierda planetaria, no fue del
imperialismo norteamericano, inglés, francés o israelí, pues todos ellos
fueron cómplices de sus 27 años de prisión.

Fue un hombre que se ubicó en el contexto sudafricano donde 4 millones de
blancos por la vía de la fuerza y la represión dominaban 18 millones de
Xoxa, Zulu, Koishan entre otros pueblos originarios sudafricanos, más los
migrantes hindúes como Mahatma Ghandi, quien sufrió el racismo en Sudáfrica.
Si eso es ser de izquierda, Mandela fue de Izquierda. Se opuso a la guerra
de Irak cuando acusó sarcásticamente al presidente de Inglaterra, Tony
Blair, como una especie de Ministro de Relaciones exteriores de Estados
Unidos cuando ese ex presidente justificó, al lado de la ONU, Collin Power y
George Bush las falsedades de la posesión de armas nucleares que
supuestamente tenía Sadan Hussein para justificar la invasión de parte de la
OTAN.

Mandela....un sueño incompleto

La lucha de Mandela dio sus frutos políticos; en primer lugar derribó todas
aquellas teorías falsamente científicas y moralmente injustificables de la
incapacidad del africano para dirigir su propio país, teorías inventadas por
el régimen del Apartheid. En segundo lugar, dejó un camino abierto en el
poco tiempo que estuvo en la presidencia (1994-1999), para la reconciliación
nacional, avanzar en la derrota contra la discriminación, el racismo, y eso
no es nada fácil pues hay que tomar en cuenta que en solo 17 años que lleva
el Congreso Nacional Africano en el poder, partido donde milita Mandela, no
es posible acabar con la aberración social y psicológica acumulada por más
de 400 años, pero se hace el esfuerzo y creemos que Sudáfrica avanzará hacia
una sociedad más justa y equilibrada. Esos avances lo vimos cuando visitamos
ese país hace justamente una década en el marco de la Conferencia Mundial
contra el Racismo celebrada en la ciudad de Durban en el año 2001.

Hoy Mandela, al igual que Chávez y Fidel Castro, es un símbolo para los
pueblos del Sur, aunque los occidentales lo han querido momificar y
objetualizar, lo han querido convertir en un objeto de consumo y de moda
como hicieron con el Che Guevara. Hoy más que nunca debemos revisar los
discursos de Mándela y su agradecimiento a Fidel Castro, su condena a la
Guerra de Irak, no podemos dejar que lo pongan en el sueño eterno de Martin
Luther King con aquel famoso discurso de "Tengo un sueño". Los sueños de
Mandela por una sociedad más justa no se logró en el corto tiempo que
ejerció el poder... la incertidumbre en la Sudáfrica postmandela no es muy
alentadora. Hoy Mandela, junto con Graza Machel, ex esposa del lider
mozambicano Samora Machel, también asesinado por los sudafricanos, son
referentes para la reconciliación planetaria.

- Jesús Chucho García, desde Bamako, Mali. (La voz de Afroamérica).

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