viernes, 5 de junio de 2015

#Ayotzinapa vive! In memoriam Julio César Mondragón Hoy es mi cumpleaños… y en lugar de felicitaciones escucho exclamaciones de ¡justicia!

Hoy es mi cumpleaños… y en lugar de felicitaciones escucho
exclamaciones de ¡justicia!

Texto escrito por Marisa Mendoza Cahuantzi, pareja de Julio Cesar
Mondragón, quien fue torturado y ejecutado extrajudicialmente entre la
noche y madrugadas del 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala,
Guerrero, y quien este 4 de junio cumpliría 23 años.
junio 4, 2015

In memoriam Julio César Mondragón Fontes

(4 de junio de 1992 – 26 de septiembre de 2014)

Por: Marisa Mendoza Cahuantzi

"Él enjuagará toda lágrima de sus ojos y ya no habrá muerte,

ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado".

Apocalipsis 21:4

Hoy no es un día cualquiera porque hoy puedo ver las maravillas que
hay en la eternidad, junto a nuestro señor, nuestro Dios; ahora
comienzo a escribir unas cuantas líneas como solía hacerlo en
cualquier día, a cualquier hora y cualquier lugar.

Solo quiero decirles que hoy no es un día cualquiera: es mi
cumpleaños; sé que habrá festejo, mi familia estará reunida para
celebrar. Ya puedo ver a mi madre cocinando mi comida favorita y el
delicioso pastel que siempre me preparaba cada que iba a visitarla.
Veo a mi esposita adornando la casa para sorprenderme como siempre
acostumbraba hacerlo.

Si me preguntara Dios cómo me siento, le diría que feliz, porque es el
primer cumpleaños que paso con mi ratita hermosa, mi hija Melisa,
ansío ver su carita, sus ojitos, sus brazos estirados para felicitarme
y escucharla decirme papá. En este día quiero agradecerte Dios Padre,
porque es el día más especial e importante: mi familia estará reunida
celebrando la vida, mi vida, la vida de Julio, la vida de un padre
enamorado de su esposa.

Pero… algo está pasando y no entiendo, no hay nada de adornos, ni
comida, no recibo abrazos de las personas que tanto esperaba; al
contrario, veo con tristeza, coraje y desaliento a mi familia y en
lugar de escuchar felicitaciones escucho exclamaciones de ¡JUSTICIA!
¡JUSTICIA!

Y ahora recuerdo…

Ya no estoy con ellos, ya no podré celebrar; no estaré ni con mi
madre, ni con mi esposa, ni con mi hija, ni con mis hermanos, ni con
mis amigos, en fin con nadie y me pregunto ¿por qué? ¿Por qué me
arrebataron la vida? ¿Por qué no me permitieron llegar a la meta y ser
un maestro rural? ¿Por qué no me dejaron ver crecer a mi hija, mi
Melisa? ¿Por qué no me dejaron progresar junto a mi pequeña familia?

No me resigno a no estar, a no disfrutar de la compañía de mi hija, mi
esposa, mi madre y toda mi familia. Me siento impotente porque no solo
desapareció mi cuerpo, me arrebataron mis ilusiones, mis sueños, mis
esperanzas e ideales y todavía pregunto ¿por qué a mí? ¿Por qué a
nosotros? Si me faltaba tanto por hacer en este mundo, en esta vida.

Si lo único que quería hacer era superarme, quería servir a los que
como yo no teníamos tantas oportunidades, quería sobresalir, compartir
con mi esposa esa profesión que tantas satisfacciones deja; también
quería construir un futuro juntos. El ser maestro era mi ilusión más
grande, el deseo ferviente de escuchar de la voz, de esas voces
inocentes y sinceras, que sólo un niño puede decir "maestro" y sobre
todo de escuchar de mi hija decirme con tanto amor "papá" y ya nunca
podré jugar con ella.

Tampoco la veré crecer, no guiaré sus pasos; quisiera gritar, exigir
justicia ante mi muerte aunque sé que no me escuchan, pero sí puedo
imaginar a mi familia sufriendo, a ti Marisa derramar muchas lágrimas,
quizás esas lágrimas sean amargas en tu vida porque sé cuánto me amas
al igual que yo a ustedes y no sabes cuánto deseo estar contigo y con
nuestra ratita hermosa.

Pero de lo que si estoy seguro es que tu dolor, bebé, será también tu
fortaleza y coraje para no dejar mi muerte impune. También te pido que
luches, que no claudiques, que no pares, que nadie ni nada te detenga
para que se me haga justicia.

Porque juntos, yo a tu lado aunque no me veas en cuerpo, lucharemos,
porque mi muerte no haya sido en vano, que sea un testimonio de la
impunidad en la que está sumido nuestro país. Por favor, mi amor, no
desistas; lucha, persiste hasta el final, que nuestra hija sepa que
sus padres son unos guerreros y nunca se dieron por vencidos.

Bueno, ahora sé que tú me recordarás toda la vida y que le platicarás
a nuestra hija lo mucho que nos amamos, lo felices que éramos cuando
sabíamos de su existencia y cómo el día que nació todo fue tan
especial que se guardará en mi mente y mi corazón. Por favor, dile a
Melisa que su papi la quiso mucho, cuídala, dale amor como yo quería
darle a chorros, dile que la amas como yo alguna vez te dije "te amo",
corresponde a sus preguntas y dile que por siempre yo la cuidaré desde
el cielo y muéstrale todas la fotos que nos tomamos cuando estábamos
llenos de amor.

Por último, quiero decirte que a donde yo vaya tú y la bebé también
irán, me las llevaré por siempre en mi corazón. Escucha la palabra de
Dios, te invito, y allí encontrarás asilo para todo miedo y fuerza
para tu debilidad, pase lo que pase aprieta el paso no agaches la
mirada para que tus lindas lágrimas no caigan; te amaré eternamente,
solo piénsame encomiéndate a Dios y ahí estaremos presentes en el
mismo pensamiento.



* Marisa Mendoza Cahuantzi es pareja de Julio Cesar Mondragón, quien
fue torturado y ejecutado extrajudicialmente entre la noche y
madrugadas del 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero. Este
texto hace referencia al onomástico de Julio César, quien cumpliría 23
años este 4 de junio.
http://www.animalpolitico.com/blogueros-la-dignidad-en-nuestras-manos/2015/06/04/hoy-es-mi-cumpleanos-y-en-lugar-de-felicitaciones-escucho-exclamaciones-de-justicia/

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