viernes, 4 de enero de 2013

Gilberto López y Rivas: EZLN: más fortalecido que nunca

EZLN: más fortalecido que nunca
Gilberto López y Rivas

Los mayas zapatistas organizados en el EZLN volvieron sobre sus pasos
de 1994, y esta vez sin armas, el 21 de diciembre pasado, se tomaron
simultáneamente las cinco ciudades del inicio de su movimiento: San
Cristóbal de las Casas, Altamirano, Las Margaritas, Palenque y
Ocosingo. En silencio, perfecta sincronía, organización y
simultaneidad, más de 40 mil hombres y mujeres integrados en los
contingentes de la multietnicidad que ha caracterizado al zapatismo
salieron en la madrugada de ese día memorable, de vaticinios de fin de
mundo e inicios de nueva era, para cumplir, una vez más, otra cita con
la historia de este país de la impunidad en el gobierno y de pueblos
que resisten con la dignidad y el mandar obedeciendo que el EZLN ha
establecido como efectiva y real alternativa democrática.

Precedidos siempre de la acción, antes que la palabra hueca de la
clase política, este singular desfile de columnas de los mayas
zapatistas que sin excepción, incluyendo niños, subieron –con el puño
en alto– a tarimas situadas frente a los palacios de gobierno de las
cabeceras municipales tomadas y flanqueadas por la bandera nacional y
la rojinegra de esta organización, ratifican con este hecho simbólico
quiénes son los que mandan y protagonizan esta lucha que cumple 19
años de hacerse pública y que ha estremecido al mundo de la
emancipación y las rebeldías.

La reaparición del EZLN el 21 de diciembre en Chiapas y los
comunicados del Comité Clandestino Regional Indígena-Comandancia
General de los días siguientes constituyen una demostración de la
fortaleza de este movimiento surgido de la imbricación de las luchas
de liberación nacional en América Latina –que se desarrollan después
del triunfo de la Revolución Cubana el primero de enero de 1959– con
el mundo indígena, matriz civilizatoria de la nación mexicana que ha
prevalecido pese a los intentos de los poderes oligárquicos de todos
los signos políticos por borrarlos como pueblos con identidad, cultura
y gobiernos propios. Las experiencias de la nueva autonomía que se han
establecido en territorio de hegemonía zapatista marcan la diferencia
de la nueva era, en la que los pueblos viven en la dignidad de una
forma de expresión del poder popular, sin burocracias ni mediaciones.

Trascendentes y frescos, en este desierto de la política mexicana y
global, resultan los comunicados zapatistas, con el sesgo peculiar que
imprime el SCI Marcos a los documentos de la organización, que
constituye, en sus términos, la mejor prueba de vida que una foto o un
video: palabras directas, sin rodeos ni significados ocultos de
agendas-electorales-de-por-vida, que desnudan al poder tal cual es,
estructuralmente violento-explotador, sin rostros humanos y
capacidades reformables; caracterizaciones precisas de las fuerzas
políticas principales del país: el panismo, a través de la "Carta del
SCI Marcos del EZLN a Luis Héctor Álvarez Álvarez", la izquierda
institucionalizada y el priísmo con sus descripciones de los conocidos
personajes que ahora gobiernan, con sus asesinos, cómplices del crimen
organizado, e izquierdistas listos para actuar en tierra abonada por
el clientelismo y el corporativismo de los partidos, y los que quieren
serlo a costa del erario. Especial mención en estos comunicados que
fundamentan la reaparición zapatista es para quienes, desde la
izquierda acotada, en palabras del Sub: "ayer nos calumniaron primero
y quisieron acallarnos después… Incapaces y deshonestos para ver que
en sí mismos tenían y tienen la levadura de su ruina, pretendieron
desaparecernos con la mentira y el silencio cómplice… Seis años
después, dos cosas quedan claras: ellos no nos necesitan para
fracasar. Nosotros no los necesitamos para sobrevivir".

Además del análisis en torno a las fuerzas políticas y la coyuntura
que marca esta reaparición del EZLN, sons de interés primordial para
las luchas antisistémicas mexicanas las acciones a desarrollar por su
dirigencia en el futuro próximo, de las cuales destaco la que me
parece más estratégica, necesaria y oportuna: reafirmar y consolidar
la pertenencia al Congreso Nacional Indígena (CNI), con toda justeza
considerado el espacio de encuentro con los pueblos originarios de
nuestro país. El CNI fue fundado en el marco del diálogo entre el EZLN
y el gobierno federal que llevó a la firma de los irrespetados
acuerdos de San Andrés y fue el resultado, asimismo, de los debates de
todas las organizaciones indígenas para dar coherencia nacional a su
movimiento por la autonomía y las resistencias anticapitalistas. En la
actual ofensiva de las corporaciones capitalistas contra los pueblos,
apoyadas por el régimen de partidos de Estado, para despojarlos de sus
territorios y sus recursos, es vital la presencia de los mayas
zapatistas con el propósito de unificar esfuerzos, compartir
experiencias y consolidar estrategias comunes.

También son sumamente importantes las decisiones en torno a retomar el
contacto con los adherentes de la Sexta Declaración de la Selva
Lacandona en México y en el mundo; la construcción de puentes
necesarios hacia los movimientos sociales que han surgido y surgirán;
con individuos y grupos, en México y en el mundo, que aún mantienen su
convicción y compromiso con la construcción de una alternativa no
institucional de izquierda; el mantenimiento de la distancia crítica
del EZLN frente a la clase política mexicana que, en su conjunto, no
ha hecho sino medrar a costa de las necesidades y las esperanzas de la
gente humilde y sencilla.

Seguramente, con esta reaparición vendrán también las críticas y los
sesudos análisis antizapatistas ya conocidos. Sin embargo, éstas son
las acciones y las palabras de los que no claudican, no se venden ni
se rinden.
http://www.jornada.unam.mx/2013/01/04/opinion/019a1pol

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