jueves, 25 de abril de 2013

Que desalojen rectoría... Narro y su mafia! x Chk García

Que desalojen rectoría... Narro y su mafia! x Chk García

la pax universitaria y la mafia que ha convertido a la universidad en una
instititución autoritaria, inequitativa, conservadora y represiva.

Idealmente las universidades son por definición un espacio de prescencia,
realización y dialogo crítico, en el seno de la cultura universal, de una
diversidad de culturas locales e ideologías distintas.

La universidad es un espacio que no escapa, aunque algunos lo pretendan
escondiéndose en la mascarada de la autonomía, a las contradicciones
sociales, al contexto político y al proceso histórico mismo de las
sociedades en las que se ubican.

La pax universitaria es una especie de pacto tácito que norma la vida
cotidiana de la universidad. Este pacto integra una serie de reglamentos
que son aceptados implícita y explícitamente por quienes reproducen la
universalidad en los múltiples espacios a los que da acogida la
universidad. Pero no solamente, pues también hacen posible la reproducción
de la universidad como institución. Una institución, que por estar
proyectada sobre ciertas bases políticas, económicas, científicas y
culturales, específicas y hegémonicas, puede ser caracterizada como una
universidad profundamente desigual, inequitativa, y lo peor, bastante
conservadora.

Las concepciones ideológicas y culturales proyectadas en el ser de la
universidad han marcado su devenir histórico de manera ambivalente, pues
si por un lado contribuye ampliamente al enriquecimiento socioeconómico,
político y cultural de la sociedad -y del Estado, por otro lado, derivado
de su estructura y funcionamiento autoritario, también retrasa e impide el
desarrollo de las potencialidades críticas y transformadoras de los
universitarios con respecto a la sociedad, pero también respecto de la
transformación y realización de la universidad misma, lo que ha traído
como consecuencia, al paso de generaciones y de procesos históricos, que
nos encontremos ante una universidad caduca, arbitraria, autoritaria y
propiciadora de la desigualdad.

Quienes apelando a la pax universitaria niegan la inválidez de la crítica
de quienes luchamos contra esa universidad caduca pretenden hacernos creer
que quienes se encuentran hasta arriba de la pirámide universitaria se
encuentran ahí por sus cualidades humanísticas, críticas, científicas, y
no por la violencia por medio de la cual se han impuesto. Es que nos han
creído ciegos y tontos? acaso ellos no ven que quienes controlan la
universidad son parte de la oligarquía que tiene sometido al país?, acaso
ellos no ven que cada vez hay mayor represión, control y vigilancia en los
espacios universitarios, y que ello es signo que evidencia el proyecto
autoritario de quienes gobiernan la universidad?. Es posible que no lo
vean, que no lo sepan, que se engañen a si mismos, pero lo que no podrán
negar es que la lucha de las ideas es también una lucha de poder y que la
violencia no puede estar ausente, más aun cuando desde abajo se lucha
contra el poder hegemónico, o peor aun, cuando desde arriba busca
imponerse, a toda costa, reformas de corte bancario en la educación que se
imparte en la universidad.

Desde hace varios meses en la UNAM ha venido desarrollandose un conflicto
que ha tendido a escalar. La pax universitaria está rota. Hace décadas que
miles de universitarios venimos exigiendo una transformación radical de la
universidad. Lo hemos exigido de distintas maneras y con distintas
intensidades. De nada ha servido, la oligarquía que oprime al país no ha
estado dispuesta a ceder ni un sólo palmo en las reivindicaciones que
demandan una democratización de la universidad, de sus estructuras de
gobierno, de sus planes de estudio, y un cambio en el proyecto que rige el
destino de la universidad. A contraparte, sin embargo, no han dudado ni un
minuto al ocupar la universidad militarmente, no han dudado en meter a
cientos a las cárceles, no han dudado en expulsar a los rebeldes y
castigar los críticos, no han dudado en asesinar a los peligrosos, y
perseguir a los necios y a los "mugrosos". La violencia institucional en
la universidad es evidente y sin embargo, son miles los que la justifican
en pos de la permanencia de esa pax universitaria que tanto daño hace a la
sociedad, a los universitarios y a la universidad misma. Todo por la
ilusión abrigada de llegar a trepar en la cada vez más corta y dicótomica
escala social, que les permita tener dinero, ser universitarios
distinguidos -por su mediocridad, y ciudadanos de primera clase.

Cómo avanzar en ese proceso de lucha por la transformación radical de la
universidad y de la sociedad misma, son preguntas viejas. Respuestas ha
habido muchas. La mayoría de ellas ha dependido de las coyunturas en las
que las luchas universitarias se han dado, las cuales siempre,
invariablemente, se han llevado en el contexto de amplias crisis
políticas, culturales y sociales. Los mecanismos de decisión universitaria
están practicamente rebasados, no de hace un par de meses, sino desde hace
décadas. La mafia universitaria, contra lo que pudiera pensarse de un
universitario que se diga digno de serlo, es una mafia bastante obstinada,
cerrada al dialogo, represiva, aferrada a sus prebendas económicas y de
poder, pero sobre todo, asquerosamente ensimismada y violenta.

La toma de rectoría que ocurre desde hace algunos días o(b)jetivamente va
traer consigo mayor represión. Esto es así porque subjetivamente cientos
universitarios están imbuídos hasta la médula de su conciencia en la pax
universitaria a la que antes nos hemos referido, mientras que por el
contrario somos decenas menos quienes nos seguimos aferrando a transformar
radicalmente la universidad y al país. No debemos sin embargo engañarnos.
La represión, la criminalización de la protesta social, no es causada por
quienes violentamente nos manifestamos, protestamos, luchamos contra la
mafia universitaria. Que nadie se tire al engaño. La represión y la
criminalización son resultado de la violencia institucional, permanente,
constante, sin ética ni moral, de la que hace uso la mafia universitaria
para seguir manteniendo el poder hegemónico dentro de la universidad, para
seguir vendiendo al mejor postor el conocimiento producido por miles de
universitarios en las distintas ramas del saber, para seguir privatizando
la universidad, para seguir coadyuvando en la explotación de la sociedad
en general.

La violencia institucional se mantendra haya o no haya protestas radicales
y violentas en contra de la institución universitaria de parte de quienes
exigimos pasos firmes en la transformación radical de la universidad. La
razón es simple, hay proyectos mercantilistas, bancarios, privatizadores,
que han estado medianamente detenidos que la mafia universitaria no está
dispuesta a seguir aplazando. El cambio en la orientación crítica en los
programas de estudio de CCH, así como otras reformas menores que pretenden
implementarse en la educación media superior son parte de esos proyectos
que la mafia universitaria está impulsando como un siguiente paso para
seguir avanzando radicalmente, como lo exige la oligarquía, en el
desmantelamiento de la educación pública y gratuita -y en ese contexto es
que hay también que entender la lucha de los maestros de educación básica
contra la "reforma educativa".

Sin embargo, cabe preguntarse. En estos más de 12 años desde la última
huelga universitaria se han puesto en marcha innumerables reformas
privatizadoras, por qué hasta ahora surge un movimiento opositor que se
moviliza decididamente? la respuesta es sencilla, aunque en ella de
primera intención no esté explícito el largo proceso de reorganización
lento y difícil por el que ha atravezado el movimiento estudiantil, a
saber: en un contexto de crisis política, económica y sociocultural por el
que atravieza el país, la universidad no puede escapar de las
contradicciones y de la lucha de clases, por tanto, debe ser ocupado como
un espacio más de lucha por la transformación/dominación social. Ni la
mafia universitaria está desligada de la oligarquía que oprime al país, ni
quienes luchamos por la transformación de la universidad estamos
desligados de quienes abajo y a la izquierda luchamos por una
transformación social radical. La lucha de clases está por tanto presente,
tanto dentro como fuera de la universidad.

Si la lucha social y la represión aumentan al interior de la universidad,
no es porque una decena de violentos se aferren a ser escuchados y
atendidos en sus justas demandas, sino porque vamos aceleradamente dentro
de un complejo proceso histórico de lucha en el que lo que se está
disputando es el futuro de miles de jóvenes, niños y adultos que no
estamos dispuestos a ceder ante los embates explotadores y represores que
la oligarquía implementa en todas partes del país, y que tantos miles de
muertos ha traído como consecuencia en los últimos seis años.

Ante ese panorama, es importante, sin embargo, no descuidar las campañas
de concientización de los universitarios y la sociedad en general sobre lo
que ocurre en la universidad y en la sociedad misma. Es importante
defender y conquistar más espacios para la autoorganización y la
autogestión. Es importante dotarnos de nuestros propios medios de
comunicación para establecer interlocución con otras luchas. Es importante
seguir haciendo acciones directas pero sin poner en peligro la integridad
de quienes más decididamente nos pronunciamos contra la mafia
universitaria y la oligarquía parásita. En fin, es importante,
imprescindible e inaplazable, que Narro y su mafia desalojen rectoría.

Gracias

abril 2013

A 14 años de la huelga de 1999, la lucha sigue.
Presos políticos, libertad!

http://www.lahaine.org/index.php?p=68805

No hay comentarios:

Publicar un comentario