domingo, 17 de marzo de 2013

Lolita Bosch, humanizar la guerra, autora de la novela "Campos de amapola"

Lolita Bosch, humanizar la guerra
YOHAN URIBE JIMÉNEZ / EL SIGLO DE TORREÓN / TORREÓN

La novela. En "Campos de Amapola. Antes de esto", la verdadera
protagonista es la historia contada como una novela, es la escritura
literaria de Lolita Bosch, uno de los relatos mejor escritos sobre la
historia de la violencia de México.


La escritora catalana Lolita Bosch, es una de las periodistas mejor
informadas sobre la violencia reciente en México, en su novela "Campos
de amapola. Antes de esto", cuenta cómo el árbol del narcotráfico
creció y se extendió por todo México.


Más vistas en CulturaApoyada en fuentes que van del testimonio de las
víctimas a videos que pasaron fugazmente por Youtube, la escritora
examina la transformación de un país a través de las vidas de las
personas relacionas al comercio de la droga de principios del Siglo XX
a la fecha.

→ ¿No es arriesgado abordar el tema del narcotráfico desde la ficción?

En mi novela la información es verídica. Yo lo que traté de darle fue
el formato de novela, no es la información exacta del narco, porque
hay cosas que no sabemos pero que otros no han contado, es la historia
de cómo nos hemos contado el narco, en ese sentido ésa es la única
voluntad literaria.

Los otros, datos, fechas, los números de placa, nombres, son hechos
que pudieron haber aparecido en una crónica, lo que pasa es que yo
sólo sé narrar esto como novela y además, una crónica es muy
complicada que pudiera narrar 106 años, tiempo de la novela, de 1906
al 2012.

→ ¿Cómo fue el proceso de ensamble de la historia?

Yo originalmente lo que quería era contar la historia de cómo se ha
intrincado en México el poder de los traficantes, con el poder de los
financieros, con el poder de los políticos. Ése es el triunbiratum, al
que le llamo narco. Para mí es igual el sicario, el banquero y el
político, son igual de responsables.

Yo quería contar la historia de estos tres poderes, que son los que
han desembocado la guerra del narco y eso creo que la novela como
género, lo puede contar de otra manera porque le llega al lector de
otra manera.

→ ¿Es la novela dirigida a un público más amplio, que el de la crónica?

Es distinto el lector que se enfrenta a un texto de crónica porque lo
que espera es encontrar información, en cambio en un texto que abarca
cien años, lo que podría esperar encontrar es contexto.

Yo lo que quería era poner todas esas informaciones que me han contado
las crónicas, en un país de cronistas, ponerla en un sólo contexto que
permita entender cómo hemos llegado a esta catástrofe e incluso pensar
maneras de salir de ella.

→ ¿Hablar de muerte, tráfico, y violencia, es más fácil con un
lenguaje poético?

Lo que pasa es que yo en mi trabajo trato mucho de que las cosas se
vean sin prejuicios. Que uno pueda escuchar a un narco y saber por qué
está ahí, porque no hay de otra, más que saber quién ha hecho esto,
por qué lo está haciendo, y quiénes son estas personas. La novela
puede humanizar a estas personas.

La cercanía humana a la catástrofe, me refiero no sólo cercanía con
las víctimas, sino también con los verdugos, con los que los solapan,
con los que les guardan el dinero. He tratado de saber quiénes somos,
todos nosotros, los que formamos parte de esta guerra. Eso me lo ha
permitido la novela, que se podía haber publicado en crónica o como
llegó.

→ ¿La historia del narco es novelística por antonomasia?

Sí. Porque el narco en México muchas veces ha salido como un mito,
bajar a esta gente de sus mitos ateerizarlos y preguntarle,
novelísticamente hablando, tú quién eres? ¿Cómo te relacionas con tu
familia? o qué relación tienes con tu mamá, los humaniza, tiene que
romper mitos, porque la novela no acepta prejuicios, el periodismo a
veces sí, pero la novela no.

→ ¿No es arriesgado darle un rostro humano al causante del miedo y del dolor?

Es que lo tiene. Lo sorprendente de todo esto es que alguien que puede
colgar nueve cuerpos en un puente, en la noche se va a su casa, tiene
una hija y le da gusto verla, como a todos nosotros.

Yo creo que la única manera de salir, es escuchando, generando diálogo
y saber quién es el otro, y si el otro casi te parece un súper hombre,
no podemos hablar con él al tú por tú, en la novela sí. Creo que había
una época en la que había una fascinación por los narcos que nos
deslumbraban, no nos permitían narrar, por eso en muchas novelas son
personajes de mito, acá tienen nombres y son humanos.

→ En tu novela los villanos no sólo los narcos ¿por qué?

Hoy la Intensidad de la violencia y la crueldad de la maldad, el
inmenso número de víctimas, no permiten seguir pensando el narco de la
misma manera. Son seres crueles, pero también es cruel el banquero que
les blanquea el dinero, y el político que sale por la televisión a
decir que los combate y está vinculado.

La única manera de entender el fenómeno es poniéndonos parejos, porque
yo no puedo entender a un dios, a un ser humano sí, y la novela acerca
a los seres humanos. No creo el discurso de buenos y malos, hay que
hablar, entender.

→ Es una novela con muchas voces, una historia coral...

Claro, porque la magnitud de lo que está pasando en México (mi segunda
casa dice la autora) es algo que nos toca a todos, de una manera u
otra, en todas las familias hay alguien que ha experimentado un acto
de violencia. Yo creo que todo el mundo tiene algo que decir en esto,
no lo van arreglar los políticos, nadie.

Sobre la autora


La escritora catalana Lolita Bosch es la autora de Nuestra aparente
rendición (Random House Mondadori), la antología de textos del blog
que con el mismo nombre se ha dedicado a dar voz a las miles de
víctimas de la violencia en México.

Prestigiosos escritores y periodistas comprometidos con el fomento de
un verdadero cambio social han publicado allí crónicas, poesías,
ensayos, artículos, cuentos y fotografías que denuncian la sombría
situación de violencia que se vive en el país.

Lolita Bosch ha vivido en Albons (Baix Empordà), Estados Unidos, la
India y durante 10 años en el Distrito Federal, México, país que
considera su casa.

→ Lolita Bosch

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