domingo, 8 de febrero de 2015

La resistencia indígena de Bachajón frente al megaproyecto turístico

La resistencia indígena de Bachajón frente al megaproyecto turístico
Ricardo Lagunes y Jessica Davies
La digna lucha del pueblo indígena tzeltal del ejido San Sebastián
Bachajón, adherente a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, en
defensa de su territorio ancestral, su cultura, tradición e identidad,
se ha convertido en algo legendario. Han sufrido el asesinato de dos
de sus líderes comunitarios –Juan Vázquez Guzmán, el 24 de abril de
2013, y Juan Carlos Gómez Silvano, el 21 de marzo de 2014– así como la
violencia, la tortura, el encarcelamiento injusto, la desaparición
forzada, los ataques, las amenazas, el acoso, la intimidación y la
presencia policial continua, pero su resistencia digna en contra del
despojo de su territorio para la construcción de un megaproyecto
turístico sigue vigente.

El 21 de diciembre de 2014, más de 400 ejidatarios recuperaron
pacíficamente las tierras de uso común de que habían sido despojados
ilegalmente el 2 de febrero de 2011 por los tres niveles de gobierno y
sus partidarios locales. La fecha de la recuperación es muy
emblemática: el segundo aniversario de la marcha silenciosa de los
zapatistas y el mismo día de la inauguración del Festival Mundial de
las Resistencias y Rebeldías, convocado por el Congreso Nacional
Indígena (CNI) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

En las tierras despojadas por el gobierno cruza el camino de acceso al
centro ecoturístico de las espectaculares cascadas de Agua Azul,
ubicado en el municipio de Tumbalá, rodeado de una selva hermosa, rica
en vida silvestre y en recursos naturales. Por ello, los gobiernos y
las corporaciones no quieren esperar para aprovecharse de estas
tierras e instalar un desarrollo turístico de élite con hoteles de
lujo, campos de golf y una autopista. Pero las tierras de uso común
legal y legítimamente pertenecen a los ejidatarios, como pueblos
indígenas que son.

Las tierras de Bachajón están protegidas legalmente por la suspensión
de plano otorgada en su amparo 274/2011. La resolución jurídica de
este amparo está por resolverse en próximas semanas y es muy probable
que se dicte una sentencia favorable a la protección de los derechos
colectivos de los indígenas. Es importante destacar que los
ejidatarios han optado por tomar la vía legal y pacífica, buscando
siempre el diálogo dentro de las comunidades locales.

Durante 18 días y noches, en rotación, 500 mujeres, hombres, jóvenes y
ancianos han formado cordones para vigilar su territorio recuperado.
Recibieron varias amenazas e intimidaciones, y existe el temor
continuo de ataque y desalojo por parte de la fuerza pública y grupos
paramilitares organizados por el comisario ejidal Alejandro Moreno
Gómez y el consejero de vigilancia Samuel Díaz Guzmán.

En la madrugada del 9 de enero de 2015, más de 900 elementos de
fuerzas estatales y federales desalojaron de manera violenta a los
ejidatarios, lo que obligó a muchos a huir a los cerros y bosques. Al
denunciar el ataque, los pobladores confirmaron que éste solamente
reforzaría su convicción de mantener su lucha y resistencia.

El 11 de enero de 2015, los indígenas de San Sebastián Bachajón, en
señal de protesta y resistencia pacífica, bloquearon la carretera
Ocosingo-Palenque, a la altura del crucero de Agua Azul. La policía
estatal de Chiapas disparó a los ejidatarios durante 20 minutos,
utilizando armas de grueso calibre y de goma. Tres personas resultaron
heridas. A pesar de esto, después de una hora de resistencia, los
adherentes a la Sexta de Bachajón hicieron retroceder a las fuerzas
del gobierno y mantienen su presencia hasta el momento.

Los ejidatarios y sus compañeros en todo el mundo han declarado que
hacen responsable a los tres niveles de gobierno de cualquier agresión
a su vida e integridad personal por sus acciones en defensa de la
tierra. Actualmente se mantienen firmes en su lucha digna, y están
llamando a la solidaridad y acciones de apoyo nacional e
internacional. Un ejemplo de estas acciones es el Foro Mundial, que se
celebró el 18 de enero pasado en el Cideci Unitierra, en San Cristóbal
de Las Casas, Chiapas.

En un comunicado del 10 de enero de 2015, los ejidatarios señalaron
contundentemente lo que mueve su lucha: "Queremos decirle al mal
gobierno (…) que nuestras tierras no están en venta; en nuestro
territorio no van hacer sus grandes negocios de ecoturismo y
supercarreteras, no vamos a permitir que se desplacen comunidades y
aumente la pobreza solamente para que ustedes se hagan más ricos a
costa de nuestro sufrimiento".
http://www.jornada.unam.mx/2015/02/07/opinion/013a1pol

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