domingo, 30 de junio de 2013

Desde 2009, Bachajón padece una campaña de hostigamiento. Los casos de asesinato y encarcelamiento, una muestra

Los casos de asesinato y encarcelamiento, una muestra

Desde 2009, Bachajón padece una campaña de hostigamiento

Indígenas adherentes a la Sexta refrendan demandas de justicia

Hermann Bellinghausen
Enviado
Periódico La Jornada
Domingo 30 de junio de 2013, p. 17
San Cristóbal de las Casas, Chis., 29 de junio.

La resistencia de los ejidatarios de San Sebastián Bachajón adherentes
de la Sexta se inscribe en distintas historias que son una sola, desde
el asesinato impune en abril de su dirigente Juan Vázquez Guzmán hasta
la liberación esta semana de Miguel Vázquez Deara, más de dos años
preso en Ocosingo acusado falsamente. Y la persecución judicial en
curso contra Antonio Estrada Estrada y Miguel Demeza Jiménez,
recluidos respectivamente en Playas de Catazajá y El Amate, también
por montajes ministeriales y tortura. Eso, y más, es el precio que
pagan por la defensa de su territorio, que hoy refrendan.

La conferencia de prensa de los ejidatarios este viernes en el Centro
de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba) confirma que
cada caso individual es resultado de una misma campaña gubernamental
desde 2009 para desgarrar a esa histórica comunidad tzeltal de Chilón.
Se trata de una comunidad perseguida. Porque resiste.

Domingo Pérez, representante de los ejidatarios de la Sexta, pone en
un mismo plano el estar conmemorando estos días a Juan, el líder
asesinado, y la alegría de recibir a Vázquez Deara libre. Éste, al
tomar la palabra, exige la libertad de sus otros dos compañeros,
porque sus familias están sufriendo sin ellos, que están sufriendo en
la cárcel sin razón.

Marta Demeza Jiménez dice de su hermano Miguel, preso en El Amate: Es
una persona honesta, honrada, trabajadora, injustamente presa desde
2010. Y en referencia a la extraña decisión del juez Ricardo Alfonso
Morcillo Moguel, de Tuxtla Gutiérrez, quien en vez de resolver un
recurso de apelación del indígena sentenciado, lo despachó a la ciudad
de Jalapa, Veracruz. Lo más lejos que pudo. Marta apunta: Es una mala
decisión del juez Morcillo, no se puede lavar las manos como si les
tuviera miedo al gobierno y a la opinión pública.
Isabel Hernández Deara, esposa de Antonio Estrada Estrada, insiste en
la inocencia de su compañero, preso desde 2011 por cargos falsos de
robo con violencia. "Le hicieron 'torturación' para que confesara.
Nosotros somos pobres y no tenemos para pagarle a la justicia. Los
verdaderos culpables, que sí tienen para pagar, están libres". (No
había ironía en sus palabras). Algo que complica el proceso de Antonio
es que, como parte de lo que su defensa del Frayba llama el montaje
ministerial, al indígena le sembraron un arma de uso exclusivo de las
fuerzas armadas, y eso le carga un delito de orden federal.

Ni siquiera la liberación de Vázquez Deara es definitiva. Apenas el
juez en Ocosingo dictó el auto de libertad el miércoles 26, aceptando
que nunca existieron elementos para este proceso, como explica el
propio Frayba, de inmediato el fiscal del ministerio público de
Ocosingo apeló de la resolución.

Domingo Pérez Alonso recuerda que Juan Vázquez, antes de ser ultimado,
se dedicaba a dar seguimiento directo a sus compañeros encarcelados y
estaba muy pendiente de sus familias. Recordó que el hostigamiento de
paramilitares, que parecía haber quedado en el pasado, recrudeció
durante el gobierno de Juan Sabines Guerrero. Responsabiliza del
crimen al actual gobierno estatal y al líder oficialista Francisco
García.

En tanto, desde Oaxaca, el escritor Gustavo Esteva se sumó nuevamente
a quienes apoyan al pueblo de la Sexta en San Sebastián: "Debemos
asumir con entereza el estado de cosas. Quienes deberían vigilar el
cumplimiento de la ley se dedican a violarla. Quienes tienen la
facultad legal de usar la violencia para proteger a los ciudadanos la
están empleando contra ellos. La maquinaria jurídica escarnece
sistemáticamente la justicia y viste el despotismo con el manto de
simulacros de tribunales. Es aberrante seguir hablando de estado de
derecho y de democracia cuando las cosas están como ahora.

"Estamos en un estado de excepción no declarado en que se incurre en
todos los vicios y males de la injusticia, en todos los horrores que
no debe ver la justicia. 'Aquí en Chiapas', dijo alguna vez Juan
Vázquez Guzmán, 'la ley y la justicia no existen, sino que el gobierno
impone su mandato'".

Esteva, colaborador de La Jornada, concluye: Lejos de impulsarnos a la
parálisis o la desesperación, esta situación insoportable nos impulsa
a tomar la iniciativa y nutre nuestra esperanza. Frente a los crímenes
e impunidades del mal gobierno se levanta la energía de quienes,
inspirados y alentados por Juan, deciden llevar adelante la lucha y
hermanarse con otros muchos compañeros que en todas partes han
decidido resistir. La lucha de Juan y del pueblo de San Sebastián está
claramente en el frente de la batalla en que se definirá nuestro
destino.

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