miércoles, 6 de febrero de 2008

Marcos dialoga con intelectuales del mundo

Expositores de Europa, Hispanoamérica y Estados Unidos. Marcos quiso debatir con pensadores de las ciencias sociales sobre las tendencias del mundo capitalista. Alto nivel teórico.

Ricardo Cuéllar Valencia* - Papel Salmón

Estuve dos días, de los cuatro que duró, en el Coloquio Internacional Planeta Tierra: movimientos antisistémicos en memoria de Andrés Aubry, realizado del 14 al 17 de diciembre de 2007, en la Universidad de la Tierra, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México.

Dos intereses me llevaron a la Universidad de la Tierra: conocer en persona al Subcomandante Marcos y escucharlo en medio de diferentes expositores de distintas partes de Europa, Hispanoamérica y Estados Unidos. Lo vi caminar hacia la mesa de intervenciones en cuatro ocasiones. De mediana estatura, fornido, dueño de una carismática calma militar. Atento a cada intervención. Poco miraba al público. Siempre fumando su pipa. A veces tomaba notas o escribía lo que en ese momento pensaba, tal vez. En cada una de las mesas participó con un diferente discurso. Cada intervención de los invitados duró 30, 40 y hasta 50 minutos, cada una clara, precisa, crítica y generalmente lúcida.

Lo primero que me llamó la atención fue el alto nivel teórico de cada intervención, las cuales giraron en torno a asuntos propios del mundo capitalista actual; tendencias y formas recientes que ha asumido dentro y fuera de los Estados Unidos; algunas experiencias en América Latina y el Caribe y, obvio, en México, particularmente en Chiapas.

Se trató de una decidida determinación: Marcos deseó públicamente debatir con pensadores de las ciencias sociales sobre ciertos rostros del devenir del mundo capitalista. Allí estuvieron: Jorge Alonso, Jean Robert, Noami Klein, Silvia Marcos, Pablo González Casanova, Jhon Berger, Francios Hontart, Peter Rosel, Gustavo Esteva, Carlos Aguirre Rojas, Inmanuel Wallentein.

La primera intervención

Las intervenciones en las dos mesas de cada uno de los cuatro días de Marcos las dio a conocer, pocos días después Ediciones Pirata, intituladas Ni centro ni periferia .

El primer discurso del Subcomandante y el último trataron de la teoría. El primero, “Arriba, pensar en Blanco. La geografía y el calendario de la teoría”.

En esta intervención Marcos destacó un punto decisivo para el pensamiento más actual en las ciencias sociales y, por supuesto en la visión de la política: “… sólo diré que habrá que encontrar alguna forma de ligar la teoría con el amor, la música y el baile”. Pero toma distancia desde el silencio. No rememora nada de la historia de Occidente, apenas esboza algo de lo vivido y pensado por los zapatistas. Y a renglón seguido apunta: “Tal vez la teoría no alcanzaría a explicar nada que valiera la pena, pero sería más humana, porque la seriedad y el acartonamiento no garantizan el rigor científico”. Su discurso, afirma, lo sostiene las relaciones entre la geografía y el calendario, esa “larga trenza que entre ambos se anuda abajo, uno de los referentes de nuestra palabra”. Es la lucha que podría ser “entendida y explicada como una lucha de geografías y calendarios”.

Pero antes, desde el inicio de su discurso parte, para contar lo que desea, de un personaje: “Elías Contreras, Comisión de Investigación del EZLN”. El Subcomandante crea un personaje literario, a pesar del referente real, para pensar sobre el amor, la música, el baile, la teoría, la practica, la crítica política y la guerra.

En primera persona nos encontramos con el escritor, con el pensador. Al mismo tiempo asume renovando el saber maya milenario y es entonces cuando recuerda y señala los siete dioses, los siete colores, los siete puntos cardinales (el arriba y el abajo, el adelante y el detrás, el uno y el otro lado, y el centro) y los siete sentidos: oler, gustar, tocar, ver, oír, pensar y sentir.

En este discurso hay una estrecha y redefinida relación de literatura, mito y filosofía. La literatura le ofrece la creación del personaje. Del mito asume una visión del mundo y de la filosofía hace algo diferente: une lo disperso, lo opuesto a la tradición filosófica occidental sin decirlo explícitamente. Algunos poetas y filósofos, escasos, desde el siglo XIX, en especial, han considerado decisivo para el conocimiento la vital relación de los cinco sentidos con la sensibilidad (sentir) y el pensamiento que también conoce. El movimiento entretejido, diverso y múltiple de los sentidos y el pensamiento son los creadores del conocimiento.

Un momento central del primer discurso de Marcos es el de cuestionar la manera como se ha entendido el trabajo científico.

Entre la teoría y la realidad


Desde “una mirada atenta y crítica” observa las relaciones entre ciencia y verdad, conocimiento y realidad. Indica la existencia de “una tienda departamental con teorías para cada ocasión”. Cada teoría será adquirida de acuerdo a la satisfacción de ciertas y determinadas necesidades de los clientes. Esas teorías en oferta para el comprador deben cumplir una doble función: “por un lado: desplazar la responsabilidad de un hecho con una argumentación, que no por elaborada es menos ridícula; y, por el otro, ocultar la realidad (es decir, garantizar la impunidad). Llama la atención sobre la enorme distancia que desde hace tiempo se ha tendido entre la teoría y la realidad; que la cientificidad es un disfraz que busca sepultar la realidad. Señala que la ciencia social cuando se limita a expresar deseos, juicios, condenas y recetas “en lugar de tratar de entender para tratar de explicar, su producción teórica no sólo resulta incapaz, sino, la más de las veces patética”.

La distancia entre teoría y realidad “no solo se convierte en un abismo, también presenta el triste espectáculo de autodeterminados científicos sociales arrojándose con singular alegría al vacío conceptual”.

La crítica a los intelectuales progresistas que llama izquierda institucional es contundente, mordaz, sin concesiones.

El pensamiento progresista que trabaja desde el análisis y reflexión diferente para el Subcomandante es un “saber de su navegar río arriba en el cause del conocimiento.”

No podía dejar de decir que se encuentra hasta cierto punto aislado: afirmó al referirse a la presencia de los investigadores y pensadores que lo acompañaban: “es un alivio para los que a veces imaginamos que no estamos solos”.

En otras intervenciones


En otro momento expuso lo que llamó “Algunas tesis sobre la lucha antisistémica”. La tesis séptima integra las anteriores. Dice:

“Las grandes transformaciones no empiezan arriba ni con hechos monumentales y épicos, sino con movimientos pequeños en su forma y que aparecen como irrelevantes para el político y el analista de arriba. La historia no se transforma a partir de plazas llenas y muchedumbres indignadas sino, como lo señala Carlos Aguirre Rojas, a partir de la conciencia organizada de grupos y colectivos que se conocen y reconocen mutuamente, abajo y a la izquierda, y construyen otra política”.

Sobre la Lucha de las Mujeres, Marcos por medio de algunas muy precisas anécdotas explicó de qué manera algunas mujeres del centro no han sabido establecer una relación de conocimiento horizontal y no vertical con las zapatistas.

En otro momento recurrió a la lectura de un cuento poético, nada infantil, como aparenta: Diciembre y la historia del libro sin manos .

Disertó sobre Tabasco con un análisis social, económico, político e ideológico rigurosamente planteado desde la metodología de investigación de un colectivo. Elogió a Cuba.

Cantó no al reposo del guerrero, sino a la sombra del guerrero.

Al considerar en Chiapas, el Calendario y la Geografía de la Tierra cita la Ley Agraria Revolucionaria como un logro concreto, real, indeclinable para el EZLN.

Las noches fueron frías. Hubo café y pan. Venta de libros y revistas. Amigos y nuevas amigas. Bellas mujeres europeas, sobre todo italianas, también francesas y españolas, entre otras; fotógrafos y periodistas.

Otra disertación el Subcomandante la desarrolló sobre “Oler el negro. El Calendario y la Geografía del Miedo”. Se ocupó de la ética del miedo, del miedo a la transformación. Dejando a un lado las condiciones materiales “que lo permiten y marcan”, que hacen posible el miedo, y desde allí anota que su “existencia, reparto y jerarquía del miedo”: el miedo de género, el miedo de generación, el miedo de lo Otro, el miedo de identidad o de raza.

En otro momento escuchamos una pieza literaria original, polivalente, donde trata el amor entre indios con humor, belleza y sabiduría: la explicación de Elías Contreras a la Magdalena de su peculiar versión del amor.

Más tarde se detuvo a considerar algo sobre la memoria y categórico expresó: “nuestro alzamiento es contra el olvido”. Habló de la mirada. Apoyándose en varios de los expositores habló de la mirada “a” los zapatistas y de la mirada “de” los zapatistas.

La última intervención

La última intervención del Subcomandante Marcos la centró en “Sentir el rojo. El Calendario y la Geografía de la Tierra”. Indicó varios signos que le hacen entender la cercanía de la guerra en tierras zapatistas: “las señales de la guerra en el horizonte son claras. La guerra como el miedo, también tienen olor. Y ahora se empieza a respirar su fétido olor en nuestras tierras”.

En un ligero apunte autobiográfico destaca que en los dos últimos años “que hemos estado fuera, nuestra producción teórica, reflexiva y analítica ha sido más abundante que en los doce años anteriores”.

*Escritor.



El Subcomandante Marcos cerró el Coloquio Internacional Planeta Tierra: movimientos antisistémicos en memoria de Andrés Aubry, que se realizó en la Universidad de la Tierra, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México, con los siguientes planteamientos:

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“Porque para nosotros, nosotras las zapatistas, el problema teórico es un problema práctico.”

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“No se trata de promover el pragmatismo o de volver a los orígenes del empirismo, sino de señalar claramente que las teorías no solo no deben aislarse de la realidad, sino deben buscar en ella los mazos a veces son necesarios cuando se encuentra un callejón sin salida conceptual.”

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“Las teorías redondas, completas, acabadas, coherentes, están bien para presentar examen profesional o para ganar premios, pero suelen hacerse añicos con el primer ventarrón de la realidad”.


¿Quién es el Subcomandante Marcos

La figura del Subcomandante Marcos (Rafael Sebastián Guillén Vicente) nace el día 1 de enero de 1994, como cabecilla de la insurrección del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en el estado de Chiapas. Marcos aglutina en su persona el descontento y se erige como interlocutor de las capas más desamparadas de la sociedad mexicana en demanda de una mayor democratización del país. Su discurso cala en una sociedad que pese a la integración con el Tratado de Libre Comercio en el mercado norteamericano sigue manifestando muchas carencias.

Con el carisma de antiguo líder revolucionario, su personaje está inmerso y se define dentro de un proceso de cambio en el México de finales del siglo XX. Tras la caída del poder del PRI y la elección en julio de 2000 de Vicente Fox Quesada (PAN) como presidente, del 24 de febrero al 11 de marzo de 2001 encabeza una marcha zapatista hasta la sede del poder legislativo en Ciudad de México para reivindicar los derechos de las etnias indígenas mexicanas.

El Congreso aprueba una ley que reconoce los derechos de los 10 millones de indígenas, pero la introducción de importantes modificaciones por los parlamentarios provoca la oposición de la izquierda y del Consejo Nacional Indígena.

Marcos corta cualquier tipo de negociación con el gobierno y declara la intención del EZLN de no deponer las armas y seguir con su insurrección todo el tiempo que sea necesario.

*Tomado de la página web www.laBiografia.com

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