lunes, 5 de mayo de 2014

Rompiendo el silencio: todas juntas contra la tortura sexual

Rompiendo el silencio: todas juntas contra la tortura sexual

Zapateando

Rompiendo el silencio: todas juntas contra la tortura sexual es el nombre de la campaña que dieron a conocer las mujeres denunciantes de la tortura sexual en Atenco, Valentina Rosendo, sobreviviente de tortura sexual en Guerrero; Claudia Medina, sobreviviente de tortura sexual en Veracruz; Miriam y Verónica, también sobrevivientes de tortura sexual; un representante de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU; Amnistía Internacional; la Comisión para la Defensa y la Promoción de los Derechos Humanos y en Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro.

El objetivo de la campaña, que arrancó con la presentación de la misma el 5 de mayo y finalizará el 25 de noviembre con un foro para dar a conocer los resultados de la campaña, es generar lazos de solidaridad con otras mujeres sobrevivientes de tortura sexual y acompañarlas en sus denuncias con la organización, la fuerza y la experiencia lograda por las mujeres que ya han denunciado y llevado sus casos a instancias internacionales como la Comisión Interamericana (CIDH) y la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH).

Los casos son particularmente graves porque quienes cometieron los hechos de tortura sexual fueron personal de diferencias policías, municipales, federales, y federales como la PFP (hoy Policía Federa) y la AFI (Agencia Federal de Investigación), así como de la Marina (Semar) y el ejército (Sedena).

Además de la tortura común a los hombres como son los golpes y amenazas de muerte, contra las mujeres se ha practicado tortura sexual y violaciones, por ello se consideran sobrevivientes de tortura sexual y sus casos han sido admitidos (los que tienen más tiempo y agotaron las instancias nacionales) en la CIDH y la CoIDH. Contra las mujeres se aplica una violencia machista, patriarcal y misógina que incluye las violaciones o manoseos, ultrajes, golpes en sus órganos sexuales y humillaciones verbales con un lenguaje misógino.

El representante de Amnistía Internacional en México expresó que la tortura sigue siendo un hecho generalizado en México por lo que se tiene que trabajar en el tema hasta abatir la impunidad. Por lo que AI apoyará esta canción.

Javier Hernández Valencia, representante de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los derechos humanos, informó que América Latina es el subcontinente más violento del planeta y por mucho, así como a nivel regional Centroamérica y México son la segunda subregión más violenta del mundo, solamente después de Sudáfrica. Por ello la violencia en México, particularmente grave contra las mujeres, puede considerarse una epidemia.

En el caso de los feminicidios, además del asesinato se practica la tortura. En México las mujeres son asesinadas, previamente torturadas y cuando sobreviven no pueden obtener justicia. Normalmente esta violencia extrema de género va acompañada de la impunidad y de una cerrazón institucional para investigar y hacer real una rendición de cuentas de los responsables.

La violencia sexual no es un desliz o un error sino la imposición institucional de un sistema patriarcal que luego de cometer la tortura sexual la perpetúa mediante la impunidad. Esto no ocurre, con la gravedad que se aprecia en América Latina, en ninguna otra parte en el mundo, dijo Javier Hernández Valencia. Incluso las mujeres trabajadoras de los medios de información, periodistas y comunicadoras, padecen amenazas que implican siempre un componente sexual, son amenazadas con ser ultrajadas o son criticadas con un lenguaje misógino que alude a su sexualidad como mujeres.

Edith Rosales, una de las mujeres denunciantes de la tortura sexual en Atenco, refirió que la unión de las mujeres sobrevivientes de tortura sexual las fortalece. Norma Jiménez, también sobreviviente de la tortura sexual en Atenco, recordó que son ya ocho años en los que ellas tuvieron que remontar la estigmatización y probar que realmente ocurrieron las violaciones y la tortura sexual denunciadas. Lo que las ayudó es saber que hay organizaciones y una red de compañeras y compañeros que las sostienen, porque no denuncian un delito cometido por particulares sino una violencia institucional. Ahora ya son once mujeres las denunciantes y siguen en búsqueda de justicia. Con asesoría del Centro Prodh han llevado el caso a la CoIDH. Ahora esperan hacer lo recíproco, dar acompañamiento y apoyo a otras mujeres que denuncian y llevan sus casos en soledad, tenderles la mano y juntas exigir justicia por el delito cometido por distintas autoridades en México. La campaña estará pronto en las redes sociales para invitar a que se sumen a ella otras denunciantes y otras organizaciones.

Acerca de las reformas al fuero militar obtenidas por las víctimas denunciantes de violaciones a derechos humanos cometidas por fuerzas castrenses, tanto la Comisión para la Defensa y la Promoción de los Derechos Humanos como el Centro Prodh, coincidieron en que la reforma legal es un avance pero falta cambiar la relación entre instituciones del Estado como la policía, el ejército y la Marina y la sociedad, para que estas reformas operen. La representante de la Comisión expresó que actualmente los agentes de Ministerio Público temen abrir procesos y llevar a juicio a militares, temen enfrentar al ejército como institución.

Italia Méndez dijo, que por tratarse de una violencia estructural, lo importante es visibilizar esa violencia. Las violaciones contra las mujeres en Atenco fueron un golpe dirigido a desarticular las organizaciones, pero no lo lograron porque las mujeres rompieron el silencio y denunciaron. Ese objetivo se seguirá cumpliendo con esta campaña.

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