viernes, 7 de febrero de 2014

MARTIN LUTHER KING, JR., LA MUJER & EL MOVIMIENTO

Por favor circule ampliamente este artículo. ¡Gracias!

 

MARTIN LUTHER KING, JR.,

LA MUJER & EL MOVIMIENTO

 

Mumía Abú-Jamal

Discurso escrito el 3 de enero de 2014

 

Estamos aquí reunidos a la inmensa sombra del Rev. Dr. Martin Luther King Jr., y éso está bién porque como su contemporáneo, el Ministro Malcolm X, Martin tuvo la capacidad de crecer más allá de su formación social, cultural, religiosa e incluso de clase.

 

Pero antes de continuar, es bueno que agradezcamos a la Doctora Tanisha Ford y a la Doctora Hakima Abbas, que presiden este evento, por su gentil invitación, y a nuestros colegas que participan en este coloquio, la Dra. Johanna Fernandez, Alexis Pauline Gumba, Christopher Tinson, Jamilah Wilson, Walidah Imarisha, Noelle Hanrahan, The Cornel West Theory –y otros que llegarán después.

 

Gracias, también, a La Conección Femenina, (The Feminist Wire), por cubrir este evento.

 

¿Cómo es que la vida del Dr. King guía nuestra discusión de los temas que enfrentamos hoy, en los albores de un nuevo siglo? Temas tan complejos y diversos como la larga y triste experiencia que sufren con el criminal sistema judicial las comunidades lesbiana, homosexual, bisexual y de género cambiado, (LGBT); las mujeres Negras, que constituyen la población que crece más rápidamente en las cárceles de los Estados Unidos, la violencia social y sistemática contra las mujeres y niñas Negras; la cultura de violación sexual que hoy satura la sociedad estadounidense; o el feminismo como fuerza social que amplía nuestras perspectivas del complejo-industrial-de-prisiones.

 

Si el Dr. Martin Luther King, Jr. estuviera hoy con nosotros, él tendría 85 años de edad.

 

Pero él no está aquí. Sin embargo, sus ideas se profundizaron con la experiencia de los movimientos, y, quizás lo más importante, su inspiración permanece.

 

Porque el Movimiento por los Derechos Civiles ha tenido un impacto profundo en el país, en el mundo y en los movimientos del futuro. Pero Martin, criado como lo fue él, en el seno de una familia de la religión Bautista, conservadora y privilegiada de la clase media, parece no haber estado preparado para las tumultuosas y desordenadas luchas de sus tiempos, cuando los Negros fueron forzados a pelear a nivel nacional contra la opresión racial, de clase y de genero sexual.

 

Dada su formación privilegiada, le fue muy difícil aceptar mujeres activistas dueñas de sí mismas, que no tenían problemas en decir en voz alta sus ideas. Éso quizás se vió mejor en sus intercambios con la activista/organizadora Ella Baker. Porque, digámoslo claro: como muchos, quizás la mayoría de los hombres, Martin Luther King, Jr., fue sexista y chauvinista. Como hombre de su clase y profesión, él esperó respeto --especialmente por parte de las mujeres.

 

Ella Baker, brillante y genial organizadora, no defería a ningún líder espiritual o nacional de su tiempo. Ella se opuso, en principio, a la idea de liderazgo carismático, prefiriendo en su lugar, el liderazgo colectivo que resulta del trabajo directo con el pueblo.

 

Ella Baker fue una de las fundadoras de la Conferencia de Líderes Cristianos del Sur, SCLC, fundó el Comité Coordinador de Estudiantes No-Violentos, SNCC, y viajó por el país organizando, como Secretaria de Organización Nacional de la Asociación Nacional por el Desarrollo del Pueblo de Color, NAACP. En palabras de Ella Baker, ella sabía que no podía ser eficaz entre los ministros de la SCLC, explicando porqué no:

                       

No habría para mí papel alguno en capacidad de liderazgo en la SCLC. ¿Porqué no? En primer lugar, porqué soy mujer. Además, no soy ministro.  Y en segundo lugar... Yo sabía que mi tendencia a hablar con honestidad... no sería tolerada. La combinación de las actitudes básicas de los hombres, y especialmente de los ministros, en lo que respecta al papel de la mujer en estas organizaciones de la iglesia es --la de recibir órdenes, no la de ofrecer liderazgo-- y los ... problemas del ego que resultan de tener que sentir que hay alguien que ... sabe más sobre un montón de cosas que ellos sabían al momento.  Éso jamás me habría permitido ser líder en el movimiento (Dyson 195).

 

King se sentía “incómodo” cuando Ella Baker, u otras mujeres como ella, estaban presente.  Ella gustaba decir: “Gente fuerte no necesita líderes fuertes". (Abu-Jamal 159).

 

Ella Baker tampoco estaba interesada en crear organizaciones nacionales, ella creía en construír movimientos.

 

King, como hombre transformado por el creciente movimiento alrededor suyo, se esforzó mucho por adaptarse, pero no le fue fácil. Porque, como muchos hombres, King tenía una debilidad por la carne femenina. Claro, él se sentía culpable por éso –pero se satisfacía, porque no podía decir no. En ese conflicto entre la carne y el espíritu, inevitablemente ganó la carne.

 

Muchos de nosotros asocia al Dr. King a su última obra extraordinaria en el movimiento: La Campaña de los Pobres.

 

Cuando él aceptó la invitación del director ejecutivo de la Organización Nacional por los Derechos de Asistencia Social, NWRO, George Wiley, para hablar en su mesa directiva, el Dr. King tuvo una impresionante sorpresa. Porque el equipo directivo de la NWRO estaba integrado por mujeres que estaban ofendidas porque ellas habían sido las primeras en proponer la idea de la Campaña de los Pobres, antes que la SCLC.

 

Cuando Martin Luther King se sentó con la directiva, ellas, con su agresividad y con lo radical de sus ideas, lo impresionaron fuértemente. Cuando le llegó a King el turno de hablar, él expuso su pensamiento, y les pidió apoyo.

 

Cuando la vice-presidente de la NWRO, Etta Horn, le pidió sus impresiones sobre la Ley Pública 90-248, King se quedó mudo.  La líder de la NWRO, Johnnie Tillmon, dijo a King que Horn “estaba hablando del Proyecto de Ley Contra la Asistencia Social, H.R. 12080”, que el Congreso de los Estados Unidos había pasado el año anterior y que había sido firmado y hecho ley por el Presidente Lyndon Johnson en enero de 1967. King, otra vez, no tenía la menor idea. Tillmon usó muy bién su ventaja, firmemente preguntándole, “Donde estaba Usted ... cuando nosotros estábamos en Washington buscando apoyo para que se aprueben las enmiendas que ofrecía el Senador Kennedy?”

 

Martin Luther King, el líder del movimiento, se quedó perplejo frente a estas madres en total dominio de lo que hablaban. Johnnie Tillmon, viendo que él y sus asistentes se volvían defensivos, dijo, “Mire, Dr. King, si Usted no sabe sobre estos asuntos, Usted debe decir que no sabe, y así nosotros podríamos continuar con la reunión.”  King estuvo de acuerdo, y dijo: “Usted tiene razón Sra. Tillmon, nosotros no sabemos nada sobre asistencia social, por éso estamos aquí, para aprender.” (Dyson 208-9).

 

Y así lo hizo. Él escuchó.  Él aprendió. 

 

Ese aprendizaje transformó sus ideas, las profundizó y las amplió. Superó muchas de sus creencias iniciales, y se convirtió en socialista en su orietación económica, cada vez más contra el capitalismo,  y, muy raro entre los lideres Negros de los Derechos Civiles de ese tiempo, abiertamente contra la guerra.

 

Mientras como predicador Martin quizás trajo a las mujeres a la iglesia, también se tiene que decir que como maestras las mujeres le enseñaron el abecedario.

 

Porque, al centro, en el mero corazón tanto de la iglesia como del movimiento, estaban las mujeres.  Su fe, su sabiduría, sus conocimientos, y las visiones femeninas de un futuro mejor, alimentaron esas expresiones, y les dieron vida.

 

El martirio de Martin Luther King, Jr., quizás terminó con su existencia individual, pero no paralizó el movimiento. Porque aparecieron movimientos, crecieron, se profundizaron y desarrollaron. El Movimiento de los Derechos Civiles dió lugar y vida al Movimiento por la Liberación de los Negros, al movimiento de la mujer, al movimiento latino, al movimiento homosexual --y a otros más. Éso porque aquellas energías democráticas no se podían reprimir por siempre. Cuando irrumpió el Reverendo Doctor King, él abrió puertas que habían sido fuertemente cerradas con soldadura por la sociedad estadounidense.

 

Uno de los grupos más radicales por la Liberación de los Negros que surgió después de Martin Luther King, fue el Partido de las Panteras Negras, (Black Panthers Party, BPP), fundado por dos estudiantes universitarios dos años antes del asesinato del Dr. King. Aún cuando el BPP estaba definitivamente marcado por una imagen machista, (sus gorras, sus casacas de cuero negro, y, no olvidar --sus armas de fuego), sin embargo, el Partido no era un colectivo solo de hombres. En verdad, ocurrió lo reverso.

 

El BPP tenía una mayoría de mujeres entre sus miembros y un buén número de mujeres lideraban secciones locales y aún capitaneaban en las ciudades. Es verdad, el BPP fue la única formación política de su tiempo que tenía a una mujer en completo comando del grupo: Elaine Brown (LeBlanc-Ernest 309).

 

¿Fue sexista el Partido de las Panteras Negras? Sí, sin ninguna duda. Pero, ¿quién no lo era en una sociedad sexista? Si Martin Luther King, con toda su extraordinaria educación y su talento, estaba envuelto en las  oscuras delicias del sexismo, ¿qué se podía esperar de hombres que no tenían tal educación, cuyas lecciones las encontraban en las calles? Dicho éso, el liderazgo del Partido de las Panteras Negras anunció precisamente en esos tiempos que apoyaba la liberación de las mujeres y la liberación de los homsexuales. Huey P. Newton, co-fundador del Partido, musitó una vez: "... Los homosexuales son quizás la clase más oprimida de la sociedad.”

 

Frankye Malika Adams, de la rama de Brooklyn del Partido, dijo: “Mujeres manejan el Partido de las Panteras Negras casi totalmente. Yo no sé como llegó a ser un Partido de hombres o se pensó que era un Partido de hombres.”  Ella sabía todo lo que todos los hombres del Partido sabían, que a pesar de lo que los periódicos decían, sin mujeres, que cuidaban que todos los días el trabajo fuera cumplido, la organización no hubiera durado tanto como duró, ni hubiera hecho todo lo bueno que hizo.  Y punto. (Abu-Jamal 164)

 

Las mujeres son el corazón de los movimientos. Ellas organizan, como lo hizo Ella Baker. Ellas son líderes, como lo fue Elaine Brown.  Ellas hacen el trabajo que hace funcionar a las organizaciones --y a los movimientos. Pero debido al sexismo que existe en una sociedad capitalista, ese trabajo es raramente publicado, y mucho menos conocido.

 

Pero la simple verdad es que la revolución es trabajo de las mujeres. Y de los hombres. Es el trabajo de todos juntos, trabajando como camaradas. Kathleen Cleaver fue miembro de las Panteras Negras. Ella se afilió al Partido y ahora es profesora der leyes que trabaja contra el complejo-industrial-de-prisiones. Safiya Asya Bukhari fue alumna universitaria, que se fascinó con el Programa de Desayuno para los Niños que tenía el Partido. Cuando fue amenazada por policías, ella dejó la universidad, ingresó al Partido y después dirigió la organización del Partido en la costa este de los Estados Unidos, desde su central en el Bronx. Safiya dirigió y fue comandante de unidades del Ejército Negro de Liberación, hasta que volvió a reunirse con los antepasados.

 

Martin Luther King, Jr. fue creado, tanto literalmente como figurativamente, por mujeres. Ellas lo educaron, aún cuando él no quería ser educado.  Otra vez, Ella Baker: “Martin no creó el movimiento; el movimiento creó a Martin.”

 

Movimientos sociales progresistas y libertarios son alentados y sostenidos por los talentos que traen las mujeres. Ellas amplían nuestras perspectivas de los asuntos sobre la mujer, sobre el género sexual, y sobre como, bajo el capitalismo, los que están en la prisión por delitos capitales también son explotados, atomizados y forzados a pelear entre ellos, para preservar a los gobernantes.

 

Martin abrió las puertas de áreas que él no sabía existían; pero lo hizo, con la esperanza de que éso llevaría a una mejor, más perfecta, justicia social. En uno de sus últimos discursos en la SCLC, King sintetizó sus ideas, pidiendo una radical re-estructuración de todo el sistema: “Estamos llamados a ayudar a los desanimados pordioseros en el mercado de la vida. Pero un día vamos a tener que ver que un edificio que produce pordioseros necesita ser re-estructurado.”  Él continuó con estas preguntas, abiertamente, en formas que él había hecho en privado: “…¿Quién es dueño del petróleo?... ¿Quién es dueño del hierro? ¿Porqué es que tenemos que pagar por el agua en un mundo que es dos terceras partes agua?"  El Martin Luther King de 1967, fue un hombre diferente al de 1965; era un hombre más profundo.  Ese tipo nuevo de hombre diría ésto:

 

            Una nación que mantuvo esclavo a un pueblo por 244 años los "cosificaba", volvía "cosas" a los esclavos.  Entonces los explotaba y los volvía económicamente pobres... pobres en todo. Una nación que explotaba buscará inversionistas extranjeros y usará su poderío militar para protegerlos. Todos estos temas van unidos. (Dyson 84)

 

Es una gran ironía que Martin Luther King no trató de trabajar más cerca con Ella Baker, una de las más brillantes organizadoras de ese tiempo: casi 30 años antes que floreciera su carrera como organizadora en el Movimiento de los Derechos Civiles, ella y su colega, Marvel Cooke, escribieron un importante artículo publicado en La Crisis, el periódico de la NAACP, artículo que exponía la naturaleza venal del capitalismo para con las mujeres Negras pobres de Harlem.  Baker y Cooke escribieron:

 

            No solo el trabajo humano es intercambiado y vendido por salario de esclavo, sino que también el amor humano es artículo de negocio. Sea trabajo o amor, las mujeres llegan temprano a las ocho de la mañana y trabajan hasta la una, o hasta el tiempo por el que son contratadas. Llueva, truene o relampaguée, frío o calor, ellas tienen que trabajar por diez, quince y veinte centavos por hora. [Zinn 404]

 

Esto, el rostro desnudo del capitalismo, donde uno vende su carne para poder comer, fue algo que Ella Baker supo, pero que a King le tomó toda la vida para tener solo una idea de esa verdad. El capitalismo devora a los suyos: no hay Murallas Chinas, ni cercas sagradas --todo es compra y venta -- dinero. El negocio es el valor más alto de la vida.

 

Éso nos muestra lo lejos que todavía tiene que caminar el Movimiento.

 

Fuentes:

 

·         Abu-Jamal, Mumia, QUEREMOS LIBERTAD, Una Vida en el Partido de las Panteras Negras,  (WE WANT FREEDOM, A Life in the Black Panther Party, Cambridge: Seven Stories Press, 2004)

·         Dyson, Michael Eric, Quizás No Llegue Allá con Ustedes:  El Verdadero Martin Luther King, (I May Not Get There With You: The True Martin Luther King, New York: Touchstone, 2000)

·         Garrow, David E. Cargando la Cruz: Martin Luther King. Jr. y la Conferencia de Líderes Cristianos del Sur (Bearing the Cross: Martin Luther King. Jr.and the Southern Christian Leadership Conference, New York: Harper Collins, 1986)

·         LeBlanc-Ernest, Angela D., "La Persona Más Cualificada para el Trabajo: Las Mujeres del Partido de las Panteras Negras, 1966 – 1982," (“The Most Qualified Person to Handle the Job: Black Panther Party Women, 1966 – 1982), "Fr. Charles E. Jones, editor, El Partido de las Panteras Negras Reconsiderado (“fr. Charles E. Jones, ed. The Black Panther Party Reconsidered, Balt., MD: Black Classic Press, 1988) Citando a Bobby Seale: Furia Solitaria: Autobiografía de Bobby Seale (A Lonely Rage: The Autobiography of Bobby Seale, New York Times Bks., 1978)

·         Zinn, Howard, La Otra Historia de los Estados Unidos, (A People’s History of the United States, New York: Harper Collins, 1980-2003)

 

 

--© ‘14 maj

 

    

Traducción libre del inglés enviado por

Fatirah Aziz, Litestar01@aol.com,
hecha en REFUGIO DEL RIO GRANDE, Texas.
          
Este mensaje le llega porque Usted está en la lista de REFUGIO DEL RIO GRANDE. Si no quiere seguir recibiéndolo, favor de enviarnos un mensaje pidiendo que borremos su subscripción.  Gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario