domingo, 17 de junio de 2012

A 6,570 días del levantamiento armado del EZLN (XVIII) En la navaja: La Traición de Febrero, la carreriza zapatista y, ¡aunque usted no lo crea!, el vochito de la Chiltak en territorio ocupado

ALAI, América Latina en Movimiento

2012-06-12
Mexico
A 6,570 días del levantamiento armado del EZLN (XVIII)
Gaspar Morquecho
Clasificado en: Social: Social, Indigena, |
Disponible en: Español
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En la navaja: La Traición de Febrero, la carreriza zapatista y,
¡aunque usted no lo crea!, el vochito de la Chiltak en territorio
ocupado

La III Declaración de la Selva Lacandona era la tercera iniciativa y
convocatoria del EZLN con la que se proponía modificar radicalmente el
sistema político mexicano y garantizar los derechos a todas/os los
mexicanas/os con una nueva Constitución. Fue también, el tercer
intento por nacionalizar su lucha. La II Declaración de la Selva
Lacandona pretendió alcanzar esos objetivos por la vía lectoral y la I
llamando a tomar las armas.

Enero de 1995 fue de mucha intensidad y actividad política. Si el EZLN
animaba los trabajos de la Convención Nacional Democrática (CND),
lanzaba la convocatoria para la creación del Movimiento para la
Liberación Nacional (MLN) y trabajaba para crear las mejores
condiciones para un eventual diálogo con el gobierno federal que
negaba, el mal gobierno afinaba el formato para institucionalizar,
legalizar y encuadrar la existencia y actividad política del EZLN en
un marco jurídico. Además instrumentalizó al Congreso de la Unión para
ser la parte de la concordia y pacificación en Chiapas. De esa forma
el Estado mexicano, además del Ejecutivo y de las fuerzas armadas,
colocaba en el escenario de guerra en la entidad, al Congreso de la
Unión que formuló la Ley para el Diálogo, la Conciliación y la Paz
Digna en Chiapas y la Comisión de Concordia y Pacificación (COCOPA)
constituida por senadores y diputados de las diversas fracciones.
Parte de la estrategia y dispositivos tácticos contrainsurgente que
afinaba en sus sótanos.

Un tercer actor fue la Comisión Nacional de Intermediación (CONAI) que
encabezó Samuel Ruiz García que como recordarán se constituyó a
iniciativa del EZLN. En esa mediación aparece, también, la intención
zapatista de darle un carácter nacional al movimiento.

En enero del 95, los embajadores del EZLN y del gobierno federal
reanudaron el intercambio de puntos de vista y condiciones para un
postergado diálogo. Relación que se habían interrumpido por la campaña
militar zapatista de diciembre. Un mes de tensiones, de estira y
afloje entre las partes. Por su lado, la insurgencia civil acrecentaba
la beligerancia de sus acciones con la toma de presidencias
municipales. Una respuesta popular al dudoso triunfo priísta y a la
imposición de Eduardo Robledo Rincón como gobernador en Chiapas.

El 6 de enero, el EZLN denunció: "Las fuerzas gubernamentales no han
cumplido la orden de no realizar avances de sus posiciones, siguen los
vuelos rasantes e intimidatorios en territorio zapatista, las
detenciones arbitrarias de civiles y los "patrullajes provocadores
hacia las posiciones zapatistas". A solicitud del gobernador en
rebeldía, Amado Avendaño, y "las exhortaciones de la Conai", el EZLN
amplió la prórroga de la suspensión de las operaciones militares al 12
de enero de 1995 y ratificó las condiciones para una tregua estable
"que conduzca a un diálogo serio y verdadero": Solución satisfactoria
a conflictos poselectorales de Tabasco, Veracruz y Chiapas.
Reconocimiento del Gobierno de Transición a la Democracia en Chiapas y
reconocimiento de la Comisión Nacional de Intermediación. Sólo la
tercera de las condiciones había sido satisfecha.

El 15 de enero de 1995, tuvo lugar un primer encuentro donde
estuvieron presentes miembros de CONAI, 3 representantes del supremo
gobierno y tres representantes del EZLN. El tema único fue "discutir y
acordar medidas" de distensión para "alejar el ambiente de guerra
inminente". EZLN se comprometió a respetar la vida, libertad y bienes
de los delegados del gobierno federal, y a informar, "oportunamente y
con verdad", lo ocurrido en el encuentro. Al día siguiente, el EZLN
informó sobre los resultados. Decretó un cese al fuego ofensivo,
unilateral y por tiempo indefinido y se comprometió a: "No tomar
iniciativa militar ofensiva", a "No obstruir las vías de comunicación"
y a "desminar los accesos a los territorios zapatistas." No amenazar
militarmente las cabeceras de los municipios, ni tomar militarmente
ningún edificio público, y respetar a la población civil que no
simpatiza con nuestra justa causa. Brindar todas las facilidades al
Comité Internacional de la Cruz Roja en el desempeño de las labores
propias de su mandato. Dar todas las garantías a la Conai para la
verificación del cumplimiento de estos puntos y aceptar su
intervención para arreglo de diferendos sobre estos compromisos de
tregua temporal. De esa forma las partes (EZLN-Gobierno Federal) se
preparaban para una segunda ronda del Diálogo.

El 31 de enero, en la víspera de la Tercera Sesión Plenaria de la CND
mandó un mensaje y reiteró su llamado a la creación del "frente amplio
opositor" encabezado por la Convención Nacional Democrática y
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Los zapatista propusieron, "tres
demandas centrales" que podría agrupar a ese "amplio frente de
oposición al sistema de partido de Estado": 1. Gobierno de transición
a la democracia. 2. Convocatoria a un constituyente y una nueva Carta
Magna Federal. 3. Destrucción del sistema de partido de Estado.

La CND se reunió en Querétaro del 3 al 5 de Febrero. A esa sesión
asistieron unas mil personas. Sin embargo, el 5 de febrero, la tensa,
difícil y complicada tercera sesión de la CND marcó el principio del
fin de la misma. Por su parte, Cuauhtémoc Cárdenas no respondió al
llamado que el EZLN le hizo en la III Declaración. Ese mismo día y en
la misma ciudad, Zedillo le puso un ultimátum al EZLN. El 9 de febrero
el EZLN respondió al ultimátum y en el punto 7 podemos leer: "El
diálogo que pretendía el mal gobierno es teniendo al EZLN de rodillas.
Se equivoca, desde el lº de enero de 1994 vivimos de pie. De pie
hablaremos o de pie pelearemos, de pie viviremos o de pie moriremos."
El jueves 9 de febrero por la noche, el presidente apareció en la
televisión, en cadena nacional, anunciando que había girado órdenes de
aprehensión contra los dirigentes del EZLN.

Las iniciativas de Zedillo: oferta del diálogo, Ley COCOPA, Comisión
legislativa y el encuentro con embajadores del EZLN, resultaron ser,
también, la pantalla política que soportaba y encubría los planes y
ofensiva militares del gobierno federal en contra el EZLN que se
concretaron el 9 de febrero de 1995. Era sin duda la respuesta militar
a la Campaña militar zapatista por la "Paz con Justicia y Dignidad de
los Pueblos Indios" de diciembre y la puesta en marcha de la
Estrategia Contrainsurgente del Estado mexicano y sus fuerzas de
inteligencia y militares elaborada de enero de 1994 a enero de 1995,
para la desarticulación de las bases de apoyo zapatistas y la
aniquilación del EZLN.

Los objetivos la ofensiva política, jurídica y militar del gobierno
federal fueron:
.- Con los encuentros con los embajadores zapatistas, el
reconocimiento de la CONAI, sus iniciativas legislativas proyectar en
el ámbito nacional e internacional su disposición al diálogo y a la
solución política al "conflicto" en Chiapas.
.- Pretextando nuevas acciones militares del EZLN, Zedillo ordenó la
captura de la dirigencia del EZLN y la movilización de las tropas para
ocupar posiciones en el territorio zapatista. Mediáticamente el
gobierno federal quiso sorprender con el "desenmascaramiento" del
Subcomandante. Fue identificado como Rafael Sebastián Guillén Vicente.
.- Con el objetivo de aislar al EZLN, el gobierno desató una campaña
para desacreditar a Samuel Ruiz acusándolo de ser aliado del EZLN, en
contra de los organismos no gubernamentales agrupados en la CONPAZ
cuyas oficinas fueron allanadas y una campaña terrorista y de
amedrentamiento con amenazas de muerte a través de llamadas anónimas.
.- Tomó como rehenes a los compañeros Javier Elorriaga, Gloria
Benavides, Fernando Yánez y Jorge Santiago.

Me parece que después de la Revolución Mexicana, el avance de las
tropas federales sobre territorio zapatista en febrero 1995, provocó
el mayor de los desplazamientos de población indígena en Chiapas. En
la historia reciente de la entidad presenciamos el desplazamiento de
la población de las montañas para ocupar territorios nacionales en la
selva. Conocimos el poblado de San Mateo el Zapotal fundado por indios
chamulas y que a mediados de la década de 1980 aun iban y venían a Las
Ollas su comunidad de origen. También nos tocó ver parte del
desplazamiento de miles de indios expulsados de sus tierras por los
caciques indios de horca y cuchillo en Los Altos de Chiapas o por la
intervención del ejército federal, guardias blancas, pistoleros y
rancheros en varias regiones del territorio chiapaneco,
particularmente, en zonas indígenas. Desplazamientos por la presencia
del Ejército federal y sus maniobras militares antiguerrillas en la
zona Norte de Chiapas o en las cañadas de la selva Lacandona. Por las
matanzas en Wololchán por tropas federales o en Tzakikum por grupos
armados de los caciques indígenas que, al estilo de los kaibiles,
arrasaron a esa comunidad del municipio de Chalchihuitán. Ambas
cometidas a principios de la década de 1980. Conocimos los campamentos
de desplazados por el levantamiento armado de 1994 en San Cristóbal de
Las Casas, Las Margaritas, Altamirano y Ocosingo que dieron refugio a
20 o 25 mil indios tsotsiles, tzeltales, choles, tojolabales.

Sin embargo, el desplazamiento de febrero de 1995, fue mayor. Hombres,
mujeres y niñas/os zapatistas y de las fuerzas armadas del EZLN se
remontaron o se fueron al fondo de las cañadas. Los pueblos quedaron
desolados, tristes, silentes. El ejército federal había tendido un
cerco enorme: de Tenosique, pasando Palenque, a Pichucalco. Bajando
rumbo a Tuxtla, pasando por Puerto Caté y El Escopetazo. De Tuxtla
pasando por Cintalapa y bajando por La Sepultura hasta Arriaga. Por la
costa, hasta Tapachula y de ahí por toda la frontera con Guatemala
para llegar de nuevo a Palenque. Otro cerco era de Palenque Ocosingo,
Altamirano, Comitán y Las Margaritas, con columnas de penetración en
las cañadas de Patihuitz, Toniná, Morelia y la cañada Tojolabal. En
Altos, a partir de San Cristóbal de Las Casas, las columnas de
ocupación/penetración se desplazaron hacía San Andrés hasta en
entronque de Puerto Caté. Bajaron hacía El Bosque, Simojovel y
Huitiupán. Otra columna se movió rumbo a Mitontic, Chenalhó y
Pantelhó. De Ocosingo se movieron y ocuparon posiciones en Bachajón,
Chilón, Yajalón, Tila, Sabanilla y Tumbalá.

En 1995, Chiapas había alcanzado el mayor grado de militarización en
su historia. Un proceso que, en la última época, se había iniciado en
la década de 1980. El yunque y contención a las guerras
revolucionarias en Centro América.

El vochito en la cañada de Patihuitz

Después de la ocupación del territorio zapatista por los guachos, una
de nuestras primeras incursiones a las Cañadas fue por Patihuitz.
Mmmmh… Como ya está reclamando el vochito con su intermitente y
escandaloso bip bip, aclaro que cuando digo "nuestras primeras
incursiones" me refiero, en primer lugar, al experto e infalible en
cañadas, el vochito de la Chiltaky al El Comején. Cómo ahora todo
mundo reclama, el foquito rojo de cámara de video está que se funde de
tanto prende y apaga, y el casete avanza y regresa como pirado, hago
público que también iba la camarota de video y yo. (A la distancia
puedo sospechar que el Sub se inspiró en nuestro escarabajo para
escribir la demandada serie de Don Durito de la Lacandonia)

Prácticamente después de Ocosingo no vimos persona alguna. Llegamos a
San Miguel y nada. Pasamos el Carmen Pataté y nada hasta que, sin
poder evitarlo, se nos arrugó el chiquisriquis al ver de frente una
columna motorizada del Ejército federal. Venía a buen tranco. Ocho,
diez vehículos cargados de sardos. Harto verde olivo. ¡Chingue a su
madre!, dije. Ahora sí que nos ponen en nuestra reverenda madre y ni
un puto perro que nos ladre. Pa'cabarla de joder la piche cámara
empezó a chingar al Comején: ¡Órale puto, pa'qué me trajiste! Y shí
está el otro de obediente enroscándose como cochinilla para hacerse
chiquito (sin albur) pa'que los guachos no lo vieran gravando al paso
de sus unidades. Apunto de cagarme del sustorecordé la advertencia del
Sub: "No vengas solo. Te van a matar" y entonces recapacité,
reflexioné y respiré hondo como en la yoga. Pendejo, me dije, ¡Si
ahora vengo acompañado! ¡Nada de temores! Y cómo por arte de magia que
se desarruga el chiquispiano. Y luego, que no la pelan los sardinas.
Creo, más bien, que ni nos pelaron. Pasaron de largo y se fueron rumbo
a Ocosingo. El Comején y yo nos mirábamos. Teníamos una cara de
pendejos que no la aguantábamos. Ya serenos, los Alas Extra nos
duraron lo que el suspiro de las chicas cuando nos ven pasar, es
decir, nada.

Seguimos la marcha y en un paraje antes de llegar a La Garrucha,
encontramos un camioncito tres toneladas con la trompa clavada en la
falda de la montaña. Capaz que era parte de la retaguardia de
insurgentes o milicianos que cubrían el éxodo de la población hacia el
fondo de la selva que, al acercarse los federales, "como tropas
rebeldes, disciplinadas y entrenadas en la lucha guerrillera, hicieron
lo que tenían que hacer" abandonaron la nave y corrieron hechos madre
loma arriba. Al fin llegamos a La Garrucha. Estaba completamente
despoblada. Seguimos y antes de llegar a Prado una enorme zanja en la
terracería y antes de un puente detuvo nuestra marcha. La única opción
era ir a píe. Después de tanta adrenalina, satisfecho nuestro egoísta
interés y, como somos demasiado urbanos, derrapando las llantas del
vochín salimos de la selva a contar nuestra más reciente patoaventura.
Por esos días, un periodista del Reforma que si le dio por caminar
reportó la destrucción de Prado. En ese lugar había una cabaña donde
despachaba el Sub. Ahí, encontró sola, triste, abandonada y llorando
lagrimitas de Maple a la pipa mocha del (ilegible) jefe zapatista.
Dicen las malas gentes de lenguas malas que el Sub salió huyendo
levantando viento en polvorosa y que no paró hasta por allá por el
rumbo - que dicen, las malas lenguas - de allá, para que nadie lo
encontrara. Lo cierto es que en agosto de 1995, el Sub lo aceptó de
alguna manera lo de la carreriza. La señora Carmen Lira estaba
formulando la siguiente pregunta: Después del "repliegue" del 9 de
febrero pasado o de…, cuando Marcos la atajó: Dilo, dilo, después de
corrimos. ¿No? ¿No era eso lo que querías decir?

En un segundo viaje por esa cañada no pudimos pasar de La Garrucha. Un
retén del Ejército federal nos impidió el paso. Como en esos viajes
redepente se ofrecen algunas necesidades llevamos nuestra dotación de
higiénico papel periódico. En éste caso del Expreso Chiapas. Estando
en una de esas escalas técnicas descubrí en ese diario uno de los
últimos comunicados del Subcomandante y, como no perdíamos oportunidad
de chingar a quién se deje, al llegar al retén militar - después
tantearle el agua a los camotes -, les pregunté cómo estaba la
situación.
.- ¿Y usted quién es? Periodista, contesté.
.- ¡Ah! Pues estamos aquí esperando la orden para ir por Marcos.
.- ¿A poco creen que lo van a agarrar? Les pregunté.
.- De esta no se escapa. Contestaron.

Entonces a los jóvenes militares les entregué algunos ejemplares del
Expreso Chiapas mostrándoles el comunicado de Marcos. Me conmovió la
inocente reacción de uno de los soldados: ¿Pues cómo le hace ese
cabrón si lo tenemos cercado? Satisfecho sonreí y creo que, como
pocas, veces me dije: ¡Ese cabrón es mi Subcomandante!

El vochito en la cañada de Morelia

En la Chiltakteníamos un particular aprecio por la comunidad de
Morelia. Ahí Enrique, mejor conocido como La Culebra, había realizado
un buen trabajo. Apoyó y acompañó los pequeños proyectos económicos de
una cooperativa de consumo, una carnicería y un trapiche. Por ahí
consiguieron fondos para comprar un camioncito de tres toneladas al
que los compas bautizaron como El Torbellino. El pinche camioncito fue
a parar al corralón de Ocosingo cuando un hijo de la chingada denunció
que en él "traficaban madera" y pa'cabarla de joder el cabrón del
Mingo, el chofer,andaba pedo. El Mingo y su acompañante fueron a parar
al bote.

Sin embargo, el trabajo central de La Culeera animar y fortalecer la
organización social con los talleres de análisis de la realidad.
¡Ilusos! Ahí estaba el EZLN. Seguramente de algo servíamos que ahí nos
tenían. Para dar cobertura al trabajo regional se apoyó la fundación
de la Alianza Campesina de Altamirano (ACA), uno de los antecedentes
de la Alianza Campesina Independiente Emiliano Zapata (ACIEZ) que
después pasó a ser la Alianza Nacional Campesina Independiente
Emiliano Zapata (ANCIEZ), fundada por las FLN, me parece, en la sierra
de Puebla. En ese entonces andaban en chinga los compañeros Francisco,
Chus y Ramón. Alejandro, mejor conocido como El Comején, montaba
representaciones teatrales recreando las luchas campesinas y de los
zapatistas de Zapata. Por su parte, Hugo mejor conocido como El
Talhugo, como era el economista de la Chiltak, daba cursos de
contabilidad a los cooperativistas. Javier, el abogado, mejor conocido
como Doberman había montado un taller para la formación de "abogados
populares". Por más que quiso evitarlo, de esos cursos salió más de un
huizachero. A esos cursos llegaban indígenas de varias regiones y
municipios. En una ocasión recibimos un severo reclamo del curita de
Amatán: A ver ¿Cómo está eso de que nos invitan para que mandemos
jóvenes para los cursos de abogados y regresan hablando de la lucha
armada? Sin lugar a dudas a esos talleres asistían compañeros
zapatistas. Por las noches cuando El Doberman dormía tranquilo y
satisfecho por su labor los compas hacían la tarea.

Si para entrar a la Cañada de Patihuitz teníamos que someternos al
registro y revisión en los retenes del ejército federal en Rancho
Nuevo, en el desvío a Toniná y en San Miguel en Ocosingo, para entrar
a la Cañada de Morelia, a veces había un retén militar en el desvío de
Cuxulhá, otro al llegar a Altamirano y después saliendo de ese
poblado. Por alguna razón, seguramente militar, el ejército federal
jamás ha ocupado una posición dentro de la Cañada de Morelia

Trabajando en la Subsecretaría de Asuntos Indígenas (1981-1985) me
tocó diseñar y supervisar la construcción de una bodega en esa cañada
muy cerca de Morelia. En ese entonces, un joven llamado Fidel Castro
era el dirigente de la Confederación Nacional Campesina (CNC) y el
Mamtic Sebastiánel representante del Consejo Nacional de Pueblos
Indios (CNPI). La bodega se construyó en un bello bosque de pinos. Ese
fue mi primer acercamiento con los pobladores de esa cañada. Después
del levantamiento armado y cuando el ejército federal hacía su fichero
de los "trasgresores de la ley" en todas las cabeceras municipales, el
Mamtic me señaló como miembro del EZLN. Y como el Diablo hace la olla
pero nunca la tapadera, me enteré. En alguna ocasión me encontré al
Mamtic y le reclamé su mentirada. El Mamtic muy apenado me dijo:
"Perdóname mamtiquito me presionaron mucho".

Total, en esos días aciagos o aciagos días de enero de 1995, íbamos en
el bip, bip que nuca se quedaba atrás y menos ese día pues, una vez
que agarramos la terracería no nos topamos con nadie ni nada. El
poblado de Morelia desolado. La pendiente es suave pero la mayoría de
los poblados están ubicados en las faldas de la Sierra de Corralchén,
así que es complicado ver hacía arriba o hacia abajo las condiciones
en las que se encontraban desde el motorizado vochito. Muy al fondo, a
la orilla de la terracería se encontraba un pequeño grupo de
compañeros. Seguramente eran zapatistas de civil que estaban de posta.
Nos identificamos: de Chiltak, periodista. Y nos dieron las
coordenadas de cómo llegar al lugar donde se encontraban las y los
compañeros que se habían desplazado. Más adelante de Belisario
Domínguez un zanjón a todo lo ancho de la terracería y de más de un
metro de ancho y profundidad impedía el paso.

Mmmmmh… ahora sí pinche vochito. Vamos a ver de qué estás hecho, le
dije. ¿Te acuerdas de la peli "Cupido Motorizado"? ¡No mames!,
respondió de inmediato. ¡Sí pinche vochito! ¡Ya te chingaste! ¡Vas a
pasar volando! Me voy a echar pa'tras pa'tomar vuelo. Así que,
¡agárrate! Je, je. Ahora al que se le arrugó el escape fue al bip,
bip.

Como en esos andares se estimula el talento (si usted va a Comitán y
quiere comerse unos taquitos de ceso de puerco, pida con confianza una
orden de tacos de talento de cochi), entonces buscamos la forma de
pasar con todo y vocho. "Elemental mi querido Guatson", tienes que
construir un puente y… el puente se hizo.

Resulta que en la orilla pegada al cerro los compas habían dejado sin
excavar unos 30 centímetros de terracería suficientes para la rodada
del vochín. Cerca de ahí había varias costeras. ¡Ya la hicimos cabrón!
Escogimos las mejores, medimos el ancho que separa las llantas del
vochín y las colocamos sobre el zanjón. Me subí al infalible bip, bip
y con un pulso de cruda de tres días pasé sin contratiempos el
obstáculo zapatista. Pinches vochos me cae que son el invento del
siglo XX. Qué poca que los (censurado) alemanes los hayan
descontinuado.

Llegamos a un paraje de encanto. La selva a nuestra espalda y enfrente
y abajo un valle en el que se encontraban dos o tres ríos. La seca
dejaba al descubierto los playones de arena y a lo lejos las montañas
azules que se seguían hundiendo en territorio guatemalteco. Era un
lugar inmensamente bello.

Seguimos a pié, teníamos que cruzar los ríos y el vochín se opuso
rotundamente a continuar. El caudal del río en la seca permitía
transitarlo a píe. En la época de lluvias eso ha de ser imposible. Los
torrentes han de ser incontenibles. Ya era tarde y pronto entraría la
noche. Después de cruzar los ríos subimos una pequeña loma. Ahí
estaban cientos de hombres, mujeres y niños bases de apoyo zapatistas
prácticamente con lo que llevan puesto… Renace el coraje… y las
lágrimas ruedan como hace un poco más de 18 años…



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