jueves, 7 de mayo de 2015

El amaranto, planta sagrada de los incas, ataca a cultivos transgénicos

El amaranto, planta sagrada de los incas, ataca a cultivos transgénicos

Una planta sagrada de los incas desafía al gigante Monsanto. Pánico
entre agricultores de Estados Unidos. La transnacional de semillas
transgénicas no sabe qué hacer con el amaranto (kiwicha) que acabó con
sembríos de soya.

En Estados Unidos los agricultores han tenido que abandonar cinco mil
hectáreas de soya transgénica y otras cincuenta mil están gravemente
amenazadas.

Este pánico se debe a una "mala hierba", el amaranto (conocida en el
Perú como kiwicha) que decidió oponerse a la transnacional Monsanto,
tristemente célebre por su producción y comercialización de semillas
transgénicas.

En 2004 un agricultor de Atlanta comprobó que algunos brotes de
amaranto resistían al poderoso herbicida Roundup. Los campos víctimas
de esta invasora "mala hierba" habían sido sembrados con granos
Roundup Ready, que contienen una semilla que ha recibido un gen de
resistencia al herbicida.

Desde entonces la situación ha empeorado y el fenómeno se ha extendido
a Carolina del Sur y del Norte, Arkansas, Tennessee y Missouri. Según
un grupo de científicos británicos del Centro para la Ecología y la
Hidrología, se ha producido una transferencia de genes entre la planta
modificada genéticamente y algunas hierbas indeseables como el
amaranto.

Esta constatación contradice las afirmaciones de los defensores de los
organismos modificados genéticamente (OMG): una hibridación entre una
planta modificada genéticamente y una planta no modificada es
simplemente "imposible".

Según el genetista británico Brian Johnson, "basta con un solo cruce
logrado entre varios millones de posibilidades. Una vez creada, la
nueva planta posee una enorme ventaja selectiva y se multiplica
rápidamente. El potente herbicida que se utiliza aquí, Roundup, a base
de glifosato y de amonio, ha ejercido una presión enorme sobre las
plantas, las cuales han aumentado aún más la velocidad de la
adaptación". Así, al parecer un gen de resistencia a los herbicidas ha
dado nacimiento a una planta híbrida surgida de un salto entre el
grano que se supone protege y el humilde amaranto, que se vuelve
imposible de eliminar.

La única solución es arrancar a mano las malas hierbas, como se hacía
antes, pero esto ya no es posible dadas las enormes dimensiones de los
cultivos. Además, al estar profundamente arraigadas, estas hierbas son
muy difíciles de arrancar con lo que, simplemente, las tierras fueron
abandonadas.

Transgénicos soportan un efecto búmeran

El diario inglés The Guardian publicaba un artículo de Paul Brown que
revelaba que los genes modificados de cereales habían pasado a plantas
salvajes y creado un "supergrano" resistente a los herbicidas, algo
"inconcebible" para los defensores de las semillas transgénicas.

Resulta divertido constatar que el amaranto o kiwicha, considerada
ahora una planta "diabólica" para la agricultura genética, es una
planta sagrada para los incas. Pertenece a los alimentos más antiguos
del mundo. Cada planta produce una media de 12.000 granos al año y las
hojas, más ricas en proteínas que la soya, contienen vitaminas A y C,
y sales minerales.

Así este bumerán, devuelto por la naturaleza a la transnacional
Monsanto, no sólo neutraliza a este predador, sino que instala en sus
dominios una planta que podría alimentar a la humanidad en caso de
hambre. Soporta la mayoría de los climas, tanto las regiones secas
como las zonas de monzón y las tierras altas tropicales, y no tiene
problemas ni con los insectos ni con las enfermedades con lo que nunca
necesitará productos químicos.

www.buenasiembra.com.ar


enlace relacionado/info:
http://es.wikipedia.org/wiki/Amaranthus

No hay comentarios:

Publicar un comentario