miércoles, 11 de febrero de 2009

ATENCO

Pedro Echeverría (especial para ARGENPRESS.info)

1. Mientras 13 campesinos de Atenco, entre ellos Ignacio del Valle, Héctor Galindo y Felipe Ángeles permanecen en prisión de alta seguridad, cada uno con 67 años de pena por defender sus tierras, el expresidente Fox, su esposa y demás familiares se pasean por el mundo dilapidando los cientos de millones de pesos que del presupuesto público desfalcaron.


Pero lo condenable es que ese gran golpe de la ultraderecha poco le ha importado a la izquierda y centro izquierda mexicana entretenida en la búsqueda de cargos electorales. Como enseña la historia: los luchadores sociales solo han salido de las cárceles por cumplir sus condenas o por la jurisprudencia de abogados honestos, nunca por la movilización del pueblo (Ejemplo: Vallejo, Siqueiros, Campa)


2. Y es que parece que después de 50 años de bárbaras represiones y asesinatos de trabajadores por la burguesía, parece que tendremos que sufrir más décadas porque nuestras batallas siguen siendo débiles, parciales y gremiales. Mientras los gobiernos, la clase política, los empresarios, los medios de información, el alto clero, actúan de manera unitaria cuando ven una protesta o un rebeldía de trabajadores, nosotros actuamos solos, sin pedir apoyos a otros trabajadores porque tampoco hemos sido capaces para brindarlos. Los atenquenses, los oaxaqueños, los indígenas chiapanecos, los de La Parota, los de Ciudad Madera, los mineros, una gran cantidad de indígenas y campesinos, etcétera, han sido brutalmente reprimidos porque la izquierda no garantiza respuesta efectiva.


3. San Salvador Atenco (Estado de México), población localizada a unos 35 kilómetros al oriente del DF, en los seis años de gobierno del orate Vicente Fox, se distinguió por sus luchas combativas. Cuando el corrupto presidente pretendió construir un aeropuerto ocupando las tierras de los pobladores de aquel lugar y ofreciéndoles pagarlas a precios irrisorios, los campesinos (encabezados por Ignacio del Valle y su familia, así como otros valerosos trabajadores del pueblo) le dijeron claramente al presidente ladrón: "las tierras no se venden porque es un patrimonio que hemos heredado de nuestros abuelos y nosotros se las dejaremos a nuestros hijos y nietos". Entonces los valerosos campesinos salieron a la calle con sus machetes y se unieron para defenderlas.


4. Después de alrededor de un año de batallar para evitar que el presidente empresario cumpla sus amenazas de invadir la población y encarcelar a sus líderes, Fox no pudo seguir adelante con su gran negocio del nuevo aeropuerto y declaró la suspensión temporal del proyecto. Pero el desquiciado Fox no dejó de vigilar las múltiples actividades de los dirigentes campesinos que llevaron su apoyo a todas las luchas que se desarrollaban en el país. Así pude encontrarlos varias veces (machetes en mano) apoyando a los zapatistas en San Cristóbal, Oventic y Ocosingo; los saludé en las protestas contra Bush en Cancún y Monterrey, así como en varias manifestaciones en la ciudad de México. Fox nunca dejó de ponerles trampas provocadoras para que muerdan el anzuelo.


5. Hasta que llegó el 3 de mayo de 2006, el día de la trampa y venganza urdida por Vicente Fox y el gobernador del Estado de México, Peña Nieto, cuando los líderes campesinos atenquenses intervinieron en la ciudad de Texcoco para defender a humildes mujeres que estaban siendo reprimidas por la policía municipal por vender flores en el mercado. Peña Nieto declaró entonces: "Se aplica la ley contra la acción orquestada de los atenquenses. Era la revancha por el enfrentamiento de esa mañana en la cual los "macheteros hirieron a varios policías y retuvieron a 15 rehenes, a quienes pretendían intercambiar con Ignacio del Valle". A las pocas horas, en la madrugada del día 4, se inició la intervención brutal de más de 3 mil elementos policiacos federales, estatales y municipales.


6. Después de la bárbara y salvaje represión se entregó una lista de 220 detenidos y 140 desaparecidos y heridos, entre los que destacaban miembros de la Unión de Juristas, de Empleados del IMSS, de Telmex, de Radio Pacheco, de colectivos de Artes y Cultura, etcétera. Al siguiente día el sub Marcos, o Delegado Zero, encabezó una caminata de solidaridad con los atenquenses donde afirmó que no abandonará la Ciudad de México hasta que no sean liberados los presos políticos. La realidad es que esa promesa no pudo ser cumplida porque "la otra campaña" tenía que continuar. A mediatos de mayo la situación del país, a unos días de las elecciones presidenciales, anunciaba el crecimiento de las protestas y las luchas sociales.


7. La revista Proceso denunciaba una gran "acción contrainsurgente". Decía: una cadena de acontecimientos /de Pasta de Conchos a la venganza de Atenco, con la escala en Lázaro Cárdenas/ Las Truchas/ han pintado en los meses recientes el lienzo del sexenio (de Fox) con los colores de la ineficacia, la intolerancia y el ejercicio torpe y abusivo del poder. En los hechos y en el lenguaje, aquellos que están al frente del gobierno y los que aspiran a sucederlos le hacen guiños al fascismo. La prueba más reciente es el brutal operativo de San Salvador Atenco, donde se aplicó una estrategia contrainsurgente de tipo militar. Pero las huellas de la radicalización del aparato de Estado son muchas otras y muy profundas. Así concluyó el resumen de Proceso y a los pocos días Calderón, quien también apoyó la represión, era declarado ganador (fraudulento) de las elecciones presidenciales.


8. Ayer. Lunes 9, la revisión de los hechos de violencia que se dieron en San Salvador Atenco en 2006 dividió ayer a los ministros de la Suprema Corte de Justicia. Según El Universal, desde la perspectiva del ministro Genaro Góngora Pimentel, hay elementos suficientes para considerar que un joven murió en los enfrentamientos como consecuencia del disparo de un elemento policiaco. Sin embargo, los ministros Margarita Luna Ramos y Sergio Aguirre Anguiano, reconocidos derechistas, refutaron la idea de Góngora. Lo importante es no esperanzarse en los ministros de la SCJN porque, a pesar de tener ingresos mensuales de más de medio millón de pesos que los haría ser independientes, la realidad es que sirven a intereses gubernamentales y empresariales, tal como lo han demostrado infinidad de veces.


9. En lo único que deberíamos confiar es en la movilización de masas. Si tuviéramos decisión y capacidad para mantenerlas en las calles hasta arrinconar a los gobiernos y obligarlos a servir a los intereses de los sectores mayoritarios de la población, no habría gobierno alguno que no respetara al pueblo. Pero si por el contrario, la izquierda sigue entretenida en sus demandas gremiales, muy particulares, importándoles un bledo si se persigue y se encarcela a los atenquenses, se reprimen y asesinan a trabajadores en Oaxaca, entre los mineros, en la CNTE, etcétera, entonces estamos más que jodidos. ¿Quién se va a acercar a los movimientos de la izquierda si de sobra se sabe que no les hacen caso a sus presos y a los asesinados por el gobierno, el ejército y la policía? Hay que seguir luchando sin cansarse, pero debemos cuidarnos y cuidar a nuestros compañeros del fascismo del poder que se agiganta.



Atenco, alto a la impunidad







Atenco, alto a la impunidadJONATHAN VÁZQUEZ BETANCOURT Televisa y Televisión Azteca demuestran una vez más que su lealtad se debe  a quienes respaldan  y promueven la injusticia y el oprobio.El caso Atenco no ha merecido más que menciones breves, lecturas pobres y en algunos casos silencio cómplice que llaman la atención. Las dos cadenas de televisión más importantes del país (medios de información fundamentales, ya que más del 90 por ciento de los mexicanos se informa a través de éstos) han abordado paupérrimamente el tema.Me pregunto si el soslayo tendrá algo que ver con que Enrique Peña Nieto,  gobernador de Edomex y autor intelectual de la represión, se ha convertido en la nueva diva de la televisión mexicana y en el mejor cliente político de Televisa, tema del que asusta la perversa relación existente entre las televisoras y el poder político, lo que abre paso a la sujeción de los gobernantes ante el desafiante duopolio.Represiones como la de Atenco reflejan la más profunda miseria del México actual. Quienes juzgan esos hechos son quienes administran la infamia y quienes, como dijo Lorenzo Meyer en Primer Plano, de Canal Once –al referirse a la conclusión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SJCN) sobre el caso de Lydia Cacho y el góber precioso–, no son ciudadanos comunes, por lo cual, no pueden entender la realidad común. “Un magistrado de la SCJN que gana más de 300 mil pesos mensuales no es un ciudadano común”, lo que le nubla la vista para poder extrapolar el conflicto hasta los más altos niveles de poder.Eso le permite al magistrado Sergio Valls concluir que “es evidente que el uso de la fuerza no sólo era necesario sino obligado, era la única alternativa que quedaba para preservar el Estado de Derecho” y a Margarita Luna definir que “No hay el indicio de que alguna de las autoridades superiores, llámese gobernador del estado, procurador general de la República (...) haya dado la orden específica para decir sí, hagan un operativo con exceso de fuerza y violencia”, como lo documentó Víctor Fuentes, del diarioReforma, el lunes.O sea, en México, Luna acaba de institucionalizar la existencia de una Policía autónoma y soberana, sin jefes.La misma discordancia con la realidad le da pauta a Sergio Aguirre Anguiano para espetar “¿Cómo se puede atribuir a la Policía la muerte de ese muchacho? ¡Qué barbaridad!”, en referencia al asesinato de Javier Cortés, quien falleció víctima del impacto de un arma de fuego calibre .38 especial, como lo relató la nota de Carlos Avilés de El Universal.Ayer en MVS Noticias, Carmen Aristegui entrevistó a Alberto Herrera, director ejecutivo de Amnistía Internacional en México, quien aseguró que el caso refleja “un Estado negligente. Es el propio Estado que se convierte en perpetrador de la violencia”.En el mismo noticiario, Sergio Aguayo cuestionó “vamos a ver si se la SCJN se va por la justicia y no por la legalidad, como en el caso de Lydia Cacho”. Lorenzo Meyer fue más allá y dijo “tendrían que renunciar” los jefes de quienes fueron los autores materiales de la represión, Denise Dresser señaló que luego del “golpe” que se dio la Corte en el caso Cacho tiene la oportunidad de resarcirse. “El dedo debe estar en la figura de Peña Nieto”, sentenció.La Jornada fue medio de referencia dominante para informarse sobre el temaEl 6 de mayo de 2006 documentó las declaraciones del subcomandante Marcos quien aseguró que “ayer y hoy fuimos testigos de una verdadera campaña de mentiras contra el pueblo de San Salvador Atenco. Los medios masivos de comunicación se están poniendo al servicio de la mentira”. “El gobierno no puede cobrar venganza de nadie, su tarea es la justicia, no la represalia”, señaló el escritor Carlos Monsiváis el 7 de mayo.El domingo 14 de mayo, Juan de Dios Hernández Monge, defensor de los detenidos en Atenco, confirmó que de las 47 detenidas “al menos 30 fueron violadas por penetración de pene, con los dedos u otros objetos”, aunque también –indicó– un hombre fue violado con un tolete.Al siguiente día, La Jornada tituló una nota con una  declaración de  Felipe Calderón “en Atenco yo habría actuado igual que Fox”. “El olvido nos hace repetir el horror”, dijo Paco Ignacio Taibo. Si la SCJN olvida, si es legal, pero injusta, entonces, Atenco morirá en la memoria y se celebrará en la impunidad. Esta semana seguirá el debate, y una vez más la justicia espera a que los magistrados la miren y no la ultrajen (otra vez). Atenco, alto a la impunidad. 

sábado, 7 de febrero de 2009

Para Mamá Corral. (cuentos para suplir las inyecciones)

Para Mamá Corral. (cuentos para suplir las inyecciones)

Enero del 2009


A quien corresponda:


De madrugada, como de por sí, llegó la noticia. Más fría se hizo la noche fría y, al amanecer, nos descubrimos como con un hueco, como si algo nos faltara, como si hubiéramos perdido algo muy propio.


La geografía donde nos ha tocado luchar a nosotros, nosotras, las zapatistas, es muy extendida. En los mapas lleva el nombre de "México" y caminar sus rincones es una tarea todavía más dilatada.


En el calendario de la Sexta llegamos a uno de sus rincones más extraños, porque a pesar de lo que el mapa y el kilometraje recorrido indicaban, la historia, esa compleja red de calendarios y geografías de abajo, señalaba uno de nuestros adoloridos corazones: Ciudad Juárez, Chihuahua.


Ciudad Juárez. La de las jóvenes obreras asesinadas impunemente. Asesinadas por ser mujeres, por ser jóvenes, por ser trabajadoras... por ser. La de la digna rabia de los habitantes de Lomas de Poleo, resistiendo ataques, trampas, calumnias, silencios.


La de Mamá Corral.


No, no voy a contar su historia. Eso les corresponde a quienes todo este tiempo estuvieron, y están a su lado, luchando por la presentación del@s desaparecid@s.


Fuimos a hablar con ellas. Fue una reunión privada con ella y otros familiares de desaparecid@s. Así lo pidió ella, así lo pedimos nosotros. Fue en la sala de su casa. Ahí nos amontonamos unas 15 o 20 personas.


Doña Concepción García de Corral era la de más edad... y la más fuerte.


Como si los calendarios buscando a su hijo, José de Jesús, no la hubieran agotado. Como si él no claudicar le permitiera ver más lejos.


Hablaron los compas familiares. Palabras más, palabras menos, dijeron: "Queremos saber la verdad".


Doña Concepción fue más lejos: "Si Dios me ha dado tantos años de vida es porque José de Jesús está vivo y lo voy a encontrar".


No, no recuerdo si ésas fueron sus palabras exactas, pero creo que si el sentimiento.


Después hablé yo.


No dije mucho...


O lo dije todo...


No muy me acuerdo, pero creo que les dije lo que yo quisiera que le dijeran a mis familiares si hubiera lugar, tiempo y modo: no nos fuimos porque no los quisiéramos, sino porque los queremos, aunque de otra forma, con otro modo.


No me hagan mucho caso, pero creo que fue entonces cuando abracé a Doña Concepción García de Corral y le dije al oído: "Mamá Corral".


Luego me fui.


Siempre me voy.


Otra vez llegaron las geografías y los calendarios a llevarnos y traernos. Pero en ellas y por ellos sabíamos de ella.


Creo que hasta una vez le dedicamos un texto. Por ahí debe de andar, creo.


Tal vez se lo leyeron. Tal vez sonrió. Tal vez entendió que le decíamos a ella: "aquí estamos y no olvidamos".


Y ahora resulta que yo estaba escribiendo unos cuentos porque alguien estaba enfermo y algo había que darle de remedio, así fuera a la distancia.


Y, además, porque tengo un montón de cartas de protesta. Algunas de supuestas sociedades médicas reconviniéndome por mis declaraciones en contra de las inyecciones, y otras son de mamaces iracundas porque se quedaron con la jeringa preparada y la víctima en turno se rehusó a la tortura, aduciendo un supuesto punto de un supuesto programa nacional de lucha que supuestamente prohibía la producción, el tráfico y el consumo de inyecciones. Total, que en resumidas cuentas me hacen responsable de las más terribles epidemias y endemias.


Mentira, no han llegado cartas de protesta. Pero los oídos me zumban, lo que, según decía mi madre, quiere decir que están mal hablando de uno.


Entonces yo, presionado por la Lupita y la Toñita, me puse a trabajar en mi laboratorio para producir una medicina alternativa a las inyecciones. Y entonces salió el primero de estos "Cuentos para suplir la inyección".


Mientras esperaba la decisión de las Comandantas sobre si hacían o no un encuentro deportivo y cultural para el 8 de marzo, llegó, de madrugada, la noticia de la muerte de Mamá Corral.


Venía en una carta, firmada por el Comité de Madres de Desaparecidos Políticos de Chihuahua, que terminaba así: "Subcomandante Marco reciba usted nuestro reconocimiento y nuestras condolencias. Mamá Corral se fue, pero aún está con más fuerza a su lado y al nuestro. Reciba un fuerte abrazo y nuestra bendición".


Dolió. Mucho.


Ya más luego releí esas líneas y pensé que sí, que está a nuestro lado y de nuestro lado. Así que, con el permiso respectivo, hice algunos cambios y modificaciones al primero de los "Cuentos para suplir las Inyecciones" y se lo conté a Mamá Corral, a Helena, y a todas las mamaces con el dolor a flor a piel, tal y como a continuación lo transcribo:


1.- Remedio para el dolor de corazón:


El cuento de la otra hojita.


Habrá una vez una hojita que estaba arriba de un árbol, en la parte más alta. Contenta estaba la hojita porque tenía muchas hojitas cerca y bien que se cantaban cuando el viento las movía. Y muy lejos podía ver la hojita, todo el valle y hasta las montañas vecinas.


Claro que había sus inconvenientes porque, por ejemplo, como había muchas hojitas juntas pues rápido se hacían los chismes. "Ya viste que la tal por cual anda muy pegada con ésa otra", a veces decían. Y se hacía mucha bulla porque luego se sabía el chisme y entonces contestaban: "y mira quién habla, si tú te pasas todo el tiempo al lado de ésa de más allá". O sea que mucho peleaban entre sí las hojitas, como de por sí.


Y también ocurría que, cuando llovía, las hojitas de arriba eran las primeras en mojarse y no podían decir aquello de "qué bonito es ver llover y no mojarse".


Pero había sus compensaciones, porque, cuando el sol salía, las de arriba eran las primeras hojitas en secarse.


Bueno, pues así estaba la hojita de este cuento, en el vaivén de lluvias y soles, cuando vino un viento fuerte y la arrancó de la rama donde estaba viviendo. Y la hojita empezó a volar, dando giros, subiendo y bajando por las corrientes de aire.


"!Qué chido¡", Dijo la hojita que era medio skatera.


"!SIIIIII¡", gritó cuando pudo hacer un doble rizo muy cerca del techo de una champa. Luego una ráfaga de aire la acercó a una nube que tenía una pinta de muchos colores que decía: "Libertad y Presentación de l@s desaparecid@s politic@s".


Y en otra se leía: "Lo bueno de raya nubes es que acá no llega la tira".


Y así andaba de un lado a otro la hojita.


Pero pasó que el viento se fue con su canción para otra parte y la ley de gravedad se aplicó con todo rigor, así que la hojita, casi como no queriendo, fue a llegar hasta el suelo.


"!Orale¡", se dijo la hojita, "¿y ahora qué voy a hacer?"


La hojita quería regresar otra vez a la parte más alta del árbol. Aunque eran muy chismosas, ahí estaban sus amigas. Y aunque era la primera en mojarse con al lluvia, también era la primera en calentarse con el sol y podía ver muy lejos. Y aunque el viento la volviera a tumbar, ella podía ensayar nuevas piruetas que ya se le estaban ocurriendo, y hasta pensaba rayar alguna nube con letras de muchos colores y tamaños muy divertidos y demandar libertad y justicia.


la hojita probó en caminar, pero como siempre había estado en el árbol agarrada de una rama, pues nomás no se le daba lo de la caminadera.


Entonces una hormiguita pasó por donde estaba. La hojita la reconoció, porque era una hormiguita que una vez había estado en lo alto del árbol y hasta le había dado una mordida a la hojita.


"!Hola¡", saludó la hojita a la hormiguita.


"¿Y tú quién eres? Acaso te conozco", respondió la hormiguita que, para variar, andaba de malas.


La hojita se presento: "Me llamo Hojita y vivo en la parte más alta del árbol, pero me caí y ahora quiero regresar a mi casa pero no sé cómo hacerlo, ¿podrías ayudarme?".


La hormiguita la quedó mirando, luego quedó mirando al árbol, luego volvió a quedar mirando a la hojita. Tardó mirando la hormiguita.


Ya luego dijo: "No pos ora que sí ya se chingó la Roma ésa, porque tendría que cargar y luego tendría que subir toooodo el árbol sin que me coman los pájaros o el oso hormiguero. Y ya luego, si es que llegamos hasta la parte más alta, pues la problemas va a ser cómo te pegamos a la rama que te toca".


La hojita quedó mirando a la hormiguita y luego quedó mirando al árbol. Tardó mirando la hojita, o sea que ya estaba agarrando el modo de la hormiguita.


Ya luego dijo: "no hay problema, porque podemos ir a comprar pegamento a la papelería o me puedo agarrar bien fuerte de la rama que me toca".


La hormiguita escuchó a la hojita y la quedó mirando y... bueno, y ya no vamos a decir que tardó mirándola porque si no el cuento se hace muy largo.


Entonces la hormiguita dijo: "Tá güeno, te voy a llevar, pero antes tengo que ir a ver a mi comagre para pedirle maíz porque a mí ya se me acabó. ¿Vas conmigo o aquí me esperas a que regreso?.


La hojita pensó que, cuando la hormiguita encontrara a su comagre, iban a tardar mirándose y el cuento se iba a terminar sin que ella resolviera su problema, así que respondió: "¡Voy contigo! Y sirve de pasada compramos el pegamento en la papelería"


Entonces, la hormiguita cargó a la hojita en el lomo y empezó a caminar rumbo a casa de su comagre.


Por el camino, la hojita iba mirando muchas cosas que no conocía... o que conocía, pero vistas desde lo alto del árbol donde vivía.


Y pasó a un lado de la piedrecita inconforme, la que quería ser nube, y la vio muy grande. Mientras miraba a la piedrecita inconforme hacer ejercicios para bajar de peso, la hojita pensó: "Tras que desde arriba se ven muy otras las cosas".


"O no se ven", dijo la hormiguita, que además de ser enojona podía escuchar lo que pesnaban los demás seres.


"Sí o no se ven", quedó pensando la hojita.


Siguieron caminando.


Bueno, caminaba la hormiguita, porque la hojita nomás iba mirando el mismo mundo que había visto desde arriba pero que, visto desde abajo, era otro mundo.


Y mucho mundo miró la hojita.


Por ejemplo, miró al Mal y al Malo vestidos de gobiernos, de empresarios, de aviones bombardeando niños y niñas, de policías golpeando y asesinando jonven@s y desapareciendo luchador@s sociales, de hombres violentando mujeres, de perseguidores de los otros amores, de racistas, de locutores de radio y televisión, de periodistas, de analistas políticos, de comisarios del pensamiento.


Pero también miró a un escarabajo con yelmo, fumando pipa y escribiendo en una ultramini-micro-computadora.


Y miró a la Lupita y a la Toñita jugando con unas jirafas que les regalaron en el Festival de la Digna Rabia. Y miró al Sup cuando les decía a las niñas que no eran jirafas, que eran unas vacas y que les habían estirado el pescuezo porque las querían hacer caldo, pero las vacas no se dejaron y se resistieron y que eran unas vacas rebeldes y que se les había quedado el pescuezo estirado por su resistencia, pero no eran jirafas. Y miró que la Toñita y la Lupita lo regañaban al Sup y le enseñaban un libro de animales para que víera que sí eran jirafas y que no eran vacas con el pescuezo estirado. Y miró que el Sup les respondía que no era cierto, que ese libro lo habían hecho los mismos que querían hacer caldo a las vacas. Que para que no se publicara que tenían un su delito, dijo el Sup. Y miró que las niñas traían unas inyecciones porque decían que el Sup estaba enfermo y por eso decía tarugadas, y que iban a curar al Sup. Y miró que el Sup corría. Y ya no miró si es que lo alcanzaron.


Y miró el lado oscuro de la luna, cuando Sombra, el guerrero, la llevaba cargando en un mecapal.


Y miró a Elías Contreras, Comisión de Investigación del EZLN, llevar unas flores a la tumba de La Magdalena.


Y miró al Viejo Antonio forjándose un cigarrillo en hoja de doblador.


Y miró a hombres y mujeres indígenas, que nunca habían ido a la escuela, explicarle el mundo a una investigadora con un doctorado en ciencias sociales.


Y miró a las tropas zapatistas haciendo la champa para Radio Insurgente.


Y miró al Moy platicando con las Comisiones Agrarias Autónomas sobre un problema de tierras.


Y miró a una pareja tocándose con toda la piel desnuda, y miró que no importaba si la pareja era de mujer y hombre, o de hombre y hombre, o de mujer y mujer, o de otra@ y otr@.


Y miró a alguien rayar en una pared "Un muro sin grafiti es como un barquillo sin helado", y miró que el muro se convertía en bandera.


Y miró que nadie se preparaba para enfrentar a Polifemo.


Y miró a los calendarios y geografías caminar a encontrarse.


Todo eso y muchas cosas más miró la hojita, pero son para otros cuentos.


Por fin llegaron donde la comagre de la hormiguita y, como era de esperar, la comagre no estaba porque no llegaron rápido y le tocaba trabajar en otro cuento, así que se fueron a la papelería para comprar el pagamento.


A la hojita, con todo lo que había mirado, ya se le había olvidado que iba a comprar pegamento. Así que le dijo al dependiente de la papelería: "Quiero un cuaderno y unos lápices de colores muy divertidos".


El dependiente respondió "Acaso son divertidos los lápices de colores. Los lápices de colores son lápices de colores".


De ahí se siguió una larga discusión sobre la capacidad o no de sentimientos de las cosas inanimadas, discusión que nos vamos a saltar porque si no el cuento se va para otro lado.


Bueno, resulta que al final la hojita consiguió sus lápices de colores, su cuaderno y su pegamento (porque la hormiguita le recordó a qué habían ido a la papelería).


Ya luego, la hormiguita y la hojita llegaron al pie del árbol.


Ya iban a empezar a subir cuando ¡zas!, se sintió como un terremoto. Todo empezó a crujir y como a romperse.


Como si se desarmara un rompecabezas y las piezas se desordenaran.


La radio, la televisión y los periódicos de arriba no dijeron nada porque también se habían desarmado, así que lo que se supo fue porque lo publicaron los medios alternativos de comunicación.


Porque resulta que los zapatistas, las zapatistas, habían ganado la guerra contra el olvido y todo el mundo se estaba volteando de cabeza y quedando todo al revés.


Y el sol ya no salía por el oriente, sino por el poniente.


Y lo que estaba arriba quedaba abajo, y lo que estaba abajo quedaba arriba.


Y entonces resulta que, para ir a la rama donde vivía la hojita, ahora tenían que bajar, en lugar de subir, a la copa del árbol.


"Mta magre" dijeron a coro la hojita y la hormiguita, y se pusieron a discutir entre ellas.


Y es que la hojita le echó la culpa a la hormiguita porque tardó mucho mirando y en ese tiempo los zapatistas, las zapatistas, ganaron y voltearon el mundo al revés.


"Para que el mundo ya esté cabal", así dijeron las zapatistas, los zapatistas, y, como ya es costumbre, nadie les entendió.


Tan – tan.


Vale. Salud y paciencia rabia, Mamá Corral, paciente rabia.


SupMarcos.


México, Enero del 2009.




































































































lunes, 2 de febrero de 2009

Oaxaca, en pie de lucha, requiere apoyo y cobertura nacional

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La realidad es que en Oaxaca, Guerrero y Chiapas la lucha de clases no puede esconderse porque está “a flor de piel”.

Pedro Echeverría V. (Para Kaos en la Red) 2009-01-20 18:07:27

1. Con bloqueos en la capital oaxaqueña la Sección 22 del SNTE inició el viernes 16 una serie de movilizaciones programadas en todo el estado, por acuerdo de la Asamblea Estatal, para pedir una mesa de trabajo con la Secretaría de Gobernación (SG) Se iniciaron en la ciudad de Oaxaca con un bloqueo en un crucero al poniente de la capital a las 8:30 horas, con cientos profesores que se apostaron allí, así como un camión materialista que atravesaron en el lugar. En la zona sur, otro contingente de maestros inició el bloqueo al crucero llamado de Cinco Señores, cerca de Ciudad Universitaria minutos antes de las 9:00 horas; el caos vial comenzó a intensificarse también en toda la zona. En el Aeropuerto Internacional de esta ciudad, los mentores también realizaron una concentración y un bloqueo parcial del crucero que se ubica frente a dichas instalaciones.

2. Aunque al parecer las luchas de los oaxaqueños tienen un aparente regionalismo las demandas de la sección 22 (CNTE) superan siempre el gremialismo magisterial, es decir, aunque Oaxaca parece un estado aislado del centro y de la sociedad capitalista nacional, las demandas por la que ellos han luchado, por lo menos desde mayo de 2006, son claramente nacionales. No reducen sus demandas a aumento de salarios, prestaciones o “privilegios” magisteriales (tal como los medios propagan), sino que luchan por una educación democrática, igualitaria y al servicio del pueblo exigiendo: libros, becas, desayunos escolares, trabajo y buenos salarios para los padres de familia, libertad para manifestarse y renuncia del gobernador opresor. Le exigen de entrada a la secretaría de Gobernación la instalación de una mesa de diálogo para analizar los problemas y llegar a acuerdos.

3. Pero hay problemas graves como los injustamente encarcelados por sus luchas, Abraham Ramírez y compañeros, en la cárcel de Pochutla, Oaxaca. Han escrito: “Hoy, 15 de enero del 2009, cumplimos 4 años de ser secuestrados por los que al amparo de las leyes secuestran, desaparecen, matan, a nuestros hermanos que están en contra de los proyectos del asesino de Ulises Ruiz Ortiz (URO) y sus perros carroñeros que reprimen a luchadores sociales cuyo único delito es reclamar sus derechos porque, como saben, estos corazones rebeldes jamás se quedarán callados ante las injusticias. Ni cadenas, ni grietas, ni muros podrán callar nuestra voz. “Pueblo: si nos quedamos sumisos ante esta situación, nuestros hijos pagarán las consecuencias. Nacimos libres. Amamos la libertad. Y por ver a todos estos hombres títeres sin cadena, no daremos tregua a nuestra lucha”.

4. La realidad es que en Oaxaca, Guerrero y Chiapas la lucha de clases no puede esconderse porque está “a flor de piel”. La miseria no se esconde y los negocios en beneficio de multimillonarios están a la vista. En tanto que por publicaciones y experiencias se puede ver que hay algunos estados donde las luchas no son profundas, no llegan a la confrontación total y los gobiernos reprimen poco, (tal como sucede en Yucatán, Campeche, quizá Colima, Nayarit, Aguascalientes, Guanajuato donde se conoce muy poco de luchas y represiones) en los tres estados del sur/sureste arriba mencionados, las batallas de los trabajadores son fuertes y la represión gubernamental brutal y abierta. También por ello las fuerzas del ejército y la policía están distribuidos de manera desigual.

5. No debemos olvidar que Oaxaca, Guerrero y Chiapas, estados de la República donde la “civilización occidental” o capitalista no pudo penetrar con la libertad y profundidad que lo hizo en el resto del país, han sido al mismo tiempo las entidades menos atendidas por los diferentes gobiernos de la nación. Han sido víctimas de la enorme explotación de sus recursos naturales y humanos, pero las inversiones en agricultura, pesca y otras fuentes productivas que tanto necesitan sus pobladores, han sido mínimas y absolutamente insuficientes. Por ese motivo esos pueblos indígenas y campesinos, junto con sus profesores, siempre han estado en pie de lucha defendiéndose de los terratenientes, de los saqueadores de bosques, petróleo y agua. Los gobiernos sólo han tenido pendientes a esos estados para realizar proyectos en beneficio de los grandes explotadores de cada región.

6. Oaxaca, cuya historia de luchas campesinas y magisteriales viene por lo menos de los últimos 40 años contra los gobiernos del PRI que se han ensañado contra el pueblo, ha comenzado nuevamente a levantarse. Por su parte el pueblo de Guerrero ha visto nacer varias guerrillas entre las más conocidas estuvieron la de Jenaro Vázquez, Lucio Cabañas y el EPR; pero también luchas campesinas contra despojos de tierras y problemas electorales. En Chiapas son los indígenas quienes han venido batallando por varias décadas contra los hacendados y terratenientes; pero obtuvo mucho prestigio a partir del levantamiento del EZLN en 1994. Los tres estados, casi totalmente agrarios, fueron dominados desde hace ocho décadas por el PRI, aunque en los últimos años la fracción más derechista del PRD ha asumido los gobiernos de Guerrero y Chiapas, que han gobernado como priístas.

7. En las batallas que los profesores de la CNTE de Oaxaca y la APPO libraron el segundo semestre de 2006, esencialmente contra el gobierno del estado, ninguna organización fuerte de izquierda y centroizquierda les dio un apoyo directo. Las organizaciones fuertes de entonces eran el PRD que se encontraba en campaña y poscampaña presidencial; el EZLN que se encontraba el La Otra Campaña y los sindicatos del Diálogo Nacional, a todos pareció importarles un bledo la batalla más importante de entonces. Por otro lado la TV (Televisa, TV Azteca), la radio (Radio Fórmula y las demás), la presa, casi totalmente) se dedicaron a calumniar al movimiento, así como a lanzar acusaciones y denuncias contra sus dirigentes. La realidad es que los oaxaqueños se batieron casi solos. Incluso los diputados del PRD de Oaxaca votaron siempre junto a los del PRI y del PAN.

8. Tres años después están a punto de iniciarse nuevamente las campañas electorales. El PRI parece tener todas las posibilidades de ganar ampliamente los comicios, aunque por aquello de los arreglos entre partidos los priístas tendrán que negociar con el PRD y el PAN. A pesar de que el gobernador de Oaxaca es un represor y un asesino, el PRI y el PAN lo han respaldado abiertamente y es seguro que lo apoyarán hasta el fin de su mandato. Pero los oaxaqueños, a pesar de que saben que ahora es más difícil tumbarlo, no dejarán de luchar contra ese gobierno por ser neofascista. Los oaxaqueños seguirán siendo una importante vanguardia de los movimientos de los trabajadores por su liberación. Y aunque no se obtengan triunfos rotundos y concretos, lo importante es que la conciencia del pueblo crece y se enraíza y el ejemplo se extiende en todo el país. Hagamos los más para manifestar nuestro apoyo directo.

pedroe@cablered.net.mx





domingo, 1 de febrero de 2009

Acta por acta


Acta por acta

20 Junio 2008
Carmen Aristégui
Periodista y analista política


Distrito Federal— Una sociedad que busca democracia no puede darse el lujo de abandonarse al conformismo y renunciar a la verdad. El camino puede ser largo, fragmentado o sinuoso. Por eso cuando alguien hace esfuerzos para suministrar información, datos y elementos de juicio para conocer y comprender los asuntos que marcan a un país, no queda más que el agradecimiento, sobre todo si se trata de un trabajo minucioso, con rigor académico y esclarecedor de uno de los asuntos más relevantes que han sacudido a la sociedad mexicana como las elecciones presidenciales de hace dos años.

Me sumo a quienes ya han escrito sobre la importancia de la investigación hecha libro, de José Antonio Crespo: 2006: hablan las actas. Las debilidades de la autoridad electoral mexicana (Debate. Random House Mondadori. 2008.)

La investigación de José Antonio es un potente chorro de
luz a una parte sustantiva del proceso electoral más confrontado de nuestra historia. Como buena realidad, es inabarcable en su totalidad pero, con el fragmento seleccionado para este examen, es suficiente para saber o ratificar hoy, con claridad, varias cosas. Una fundamental: el papel de las autoridades electorales fue catastrófico.

Con benevolencia se puede hablar de ineptitud y falta de miras. Con ganas de que alguien rinda cuentas del desastre se puede hablar de responsabilidades tan graves que merecerían ser sancionadas. ¿En México nadie juzga a jueces y autoridades cuando su acción u omisión causa daños mayúsculos a la población? La responsabilidad del Tribunal Electoral (TEPJF) es enorme en su condición de última instancia. Simple y llanamente no cumplieron con su tarea fundamental para dotar de certidumbre al resultado final de una elección, en este caso una que –como nunca– polarizó, enfrentó y dividió a los
mexicanos en un proceso que no ha logrado revertirse.

Dos años después, México sigue lamiéndose las heridas. Un país cuya población sigue dividida entre los que piensan que se registró un fraude generalizado, que le robó la elección a Andrés Manuel López Obrador; los que afirman que Felipe Calderón ganó con un estrecho margen de 0.5 por ciento, pero que obtuvo un mandato legal y legítimo y los que piensan que, después de lo ocurrido, no se puede saber con certeza quién ganó la elección.

¿Tenía que haberse anulado la elección presidencial de 2006? Sí. Con los argumentos que surgen a partir de este trabajo, no parece caber duda sobre ello. Anular una elección debe ser el último de los recursos pero, con lo mostrado por Crespo, queda claro que no se requería siquiera de una valoración subjetiva sobre los varios factores que contaminaron la contienda. Haciendo a un lado la irresponsable intervención de Fox, las
campañas negras de unos y otros, los miles de spots en radio y televisión de origen desconocido, el dinero de empresas y empresarios que intervinieron ilegalmente en el proceso; por citar los elementos más conocidos y obvios que para muchos hubieran sido suficientes para invalidar el proceso.

Con un solo elemento, Crespo demuestra que el Tribunal estaba obligado a anular las elecciones por una razón fundamental que deriva de un ejercicio aritmético. El Tribunal fue omiso en un asunto crucial en el que la ley lo obliga para anular. Ante la enorme cantidad de inconsistencias que se presentaban en las actas de escrutinio y cómputo –entre 800 mil y 2 millones, según los rubros comparados– el Tribunal sólo atinó a decir que la mayoría de los votos irregulares encontraba plena justificación y los que quedaban no llegaban a afectar el resultado final.

Eso, hoy lo sabemos, no fue cierto. Los magistrados o mintieron o se equivocaron,
que cada quien escoja. El mérito de Crespo radica en que, incrédulo del dicho del Tribunal, decidió revisar por su cuenta las actas oficiales en el número suficiente (la mitad de los distritos del país) para demostrar que los diversos errores e inconsistencias superaban en número a la diferencia de votos que había entre Calderón y López Obrador.

Entre uno y otro hubo 233 mil votos. En el estudio de Crespo se comprueba que el número de votos irregulares fue del orden de 300 mil. Esa única razón obligaba al Tribunal a declarar nulas las elecciones.

Crespo va desgranando, sin pasiones partidistas ni estridencia alguna, los significados de su trabajo. La conclusión mayor es, sin duda, que los mexicanos podemos afirmar que la verdad jurídica no corresponde a cabalidad con lo que empieza a ser ya la verdad histórica de lo ocurrido en
2006.

José Antonio se vale de una cita de Marc Bloch para ilustrar uno de los principales propósitos de su investigación y libro. Ajustar la historia de la elección de 2006 a la definición de este especialista: “El verdadero progreso en el análisis histórico llegó el día en que la duda... se hizo examinadora... cuando las reglas objetivas fueron elaboradas paulatinamente y permitieron escoger entre la mentira y la verdad”.

Crespo no sólo planteó las dudas sino que realizó el examen riguroso para conocer parte de la verdad de lo ocurrido en 2006.


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